Sucedió en la disco, cuando ya algo pasados de copas, sus ojos se fijaron en aquel esbelto y aparentemente delicado cuerpo que se movía sensualmente al ritmo de la música, bajo aquellas parpadeantes luces de colores, en medio de la pista de baile. El rubio sonrió ladino sorbiendo un poco del licor que había en su cristalino vaso.
— ¿En que estás pensando? ¿Eh, Kyung Jae? —Preguntó el castaño sonriendo levemente. Conocía esa mirada y esa sonrisa, algo estaba tramando el menor.
—Mira—Murmuró señalando disimuladamente al muchacho que había llamado su atención. Ki Seop amplió la mueca de sus labios, sonriendo ahora igual que el de cabellos rubios.
— ¿También lo mirabas? —Inquirió el castaño tomando un poco de su bebida. Kyung Jae asintió sin quitar esa sonrisa perversa de su rostro.
—Ese mi querido hyung, será mio esta noche—Murmuró alzando una ceja. Dejó el vaso sobre una pequeña mesita que estaba frente al sofá en el que ambos se encontraban y se dispuso a levantarse.
—Oye, espera—El mayor lo detuvo sujetándolo del hombro—Comparte un poco con tu buen amigo—Rio con sorna dejando, al igual que su compañero, su bebida sobre la mesa.
Ambos se adentraron a la pista de baile, caminando entre la multitud que se movía frenéticamente al compás de la música hasta llegar a aquel chico que había logrado captar sus miradas. Su cabello castaño claro, sus delineados ojos, sus rosados labios y sobre todo, ese cuerpo, delicado y sensual, era simplemente deseable.
Kyung Jae se posicionó frente al chico y Ki Seop detrás, restregando sus cuerpos de manera sugerente contra el cuerpo del esbelto chico, quien no tenía ni la más mínima intención de alejarse de esos dos.
—Pensé que se quedarían toda la noche mirándome—Musitó el chico meneando sus caderas seductoramente. Tanto Ki Seop como Kyung Jae sonrieron maliciosamente.
—Estábamos esperando el momento apropiado—Dijo el rubio colocando las manos en la cintura del castaño, hasta ahora, desconocido, éste soltó una risita coqueta.
—Estaba a punto de irme—Informó el muchacho dedicándole una mirada traviesa al chico frente a él.
—Pues, que bueno que ya estamos aquí—Esto lo dijo Ki Seop sujetando las caderas del más bajo, acercando a su oído— ¿No lo crees? —Preguntó mordiéndole el lóbulo de la oreja, recibiendo como respuesta un suave suspiro seguido de un leve asentimiento.
— ¿Sabes algo, pequeño? —Cuestionó Kyung Jae tomando el mentón del aludido, acercándolo a su rostro—Hay mucha gente aquí—Pasó su lengua por los labios del chico más bajo, mientras, Ki Seop estaba mordiendo levemente su cuello, sacando suspiros del menor.
— ¿Qué sugieres? —Inquirió el más delgado colocando su dedo índice en el pecho del rubio, a la vez, restregaba descaradamente su trasero en la entrepierna del mayor entre los tres.
—Mi auto está estacionado afuera—Dijo Ki Seop delineando los hombros del menor.
—Entonces ¿Qué estamos esperando? —Detuvo sus movimientos y los dos mayores mostraron una sonrisa llena de satisfacción en sus rostros.
Salieron de ahí rumbo al estacionamiento de la discoteca, en el cual, algo alejado de los demás, se encontraba el auto de Ki Seop, una hummer. El de cabellos más oscuros abrió una de las puertas traseras, indicándole a los otros dos que entraran, y así lo hicieron. El aire acondicionado estaba encendido, los vidrios eran ahumados y por suerte, el auto era amplio.
Se acomodaron igual que antes, Kyung Jae adelante, Ki Seop detrás y el chico menor entre ellos, los tres sentados en el asiento trasero del auto. El rubio se encargó de quitarle la camiseta al más bajo mientras que el de cabellos de color castaño oscuro se ocupaba de los sus pantalones, logrando así dejar al más joven con tan solo un bóxer blanco cubriéndolo.
El chico de cabellos más claros se dispuso a quitarse su propia ropa, al igual que el de cabellos más oscuros, quedando ambos en ropa interior.
—Dime ¿Cómo te llamas? —Inquirió Kyung Jae segundos antes de apoderarse de los labios del menor, besándolos fogosamente. Ki Seop por su parte, se dedicaba a besar, lamer y chupar el cuello y los hombros del chico frente a él.
