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Hijos de los Titulares 2.1 por Maxianime

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Notas del fanfic:

Declaimer:

Los personajes adultos no me pertenecen, son obra de su autor Takeshi Konomi.

No gano nada con este fic que sea monetario

Los personajes niños, salvo uno, son mi creación.

Kunihiko pertenece a mitsusuke.

Los barrios de la ciudad de Tokio eran todos aparentemente iguales para cualquier extranjero que pasara por aquellos lugares, casas de dos pisos o uno, construidas con las más estrictas normas de seguridad implantadas por el gobierno, podrían resistir un potente sismos y seguir en pie, cada casa contaba con rejas en la parte delantera, algunas más altas que otras, una garaje para más o menos dos autos y un jardín en la parte delantera repleto de las más bellas flores, y un camino de cemento rodeado por las plantas en flor, siempre aquel que visitara a un amigo o pariente en la lejana tierra de Japón se encontraría con esa hermosura única.

Diariamente el gobierno japonés no escatimaba en gastos para la construcción de nuevos barrios en zonas donde antes había escuelas destruidas, parque abandonados o simples fábricas abandonadas, la sobrepoblación a pesar de las catástrofes naturales que siempre minimizaron al país eran un tema que siempre se discutiría.

En los últimos diez años, dada ciertos cambios políticos, sociales y económicos, el conservador Japón se había mantenido firme con la decisión de no abalar los matrimonios homosexuales así también como la adopción. A pesar de ello el gobierno al ver conocer que una minoría de trabajadores jóvenes pertenecía a estas minorías, por lo que la adopción mono parental o el alquiler de vientre, se habían convertido en moneda corriente para que parejas homosexuales jóvenes tuvieran hijos.

La adquisición de viviendas para jóvenes era una de las cosas en que el gobierno se había enfrascado en mantener, construyendo barrios específicos para parejas jóvenes así como para solteros y así fue como se crearon barrios aislados que con los años pasaron de ser de jóvenes parejas a familias numerosas.

La prefectura de Kanagawa fue una de las más afectadas por la decisión del gobierno a la hora de construir nuevas  viviendas, ya que en Tokio el espacio se fue limitando poco a poco con el pasar de los años y uno de esos barrios se había convertido en un barrio de las minorías jóvenes.

Aquellos tenistas que en sus años de juventud habían alcanzado la gloria, representar a Japón en competencias internacionales, saliendo victoriosos o no, quienes llevaron con orgullo su nacionalidad, que comenzaron apenas siendo unos jóvenes de secundaria, de doce años un par, trece un grupo y catorce la gran mayoría, ahora se hallaban aislados en aquellos barrios aislados, pero no debido a que el gobierno los aisló, sino mas bien porque la sobrepoblación del país lo hizo. Aun así, debido a aquellos logros del pasado, que durante su juventud y parte de su adultez ellos habían logrado, el gobierno les había abierto las puertas en todo sentido, desde la adquisición de viviendas hasta la adopción mono parental, por lo que los orgullos del tenis japonés se encontraban viviendo sus vidas tranquilamente.

Las casa de aquella zona eran conocidas por ser de dos pisos y la mayoría poseía cinco habitaciones como máximo, dos baños, un living comedor, una cocina, un pequeño cuarto de lavado y dos pateos, uno delantero y otro trasero, el pateos trasero era un poco pequeño en comparación con los construidos en casas mas antiguas, pero para muchos fue mas que suficiente para construir un pateo de juegos para niños y un jardín. El barrio donde vivían había sido apodado, por extraños a el, como el barrio de los tenistas, debido a que en muchas de las casas de allí Vivian aquellos tenistas o aquellos que lo fueron, que habían participado tanto en la selección como en torneos alrededor del mundo, muchos ajenos al barrio pensaban que el gobierno había construido ese barrio para ellos debido a las casi veinte familias que allí Vivian y que, extrañamente, en todas uno o ambos adultos habían participado de torneos de tenis, ya fuera en su juventud o en la actualidad, por lo que era común pensar que ese barrio había sido construido para aquellos deportistas, aunque nadie estaba seguro si esa era la razón o no.

 

Una de las primera familias que se mudo a aquel barrio alejado fue la familia Tezuka-Fuji, la familia que durante mas de dos años fue un debate y no en una sola revista de interés general sino en mas de cinco, debido al curioso reportaje que Kipei Tachibana les había hecho sobre la crianza de sus hijos en ese tiempo. Ellos habían sido los primeros en mudarse ya que Tezuka fue el primero en enterarse de un plan para familias jóvenes. Vivía sin sobresaltos y algunos incluso la apodaban la familia perfecta, teniendo tres hijos con excelentes notar en al primaria, que jamás habían tenido problemas fuera de casa con algún vecino y por sobre todo, los padres cumplían a raja tablas las leyes estatales, llegando a ser considerados una familia tradicional dentro de sus conocidos.

 Tezuka Kunimitsu había avanzado en el mundo del tenis gracias al apoyo de su familia, llegando a ser considero como uno de los mejores tenistas a nivel mundial, ocupando un puesto entere veinte mejores durante 5 años, pero al cumplir los 33 su brazo izquierdo comenzó a molestarle, a los 35 años se vio forzado a abandonar el deporte por una lesión en el codo izquierdo. Comenzó a ejercer entonces su puesto ejecutivo en la empresa de su padre, siendo uno de los más aplicados, al mismo tiempo comenzó a ejercer como entrenador en la selección infantil de tenis. Como padre de familia es considerado, hasta por su propio padre, como el padre modelo, siempre ha estado y  planea estar pendiente de sus hijos, han enseñado a sus hijos desde edad temprana la importancia de seguir las normas y que cada acción tiene su pro y su contra.

