Soraka
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Advertencia: Yaoi, Yuri, Rape, violencia, tortura, descuartizamientos
Dedicado a todos mis amigos del Messenger por apoyarme con este fic.
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Frías paredes para angostos pasillo siendo alumbrados por tintineantes antorchas que danzan por el aullido de dolor que se impregna en cada rincón, el olor a sangre y podredumbre irritan los olfatos.
Un hombre alto cubierto con una larga y oscura túnica caminaba lentamente, no había prisa, pues al fin y acabo quien lo esperaba no podía ir a otro lugar, condenado a la voluntad que él disponía sobre el cautivo ser.
El área de calabozos mas amplio para maniobrar, con mayor luz para ver claramente los actos cometidos, objetos de extrañas formas creadas por crueles mentes, pero lo que más distinguía a ese lugar eran los cuerpos humanos alterados que en dichos aparatos se encontraban.
Un grupo de personas lo esperaban, en cuanto lo vieron llegaron le hicieron una reverencia y le permitieron llegar hasta un joven de aspecto lamentable, sentado sobre una complicada silla, sus muñecas y tobillos amarrados a los mismos.
– este es el castigo que se le ha impuesto – una de las personas presentes, ataviadas por la misma prenda, le extendió unas hojas, el hombre de rubia cabellera las tomo y en una rápida lectura las regreso a la mano anterior.
– bien – miro al condenado, sus ojos mostraban terror, su cuerpo se agitaba, desconocía el castigo que le impondrían pero no eran desconocidos las atroces penitencias que tenían que cumplir los condenados por aquellos que poder tenían.
Una charola fue traída, largos y filosos cuchillos, y extraños atizadores estaban en ella..
– sujétenlo – dos tomaron su rostro echando para atrás la cabeza.
– no – hizo un ultimo intento de suplicar – por favor, soy inocente, por favor – su rostro tomo un tono pálido.
Otro de las personas presentes llevo sus manos al amarrado y lo obligo a sacar la lengua sujetándolo con una ganzúa que pronto se lleno de sangre acompañado por un quejido de dolor, varios sonidos mas salían de su boca, su cuerpo comenzó a agitarse cuando vio al verdugo tomar uno de los largos cuchillos.
…ste comprobó que su instrumento esta filoso y colocándolo lo mas cerca de la raíz de la lengua comenzó a cortar con tranquilidad, mientras que el cuerpo del condenado se agitaba por el horror y el dolor sufridos, sus ojos enormemente abiertos derramando lagrimas implorando aun con sonidos guturales que eran ignorados.
La sangre salpicaba por el rostro, los presentes la ignoraban, mientras que quien la derramaba ya no soportaba mas el hiriente dolor La lengua cayo en un sonido hueco acompañado de gran cantidad de sangre, uno de los presentes la tomo y la tiro como la basura en que se había convertido. El verdugo tomo ahora un trinchete que terminaba en una barra delgada de manera perpendicular, dicho instrumento había sido calentado anteriormente.
Nuevos gritos de agonía brotaron de la víctima al sentir el hierro candente cicatrizar la herida provocada por la reciente perdida. Su vista nublada, la cabeza pesada, el dolor había tomado un grado mayor donde los pensamientos no llegan.
Dejo el trinchete a un lado – listo – giro sobre su eje y se marcho, como si nada hubiera pasado, el dolor ajeno no lo dañaba, pues se consideraba a si mismo un ser lejano al tormento de los pobres miserables que cuestionan y rompen las leyes.
La víctima fue desamarrada, pero no se movió al sentir la libertad, estaba cansado; fue llevado a uno de los cientos de calabozos que se encontraban en el lugar, y que muchos de ellos se encontraban ocupados por cuerpos heridos que aullaban de dolor.
Lo arrojaron cayendo en un montículo de paja que servia de cama, cerca había otra personas acurrucada en un rincón, temblando de miedo incapaz de moverse. Cerraron la puerta y se marcharon, no sin antes mirar a los prisioneros con repugnancia.
