TOP Pov
El día en que lo conocí supe que él era especial. Sus ojos, su cabello, su sonrisa, me encantaba todo de Ji Yong, ese era su nombre. Nos conocimos un 25 de Junio, lo recuerdo como si hubiese sido ayer.
Era viernes, decidí salir a caminar un rato por el parque de la ciudad, fue hay, junto a un gran árbol que lo vi por primera vez, sus ojos cafés me hipnotizaron, su sonrisa me sedujo por completo, no pude evitar sonreír como bobo, verlo solo, desprendiendo tanta alegría y felicidad mientras jugaba con su mascota, me hizo desear ser la persona que le hiciera sentirse así.
Ji notó que lo miraba, sonrió bajito ¡Oh Dios! Sentí que moriría al escuchar su risa, hizo ademán con su mano para que me acercara y eso hice. Pasamos toda la tarde hablando, conociéndonos un poco, y así pasamos cada viernes por la tarde, nos encontrábamos en el parque y hablábamos de lo que nos había ocurrido en el transcurso de la semana. Al haber pasado unos cuantos meses por fin me armé de valor y se lo dije “Te amo” Cuando vi la expresión de su cara me sentí morir, pensé que me rechazaría, lo que menos me esperaba era que se lanzara a mis brazos y depositara un dulce beso en mis labios.
Ese día fue el mejor de mi vida, nos hicimos pareja, por fin lo tenía solo para mí, era mio, y de nadie más. Pero las cosas no duran para siempre, con el pasar del tiempo nuestra relación se fue deteriorando, sentí mi corazón romperse en mil pedazos, yo lo amaba, demasiado, aun lo amo.
Flash Back
Ya casi anochecía, un chico de cabellos oscuros esperaba ansiosamente a su pareja, quien lo había citado en ese lugar en la mañana. Seunghyun, que era como se llamaba el chico sentado en una banca de un pequeño parque, suspiró con pesadez mirando por milésima vez el reloj de su muñeca. Al alzar la vista pudo divisar a la persona por la cual había esperado.
—Ji…—Susurró Seunghyun al ver al chico castaño por el cual se moría, el chico lo miró sin expresión alguna en su rostro, eso le preocupó— ¿Sucede algo? —Preguntó cuando el muchacho estaba frente a él.
—Te cité aquí porque tengo algo que decirte…—Dijo pausadamente—Seunghyun yo…—Suspiró, el mayor lo miraba atentamente, eso no facilitaba las cosas para Ji —Todos estos meses que hemos pasado juntos han sido los más felices de mi vida…—Comenzó a hablar.
—También lo han sido para mí—El de cabellos oscuros le interrumpió.
—Lo se pero…Ya no siento lo mismo—Aquello apenas pudo ser captado por los oídos del chico sentado en la banca.
— ¿Qué quieres dec…?—Se levantó de donde estaba, quedando frente al muchacho más delgado, antes de que pudiera formular la palabra completa, el menor lo calló.
—Quiero decir que…Ya no te amo hyung…—Esa simple frase logró que el corazón de Seunghyun doliera como nunca lo había hecho.
End Flash Back
Ese fue el peor día de mi vida, sentí que todo mi mundo se derrumbaba. Ji Yong y yo quedamos como amigos, pero aun así, yo lo sigo amando, y creo que lo haré siempre. Tal vez esto que siento sea más que amor, tal vez sea una obsesión, no lo sé, pero si sé que si Kwon Ji Yong no es mio, no será de nadie más.
Al cabo de unos meses, él conoció a un chico, su nombre era Young Bae, un chico bien parecido, de cabellos peinados en forma de cresta y cuerpo atlético. Una furia inmensa me invadió por completo, solo quería que ese tipo apartara sus manos de Ji, no soportaba verlos juntos, miles de pensamientos psicópatas pasaron por mi mente, dándome infinidades de ideas, ideas en las cuales ese infeliz sufría, donde se retorcía de dolor en el suelo, y yo, yo era el causante de todo eso.