Syusuke Fuji debido al incidente en su casa con su padre cuando tenia 18 años no pudo retomar al mundo del tenis, por mas que lo intento, su brazo derecho no volvió a hacer el mismo debido a que en partidos largos comenzaba a dolerle, por esa razón decidió dedicarse a su familia y a su profesión como pediatra. Como medico es muy respetado, debido a que comenzó una competencia con Yuushi Oshitari tomando cada especialización que pudo hacer. Como padre de familia es un padre permisivo y que busca por sobre todo que sus hijos sean felices, su propio padre lo considera demasiado bueno, no les exige la perfección a sus hijos pero les aclara que con la mediocridad no es una opción.

Soske desde pequeño aprendió a ser el hijo mayor responsable y orgullo de la familia, nunca se ha creído que sus padres le pusieron Soske porque fue el nombre de un amigo antiguo de Fuji, aunque si se cree lo de la tradición familiar de los Kuni en el primer nombre, por lo que esta muy orgulloso se llamarse Kunihiro y no solo porque su nombre significa*. A los seis años comenzó a jugar tenis en un club deportivo local, al igual que muchos de sus amigos de su edad, siendo considerado un chico con un don nato para el deporte, también ingreso a la policía infantil y mantuvo durante cinco años, hasta el momento, el promedio casi perfecto.

Kenneth creció desde los tres años para convertirse en el mayor dolor de cabeza de Tezuka, siendo siempre protegido por su padre castaño, no solo por ser hijo biológico de Fuji, siempre fue considerado el consentido y en cierta forma el desobediente, se acostumbro a ser llamado el travieso desde edad temprana y a tener la mala suerte de que cada vez que quiere hacer algo bien le sale al revés. Comenzó a practicar tenis a los cuatro años, cuando su hermano entro  a un club, solo para rivalizar con el, a los seis comenzó a ser considerado un genio como su padre por su habilidad con la raqueta y salvo oponentes como su hermano mayor, Kalvin y Yukito, no había tiro que el no pudiera devolver. Se unió a un club de botánica formado por su padre y dos amigos amantes de las plantas, comenzó su propia colección de cactus para rivalizar con la colección de plantas exóticas de Yukito Yukimura y plantas toxicas de Seisuke Kuranosuke

Keila desde los tres años se convirtió en la hija típica que cualquier padre desea, pulcra, educada y alegre, siendo el orgullo y a la vez la adorada hija, su padre Kunimitsu la ha consentido en todo deseó que ha tenido y no solo porque ser su hija biológica. Comenzó a practicar tenis a los tres años, solo por ver a su padre de lentes jugar en televisión, sintió cierto agrado hacia el deporte y comenzó a jugarlo por diversión. Al igual que su padre adquirió un gran interés por leer, por lo que cuando su padre fundo un club de lectura en el barrio fue la primera en anotarse junto con Ranji Yanagi y Kalvin Atobe, extrañamente no rivaliza con Samanta Sanada, pero si sabe de la rivalidad entre la familia Tezuka y Sanada por parte de los bisabuelos y el tenis entre sus padres.

 Los días normales para la familia comenzaban entre las seis de la mañana, horario en que todos se levantaban para desayunar y alistarse para sus actividades del día, luego los cinco salían directo a sus destinos, el primer lugar era la Escuela Primaria Syounan del Sur-Shou** donde los niños de 8 y 10 años asistían diariamente desde las nueve de la mañana a las tres de la tarde, luego Tezuka y Fuji iban a sus respectivos trabajos, Fuji en el hospital general de Kanagawa y Tezuka iba a Tokio. A las tres de la tarde Fuji retiraba a sus hijos, por una broma que hizo Kenneth un día a la salida y los directivos obligaron a que siempre se los retire, para llevarlos al club de tenis y luego a las 6 de la tarde pasaba a recogerlos para llevarlos a casa, donde el de lentes ya estaba descansando después de un agotador día de trabajo y pasaban el resto del tiempo en casa hasta la noche, cuando era hora de dormir.

Aquel día de sol había comenzado como todos los demás, la familia hizo todas sus actividades hasta las ocho de la noche sin ningún sobresalto ni cambiado su rutina, aunque una llamada telefónica en la mañana había alterado el humor de los dos adultos de la casa, cosas que los niños habían percibido desde un primer momento, decidido seguir con la rutina pero estas alertas a lo que esa llamada pudiera significar, pero al ver que durante el resto del día nada mas paso bajaron la guardia. Llegada las nueve de la noche, después de cenar, los niños se acababan de preparar para dormir en sus habitaciones, cuando de pronto sintieron el timbre, bajaron a toda prisa a ver quien a esas horas podía ser y en las escaleras Tezuka los detuvo y mando a sus habitaciones a dormir, pero ellos decidieron desobedecer y esperaron pacientemente un tiempo prudencial antes de bajar.

En el piso inferior, Tezuka y Fuji se hallaban en el living junto con una mujer, quien esa mañana los había hablado por teléfono para poder comentarles de una situación, ellos la conocían de varios años atrás, era la madre de su hijo mayor, por lo que les pareció extraño que esta les llamara y pidiera ir a su casa para hablar de un tema importante y mas aun cuando entro con un niño de no mas seis años que se aferraba a sus piernas.

-Es un tema un poco complicado, el que me ha traído aquí, pero ustedes son mi único recurso- dijo mirando ambos- veo que han cuidado bien de mi primer bebe.

-¿Qué es lo que ha ocurrido?- pregunto Tezuka mirándolo con seriedad- no te habíamos visto casi diez años, Soske aún no cumplía el año cuando nos diste la custodia...

