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Confesiones de Horror por IchirinNoHana

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Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen, son de Amano Akira en su totalidad.

 

Maldecía el día en el que Reborn los había convencido de ir al parque de diversiones. Tsuna sabía que el pequeño asesino algo tramaba, pero no se imaginaba que sería algo como eso.

-         ¿¡La casa del terror!? – Preguntó asustado el décimo Vongola mientras miraba con desconfianza la puerta que se alzaba frente a ellos.

-         Vamos Tsuna – Dijo el guardián de la lluvia – No es tan malo, solo son un par de personas disfrazadas, ¿No, Gokudera?

-         ¿Ah? Si – Rió nervioso – Si, solo son disfraces… nada más.

Reborn los miró con una sonrisa en el rostro.

-         Las chicas no están tan asustadas como ustedes.

-         ¡Reborn-san! – Exclamó Hayato – Es imposible que el décimo esté asustado, ¿No es así, décimo?

El muchacho volteó a ver a Sawada, quien asintió más pálido que un fantasma.

-         Aunque… una vez oí que alguien murió dentro de la casa del terror – Sonrió Yamamoto – Pero probablemente solo sean cuentos infantiles haha.

-         La historia de Yamamoto es verdad – Dijo una voz de ultratumba detrás de ellos.

-         ¡Reborn!

-         Jojojojo – Rió el bebé, vestido de fantasma – Vamos, hay que entrar.

-         ¡De ninguna manera! – Protestó Tsuna - ¡No entraré ahí!

-         Vamos Sawada, hay que enfrentarlo al ¡Extremo!

-         ¡Onii-san! – Dijo Kyoko – No asustes a Tsuna-kun – Sonrió - ¿Entramos?

-         Haru piensa que esto es peligroso…

-         Yo concuerdo con Haru – Dijo el décimo.

-         Maa, maa – Yamamoto lo tomó del brazo y lo guió hasta la entrada de aquel paseo infernal.

Las reglas de aquella casita eran simples. Tenían que ir en fila india, tomados de la mano y sorteando a los asesinos en serie, fantasmas y monstruos de las películas de terror. Al inicio de la fila iba Tsuna junto a Reborn. Le seguían Kyoko, Haru y Ryohei; éste último afrontando el miedo al extremo. Luego estaba Yamamoto y en último lugar el Smokin’ Bomb.

-         Ni loco le daré la mano al idiota del béisbol – Gruñó el de ojos verdes, viendo enojado la mano del moreno.

-         Vamos, cabeza de pulpo, te perderás si no lo haces.

-         ¡Cállate cabeza de césped!

-         ¿Por qué no nos movemos al extremo? – Preguntó Ryohei.

-         Tsuna no quiere avanzar – Habló Reborn hacia los muchachos –Tsuna, si no te mueves, tendré que dispararte, y morirás – Sonrió el arcobaleno.

-         E-está bien…

Comenzaron a caminar por un pasillo largo y angosto. No podían ver nada y el aire se sentía pesado. Yamamoto miró sobre su hombro y vio que Gokudera caminaba nervioso mirando de un lado al otro. El guardián de la tormenta, al ver que Takeshi lo miraba, fingió indiferencia y seguridad. Pero una vez que el otro volteó su mirada hacia adelante continuó mirando hacia todas partes, aunque no dudaría en hacer explotar a cualquiera se le cruzara en su camino.

Súbitamente, las luces se encendieron, y la fila de muchachos entró en un cuarto a la derecha del camino. Un grito desgarrador se escuchó y todos, inundados de pánico gritaron también. Se escuchó la risa de Yamamoto al final de la fila y las luces se apagaron nuevamente.

Un foco se encendió en el centro de la habitación y una niña vestida de blanco con el cabello cubriéndole el rostro salió de algo parecido a una televisión.

-         Morirán en siete días…

De pronto, su cabello se hizo a un lado, dando paso a una espantosa cara pálida y decrépita. Una sonrisa se formó en los labios de la muchacha.

-         ¡Corran al extremo! – Gritó Ryohei.

Una ola de gritos se escuchó antes de que la fila desapareciera por la puerta del frente.

Se detuvieron a respirar, pero nuevamente se encendió una luz. Esta vez en una esquina de la habitación. El sonido de una motosierra los hizo a todos apretar con más fuerza la mano del otro. Un cadáver cortado por la mitad y sangrando a borbotones los hizo temblar.

En el otro extremo se encendió otra luz, y un hombre enmascarado les dedicó una mirada de demencia. Comenzó a acercarse a pasos lentos hacia los muchachos y accionó el motor de la motosierra.

Sin esperar, Tsuna corrió hacia la puerta más cercana, metiéndose con todos dentro de la habitación.

-         Un momento – Dijo el espadachín - ¿Dónde está Gokudera? – Murmuró para si.

-         ¿Dijiste algo, Yamamoto? – Preguntó Ryohei volteándose.

-         No, nada – Sonrió – Perdí mi teléfono, iré a buscarlo. Los alcanzaré enseguida.

-         Ha – Asintió Sasagawa.

El moreno dio media vuelta y se metió en la habitación donde anteriormente habían estado. Jason estaba en la esquina y cuando vio a Yamamoto se acercó a pasos lentos hacia él.

-         Disculpa… - Habló nervioso - ¿Has visto al chico de cabello plateado que estaba con nosotros?

La figura enmascarada hizo sonar la motosierra, ahuyentando al espadachín que corrió hacia la otra habitación donde estaba la niña de cabello largo.

Ésta, salió nuevamente de la televisión y le sonrió a Takeshi.

-         Morirás en siete días…

El muchacho tragó saliva. Desvió la mirada y vio una puerta que no había visto cuando había pasado con el grupo por ahí.

