Mi primer día de clases…
Te preguntarás “oh, ¿Por qué me escribe tan pronto?... apenas me escribió, y el día que envía correo es el viernes… ¿Por qué en lunes?”… y pues, te escribo porque me paso algo muy extraño que me tiene despierta, con insomnio a esta hora de la madrugada… ( y ya sabes que esta cañón para que a mi me de insomnio…)
Tuve una especie de crush… que digo crush, ¡es un súper crush! ¡nunca había sentido algo así!... bueno, te cuento mi día para que no te sigas preguntando “¿de que rayos habla?”
Pues me levante temprano, como todo primer día de clases, llegar temprano el primer día de clases, pero solo el primer día, es mi estilo. Fue muy temprano no había casi nadie… estuve con Diana (aun sigo compartiendo departamento con ella; creí que una de sus hermanas se iba a venir a vivir con nosotros porque presentó examen para psicología en la misma universidad que nosotras, así que supuse que nuestro conflicto de que nos hace falta una persona para que viva con nosotros en el depa se iba a terminar; pero la chica se arrepintió y aun tenemos un lugar aquí) pero sus amigos llegaron y se la llevaron, así que me quede sola como un perro en la explanada.
Olvide mi horario, ya sabes, uno que se le olvida todo, así que fui a la dirección a preguntar por mi primer clase… y fue cuando todo pasó… de frente vi a una muchacha, que inevitablemente llamo mi atención totalmente… nunca la había visto… me quedé fría, inmóvil… mi corazón se detuvo y se me olvido como respirar… ¡fue tan extraño!
Ella siguió avanzando y se paro frente a mi. Pude verla más de cerca, sus ojos tan profundos, brillantes, si, pero algo tristes, escondidos tras unos lentes; su cabello largo y muy negro suelto cayendo hasta mitad de espalda, su cabeza tapada con un gorro tejido de colores, con pantalón con estampado de camuflaje, de esos que tienen muchas bolsas, unos huaraches, una playera azul turquesa, muy pegada al cuerpo… ¡oh dios, que cuerpo! Me sonrio… ¡y que brillante sonrisa! Sentí que me derretía…
Algo dijo y por estar viéndola no le entendí nada. Me sonroje un poco, puse sonrisa tonta y le pedí que me repitiera lo que dijo, ella volvió a sonreír y me preguntó por el salón 8. Intente controlarme, pero fue en vano, apenas y podía respirar… le respondí tartamudeando (lo sé, tan trágico, su primera impresión mia fue una tartamuda sorda) cual era el salón, me sonrío y se fue. Me dejo ahí parada como idiota… ¡nunca nadie me había dejado así! ¡parecía una niña encandilada con un actor o cantante famoso!
Pasó tiempo, pero no estoy segura cuanto, solo sé que no podía dejar de pensar en esa mirada tan triste y en esa sonrisa tan hermosa… volví a la realidad cuando Nat me saludo. Le pregunté que en que salón teníamos clases… y adivina ¡si, en el salón 8! ¡Con la chica que me quito el aliento!
Llegue al salón y me senté… todas las clases que tuve no pude quitarle la vista de encima… ¡no puse atención a nada que no fuera ella! siento que es muy distraída, porque en ningún momento se dio cuenta que yo ni era capaz de parpadear por estármela comiendo con la mirada… es eso o tal vez sintió que por ser nueva, todos la veíamos así, así que decidió ignorarnos
Pues, ella se llama Sofía, estudiante de química de la UNAM, se acaba de cambiar para acá… es muy seria, apenas y habla… pero parece bastante inteligente…
El profesor termino la clase y empezó el tiempo del receso. Pensé que debía ser amable con la chica nueva, además, quizá si hablaba con ella sabría que rayos tiene que me llamó tanto la atención… así que en cuanto el profe salió del salón, me levante para hablarle, pero ella se levantó y salió huyendo… me dejo parada como tonta…
Fui con Nat y mis amigas a comer a la cafetería de la facultad, y cuando vi, ella estaba sentada en la mesa de enfrente. Volví a sentir ese magnetismo… por más interesante que me imagino que era de lo que me hablaban mis amigas, yo no podía quitar mis ojos de la chica nueva… de Sofía… no sé que tiene que no me podía concentrar en nada ¡como si hubiera robado mi cerebro y fuera solo un zombie a su servicio!
