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Sombras en la oscuridad por Yukikaze

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Notas del fanfic:

Hola, lo prometido es deuda y hoy 20 de noviembre subo el primer capitulo de la segunda temporada de la casa de muñecas para todos ustedes.


¡Espero que lo disfruten!

Notas del capitulo:

Hola, bueno primero que nada os tengo que decir que ultimamente he estado un poquitín (Bastante) bloqueada así que tenerme paciencia. 


Este capitulo ya lo había escrito mucho antes pero no quería subirlo hasta que tuviese la historia un poco más adelantada, cosa que no tengo.


Como notareís los capitulos son más largos así que no actualizare tan rápido como con la primera temporada.


Siento muchisimo toda la tardanza, y si teneís algún consejillo para ayudarme a desbloquearme os lo agradecería mucho.


¡Muchisimas gracias por leer!


¡Que disfruten de la historia!

Prologo: Despegue a Sierra Nevada

Itachi suspiro mientras observaba la pista de despegue y aterrizaje del aeropuerto de Madrid, los Namikaze habían acordado encontrarse en la terminal del aeropuerto para así tomar juntos el vuelo a Andalucía, pero los aviones de Sasuke y Sai se habían retrasado…llevaban 6 horas de retraso.

A decir verdad estaba deseando ver a sus hermanos, llevaban ya casi 5 años sin verse, ni siquiera había conocido a su sobrina Natsumi, la había visto por foto, pero no era lo mismo, desde que se habían mudado a Italia por su trabajo no había podido verse ni una sola vez con su familia.

Él administraba las empresas familiares en el país ya que, si bien su familia se dedicaba por completo a lo paranormal tenían un par de empresas por el mundo para subsistir en caso de la ausencia de trabajo.

Hacía años que Itachi no había visto un solo fantasma, desde que su hijo había nacido, había decidido dejar de lado ese mundillo por el bien de este, no le gustaría que por su culpa su hijo terminara enredado en el mundo de los espíritus.

El azabache no pudo evitar sonreír al ver a su hijo dormitar sobre el regazo de su esposo mientras Deidara le acariciaba sus cabellos negros, Shisui había estado inquieto las tres primeras horas paseándose por todo el aeropuerto hasta que el cansancio terminó por vencerlo y finalmente se durmió.

-¿Qué hora es?-preguntó el rubio conteniendo un bostezo sin dejar de acariciar los cabellos de su hijo

-Las siete y media, dentro de media hora sale el vuelo a Andalucía, si para entonces no han llegado tendremos que despegar o reservar otro vuelo para más tarde-Deidara asintió descontento, sabía que algo iba a salir mal y había salido mal, ¿Cómo era posible que dos aviones, que justamente llevaban a sus hermanos a bordo se retrasaran a la misma vez? Eso era mala suerte o la fuerza del destino que no quería que se encontraran, mientras esperaba impaciente recordó como había surgido la idea del viaje

OoOoOoOoO

-Estate quieto Shisui, si te caes otra vez no pienso consolarte-rezongó Deidara a su hijo que jugaba en el borde del sillón, se había caído otras veces pero perecía que o no aprendía o era masoquista y le gustaba golpearse, Deidara optaba por la primera opción.

Eran más de las siete de la tarde e Itachi no había vuelto de su trabajo aún, hoy tenía una reunión muy importante que le llevaría varias horas, Deidara era consciente de ello, pero no podía evitar sentirse solo y aburrido, al igual que su propio hijo.

-Oto-chan, ¿Cuándo volverá Oto-san?-preguntó el pequeño pelinegro a su padre rubio mirándolo con sus grandes ojos plateados como la luna, Shisui era muy parecido a Itachi, lo único que había sacado de Deidara era la nariz y sus delicadas manos.

-Más tarde hijo, ¿Estas aburrido?

-Mucho-contesto el niño dejando caer su juguete favorito al suelo, este era un gran zorro marrón de nueve colas, había sido regalo de su hermano Naruto y desde que Shisui lo había visto no lo había soltado.

-¿Quieres jugar con el videojuego que te regalaron el tío Sai y el tío Gaara?-preguntó, normalmente no le dejaba jugar a estas horas de la tarde, pero no podía dejar a que su hijo muriera de aburrimiento, después de todo normalmente a estas horas Itachi estaba en casa y se pasaba las horas con ellos dos, el rubio no sabía como lo hacía, pero estaba siempre con ellos, no los dejaba ni un segundo…como si temiera perderlos, ante este pensamiento al rubio le vinieron recuerdos no muy gratos a su mente así que movió su cabeza de un lado a otro para despejarlos, no le apetecía pensar en eso ahora…no quería pensar en el momento en que casi pierde a su hijo.