-Verán, este pequeño que tengo aquí se llama Kunihiko***, tiene once años, es mi primer hijo, Soske nació un año después…- explico mirando las fotografías.

-Hola pequeño, tienes un muy bonito nombre- le dijo Fuji con dulzura, a lo que el pequeño retrocedió.

-Kunihiko tiene un retraso mental moderado, habla pero tiene dislexia, problemas motores…causados por mi abuso de Alcohol en aquellos tiempos.

-Sabemos que tenías problemas con la bebida- Dijo Tezuka relajando un poco la mirada- Hace siete años nos dimos con que Soske nació con Síndrome de Alcoholismo fetal, hemos hecho hasta lo imposible para que se desarrolle de manera normal, el actué como todo niño, no sabe que nació con ello y que la razón por la que algunas cosas le cuestan es por un mal desarrollo neurológico, aunque hemos estado a su lado en todo momento.

-Lo he podido notar, he leído las entrevistas que les hicieron, son admirables- dijo sonriendo.

-Dudo que ellas venido a decirnos eso- dijo Fuji levantado la mirada.

-El nació un año antes que me violaran y naciera Soske, cuando me encontraba en pareja con otro hombre, su padre- confeso tristemente- luego de la violación nos separamos, como el tenia mejor pasar económico se quedo con el y yo me fui, hace ocho conocí a mi marido y nos casamos.

-¿Ocurrió algo para que lo trajeras?- pregunto Fuji preocupado.

-Su padre murió hace poco por un problema del corazón, me lo entregaron pero no puedo cuidarlo- explico afligida-Mi marido no lo acepta y por mucho que me pese, no podemos cuidarlo, no tenemos los recursos para poder criarlo como es debido, por lo que me vi en la obligación de pasar a alguien mas la custodia, el necesita de padres que estén todo el tiempo con el, yo no puedo, mi esposo y yo trabajamos para mantener la casa y las niñeras especiales cuestan demasiado dinero, al igual que sus medicamentos y demás cosas.

-Entendemos, nos alegra que nos eligieras a nosotros pero… ¿Por qué?- pregunto Fuji intrigado.

-Para comenzar, ustedes han sacado adelante a alguien en mucho peor estado que el- explico sonriendo afligida- Lo coloque en una lista de adopción, pero en recursos sociales dijeron que las posibilidades de que lo adopten pronto son nulas, podría tardar entre diez a quince años mas que una familia lo adopte, hay miles de niños en peor situación que el, que no poseen padres, en lista de espera, los hogares para niños no los vi como una opción debido a su situación edilicia y al ambiente mismo, no me gustaría que el se sintiera mas enfermo de lo que ya esta, sin mas remedio y viendo sus currículos- dijo sonriendo- supe que quizás ustedes…

-Agradecemos que nos eligieras a nosotros- dijo Fuji sonriendo, pero pronto su pareja lo interrumpió.

-El problema real es tu marido ¿no es así?- pregunto mirando con seriedad- este no lo acepta y con temor a que este le haga algo o en tus ausencias le pase algo, decidiste delegar la custodia.

-Mitsu- dijo Fuji mirándolo molesto.

-Ese es el problema, mi marido es muy autoritario, cuando le hable de la existencia de Soske y el, no lo tomo del todo bien, para el sus hijos son los que ambos tenemos y no los que tuve antes de nuestro matrimonio, el no lo quiere cerca, Kunihiko no entiende lo que pasa en el entorno que le rodea, no entiende porque peleamos, pero se que le lastima cada vez que el le dice algo o cada vez que el me da a elegir, entre la familia que forme en ocho años y el- dijo mirando con infinita ternura a su hijo- por ello me he visto obligada a entregar a alguien a Kunihiko, por mucho que me pese.

El silencio reino en la sala de un momento a otro, Fuji miraba con gran seriedad  a su pareja, quien no había cambiado la mirada en toda la conversación, manteniéndose distante de todo, mientras aquella mujer solo miraba con ternura y amor al pequeño que entre sus pies se escondía, que si bien era mayor que Soske por un año, tenia apariencia de un niño de cinco o menos años.

Finalmente, después de recapacitar por largo tiempo, el de lentes acerco a ella y levanto al niño en brazos, el cual se comenzó a inquietar, Tezuka lo beso en la frente y luego lo sentó en uno de los sillones mas amplios y le dijo casi en susurro- Kunihiko, quiero que te quedes aquí un momento- Se levanto y miro a la mujer con seriedad, mientras este miraba al pequeño con gran preocupación- ¿Dónde firmo?

-Mitsu- dijo Fuji mas aliviado- Pensé que…

-Como dijo una vez mi abuelo, donde comen cuatro, comen cinco- dijo con serenidad-En este caso, donde comen cinco, comen seis...

-Muchas gracias- dijo aliviada sacando de su bolso un par de papeles.

-Preparada como la ultima vez he- dijo Fuji sonriendo ampliamente- ¿alguna cosa que debamos saber de el?

-Les dejare los análisis médicos que tengo de el, casi no lo conozco mucho, su padre jamás me dejo convivir con el y mi marido tampoco quiso comunicación alguna.

Mientras los adultos fueron a la pequeña mesa de café a firmar aquellos documentos, el pequeño Kunihiko miro con gran sorpresa todo lo que había a su alrededor, el comedor era gigantesco a su parecer, mas de lo que era el de su madre.  Delante tenia un sillón igual a donde estaba sentado, a un costado uno de tres piezas y delante de los tres había una mesa pequeña que parecía de cristal, pero lo que le maravillo fue un mueble con varias estatuillas de porcelana. Como si fuera un niño pequeño de tres años, gateo para salir del sillón donde se encontraba y torpemente camino hasta aquel mueble al que podía alcanzar, aunque para el era mucho mas grande desde lejos.