Nat me regreso de golpe a la realidad, cuando se dio cuenta de que estaba viendo fijamente a Sofía. Me sonroje un poco, pero Nat malentendió todo… ella creyó que veía fijo a la chica nueva porque parece hippie, por su vestimenta y sobre todo su gorrito. Ellas empezaron a burlarse de ella, y yo sonreí apenas, aguantando las ganas de golpearlas a todas…
“Parece hippie, ¿la habrán corrido de su otra escuela por andar fumando hierba?” preguntó Paty riendo y todas la imitaron. Bufe con coraje, ¿Cómo podían ser tan tontas para juzgar tan mal a Sofía si ni la conocen? Y fue cuando hice mi primer estupidez del semestre, me pare con mucho coraje y les dije, bueno les grité a mis amigas “¡déjenla en paz, no la conocen!”
Llame la atención de toda la cafetería, hasta de ella. Me vio con duda, y fue cuando me salvo la campana, bueno, me salvo Sergio mi amigo, que llego y me pidió hablar con él. Me relaje cuando me tomo de la mano y me saco del lugar. ¡Tenia hecha la cabeza un lio! ¿Quién demonios es ella?
Hable con Sergio de cosas sin importancia… bueno, si eran importantes, pero no me lo parecía porque nada era más importante que saber porque Sofía me robaba la concentración… y si sigo así, hasta la cabeza
Sergio me llevo al salón, pero mi clase aun no empezaba. Me senté, intentando pensar en que tiene la nueva… y pues… si, como podrás adivinar, y como cliché de película, entro al salón. Escuchaba música y se sentó despreocupadamente, claro, ignorante de lo que provoca en mi conciencia (auch, soné bien telenovelesca jaja)
Me levante y me senté en la banca frente a la de ella. Me vio, sonrío ligeramente y volvió a bajar la mirada a su reproductor de música… ¡como odie su indiferencia! Pero a pesar de que me había herido el orgullo, no podía levantarme… su presencia no me dejaba irme (y enserio, ¡hay de ti si te burlas!)
La salude, queriendo hacerle plática. Me presente con ella, le pregunté que porque se había cambiado de casa, que le parecía su nueva escuela, que parte de la química era la que le interesaba y como otras mil preguntas, ya vez que cuando me pongo nerviosa hablo rapidísimo. Ella volteo a verme, se quito los audífonos y me respondió lento, con cortesía “Marina, eh… bueno soy Sofía, y al parecer, por ahora, vendré a tu escuela, pero no te preocupes, que no tienes que ser la amiga de la hippie, no lo necesito”
Me dejó helada… ¡escucho a las inútiles de mis amigas en la cafetería! ¡También me dejo sin palabras! Me levante sin más y me fui a sentar a mi lugar, llegaron los demás y empezamos las clases de nuevo…
No pude concentrarme, estuvo peor… porque, ahora además de lidiar con eso de que Sofía… ¡una chica! me atrae como no tienes idea, ahora debo ver como hacerle para que no crea eso de mi… ¡ahhh! ¡Que complicado!
Y por eso tengo insomnio…
Y por eso decidí escribirte Ali… dime, ¿Qué piensas? ¿crees que solo es algo temporal? Eso quiero creer… porque ¡Es una chica! ¡Como yo! ¡Una muchacha, una mujer no puede quitarme así el sueño! ¡No soy gay! ¿Quién es ella?
En fin… contéstame pronto… ¡que te juro que siento que me estoy volviendo loca!
Atte. Mar, tú mejor amiga