Corrió hasta meterse dentro y unas luces se encendieron. La menuda figura de un niño pelirrojo apareció en el centro.

-         Hola – Dijo con una voz tenebrosa, bastante aguda – Soy un muñeco… y si no me compras te cortaré las piernas.

-         Qué niño más escalofriante – Murmuró mientras evadía al muñeco que lo perseguía con un cuchillo.

Se acercó a la puerta de salida y apareció en un pasillo cubierto de niebla. Caminó unos pasos, buscando una puerta a la cual entrar, cuando tropezó con algo sólido, cayendo al suelo.

-         ¡Gyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

-         ¿Gokudera?

Las luces del pasillo se encendieron, y el guardián de la lluvia había caído encima del muchacho extraviado.

-         ¡Quítate! ¡Idiota del béisbol!

-         Lo siento, lo siento – Rió Takeshi - ¿Estabas perdido?

-         Eso quisieras – dijo levemente sonrojado – solo creí que este sería el camino más corto.

-         Estaba preocupado, haha – Sonrió el beisbolista, sonrojado.

-         I-idiota - Gruñó Gokudera desviando la mirada.

-         No me compraron, JA JA JA – Ambos voltearon a ver al pequeño que se presentaba como Chucky - ¡Les cortaré las piernas!

-         ¡Corre, Gokudera!

Los muchachos comenzaron a correr desesperadamente. Y como buen deportista que era Yamamoto, le sacó ventaja en pocos segundos al peliplata.

-         ¡Oi, idiota del béisbol! ¡No me dejes atrás!

-         Lo siento – Sonrió el otro, deteniendo su carrera – Creo que ya lo perdimos, ha ha.

-         ¿A quien perdiste de vista, Yamamoto?

-         ¡Corre! – Gritó Gokudera. Takeshi se extrañó de que el muñeco se supiese su nombre, pero siguió corriendo. Redujo la velocidad para correr a la par con el otro, pero sus instintos deportivos le jugaban en contra, por lo que siempre terminaba sacándole ventaja al guardián de la tormenta.

Hayato, cansado de estar atrás, corrió con todas sus energías; y en un  último intento, le alcanzó la mano al espadachín, que se detuvo sorprendido.

-         No me mires, idiota – Dijo sonrojado – Se supone que debemos tomarnos la mano.

-         Eres tan lindo, Gokudera – Sonrió bobamente, mientras atraía al otro para robarle un pequeño beso.

A pesar de quedar completamente sorprendido, continuó corriendo junto a Yamamoto, tomados de la mano y escapando del muñeco diabólico que no era nadie más que Reborn disfrazado.

Llegaron a una puerta mohosa y vieja, indicando que era el final del pasillo. Ambos se miraron antes de traspasar aquella puerta que no presagiaba nada bueno.

Al entrar, se encontraron con el resto de sus amigos. Yamamoto se acercó a Ryohei y le tomó la mano.

-         Oh, volviste, Yamamoto, ¿Encontraste tu teléfono?

-         Si – Sonrió mientras miraba sobre su hombro a un sonrojado Gokudera.

-         ¿¡Hibari!? – Gritó Tsuna. Los demás comenzaron a murmurar, preguntándose por qué estaba el otro ahí.

-         Tendré que morderlos hasta la muerte – Habló el presidente del comité de disciplina.

-         ¡Corran! – Gritó el décimo mientras todos salían por una puerta que estaba a la izquierda de la habitación y que daba al último pasillo.

Todos se soltaron de la mano y corrieron desesperadamente hacia la puerta de salida. Pero antes de que Yamamoto pudiese salir, la mano del peliplata se lo impidió.

-         ¿Gokudera?

-         Cállate, idiota del béisbol – Dijo antes de alzarse de puntitas y darle él un beso a Takeshi.

-         ¿Gokudera? – Preguntó nuevamente.

-         Vamos – Dijo apretando levemente su mano, mientras comenzaba a avanzar, pero Yamamoto lo detuvo esta vez.

-         Te amo, Hayato.

-         Eres un idiota.

-         ¿Me amas tú a mí? – Preguntó con una pequeña sonrisa.

-         Eso no tienes que preguntarlo, ya sabes la respuesta –Dijo acercándose a besarlo nuevamente.

De las sombras apareció Hibari, que los miró extrañado.

-         Herbívoros – Murmuró antes de salir, mientras los otros seguían sumidos en su propio mundo, besándose con amor fundidos en un abrazo.

Un pequeño aleteo se escuchó en el fondo del pasillo y los tórtolos miraron asustados tratando de averiguar quien era el autor de aquel sonido.

Un pequeño murciélago acompañado del muñeco Chucky aparecieron entre la oscuridad.

-         Midori tanabiku… – Cantó el murciélago, antes de que ambos se miraran asustados y saliesen corriendo como alma que lleva el diablo del lugar.

 

-         ¿Por qué demoraron tanto? – Preguntó Tsuna – Estabamos preocupados.

-         Ah… -Sonrió Yamamoto viendo como Gokudera desviaba la mirada – Nosotros…

-         ¿No me quieren comprar? ¡Tendré que cortarles las piernas!

-         ¡Chucky! – Gritaron todos al unísono mientras el disfrazado Reborn los perseguía junto a Hibird disfrazado de murciélago por todo el parque de diversiones.

 

 

 

Notas finales:

Hi hi! :3

Aquí yo otra vez >< Este pequeño fic es como un especial de Halloween que hice en conjunto con StrongestPair Que aunque no les suene el nombre, escribe fanfics de Prince of tennis al igual que yo :)

Espero que les haya gustado, ella insistió en poner a Hibird, así que el pajarito tuvo un pequeño rol al final jaja :)

Jaa Ne!

IchirinNoHana.


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