Los tres adultos firmaron los documentos en una pequeña mesa, donde tenían una visión casi ilimitada del menor, pero mientras firmaban no se dieron cuenta de su escape, salvo Fuji, quien lo vio caminar con pasos pequeños y torpes hasta llegar a un mueble donde apoyarse para seguir caminando, estaba por ir tras el, pero era su turno de firmar, por lo que pensó que unos segundos de no verlo no causarían gran daño, pero se equivoco.

Kunihiko llego hasta aquel mueble y vio aquellas figuras vistosas, algunas de cristal, otras de colores y otros de un marrón oscuro, pero había una que mas le llamo la atención, una de un caballo, la tomo con sus manos y la miro con detenimiento, era mas ligera de lo que pensaba y a su vista mas frágil, por lo que decidió regresarla a su lugar, pero de pronto, sin que lo previera, sin que el quisiera, sus manos soltaron la figura, haciéndola caer al suelo de madera y esta rompiéndose en ciento de  pedazos, ante el estallido callo al suelo sentado y comenzó a llorar con temor. Tan solo duro segundos su llanto, quizás unos pocos, tres o cuatro cuanto mucho, cuando se dio cuenta se encontraba en brazos del rubio de anteojos, el cual lo consolaba diciéndole palabras dulces al oído, mientras a su vista el castaño de sonrisa amable limpiaba su pequeño desastre.

-Listo- dijo cuando hubo levantado con una pequeña pala y una pequeña escoba los pedazos de porcelana- Ya puedes bajarlo Mitsu.

-No todavía- dijo el de lentes mientras se sentaba en el sillón más amplio a arrullarlo-Tranquilo, ya paso, ¿te asustaste porque se callo el caballito?-

 El niño asintió mirando con gran sorpresa a aquel hombre, no lo conocía, no sabia quien era pero lo trataba de una manera parecida a la que su padre lo hacia hasta el día en que dejo de verlo.

-No paso nada- dijo el castaño mirándolo con ternura- no te asustes no hiciste nada malo.

-Sera mejor que me valla- dijo la mujer acercándose a ellos, le dio un ultimo beso en la frente al pequeño, el cual aun miraba con asombro todo lo que pasaba- Se bueno y se feliz.

-Mama- dijo preocupado mirándola.

-Recuerda que te quiero y siempre te querré- le dijo con suavidad- esto es lo mejor para ti, mas no lo es para mi.

-Kunihiko, mira- dijo Fuji sacando de su bolsillo un llavero que tenia de una raqueta de tenis de color morado-Mira, una raqueta.

-Mira- dijo el de lentes quitándose las gafas, las cuales el pequeño tomo de inmediato para ponérselas- Me recuerda a Soske cuando era bebe.

-La acompañare a la puerta- dijo Fuji levantándose, al ver que su pareja tenia la situación controlada.

La mujer le dedico una ultima mirada tierna a su hijo y luego camino hacia la puerta de salida, junto a Fuji, quien en todo momento intento que el niño no la mirara, no quería que pasara por una traumática separación, la despidió cortésmente y luego miro asombrado como sus tres hijos, desde las escaleras, miraban al de lentes jugar con el niño.

-¿Quién es el?- pregunto Soske ajustándose sus anteojos.

-Su nuevo hermano- dijo Fuji sonriendo- vengan, se los presentare.

Los cuatro fueron al enorme living donde Tezuka aun continuaba distrayendo al nuevo miembro de la familia, pero cuando este se percato de que su pareja había vuelta y no solo, decidió quitarle momentáneamente los anteojos al niño para ponérselos.

-¿No los mande a dormir?

-Queríamos saber quién a estas horas viene de visita- dijo Keila sentándose a su lado, lo que asusto a Kunihiko.

-Niños, él es Kunihiko- les dijo Fuji sonriendo- Kunihiko, ellos son Soske, Kenneth y Keila.

-Hola, soy Soske- dijo Soske mirándolo con intriga- mi tercer nombre es Kunihiro.

El niño no dijo nada, ante verse de un momento a otro rodeado por extraños comenzó a tensarse, no le gustaba ver tanta gente a su alrededor y luego noto la ausencia de su madre, pero a pesar de ello, se sentía protegido en los brazos del rubio de lentes, por lo que opto por abrazarlo ocultándose de todos.

-¿Cuántos años tiene?- pregunto Kenneth mirando con sospesa- parece mas chico que yo pero…

-Tiene once- dijo sonriendo Fuji.

-Yo tengo diez ¿es mas grande que yo?- pregunto Soske mirándolo con sorpresa- No parece.

-Es un niño especial- explico Tezuka- Mañana podrán hablar con el, esta cansado, ustedes deben de dormir, mañana tienen escuela.

-Esta bien-dijo el de lentes mirando a sus padres- ¿quieres que te preste un pijama Kunihiko?- pregunto sonriente viendo que traía puesto unos Jean azules oscuros con una remera polo de mangas cortas de color azul, mientras el tenia puesto su conjunto de pijama azul con dibujos de pelotas de tenis.

-Parece mas chico que yo- dijo Kenneth examinándolo- ¿Cuánto mides?

-Kenneth, deja de molestarlo- dijo Soske saltando a su defensa.

-Ken, préstale un pijama- dijo Fuji leyendo una hoja que acababa de sacar de la mesa donde minutos antes habían firmado un par de papeles- mide menos que tu, un metro veintitrés.

-Y pesa menos que Kenneth- acoto Tezuka- es mas ligero que el.