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Los gritos que los miserables emitían, llegaban hasta las cercanías de la barda que rodeaba la gran fortaleza, el castillo donde la Inquisición hospedaba su centro de mando, y donde resguardaban a sus prisioneros para la purificación de sus almas.
– vamonos rápido de aquí – uno de los tantos peatones apresuro el paso al escuchar el estremecedor grito, su corazón se comprimió con la pena, cerro los ojos buscando alivio, su compañero lo siguió. – ay – cayo al chocar contra alguien, había caído sentado – lo siento –
– estúpido, fíjate por donde vas – lo arremetió con furia
Entonces el caído abrió los ojos viendo con curiosidad y miedo contra quien había chocado. Aquel hombre tenía el cabello verde claro y los ojos naranjas, portando un uniforme, sintió miedo de pronto.
– lo sentimos, perdónenos – agrego su compañero
– si serán torpes – dirigió a quien se había atrevido tocarlo, y sus temerosos ojos rojos le hicieron olvidar un momento su ira, pero había sido muy breve – retírense – ambos jóvenes salieron corriendo.
Una risa burlona se le acerco – ¿qué te paso hermanito? – un chico idéntico se le acerco – no eres tan blando con esa gentuza –
– no tenia ganas – continuo con su camino.
– o te gusto el chiquillo ese? –
– Bud cállate –
– mm, el golpe si fue duro – fue sujetado del cuello del chaleco militar.
– Bud, no empieces –
– esta bien – se soltó del agarre – no te molestare mas con eso Syd, bien? – "pero vaya que te afecto ver al chico ese" penso el menor de los gemelos.
– bien –
Ambos se alejaron
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– hay Mime, por que no te fijaste por donde ibas? – pregunto un chico de cabello verde y grandes ojos del mismo color.
– perdóname Shun, pero me espante –
– lo bueno es que ese soldado estaba de buenas, no quisiera pensar que hubiera pasado si hubiera querido desquitarse contigo –
– bueno, no pensemos en eso – llegaron hasta una de las tantas casas de piedra y techos de madera y paja, la puerta se abrió con un rechinido – ya llegamos Garland –
– Hola chicos – salió un chico de cabello gris – trajeron las cosas? –
– si, cada día es mas difícil conseguir carne – agrego Mime sentándose frente a la pequeña mesa que se encontraba en medio de la habitación.
– por lo menos conseguimos, que es mucho que decir en comparación con el resto de las personas – el chico llamado Shun se sentó a su lado
– ya dejen de quejarse – termino de revisar el par de bolsas que traían – Shun, prepara algo de comer, Max no tardara en llegar para que te ayude; mientras Mime ve por Anna e Yoh, a ver cuanto dinero consiguieron hoy. Mientras me iré a dormir un rato, el trabajo estuvo pesado hoy – se dirigió a una cortina que levanto levemente permitiéndole entrar a un cuarto.
– si – contestaron los chicos, el peliverde tomo las bolsas y entro a un cuarto con un pequeño fogón y varios utensilios de cocina gastados.
Mientras Mime salió de la casa, pasando por las estrechas callejuelas, esquivando casa tras casa gastada.
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Tres sujetos se movían rápidamente, eran perseguidos por varios soldados, chocaban con los transeúnte quienes intentaban lo mas rápidamente quitarse del camino, no de los fugitivos, sino de los perseguidores.
Uno de los 3 fugitivos dio una señal a los otros dos, y se separaron tomando diferentes caminos, sus movimientos era ágiles, y conocían bien el lugar, llevaban la ventaja. Varias calles mas, los soldados desistieron de su cacería y regresaron fastidiados, cansados y sabiendo que recibirían una reprimenda al llegar al cuartel.