En ese momento el teléfono de la casa sonó desesperadamente, el pelilargo lo tomó rápidamente antes de que el tubo se desprendiera…

-¿Diga?-dijo sin interés alguno, ¿Quién podría ser a esas horas?

-¿Dei?-pregunto la voz a través del teléfono

-¿Naruto? ¿Ah ocurrido algo? ¿Estás bien?-pregunto preocupado, su hermano no solía llamar a aquellas horas de la tarde y sabía perfectamente que tenía tres meses de embarazo

-No, estoy perfectamente, ¿Por qué todo el mundo piensa que si lo llamó un poco tarde me pasa algo?-pregunto indignado, lo mismo le había pasado con su hermano pelirrojo-Ya tengo suficiente con Sasuke que me llama cada media hora…

-Porque estas embarazado será… ¿Qué pasa?-pregunto un poco más contento, con Naruto siempre conseguía librarse de su estrés

-Bueno, estaba pensando que como hacía tiempo que no nos veíamos…podríamos…-comenzó a murmurar

-Al grano hermanito- en ese momento una luz verde comenzó a parpadear en el teléfono de Deidara anunciándole que tenía otra llamada-espera un momento…-el rubio toco el botón verde y contesto la llamada-¿Diga?

-¿Dei? ¿Estás hablando con Naruto verdad?

-¿Gaara? Si ¿Por qué?

-¿Te lo ha dicho?-pregunto el pelirrojo mientras le echaba un ojo a sus niños traviesos, siempre que los dejaba sin vigilancia hacían un desastre, no entendía porque sus hijos habían salido con la personalidad de su hermano menor, además la pequeña Natsumi era un cielo, según lo que le contaban ya que no la había visto en persona, ¿Le habrían cambiado los niños? No, definitivamente esos ojos verdes aguados que poseían ambos eran suyos

-¿Decirme qué?-preguntó Deidara, Gaara suspiro

-Lo del viaje

-¿Que viaje?-Gaara volvió a suspirar

-Veo que no, verás como hace tiempo que no nos vemos…hace algunos días mientras hablábamos Naruto y yo salió el tema de unas vacaciones familiares en Sierra Nevada, España ¿Te apuntas?-pregunto sin más

-Oh, espera ¿Qué?-pregunto el rubio desconcertado, en ese momento una lucecita verde comenzó a parpadear en el teléfono de Deidara nuevamente-espera un momento…-el rubio volvió a presionar el botón-¿Hola?

-¿Sabías que es de mala educación dejar a una persona esperando? ¡Y más si está embarazada!

-Oh, ¿Así que ahora si estás embarazado?

-Nunca he dejado de estarlo…-alzó la voz ofendido, Deidara sonrío ante el enfado de su hermano y oyó por el teléfono como el rubio hablaba con su sobrina- Espera un momento Natsumi…-y también oyó como la niña respondía con voz inocente- pero Oto-chan, yo quiero hablar con el tío Dei-Deidara sonrío con alegría al escuchar la voz de su sobrina, aunque no la había visto nunca en su vida, la niña lo apreciaba y él apreciaba a la niña

-Mm-carraspeo en el teléfono-¿Qué es eso de un viaje?-habló cuando sintió que el forcejeo había acabado

-¿Estabas hablando con Gaara?

-Sí, espera que os pongo a los dos- el rubio presiono ambos botones en su teléfono y el pelirrojo fue incorporado a la conversación que ahora era a tres bandas

-¿Cómo has podido traicionarme así Gaara? Quedamos en que se lo diría yo…-le reprocho Naruto al pelirrojo con dramatismo mientras Deidara se reía

-Sabía que tardarías una eternidad así que se lo dije yo…-contesto el pelirrojo

-Pero…-murmuro el rubio menor, Deidara podía prácticamente ver a Naruto delante suyo con el teléfono en la mano, reprochándole a Gaara

-Bueno ya basta, ¿Qué es eso del viaje?-pregunto deteniendo los reproches de sus hermanos y girando la cabeza para vigilar a su hijo, Shisui tenía sus grandes ojos plateados clavados en la pantalla del televisor, solo faltaba que su boca dejara salir un hilo de saliva para que pareciera un zombi, era por eso por lo que no le dejaba jugar más de dos horas al día

-Púes eso, ¿Te vienes a Sierra Nevada de viaje familiar?-pregunto el pelirrojo

-¡Gaara! ¡Lo has vuelto a hacer!-Deidara suspiro ante el reproche de Naruto y dejo que se digieran lo que quisieran mientras pensaba en la posibilidad del viaje, hacía años que no veía a sus hermanos, cinco para ser exactos y él quería conocer a su sobrina y sobrinos, así que sin pensárselo mucho más decidió aceptar, su hijo merecía conocer a sus primos en la vida real y no solo por fotos y teléfono ¿no?