-¡Que!- dijo molesto- Como puede ser más pequeño que yo, si es más grande en edad.

-Les dije que es un niño especial-Dijo Kunimitsu mirando a los tres- No les ordene ir a dormir, ya paso una hora desde su hora de dormir, los quiero en la cama en cinco minutos.

-SI- dijeron Keila y Soske a la vez para luego salir corriendo hacia el segundo piso, mientras Kenneth se fue caminando, mirando de reojo a su nuevo hermano.

-También usa pañal- dijo Tezuka en susurro.

-Tenemos un bebe de once años- dijo Fuji sonriendo- el sueño de todo padre.

-Vamos a dormir- dijo levantándose del sillón- Tendrá que dormir con nosotros hasta que consiga una cama para él y acomode el cuarto de huéspedes.

Syusuke  se acercó a su pareja para besarlo en los labios y luego mirar con complicidad al niño, el cual miraba con asombro- Vamos a dormir Kunihiko.

Fuji tomo un pequeño maletín que había aun lado de la sala y junto a Tezuka subieron lentamente hacia el segundo piso, entrando en la habitación principal, la cual tenia varias muebles y una cama de dos plazas. Kunimitsu recostó con cuidado al niño en la punta de la cama para luego abrir las sabanas y recostarlo, momentos después llego Kenneth y dejo sobre la cama un pijama mangas cortas de color verde con dibujos que  le parecieron divertidos a Kunihiko.

-Yo me encargo de el, tu recuéstate, mañana tienes que trabajar temprano- dijo el castaño colocando al niño a un costado de la cama para sacarle la ropa que tenia puesta y ponerle el pijama- Muy bien, quedaste muy guapo, casi tengo ganas de comerte Kunihiko- dijo haciéndole cosquillas al niño, el cual rio.

-Suke…uno de los dos deberá dejar de trabajar para encargarse de el- dijo el de lentes mientras terminaba de alistarse para dormir poniéndose un pijama con franjas azul marino- No podemos dejarlo solo en casa o en una escuela especial.

-Podría pedir licencia en el hospital, no será difícil, cuando sepan que tengo con bebe de once años- dijo recostando al niño en medio de la cama- Nos divertiremos mucho mañana Kunihiko, te enseñare a hacer manualidades con las manos, cosas con plastilina…- dijo acostándose a su lado.

-Que no se lleve nada a la boca Suke,  recuerda lo que paso con Soske cuando creyó que una galleta de plastilina era de verdad a los dos cuatro años- dijo Tezuka dejando sus anteojos en la mesa de luz.

-Buenas noches Mitsu- dijo besándolo en los labios- Buenas noches Kunihiko, que duermas bien bebe- dijo besándole la frente.

Los dos se quedaron mirando al niño, el cual asustado los miraba a ambos de reojo antes de dormirse, cuando lo vieron cerrar lentamente los ojos por cansancio apagaron las luces delos veladores y comenzaron con una idea en sus mentes, el difícil día que serie el siguiente y los que prosiguieran hasta que el pequeño Kunihiko les tomara confianza.

Horas después Kunihiko despertó, a su alrededor no podía ver nada mas que oscuridad, además de sentir que sobre el había un gran peso, asustado comenzó a llorar, esperando que su madre le llegara y prendiera la luz, pero aquello no paso. Ante sus ojos el castaño prendió la luz de la habitación y comenzó a calmarlo, mientras el rubio se quedo mirándolo intentando ayudar en algo.

-Creo que le teme a al oscuridad- dijo Fuji mirándolo con dulzura- ¿Le temes a la oscuridad pequeño?-El niño asintió entre sus brazos con la mirada y luego busco protección entre sus brazos- Esta bien, vamos a dormir con la luz encendida ¿algo mas?- el niño negó con la mirada.

-Ya regreso- dijo el rubio levantándose de un momento a otro.

-Supongo que no tienes sueño ¿verdad?- le pregunto Fuji al niño, al ver a su pareja alejarse por la puerta y entrando al baño- Ya se como dormirte, Ken solía dormirse con un cuento de Hadas, ¿quieres que te cuente un cuento?- el niño le asintió mirándolo con emoción, lo que le agrado- Muy bien, hace mucho en una tierra muy, muy lejana.

Tezuka se encontraba en el baño, lavándose la cara para aclara un poco sus pensamientos, antes de despertar bruscamente por el llanto de Kunihiko tuvo un sueño extraño, donde se alejaba del niño, no por temor, sino mas rechazo.

-Eso no pasara, Soske tiene un retraso y no lo he rechazado- dijo mirándose al espejo- además tiene apariencia normal, sera imposible.

Salió del baño a paso lento y miro hacia su habitación, Syusuke muy alegre le contaba un cuento al niño, el cual escuchaba atentamente, ambos estaban sentados en la cama por lo que no se hizo esperar para entrar en la habitación, Kunihiko lo noto y de pronto lo señalo.

-No, el no es ogro- dijo sonriendo- El es el valiente, orgulloso, buen mozo e inteligente  príncipe que ira en rescate de la princesa- explico el castaño a lo que el niño lo señalo, por lo que sonrió.

-Buenas noches a los dos- dijo el de lentes acostándose-  mas te vale que esta vez el príncipe logre su cometido, Atobe no haga estallar el planeta o Sanada intente matarme por adelantarme.

-Te falto lo de que nuestros hijos no te interrumpan, que Soske no se te quiera parecer a ti y Kenneth no te deje en ridículo- sonrió el castaño- ¿En que estaba Kunihiko? Así, el príncipe Tezuka tenia que rescatar a la bella doncella de las manos de ese sucio y malvado ogro.