Y todas mis ideas macabras se hicieron realidad una noche de enero. Había citado a Young Bae a lo que se suponía era un elegante restaurante haciendo pasar por Ji Yong, pero para su sorpresa, el lugar estaba abandonado, él no lo sabía pues no conocía bien la ciudad, eso era un punto a mi favor. El muy tonto entró al local buscando con la mirada a alguien, seguramente a “su amado G-Dragon” como había comenzado a decirle, sin que se diera cuenta me le acerqué por detrás, tapé su boca y nariz con un pañuelo con cloroformo, no bastó más de unos poco segundos para que quedara adormecido. Arrastré su cuerpo hasta la cocina, lo deposité sobre una gran mesa, amarrando sus brazos y piernas, inmovilizándolo por completo.
Young Bae despertó unos minutos después, totalmente desorientado, yo reí ante eso.
— ¿Seunghyun? ¿Qué sucede? —Me preguntó confundido, no hacia falta que yo cubriera mi rostro en ese momento, pues él no pasaría de esa noche. Sonreí con sadismo acercándome a su cuerpo, escondiendo algo detrás de mi cuerpo—Hyung… ¿Qué es…?—Sus ojos se abrieron en demasía cuando vio que era lo que ocultaba entre mis manos.
—Verás Young Bae…—Me aproximé más, quedando a escasos centímetros de la mesa en donde él estaba.
—… ¿Dónde esta Ji? —Fue lo que salió de sus labios al momento de interrumpirme, el parecía nervioso, asustado, pero aun así preguntaba con mi Ji Yong.
— ¡Calla y escucha! —Grité sobresaltándolo—Ji está bien, estaba bien antes de conocerte y lo estará cuando tu dejes de existir—Él abrió sus ojos por la sorpresa y la frialdad en mis palabras—Como te decía, Young Bae, me he cansado de ti ¿Quién te crees para estar al lado de Ji? —Pregunté delineando su cuello con el filo del cuchillo, él tragó grueso— ¡Contesta! —Hice presión contra su piel, haciéndolo temblar.
—Hyung…por favor…—Pidió. ¡Ja! Eso me causó tanta gracia que no pudo evitar reír a carcajada limpia.
—No vengas a rogarme ahora, debiste pensarlo dos veces antes de meterte con Ji—Después de decir aquello, clave el cuchillo un poco más arriba de su clavícula, causando que un grito desgarrador saliera de su boca, me hubiese preocupado de que alguien nos escuchara, pero para mi suerte, ese lugar estaba tan apartado que era imposible se oyeran sus suplicas y chillidos lastimeros.
Con el borde ensangrentado del cuchillo, fui delineando su abdomen, sobre la tela de su camisa, de repente una loca idea de pasó por mi mente.
—Dime…—Desabroché su pantalón, metiendo mí mano dentro de su ropa interior— ¿Ya te acostaste con mi Ji? —Pregunté tomando su miembro, al ver que no decía nada, solo temblaba y sudaba, me desesperé— ¡Dime! ¡Contesta! —Apretó ese trozo de carne que tenia entre su mano.
—Hyung…por favor…—Volvió a decirme, eso me enfureció más.
—Tomaré eso como un sí—Solté una risa que al parecer, sonó algo macabra, con rapidez llevé el cuchillo hasta su miembro, él abrió sus ojos más aun, si es que se podía.
— ¡Ahhhh! —Lágrimas, gritos, sangre, todo eso me hizo querer más, estaba deseoso de destrozarlo con mis propias manos, pero no, no era tan malvado… ¿O sí?
El resto es historia, encontraron a Young Bae al siguiente día, debido a que “un desconocido” había llamado a la policía esa noche, ese desconocido era yo.
Ver a Ji Yong tan triste me hacia sentir fatal, pero ese miserable se lo merecía. Un año y medio después, mi amor conoció a un chiquillo menor que él, Seunghyun era su nombre, igual que él mio, pero se hacía llamar Seungri.
Con él si que no tuve compasión, era tan descarado, pervertido, un asco total. Me hervía la sangre cuando frente a mis narices, manoseaba el cuerpo de Ji Yong, un día no lo aguante más, y cuando nadie estaba mirando, lancé su cuerpo desde la azotea. Todos pensaron que se había suicidado, otra vez mí querido niño se encontraba desolado, triste, desgarrado, yo, igual que la primera vez, me sentí la peor persona del planeta, pero eso les enseñará a todos que Kwon Ji Yong está prohibido.