—Me dicen Kevin—Dijo el más bajo al romper el beso.
—Pero ese no es tu verdadero nombre ¿O sí? —Cuestionó el rubio inquisitivamente.
—No, pero es todo lo que necesitan saber—Comentó soltando una risita, seguida de un gemido debido a que el chico detrás de él, había pellizcado uno de sus pezones— ¿Y ustedes? —Preguntó dirigiéndose al cuello de Kyung Jae.
—Lee Ki Seop—Se presentó el mayor de los tres acariciando con una mano el abdomen del más joven, con la otra continuaba estimulando las tetillas de éste.
—Kim Kyung Jae, pero puedes llamarme Eli—Informó el chico de la cresta.
—Bien... —Kevin dejó el cuello de Eli y se echó un poco hacia atrás, cayendo sobre el miembro de Ki Seop, logrando que dejara escapar un ronco gemido de sus labios. El menor rio bajito.
—Eres muy travieso—Afirmó Ki Seop sujetando firmemente las caderas del más bajo, moviendo su pelvis contra el trasero de éste, simulando embestidas.
—Lo sé—Se giró dándole la espalda a Kyung Jae para poder atacar con ferocidad los labios del castaño mayor—Ahh... Hyung—Suspiró sobre sus labios llevando sus manos dentro de la ropa interior de Ki Seop, acariciando lenta y tortuosamente su entrepierna.
—El pequeño está ansioso...—Murmuró Eli en el oído de Kevin, mordiendo suavemente el lóbulo de su oreja, al mismo tiempo, paseaba sus manos por el cuerpo de éste, deteniéndose en sus caderas para jugar con el elástico de su bóxer.
—Ahh... Deja de jugar—Musitó Kevin con un ligero toque de frustración en su voz bajando la ropa interior del más alto, liberando así su palpitante miembro, sonrió con malicia y relamió sus labios parsimoniosamente para después tomarlo con una de sus manos y comenzar a lamerlo de abajo hacia arriba, lentamente, como si tratara de provocar al otro, puesto que no despegaba sus ojos de los del de mayor edad.
—Mira quién habla—Dijo Kyung Jae sin poder evitar reír, el más bajo le decía que dejara de jugar pero él estaba torturando perversamente a Ki Seop. Eli se deshizo de la última prenda que poseía el castaño frente a él y la lanzó a algún lugar del auto, seguramente había caído sobre el asiento del copiloto—Dime algo—Susurró el rubio— ¿Cuántas veces has hecho esto? —Inquirió tratando de no mostrar el interés que realmente tenía.
—Eso no es tu problema—Contestó el menor con simpleza, introduciendo el miembro del más alto dentro de su boca, haciendo que soltara uno que otro jadeo. Eli río bajito, le gustaba la actitud de Kevin. El rubio paseó una de sus manos por el trasero del menor deteniéndose para darle una nalgada, logrando así que el más bajo se alterara un poco y casi se atragantara con el miembro de Ki Seop. Kevin iba a reprocharle un par de cosas a Kyung Jae pero sintió la intromisión de uno de los dedos del rubio, ya humedecido, en su entrada. Su cuerpo se tensó y dejó a un lado el miembro del mayor, cerró sus ojos con fuerza y apoyó sus manos en el asiento, a cada lado de las piernas del más alto, dejando escapar un lastimero gemido.
—Con esto respondiste mi pregunta—Musitó Eli besando uno de los hombros del menor, quien sintió como los colores se le subieron los colores al rostro por haber sido descubierto. Kyung Jae movió su dedo de adentro hacia afuera, con cuidado, mientras que se dedicaba a besar el cuello de Kevin.
—Ahh... "Duele" —Mordió su labio inferior intentando acallar sus quejidos. Una de las manos de Ki Seop acarició sus cabellos, abrió los ojos poco a poco percatándose de la sincera sonrisa que le dedicaba el más alto—Hyung...—Musitó desviando la mirada.
—Shh...—Con su otra mano, Ki Seop tomó el mentón de Kevin, obligándolo a que lo mirara—Solo relájate—Y como acto seguido, besó con delicadeza sus labios.
Kyung Jae que se dedicaba a dilatar la entrada del menor, había introducido de un momento a otro un par de dedos más, moviéndolos en círculos o de adentro hacía afuera.