A la mañana siguiente fueron los padres quienes se levantaron mas temprano de lo habitual, no para hacer lo que cotidianamente hacían, sino para preparar la casa para el pequeño nuevo miembro, la cual a su parecer era un peligro a cada paso para el. Una hora después la mayoría de las cosas peligrosas de la casa estaban fuera del alcance para un niño de once años, un metro veinte de estatura y actitudes de un niño de cinco años, por lo que era muy posible que no pudiera lastimarse o meter un dedo dentro de los enchufes de electricidad.

-Listo- dijo Fuji sonriente tapado el último enchufe abierto- Al parecer el de la ferretería aprendió a comprar cosas de calidad gracias a Kevin, dudo que Kunihiko pueda sacar los tapones de goma espuma.

-La verdad ese Kevin era una serpiente de pequeño, hasta los cinco años jamás se hallo la forma de que el no alcanzara lo que estaba a difícil acceso, cuando Inui y Kaidoh se rindieron Kevin dejo de intentar alcanzar cosas por las cuales tenia que ingeniárselas para llegar a ellas- dijo el de lentes terminado de ponerse la corbata.

 -Iré a despertar a los niños ¿le das de desayunar a Kunihiko? Solo es leche en mamadera, dudo que tengas problemas- dijo el castaño sonriendo, le dio un beso en la mejilla y se fue.

Tezuka tomo la mamadera que estaba recién hecha en la cocina y se dirigió al living, donde el niño estaba viendo televisión muy atentamente, aun vestido de pijamas y sentado en el sillón más amplio, mientras a cada lado estaba rodeado de dos o más almohadones.

-Ven acá- se acerco el rubio al pequeño para levantarlo en sus brazos, corrió los almohadones hacia un costado y se sentó, para luego sentar en su regazo al niño y acercarse la mamadera- Solo será por hoy, Fuji tiene que comparte las cosa que necesitaremos para ti, como vasos con tapa para que no se te derrame lo que tomes- le susurro mirándolo serenamente.

Kunihiko entendió parte de lo que le dijo el de lentes, solo que tomaría en mamadera por esa vez, por lo que accedió a tomar en mamadera su leche y no se detuvo hasta terminarla. Cuando se vacio la mamadera no se sintió bien, Tezuka le quito la mamila de la boca y se disponía a ayudarlo a eructar cuando de pronto vomito sobre el y tras esa acción vinieron un par de risas que luego fueron cuatro, miro atónito, el de lentes se sonrojo ante ello y luego se levanto.

-Ven Kunihiko- dijo el castaño levantándolo en brazos- vamos a bañarte y después saldremos a comprar un par de cosas, mientras tu papi se cambia el traje- dijo mirando al rubio, el cual salió a toda prisa.

-Ahora te adoro Aniki- dijo Kenneth sonriendo.

El ojiazul subió hasta el segundo piso y entro en una habitación completamente azul con el niño que tenia en brazos, y lo sentó sobre la cama para luego buscar algo de ropa en el armario.

Kunihiko miro toda las habitación detenidamente, delante de la punta de la cama estaba la puerta por donde había entrado y al lado de la cama estaba un pequeño mueble con un reloj y varias cosas encima, junto a el había una caja, como si se tratara dela caja de tesoro de un pirata,  frente a el había dos muebles, un escritorio y un pequeño librero, y  al lado de la puerta se encontraba un armario que ocupaba toda la pared de ese lado,  en el piso de la habitación había una alfombra azulada y las paredes tenían un papel tapiz con dibujos de planetas, naves espaciales y estrellas, la ventana de la habitación estaba encima del mueble pequeño del reloj y de la caja de tesoro. Estaba por bajarse de la cama para averiguar que había dentro de esa caja poderosamente llamativa cuando el castaño llego hasta el con algo de ropa y lo desvisto para luego ponerle un pantalón negro, una camisa blanca y un chaleco azul.

-A Ken no le gusta esta ropa, nunca la ha usado y esta nueva, te queda un poco grande pero estará bien por ahora, mas tarde iremos de compras, los dos solos- dijo sonriéndole mientras le ponía unos calcetines blancos.

El niño lo miro entretenido mas por el ambiente que lo rodeaba que por lo que le decía, intento tocar un planeta de la pared, pero fue detenido por el aquel hombre que lo llevo a sus brazos para bajarlo al piso inferior y sentarlo en aquel sillón donde antes estuvo viendo televisión. Cuando el castaño de sonrisa amable se fue Kunihiko vio mas interés en su entorno que en aquel programa de dibujos animados que estaba en la televisión, así que aprovecho que nadie lo veía para levantarse y buscar con que entretenerse, con torpeza camino hasta alejarse del sillón y vio aquel estante donde el día anterior había roto una figura, notando que ya no estaba a su alcance sino mas arriba, por lo que siguió explorando su alrededor, sin notar que alguien lo observaba, camino con torpeza hasta un mueble que tenia objetos brillantes, pero no llego a el, sino que tropezó son sus propios pies cayendo al duro suelo de madera de rodillas, y con el fuerte golpe comenzó a llorar.

-¿Te encuentras bien?- dijo el niño de cabellos castaños oscuros y lentes acercándose a el e intentándolo levantar- ¿Dónde te duele?- le pregunto dulcemente sentándolo en el suelo y comenzó a levantarle el pantalón para asegurarse que no se hubiera lastimado.

-¿Qué paso?- pregunto el mayor de lentes acercándose  a ambos y levantar del suelo Kunihiko, el cual aun lloraba.

-Se callo mientras caminaba, se doblo el tobillo- explicó el menor- callo de rodillas.

-Ya paso- dijo el rubio intentándolo calmar, sin mucho éxito- Tranquilo, solo fue un pequeño golpe.

