Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Pure as snow por Lucca

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +


Pure as Snow


By Lucca [lucca600@hotmail.com]

[01 : Sin miedo, sin razón, sin nada que perder... ]



El era un Onmoyouji. El décimo tercer líder del poderoso clan Sumeragi.


También fue alguna vez un adolescente atento e inocente.


No tubo una infancia que pudiese recordarse como divertida, ni juguetes, ni amigos. Tampoco tenia la posibilidad de llevar una vida tranquila como la que deseaba, y desde el mismo instante de su nacimiento fue marcado como destinado a estar en medio de la destrucción del Apocalipsis.


Aun así, cada día al despertar, se sentía feliz con el simple hecho de aun estar con vida. Tenia a su hermana y a su abuela, ayudaba a la gente con sus habilidades, y mantenía la efímera esperanza de algún día tener paz, eso era suficiente.


Suficiente, hasta el día en que se topo con el Sakurazukamori. Entonces todo fue nada.



~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~




Había tanta paz. El sonido suave de las olas tranquilizándolo, incluso podía sentirse la brisa salada proveniente del océano. Algunas gaviotas volaban alrededor, el sol en lo alto brillando sin que una sola nube se interpusiera con su luz.


Tanta luz. Tanta falsedad...


Kakyou levanto la vista, mirando el sol. Pero la sombra de una figura se interpuso. La silueta delgada de una joven de cabello corto, Sumeragi Hokuto, con una invariable sonrisa en su rostro. Alegre, llena de fuerza y entusiasmo, como siempre sucedía.


Pero la ilusión a pesar de estar a unos pasos suyos, siempre se volvía lejana, difusa e inalcanzable con solo intentar tocarla. Así que el joven permanecía quieto, mirándole con ojos apagados hasta que era demasiado para su fuerza de voluntad, y de nuevo lo intentaba...


Era inevitable, jamás le tocó... ni conoció su olor, ni camino a su lado con las manos juntas. Solo la tubo en sueños, y la valides que la joven irradiaba tenia tal fuerza, que aun tratándose de eso, siempre lograba sentirla.


A pesar del tamaño de sus sentimientos, de sus habilidades, tampoco logro hacer nada para evitar perderla...


Pero con el día del final tan cercano... podía cumplir una única promesa.


"Por ti, amor..."



~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*





El departamento parecía recién adquirido aun, todo continuaba en cajas y había un desorden general, pero ese lugar tenia ya varios años de ser ocupado. La única habitación con signos de vida era el dormitorio que consistía simplemente una cama deshecha, una lámpara y una pequeña mesa con un cenicero lleno.


Sentado al borde del lecho, Sumeragi Subaru fumaba con lentitud, tratando de conciliar el sueño. Siempre resultaba en vano, pues no había una noche en la que durmiese mas de tres horas seguidas.


No perdía nada con intentarlo, pensó, ya casi era media noche, así que aplasto su cigarrillo contra el cenicero y se recostó con las sabanas cubriéndolo. Quizás, solo quizás, esa noche las pesadillas no lo visitarían.


~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*




El viento frió de la noche mecía su cabello. De pie en la viga del décimo octavo piso de un edificio en construcción, Seishirou disfrutaba el paisaje de luces que ofrecía la ciudad de Tokyo. Tampoco era alguien que durmiese demasiado.



~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*




"Por ti, amor... esta única y ultima promesa."



~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*




Un fuerte mareo hizo que el joven perdiese levemente el equilibrio, el cigarrillo en su boca cayó al suelo y tubo necesidad de recargar su cuerpo en una columna metálica para no sufrir el mismo destino.


Por primera vez, desde que tenia memoria, el Sakurazukamori sintió miedo.



~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*




Se encontraba en un estado tan tranquilo, entre la vigilia y la realidad, que ese repentino sobresalto hizo que se incorporase bruscamente. No hubo dudas ni confusión, y una sola palabra acudió a su mente y a sus labios.


-Seishiro-san -susurró temblando.


Se levanto de la cama y salió del apartamento por la ventana con tal aprensión que ni siquiera noto el clima helado que hacia afuera, ni el hecho de que se encontraba descalzo y casi desnudo.


Algo que latía en su pecho era mucho mas importante que todo aquello, y eran precisamente esos latidos lo único que resonaba en sus oídos. No era un sentimiento, ni un presentimiento, era mas aquella sensación que posiblemente sienten los animales salvajes cuando atacan a sus crías... algo que es mas instinto que pensamientos.


Saltando entre techos y cables eléctricos, siguió una ruta que su mente no conocía.



~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*




El Sakurazukamori estaba fascinado con lo que el paisaje le mostraba, como si nunca lo hubiese observado antes. Abajo... todo eran luces blancas, y el negro entre ellas...


Su cuerpo se sentía pesado, le costó trabajo dar un paso hacia adelante sin dejar de apoyarse en la barra metálica para observar con mas atención el paisaje.


Desconcierto total, lagrimas amenazando en sus ojos, ¿Que era todo aquello, todo ese miedo?


Y dio otro paso hacia adelante, y otro mas. Soltó la barra, abriendo sus brazos en completa libertad dejando que el viento lo guiase adelante, mas adelante... hacia abajo...