—Estás listo—El rubio dio otra nalgada y tomó de las caderas al más bajo— ¿Quién va primero? —Preguntó dirigiéndose a Ki Seop.
—Yo iré primero—Informó el de más edad.
— ¿Y eso por qué? —Inquirió Eli levantando una ceja.
—Simple, porque tú eres un animal—Contestó, el rubio soltó una risita a lo que el menor se tensó— Eli es como un animal salvaje, luego nadie lo puede parar—El mismo rio ante sus palabras causando un intenso sonrojo en el rostro de Kevin.
—Mira quien habla—Murmuró el rubio por segunda vez en esa noche.
— ¿Qué? Yo no soy el que es conocido como el "rompe culos" —Dijo Ki Seop en tono de burla.
— " ¿Rompe que...? " —Los ojos del menor se abrieron en demasía, se estaba arrepintiendo de estar ahí. Trago grueso y paseo su vista de un lado a otro ¡Tenía que escapar!
—Kevin...—Llamó el más alto— ¿Kevin? ¿Me estás escuchando? —Preguntó al ver que el aludido no le respondía, parecía estar perdido en sus propios pensamientos.
— ¿Ves? Ya lo asustaste, no debiste haber mencionado lo de mi apodo—Dijo Eli reprochándole al mayor—Kevin—Llamó también.
— ¿Ah...? —Contestó algo ido.
—Está bien—Informó Kyung Jae refiriéndose al menor, Ki Seop asintió y tomó con una mano uno de los costados del más bajo, quien por auto reflejo, abrió sus piernas, dejando así que Ki Seop, con su mano libre, introdujera con más facilidad su miembro.
El mayor se introducía en el otro lentamente, tratando de no dañarlo, a diferencia de su amigo, él era más cuidadoso, no una bestia desenfrenada con complejo de macho alfa.
— ¡Ahh! —Gimió adolorido derramando un par de lágrimas. A sus espaldas estaba Eli, mordiendo y chupando distintas zonas de su cuerpo, seguramente en la mañana se podrían apreciar mejor las marcas.
—Relájate—Sugirió Ki Seop—Luego te acostumbrarás—Dijo quitando todo rastro de lágrimas del rostro de Kevin, éste se sonrojo levemente y asintió con suavidad, después de eso, el mayor entró completamente en su interior, sin siquiera moverse, esperando a que se acostumbrara a la intromisión.
Pronto Kevin comenzó a mover sus caderas, Ki Seop se le unió en un vaivén lento, ambos soltaban largos suspiros uno por el placer y el otro por la extraña sensación placentera y dolorosa a la vez.
—Hyung, deja de poner esa cara—Murmuró Eli.
— ¿Cuál cara...? —Inquirió el mayor algo confundido—Ahh...—Suspiró entrecerrando sus ojos.
—Esa cara—Respondió el rubio como si fuese lo más obvio del mundo.
— ¿Te excita...? —Preguntó con un deje de malicia.
—No...—Susurró Kyung Jae mordiendo su labio inferior ¿Que si le excitaba? ¡Por favor! Ki Seop estaba ahí cogiéndose a Kevin y él solo los miraba.
—Ahh... Ahh ¡Hyung! Mmnh... Ahí... Ahh… ¡Más! —Pidió el de cabellos castaños más claros aferrándose al cuello del más alto, que gustoso acataba sus órdenes, o en éste caso, suplicas.
Kyung Jae estaba comenzando a pensar que todos esos gemidos eran falsos ¿Querían torturarlo? Al parecer sí. Llevó su vista al par que tenía en frente, puesto a que habían detenido sus acciones.
— ¿Qué? —Preguntó ya que los otros dos lo miraban fijamente. Kevin ahora estaba dándole la espalda a Ki Seop, apoyó sus manos en el asiento quedando a cuatro patas y se acercó, como un minino, al miembro de Kyung Jae, introduciéndolo de lleno en su boca, a la vez, el mayor volvía a penetrarlo.
Ki Seop embestía a Kevin con más fuerza y rapidez, mientras éste le dedicaba atención especial al miembro del rubio.
—Ahh...hyung... Ya... Mmnh... Basta...—Gemía el menor al cabo de unos minutos, sentía que no aguantaría mucho más— ¡Basta! —El de cabellos más oscuros le obedeció. Kevin dejó de estimular el miembro del rubio y como pudo se arrodilló en el asiento, afincándose en los hombros del chico de la mohicana—Hyung... Te quiero dentro—Musitó mordiendo suavemente su labio inferior. Ante estas palabras, el mayor estuvo a punto de salir de su interior, más no pudo hacerlo porque fue detenido—Espera... No salgas—Dijo bajito.