El siguiente en mi lista era Kang Daesung, su amplia sonrisa, al parecer, fue lo que enamoró a Ji, ese tonto no dejaba de sonreír como idiota.
Para Ji Yong fue horrible encontrarlo frente a la puerta de su habitación, desollado, con el cuerpo maltratado, puñaladas por todas partes, y lo que más le impacto fue lo que vio en su rostro, su boca mostraba una sonrisa forzada, como él siempre sonreía, pensé que sería un buen detalle coser las comisura de sus labios y sus mejillas.
Han pasado ya seis meses desde lo ocurrido, nunca se encontró al culpable, soy tan listo que ni todo el cuerpo policial de Corea del Sur pudo encontrar al que hizo tal “atrocidad” Mi amado Ji sigue llorando por las noches, yo lo sé porque algunas veces le hago compañía, pero solo eso, nada más. Ahora me encuentro en su departamento, él fue a la cocina por un par de bebidas, habíamos decidido ver una película para animarlo un poco. Ya llevaba varios minutos buscando las bebidas, lo que me pareció extraño, iba a levantarme lentamente para dirigirme hacia donde estaba pero el ruido de un par de vasos de vidrio estrellarse contra el suelo me alarmó.
End TOP Pov
— ¿Ji? ¿Qué pasó? —Interrogó Seunghyun entrando a la cocina, miró al piso encontrándose con los restos de lo que eran los vasos de vidrio, esparcidos por el suelo. Buscó con la miraba al chico, encontrándolo en un rincón de la habitación, temblando, con una expresión ida en su mirada— ¿Qué sucede Ji? —Volvió a preguntar el mayor, estaba preocupado, y mucho, el de cabellos más claros no paraba de temblar. Llevó su mirada a las temblorosas manos del muchacho de menor estatura, dándose cuenta de lo que estas sostenían— ¿Pero qué…?—Se acercó a tembloroso muchacho, este negó con la cabeza.
—Estoy maldito…Hyung…—Susurró levantando el cuchillo—Todo lo que amo…muere…—Dijo mirando fijamente el objeto filoso entre sus manos.
—No lo hagas…—Musitó el mayor acercándose rápidamente al castaño, pero él le apuntó con el cuchillo impidiéndole el paso.
— ¡No te acerques! —Gritó, todo su cuerpo tiritaba—Debo hacerlo…—De sus ojos salieron varias gotas cristalinas.
—Ji… ¡No! —Seunghyun estaba desesperado, sus ojos comenzaron a humedecerse ¿Iba a perderlo? ¿Lo haría?
— ¡Estoy maldito! —Al haber pronunciado esas palabras, con sus marrones ojos lloros y sus manos temblorosas al igual que todo su cuerpo, atravesó su palpitante corazón con la filosa arma que sostenía.
— ¡Mierda…Ji! —Corrió hacia él, impidiéndole que su cuerpo chocara contra el piso. Se aferró a su ensangrentado pecho, estaba inerte entre sus brazos, lloró hasta que pensó que no le quedaban lágrimas, sin pensarlo dos veces tomó aquel cuchillo entre sus manos—Al menos…podré seguirte en el más allá—Y tal y como lo hizo su amado, apuñaló su corazón, quitándose la vida.
Un amor como ese, más que amor, es obsesión, una obsesión tan grande que puede llevar a la muerte tanto a tu amado como a ti. Choi Seunghyun nunca pensó que como consecuencia de sus macabros actos, su querido Ji Yong decidiera acabar con su patética y dolorosa vida, borrando así todo rastro de sus sufrimiento, y él, como lo seguía amarlo, quiso acompañarlo aún después de la muerte. Pero de lo que Seunghyun no estaba enterado era de que, al igual que en la tierra, el lugar al que irían estaba repleto de almas iguales a las de ellos, almas que quizás podran mostrarse interesadas en su Ji Yong, y en ese sitio, la muerte no podrá estar ahí para hacer que estas se alejen de su pequeño.