A hundirse en esa oscuridad verdadera y esa luz falsa... a donde debía ir...


Las pocas lagrimas que escaparon de sus pupilas se perdieron en la brisa nocturna mientras su cuerpo caía acelerado por la fuerza de gravedad, hacia el suelo de asfalto.


Las palabras "Gomen nasai" escaparon de sus labios. Era lo único de lo que estaba conciente: tenia una deuda que pagar. Y era una deuda de sangre.



~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*




Mientras continuaba su frenético camino hacia un lugar que el mismo desconocía, Subaru sintió de repente que un grito se ahogaba en su garganta.


Entonces miró por fin al frente, y encontró a una figura en el aire entre los rascacielos, un ángel negro sin alas, cayendo. Y se apresuró con toda la fuerza de su ser hacia él.


-¡SEISHIRO-SAN!


Aun con su velocidad resultaba casi imposible que lograse llegar a él a tiempo, pero ese "casi" se convirtió en la realidad. Quizás fue que se encontraba en estado semi-inconsciente, o la fuerza de la adrenalina, o el hecho de que su mente estaba en completo vacío exceptuando un nombre y una sonrisa.


Ya era tarde, estaba demasiado cerca del suelo, pero tomó su cuerpo en el aire, rodeándolo fuertemente. Había sido tal su desesperación, que la fuerza fue excesiva y la inercia causo que golpearan contra la ventana de un edificio de oficinas.


Bañados en pequeños trozo de cristal, y la sangre de las leves heridas causadas por los mismos, quedaron tendidos en el suelo.


Subaru respiraba agitadamente, y su pulso estaba acelerado. Aun tenia el cuerpo de Seishiro sujeto contra el suyo pero lo aparto un poco para observar su estado. Aunque tenia pequeños cortes, eran pocos comparándolos con los suyos y se hallaba inconsciente.


Por unos instantes, la mirada en el mas joven dejo de ser la del líder del clan Sumeragi, para volver a ser la de Suabaru-kun, preocupado, dulce, inocente. Aquel jovencito que se negó a creer que su único y mas preciado amigo, era un asesino.



~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*




La situación era extraña, percibió Subaru, de pie, observando al hombre inconsciente en su lecho.


Los últimos años de su existencia, se había dedicado día y noche a lograr un solo objetivo. La expresión resultaba correcta, día: exorcismos, entrenamientos, noche: pesadillas y voces gritando en su cabeza. Todo ello pudiendo parar, solo con cortar el cuello de la persona dormida en su cama.


Pero la noche es distinta del día. La noche, en la soledad, entre pesadilla y pesadilla, tenia a esa voz en su cabeza. En el día, en cambio, tenia un deber, algo que lo absorbiese y le hiciera olvidar a causa del cansancio.


Es curioso como Subaru no recordaba ni violencia, ni sangre, ni gritos de aquellos instantes en que el mundo paró su marcha, para luego continuar sin la persona mas importante para el. Mas exactamente, dejándolo desnudo e indefenso ante el mundo, sin nadie a quien amar o lo amase.


A pesar de cual profundo era el dolor, lo que recordaba de aquella noche, era realmente muy poco. Como el cuerpo de su hermana caía en cámara lenta y de forma suave al suelo, de la misma manera que lo haría uno mas de los pétalos de sakura, para los cuales el tiempo ya se ha terminado.


Así que no hubo gritos. ¿Violencia? ¿Con Seishiro-san...? De él, solo recuerda, lleno de culpa, como reconoció perfectamente su esencia. Colonia, leve, pero inconfundible, y tabaco. Solo que en aquella ocación tambien estaba presente el olor metalico de la sangre fresca, aun roja.


Dentro de su mente, herido, escondió todo aquello que pudiese distraerlo de su deber. Y concibió dos Seishiros. Uno, el del día, a quien debía eliminar y odiar con toda la fuerza de su ser.


Pero también estaba ese Seishiro que solo aparecía de noche. Sonrisas, voz suave que siempre parecía pronunciar las palabras exactas en el momento preciso. Alguien que no le temía, ni marginaba, y siempre lo miraba a los ojos, con la verdad en los labios.


El odio de Subaro crecía mas y mas conforme pasaba el tiempo. Odiaba a Seishiro por dejarlo solo, por nunca decir esas palabras que tanto esperaba, por ser uno de los siete dragones de la tierra, por esa irresistible sonrisa sexy que mostraba antes de encender un cigarrillo...


Lo odiaba tanto como a si mismo, por huir de los latidos de su corazón cada vez que sus ojos encontraban los suyos, y a la voz de su razón, gritándole la verdad, la ineludible y aplastante verdad...



Fin del Primer Capitulo



NOTAS:

Me quedo insultantemente corto este primer cap, pero bueno, estaba planeado para un one shot y resulto un fic de varias partes. Un poco típico, lo sé... pero tenia tiempo tratando de sacarme la espina de escribir uno de ellos. Desde que leí el manga no pude dejar de amarlos ^o^ son tan kawaii los dos. R&R!

Comentarios a lucca600@gmail.com o lucca600@hotmail.com.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).