-No llores- dijo el pequeño de lentes- Mira, no te lastimaste.

-Es muy llorón- señaló Kenneth apareciendo tras ellos junto al resto de la familia- Es mas llorón que torpe.

-No me llames torpe- dijo molesto Soske- Me llamo Soske Taro Kunihiro, son muy bonitos nombres.

-Ven acá- indicó el castaño sonriente, tomando en brazos a Kunihiko para calmarlo, al ver que el rubio de lentes no podía- Tranquilo, ya paso- dijo arrullándolo en sus brazos-Bueno bebe, no paso nada, ya estoy aquí y no volveré a dejarte solo de nuevo, te lo prometo.

-Papa Syusuke es un genio en todo- dijo sonriendo la pequeña Keila, mirando a su nuevo hermano mayor calmándose lentamente.

-Hey, tiene puesta mi ropa- dijo molesto Kenneth a lo que se cruzo de brazos.

-Nunca la usas- dijo seriamente el de lentes- Niños, vallan a alistarse, tenemos que salir a la escuela ¿podrás solo con el Syusuke?- pregunto mirándolo preocupado.

-SI- dijeron los tres al mismo tiempo y salieron corriendo hasta el piso superior por sus cosas.

-Soy pediatra y estudie educación especial- explicó mirando a Kunihiko calmándose- viste, ya no duele…Mitsu necesito que me dejes la camioneta, llevare a Kunihiko de compras hoy.

-Tengan mucho cuidado, pórtense bien los dos- les dijo casi en susurro y luego les dio un beso en la frente a cada uno.

Fuji camino hasta la puerta de salida con el pequeño de once años en sus brazos, juntos vieron al resto de la familia subir en un auto de color azul y retroceder hasta la calle, para luego perderse en las cuadras siguientes. Syusuke bajo al pequeño y lo observo como miraba con gran intriga las flores del jardín, por lo que lo acompaño hasta ellas para que las tocara, para su suerte estas no tenían espinas o espigas y se encontraban florecidas, por lo que Kunihiko no correría ningún riesgo al verlas, mientras el le tomara la mano.

-¿Te gustan?- pregunto mirando al pequeño, el cual le asintió con la mirada e intento tocarlas con la mano libre.

-Buenos días- dijo una voz que Fuji conocía bien, era su vecino de la casa de enfrente, el antiguo hijo de dios, Yukimura Seiichi, portando un muy amable semblante y de su mano había un niño muy idéntico a el, el cual miraba distraídamente.

-Hola Seiichi, Geniichi ¿Cómo estas?- pregunto mirando al menor, el cual hablo con las manos- Por lo visto aun no hablas ¿te dijeron los médicos que tiene?

-No, y según los análisis médicos es mas sano que cualquiera de sus hermanos, incluso Seiichirou, que con el vivió- respondió mirando distraídamente- ¿Y ese pequeño que se oculta entre tus pies?

Fuji miro a sus pies sorprendido ante aquella pregunta, no se había dado cuenta de en que momento Kunihiko se había ocultado tras de si y sonrió ante aquella muestra de temor, lo levanto en sus brazos para mostrárselo bien a Seiichi, el cual lo miro con gran sospesa- Se llama Kunihiko, tiene once años, es hermano de Soske por parte de su madre, ella nos lo encargo por la repentina muerte de su padre, nació años antes de que Soske, es hijo de un amorío de ella, su actual esposo al parecer no lo quiere y como notas es un niño muy especial.

-Tiene la misma edad que Geniichi- dijo sonriendo- podrían ser amigos.

-Hablando de la misma edad ¿no debería de estar en la escuela?- Pregunto Fuji sorprendido, era muy conocido que Sanada jamás había dejado de cumplir con sus deberes y obligaciones,  una de ellas era asegurarse que todos sus hijos recibieran la mejor educación de ser posible, por lo que  todos iban a la mejor escuela de ser posible, no escatimaba en gastos a la hora de pagar la colegiatura y los llevaba siempre media hora temprano, era una de esas cosas que hacia que se cumplieran al pie de la letra.

-Prefiero que se adapte a la familia primero antes que comience la escuela, serán unas pocas semanas cuando lo vea mas familiarizado con el entorno nuevo que lo rodea- dijo preocupado- ten en cuenta que ha vivido toda su vida con su madre y hermano, esta jamás me dejo conocerlo, por lo que ahora tiene dos padres y dos hermanos nuevos, tiene que adaptarse primero.

-Entiendo

 -Creo que deberías comenzar a llamar a  Soske por su tercer nombre, para que el nuevo integrante de la familia sienta cierta identificación con alguno- sugirió- como ambos tiene la primera parte del nombres con Kuni pueda que Kunihiko sienta cierta identificación con el, mas que con el nombre Soske, ten en cuenta que en mi caso Seiichirou y Geniichi sintieron identificación conmigo y Genichirou cuando llegaron a casa, es mas Seiichirou siente mas identificación hacia Sanada que hacia mi, que soy su padre, cuando entro a Rikkai lo primero que hizo fue hacerse miembro del consejo de Ética antes que del club de tenis- dijo sonriendo de la ironía- Yo soy su padre, esperaba como mínimo que se hiciera miembro de algún club de arte, o algún consejo de ese tipo, no tenia esperanzas que se hiciera miembro del consejo embellecedor,  pero se metió en el consejo de Ética…¿puedes creerlo?