— ¿Qué...? —Fue la interrogante de los dos mayores.
— "Este niño quiere desgarrarse" —Pensó Eli sin salir de su estupefacción.
—Hyung...—Dijo, o mejor dicho, gimió, ahora Kevin tenía su espalda apoyada en el pecho de Ki Seop y sus manos sobre el colchón del asiento, abriendo sus piernas un poco.
— ¿Estás...seguro? —Preguntó el rubio, el más bajo asintió.
—Hazlo...—Pidió sintiendo como sus mejillas se teñían de rosado. Eli se acercó a su cuerpo todavía dudoso, tanteando con sus dedos la entrada del menor.
—No creo que entr...—Antes de que pudiera seguir hablando, Kevin lo interrumpió.
— ¡Que lo hagas! ¡Joder! ¡Solo hazlo! —Ordenó, tanto Kyung Jae como Ki Seop lo miraban con una expresión descolocada en sus rostros—Hyung...—Otra vez esa mirada, ese sonrojo y la forma en que mordía su labio ¿Quién podría negarse ante eso? Ese chico si que sabía persuadir a las personas.
El rubio se posicionó entre las piernas del menor, aún dudaba un poco ¿Pero que más daba? Si él se lo pedía ¿Por qué no complacerlo? Se adentró poco a poco en Kevin y como era de esperarse, este sollozó.
—Sabía que...—Otra vez fue interrumpido.
—C-calla...—Susurró desviando la mirada.
—Kevin...—Pronunció Kyung Jae.
—Muévanse...—Dijo el menor en un murmullo apenas audible.
— ¿Estás loco? —Esta vez fue Ki Seop quien habló. El más hizo caso omiso a sus palabras y al ver que no hacían lo que les pedía, optó por iniciar los movimientos él mismo, rodeó con sus brazos el cuello de Kyung Jae y movió sus caderas de arriba hacía abajo, causando que los tres gimieran un poco. Para él era endemoniadamente doloroso, pero en cierto punto le gustaba, tal vez era masoquista o quizás la razón por la cuál estuviese disfrutando aquello era que cada vez que los dos hombres arremetían contra su cuerpo, golpeaban ese punto sensible que iba a terminar por volverlo loco.
Pasados los minutos, las embestidas fueron aumentando, aquel pequeño espacio en el que se encontraban estaba inundado por sus gemidos y jadeos.
—Ahh... Sí... Mmnh...—Un par de estocadas más bastaron para que el menor se corriera, manchando el vientre del rubio, segundos después lo hicieron los otros dos, a diferencia de que estos terminaron en su interior.
Cayeron rendidos a lo largo del asiento trasero del auto de Ki Seop, éste debajo, Kevin sobre él y por último, Kyung Jae sobre el menor ¿Que si pesaban? Sí, pero estaba muy cansado como para quitárselos de encima, además, sabía que si lo intentaba, los otros dos no harían movimiento alguno.
Así se quedaron dormidos, uno sobre el otro, como si no hubiesen descansado en varios días.
A la mañana siguiente, y por culpa de los molestos rayos del sol, Ki Seop y Kyung Jae despertaron, se encontraban solo ellos dos en el auto del mayor, tal vez Kevin se había ido antes de que amaneciera ¿Quién sabe?
—Buenos días...—Susurró Eli bostezando mientras se incorporaba en el asiento.
—Buenos días—Contestó Ki Seop de igual forma— ¿Qué es eso...? —Su mirada se había fijado en un pequeño papelito que se encontraba al lado de la palanca del auto, no recordaba que eso estuviese allí el día anterior. Estiró uno de sus brazos y tomó el papel, lo giró y leyó en voz alta lo que estaba escrito ahí "Woo Sung Hyun" Seguido de un número telefónico y al final un "Nos vemos luego" Ambos se miraron con unas sonrisas cómplices. Aquel encuentro que se había dado gracias a una discoteca, tal vez no terminaría como eso, un simple encuentro.
— ¿Aló? ¿Sung Hyun? Soy yo, Eli— Quizás, esa no iba a ser la última vez que se vieran, se encontrarían mucho más pronto de lo pensado y esa no sería la segunda y última vez, no, después de esa, vendrían muchas más.
Fin.