Se detuvo tras un callejón, observo de reojo que ya no era perseguido y con un paso mas tranquilo, pero aun corriendo; continuo su camino hasta llegar al bosque, entro a una cueva, el túnel dentro de el lo llevo hasta una amplia estancia con elegantes objetos decorándolo, pero que en apariencia parecían abandonados hace tiempo atrás.
– estan todos? – pregunto un hombre de rubia y larga cabellera
– éramos Kurama, Horohoro y yo. Ya llegaron? – contesto un joven de cabellera larga color castaño
– aquí estamos – un joven pelirrojo de resplandecientes ojos verde, y un chico de alegre mirada de cabello azul entraron por el mismo lugar por donde entrara el castaño. A la sala entraron 5 personas más, por las diferentes puertas que rodeaban el lugar.
– bien – el rubio les pidió con un gesto que se sentaran en la larga mesa – ¿qué averiguaron? –
– parece que hay un conducto de drenaje en la parte norte de la fortaleza – contesto el pelirrojo – no cuenta con buena vigilancia, el problema es que lleva directamente a las mazmorras de los soldados –
– eso no es bueno –
– y tu Horohoro? – pregunto un chico de cabellera corta verde
– Pilika ya hablo con Yusuke y Kuwabara dice que los libros ya fueron resguardados, que usemos la entrada oeste, cuando deseemos consultarlos, pero primero avisemos para que despejen el camino, ah y que ya compraron mas víveres en la otra ciudad –
– perfecto, y tu Hao? –
– habrá un nuevo juicio mañana y proclamación de nuevo impuesto – El castaño mostró cara de fastidio
– mas impuestos?, ahora que se les ocurrió? – un pelinegro se levanto furioso de su silla
– uno donde por cada trabajo que tengas tendrás que entregar dos monedas –
– absurdo, absurdo –
– calmate Kuroune – pidió Kurama
– esto esta empeorando, tenemos que realizar rápido nuestro movimiento o ya no tendremos con que enfrentarlos – un pelilila miro directo al rubio
– lo se Mu, pero debemos ser cuidadosos si queremos triunfar –
– Chicos – llamo la única mujer del lugar
– ¿qué pasa Yukina? –
– logre informarme con mi hermano, que mañana habrá revisión de tropas –
– eso es genial, podemos entrar por el desagüe y atacar – el pelirrojo mostró su alegría
– esa es una muy buena oportunidad, pero no nos dará tiempo de organizar a todos – aclaro el rubio
– no es necesario –
– ¿qué quieres decir Kurama? –
– el ataque directo no es alternativa – todos lo miraban intrigados – pero si logramos entrar silenciosamente y salir sin que nos vean, podremos atrapar a las personas correctas para nuestro provecho –
– esa es una muy buena idea –
– los lideres de la inquisición, serian nuestros objetivos – Hao comento mirando también al rubio, que pensaba silenciosamente
– esas personas serian Jeanne, Pandora y Voltaire, los demás no son tan importantes – explico el peliverde
– Lyserg tiene razón, consiguiendo a esos tres, tendremos la ventaja –
– ¿y que hay del Rey? – pregunto el pelinegro
– el Rey no sabe lo que pasa, él no tiene la culpa – Lyserg lo vio de frente, realmente creía en la inocencia de su gobernante
– estoy de acuerdo, pero su consejero no – guardaron silencio un momento
– Shaka – llamo Mu a su líder – qué sugieres que hagamos? –
Tardo en contestar – entraremos mañana, buscaremos a esos tres tipos y pediremos con ello audiencia con el Rey –
– bien –
– solo lleven a sus hombres de mayor confianza. Lyserg, tu y Horohoro nos esperaran, aun no es conveniente que sepan de su rebelión, y busquen a Brooklin para que contacte con Rei y nos de aviso; y manden a Max para que recoja la comida –
– si –
– Yukina avisa a los civiles y mantéenos informados de las acciones de los inquisidores –
– si –
– mañana temprano nos reuniremos en la plaza, es día de mercado, así que será normal que se reúnan varias personas –
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Continuara
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