-Que ironía que tu propio hijo le tenga cierta admiración a tu pareja que a ti- dijo sonriendo- yo no me imagino que Kenneth me  haga eso, de Soske lo espero pero…Podría ser, tendría que preguntar a Soske si le parece bien-exclamo pensante haciéndose la idea de su pequeño Kenneth como miembro del club del anuario, le dedico al menor una cálida sonrisa mientras el se lo imaginaba con el uniforme del club de tenis, se veía tan tierno como para abrazarlo pero luego desvió la mirada hacia su vecino, el cual aun seguía mirando con detenimiento al nuevo Tezuka-Fuji- ¿vas a algún lado?-  le interrumpió su observación, mirándolo de pies a cabeza, era muy conocido de Yukimura siempre vestía de informal cuando estaba en casa o por hacer cosas en el barrio, pero se encontraba vestido con una camisa gris abotonada hasta el cuello por dentro del pantalón, una campera de Jean que estaba sobrepuesta sobre sus hombros, lo común de el, y tenia unos jeans azul oscuro, mientras estaba usando zapatillas blancas, mientras que Geniichi vestía de un pantalón azul marino y llevaba puesto un buzo azulado por donde salía el cuello blanco de una remera polo.

-Iba a comprar algunos remedios, con las bajas temperaturas que hemos tenido temo que los niños se enfermen- dijo mirando al cielo, el cual se estaba nublando.

-También necesito ir a la farmacia por unas cosas- exclamo recordando aquel pequeño detalle de su bebe de once años- quieres que te acompañe, puede que Geniichi y Kunihiko se conozcan un poquito mas.

-Dudo que eso pase, Geniichi es muy tímido- explicó sonriendo y luego le revolvió los cabellos al niño, el cual contento lo abrazo- además que no habla.

-Ya lo ara, aquí tengo otro mudo- exclamo en broma Fuji- Vamos juntos si quieres, Tezuka me dejo la camioneta, podremos traer mas cosas sin que nos estén vigilando nuestros guardaespaldas.

-La verdad que Sanada me detendría ante cada cosa que comprara, así que tengo que aprovechar cuando salgo solo- dijo sonriendo.

-Aunque no lo parezcan son muy parecidos los dos, por mas rivalidad que tengan- dijo sonriendo Fuji- Sanada no te deja comprar nada…eso me recuerda a un Tezuka de cuando Soske era bebe.

-¿enserio?

-En ese tiempo no trabajaba y solo cuidaba de Soske, Kunimitsu me dejaba una tarjeta siempre a mano ante cualquier necesidad, solía comprar todo lo que veía por televisión, normalmente eran cosas para limpiar, todo para tener el departamento limpio y desinfectado para que Soske gateara y jugara con toda libertad- explico sonriendo.

-¿Vivías en el departamento cuando Soske era bebe?- pregunto el peliazul sorprendido, cuando volvió a ver a Fuji después de muchos años, lo había vuelto a ver en aquel departamento donde ya tenia tres hijos y vivía rodeado de sus amigos, por lo que le pareció asombroso saber que el primero en mudarse de ese apartamento fue uno de los que mas tiempo vivo allí hacia menos de seis años.

-No, vivía con Tezuka en un pequeño departamento de dos habitaciones, nos habíamos mudado hacia muy poco después de vivir ocho años en casa de mi suegros.

-Cierto, lo del incidente con tu padre- dijo recordando con bajeza aquella historia que si bien a el le había pasado algo parecido no había sido tan traumático como en el caso de Fuji.

-La verdad tuve mucha suerte con mis suegros, ellos me apoyaron en todo por mas de ocho años y un par de meses después que nos mudamos Soske llego a nuestras vidas, dos años después nos logramos mudar al apartamento donde nos volvimos a ver-explico sonriendo mirando hacia el cielo.

-Tuviste mucha suerte- exclamo mirando con tristeza- Al menos tu padre se ha arrepentido de sus actos.

-Deberías de volver hablar con tu padre, intenta primero una reconciliación, han pasado mas de dieciséis años desde que degastes de hablarle, ya tienes cuatro hijos- dijo mirando a Geniichi- ¿el lo ha visto en estos años?

-Por lo que se, no los conoce, cuando me divorcie mi ex mujer negó todo contacto de los niños con mi familia- explico mirando a su hijos tristemente.

-Dejemos el pasado en pasado- interrumpió el castaño- vamos de compras entonces, los gastos de entretenimiento para los chicos y comida van por mi cuenta.

Continuara.

Notas finales:

Aviso importante:

A todos los lectores de mis fics, como muchos recordaran en mi anterior cuenta maxianime, a la que a partir de enero no pude entrar porque no me llegaban los mensajes de la pag con la nueva contraseña porque no pude entrar después con mi contraseña, deje muchos fics sin concluir y a algunos intente continuarlos en la nueva cuenta. Decidí entonces que solo usare esta cuenta para publicar nuevos fic mientras que en la anterior solo la usare para actualizar los que ya están publicados y sin terminar, pero hay fics que eliminare y otros que continuare.

De la cuenta maxianime se eliminaran.

Hijos de los titulares 2: Razón: como verán publique una nueva historia mucho mejor que la anterior, salvo que quieran salvar a Kenneth en aquella historia, acepto sugerencias.

De la cuenta Maxi Anime se eliminaran,

Aprendiendo a sentir

Despertando de la oscuridad: Tanto en aprendiendo a sentir como despertando e la oscuridad los capítulos que se encuentran publicados son los mismos que se encuentran  en maxi anime, solo que allí está la historia mas avanzada.

Amor Pirata: El octavo capitulo será agregado en el fic publicado de amor pirata de la cuenta maxi anime, donde esta el resto.

En cuanto  a  Locuras en la mansión Kido, de ambas cuentas, he decidido seguir ambas, con las vueltas en la historia, sin dorados y con los dorados.


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