Tiempo de reyes y castillos un país extenso en el cual estaba dividido en varios reinos solo una zona en la cual ni el mas valiente o atrevido caballero había sido capaza de explorar estaba prohibida para todo reino pero aun así una época realmente dulce en donde la paz reinaba aunque no siempre solía ser así
-ven acá que te mato- decía un castaño mientras corría detrás de su primo-no me importa si me matan por atentado de homicidio pero esta si me la pagas-
-calma primito si el agua no estaba del todo fría, además así aprenderás a no decirme que soy un caprichoso frente a mi padre – decía mientras se sintió atrapado
-te exijo que me sueltes soy el príncipe- decía Yami mientras forcejeaba
-a pesar de que sea el príncipe su padre me ordeno corregirle cuando fuera necesario- decía su sensei mientras le ponía de nuevo en el suelo
-yo no hice nada- se defendió mientras hacia carita de inocente
-eso es mentira mahad mira como me ha dejado empapado y ha sido con agua helada- decía seto mientras aun goteaba agua de su ropa y su cabello
-pues príncipe lo siento pero su castigo serán horas extras de clases-
-y enserio a eso le llaman castigo siempre suelo hacer que el castigo sea algo favorable para mi- dijo mientras se alejaba con una sonrisa perfilada en su rostro
Después de eso era una mañana muy tranquila en el palacio del príncipe Yami, él era de esos chicos mimados demasiado por su padre, claro era el príncipe pero era muy caprichoso, así que hacia lo que le viniera en gana.
-y como le decía el reino se extiende hasta este limite – hablaba el sensei del príncipe mientras el ni en cuenta lo tomaba y veía por la ventana
-como le explique la vez anterior nunca debe ir a esta zona es peligrosa además de tener plantas venenosas existen muchos animales salvajes ¡príncipe Yami!-grito de repente al ver que se había quedado dormido
-no me molestes mahad déjame dormir, y si mi padre te pregunta estaba muy atento y ya mejor vete - decía Yami mientras se acomodaba en su escritorio
-pero mi príncipe debe recibir estas clases- le decía el algo enojado
-si pero soy el príncipe así que ya no me riñas y mejor vete-
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En los jardines estaba seto mirando el hermoso jardín mientras se percato de que alguien lo veía
-así que hizo ahora que estas con esa cara-le dijo a mahad mientras lo veía
- lo mismo de siempre no quiere aprender ese chico-
-si quieres te ayudo y le doy un jalón de orejas, sabes tengo privilegios así que puedo tratar así a mi primo para haber si deja de ser tan mal educado-
-no es necesario además recuerda la ultima vez que hiciste eso-
-lo se como olvidarlo me acuso y mis padres me castigaron, pero aun así tiene que madurar sé que apenas tiene 16 pero será rey algún día y ese comportamiento no le llevara a ningún lado-dijo el algo preocupado
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-como odio que todos me digan que hacer, lo odio sé que seré rey pero eso no me interesa además de que ahora me toca ver a la princesita engreída que será mi prometida, no se porque ni siquiera pueda elegir con quien casarme- dijo el mientras enfadado intentaba dormir
-primo tu siempre hablando en voz alta-le dijo seto mientras se acercaba a el
-que pretendes molestándome déjame en paz-
-sé que esa princesa es muy linda deberías considerarlo-le decía mientras le halaba la mejilla para que lo mirara
-claro que no, además con que derecho me cuestionas, yo hago lo que se me venga en gana-
-con esa actitud no impedirás tu compromiso, tú padre ya hizo el acuerdo y ni con uno de tus berrinches te zafaras de esto-
-lo se pero, mejor olvídalo y voy a dar una vuelta-dijo levantándose y saliendo de la habitación ignorando a su primo
-pero Yami- dijo pero solo recibió de respuesta el sonido de la puerta cerrando fuertemente
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Ya cansado y molesto por todo Yami se fue a dar un paseo por el bosque a pesar de haber nacido en la riqueza y tenerlo absolutamente todo aun así, sentía vacío el corazón y lo único que lo calmaría seria ir un rato al rio y ahí pensaría mejor. El lugar secreto del joven príncipe era realmente hermoso un césped de color verde muy claro con varias flores alrededor y tenia una vista espectacular de las montañas y uno que otro animalito generalmente conejitos brincando una escena pacifica en realidad
-piensan que podrán primero tendrán que matarme si quieren que me case con esa- dijo mientras bajaba de su caballo e iba despreocupadamente a la orilla del rio
-por que sé que es egoísta de mi parte tenerlo todo pero aun me he sentido solo desde muy pequeño siempre rigiéndome en reglas, etiqueta y demás- dijo mientras sentía con sus manos un poco del agua del rio
-prefiero morir a seguir con esta tediosa vida-dijo en voz alta aunque no lo decía convencido pero tampoco se había percatado de que alguien estaba acercándose sigilosamente detrás de el
-sus deseos son ordenes para mi- dijo una voz que no se le hacia conocida mientras sintió un fuerte golpe en la cabeza
-Jajajaja ah sido mas fácil de lo que pensé es verdad lo que decían los rumores este principito no sabe nada acerca de batallas cualquier guerreo ya hubiera sentido mi presencia- dijo esa persona desconocida mientras de un empujón de su pie hizo que el cuerpo de Yami cayera en el rio
-con eso es suficiente eliminado príncipe numero dos- decía mientras se alejaba de ahí
…………….ya en la noche……………
-te lo repito él ha dicho que iba a dar una vuelta ya vendrá y deja de dar vueltas mahad me mareas-
-pero aun a si es ya muy tarde y de seguro que si no regresa el rey me mata, la princesa accedió venir en otra ocasión pero vi al rey muy enojado por no haber cuidado mejor al príncipe y evitar que se escapase- decía mientras seguía dando vueltas
-ya tranquilo nada podría ser peor- dijo seto mientras se recargaba en el sofá pero justo después de un instante apareció el rey
-buenas noches majestad-dijo mahad ya a punto de que le diera un ataque por la tención
-mi hijo ya apareció- decía en un tono molesto
-pues majestad no ha regresado-
-tranquilízate tío ya aparecerá sabes que le encanta hacer de las suyas-
-que me tranquilice acaso no saben lo importante era que la princesa Rebeca conociera mas a mi hijo- dijo en un tono mas fuerte y mirando a seto con una mirada que mataría a cualquiera
-bueno ya me cayo pero según yo creo las cosa no podrían estar peor- palabras que parecían traer la mala suerte
-majestad he encontrado esto en la habitación del príncipe Yami- decía una chica muy linda mientras le daba una carta a su rey
-mana que oportuna- pensaba mahad el cual se encontraba sentado
-¡que rayos significa esto!- dijo el rey en un tono frio mientras salió a toda prisa de la habitación dejando a todos muy confundidos
-mana podrías darme la carta-
-claro hermano- dijo mientras levantaba la carta del suelo y se la entregaba y mahad empezó a leerla en voz alta para que todos los presentes escucharan
Ya no aguanto esta situación mas, quiero ser libre y dejar de recibir ordenes quiero hacer mi propia reglas y no pienso volver y así me zafare de aquel compromiso del cual me alegra no concretar
Príncipe Yami
-así que como último recurso decidió escapar pobre de mi primo-
-no lo creo es verdad que el compromiso no era de su agrado pero no escaparía-
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-quiero que en este momento todos lo busquen es de vital importancia encontrar a mi hijo Bakura-
-tranquilícese mi rey lo encontraremos-dijo el alvino con mucha seguridad mientras se retiraba