-Está bien, ¿Para cuándo?

-Para la semana que viene-se apresuro a contestar Naruto acariciándole una mejilla a su hija que esperaba paciente a que su padre le prestara el teléfono

-¿Tan pronto?-pregunto

-Naruto tiene 3 meses de embarazo no queremos que el niño nazca en plenas vacaciones ¿Verdad? Y tampoco podemos esperar a su nacimiento ya que sería demasiado tiempo, los bebés no pueden viajar en avión con su sensible oído, bueno pueden, pero no es recomendable, es ahora o nunca-explico Gaara negando con la cabeza al ver como Ryuzaki le tiraba del cabello a su hermano-¡No hagas eso Ryu!

-¿Durante cuánto tiempo?

-Dos meses y medio, hay que aprovechar las vacaciones-contesto Naruto

-¿En la nieve? Y además ¿No sería peligroso en tu estado?-pregunto seriamente preocupado, su hermano no podía enfermarse en su estado

-¿Para qué tengo un hermano doctor si no lo uso?

-Oye, que no soy una prenda de ropa-dijo ofendido Gaara, el médico de la familia, le había costado, pero había conseguido sacar la carrera de medicina y era un médico excelente y muy solicitado, Naruto por otro lado era un escritor reconocido de novelas de terror, después de lo sucedido en la casa de muñecas había decidido escribirlo y aunque todo el mundo lo haya tomado como una novela de terror más, para los hermanos no lo era.

Después de escribir esta historia continúo escribiendo otras de diferentes géneros consiguiendo así hacerse muy reconocido, tanto que algunos de sus libros habían sido traducidos a idiomas inimaginables para él mismo.

Deidara por otro lado había estudiado abogacía, una carrera bastante larga que al final había dado sus frutos, era el mejor abogado que Italia hubiera podido conocer jamás, en sus ratos libres también se dedicaba a la escultura, adoraba cualquier tipo de arte, pero sobre todo la escultura.

Los Uchiha se dedicaban cien por cien a sus empresas en todo el mundo, después de todo desde que nacieron los educaron para ello además de para cazar fantasmas, cada uno de ellos era presidente de las empresas del respectivo país en donde se encontraban.

-Lo sé Gaara, no te enfades

-¡No me enfado! Y déjame hablar con mi sobrina

-De eso nada, yo primero-dijo Deidara, Naruto observo a su hija sonriente

-¿Con quién quieres hablar primero?-la niña de cabellos negros y ojos azules como el cielo alzo los hombros indecisa

OoOoOoOoO

-Espero que lleguen pronto, no me gustaría tener que atrasar el viaje…-murmuro Deidara mientras acomodaba a su hijo en su regazo y lo tapaba con una manta polar gris, los bancos del aeropuerto eran bastante incómodos y hacía bastante frío, después de todo estaban a principios de Enero, el niño se acomodo ocultando su cabeza en su pecho

-No creo que se retrase más, la última vez que hable con Sasuke ya estaban despegando y fue hace…-miró su reloj-…tres horas

-¿Y Sai y Gaara?

-Lo mismo, no tardarán mucho más…

-Bien-en ese momento, a la distancia Deidara e Itachi pudieron ver a dos de las personas que esperaban.

Sasuke iba caminando con su hija en brazos la cual parecía bastante dormida, Naruto caminaba a su lado llevando las maletas en un carrito, bastante enfurruñado.

Sasuke no le había dejado llevar a Natsumi porque estaba embarazado, como si su niña pesara 60 kilos ¡Las maletas pesaban más! y además ¡Él no estaba inválido!, esa era una de las razones por las que no le gustaba estar embarazado.

-¿Vas a seguir enfadado?-pregunto Sasuke suspirando y acomodando a su hija entre sus brazos

-No estoy enfadado-dijo el rubio resoplando, Sasuke detuvo a Naruto a medio camino para mirarlo fijamente a los ojos

-Naruto, Deje que vinieras ¿Con la condición de qué?

-…No haría nada peligroso-contesto el rubio- cargar a Natsumi en brazos no es peligroso-dijo el rubio mientras soltaba el carrito y buscaba entre el equipaje de mano una manta, hacía mucho frío en el aeropuerto ¿Cómo era posible que tuviesen el aire acondicionado encendido en pleno Enero? ¿Es que no sabían que había niños pequeños que podían enfermarse? Después de revolver un par de segundos consiguió al fin encontrar la manta violeta de su hija, se la puso por encima mientras Sasuke la sujetaba bien, Natsumi se había dormido hace nada y no querían despertarla ya que había estado tan ansiosa toda la noche por conocer a sus tíos y primos en persona que al final no había podido dormir

-Naruto-pronuncio su nombre con cierto reproche

-Está bien-acepto finalmente, no tenía ganas de discutir y sabía perfectamente cómo se ponía Sasuke cuando estaba embarazado, ya lo había vivido una vez, era tan sobre protector que asfixiaba, se preguntaba realmente si todos los Uchiha eran así con sus parejas embarazadas, tendría que preguntarles a sus hermanos

-¡Naruto, Sasuke!-exclamo Deidara tapándole los oídos a su hijo intentando llamar la atención de su hermano y yerno, ambos giraron el rostro para encontrarse con sus hermanos mayores esperándolos pacientemente, sentados en aquellos bancos tan incómodos

-¡Dei!-exclamó Naruto soltando las maletas y corriendo hacía su hermano, fue entonces cuando Sasuke murmuro:

-Por eso mismo no deje que llevaras a Natsumi, ¡No corras!-le gritó desde lejos lo más bajo posible, la niña continuaba durmiendo por suerte, Sasuke dudaba mucho que su hija se despertara hasta la mañana siguiente por lo menos.

El azabache caminó tranquilamente hacía su hermano y cuñado mientras veía como Naruto los saludaba efusivamente, últimamente tenía las hormonas…más que revolucionadas

-¿Cómo has estado?-fue la seca pregunta que le hizo su hermano mayor al verlo, Sasuke esbozo una pequeña sonrisa en su rostro, no había cambiado nada, seguía tan inexpresivo como siempre, al menos no hacía intentos leyendo libros como Sai, aquello era desastroso…

-Bien, ¿Tú?-preguntó observando en cada momento el rostro de su hija dormida

-Como siempre-respondió Itachi mientras rodeaba a su hermano para ver por primera vez el rostro de su sobrinita, no pudo evitar la sonrisa con solo contemplarla, era la primera niña de la familia Uchiha desde hacía veinte años, sus padres, abuelos de la niña, la apreciaban mucho y viajaban a verla siempre que podían, era muy parecida a Sasuke, pero había visto en un par de fotos que tenía unos grandes ojos celeste cielo, como Naruto-¿Cansada?

-Lleva toda la noche despierta queriendo conocer a sus primos hasta que en el avión no pudo más y se durmió-comento Sasuke acariciándole los cabellos a su hija

-Veo que la efusividad de Naruto no cambia-murmuro Itachi

-Son las hormonas-contesto simplemente el azabache menor mientras alzaba el rostro para observar a su esposo que miraba con interés a su sobrino

-¡Es precioso! Aunque ¿Por qué nuestros dos hijos se parecen más a sus padres?-preguntó curioso a nadie en particular

-No lo sé-contesto Deidara haciendo una mueca-Deben ser los genes, de todas formas nuestros rasgos más marcados los tienen, Shisui tiene mis manos y nariz, Natsumi tiene tus ojos y si no me equivoco Ryu y Akira tienen los ojos de Gaara-Naruto se sentó a un lado de su hermano con un suspiro, por alguna extraña razón no podía estar más de media hora de pie, sabía que quizá se debiera al embarazo, pero con Natsumi no había sido así.

-Llevo menos de media hora de pie y ya estoy cansado, esto no es normal-murmuro

-Todos los embarazos son diferentes Naruto

-Todos son igual de molestos con nauseas matutinas, mareos constantes e incluso desmayos además de las revolucionadas hormonas

-Todo habrá merecido la pena cuando tengas a tu hijo en brazos-susurro una voz detrás de ellos, ambos se giraron para ver a Gaara con una gran sonrisa y con un niño pelinegro de ojos verdes aguados acomodado en su cadera, si bien el pequeño no estaba dormido cabeceaba de vez en cuando bostezando

-¡Gaara!-exclamaron los dos con una gran sonrisa que fue devuelta por el pelirrojo, Gaara rodeo los asientos y se sentó junto a sus hermano con su hijo en su regazo

-¿Y quién es este pequeño?-preguntó Deidara sonriéndole a su sobrino, Gaara observo a su hijo recostado contra su pecho, desde luego el niño no hablaría, llevaba toda la noche despierto y aquello era su límite, Akira se había dormido ya en los brazos de Sai antes de aterrizar en el aeropuerto

-Ryu, lleva toda la noche despierto-contesto el pelirrojo meciendo al niño para que se durmiera, tenía apenas 6 años y necesitaba por lo menos 8 horas de descanso

-Natsumi cayó en el avión, estaba tan ilusionada con la idea de conocer a sus tíos y primos en persona que se paso toda la noche despierta-explico Naruto observando a su hija en brazos de su padre, los tres Uchiha se habían sentado en frente de ellos esperando a que el cuarto de hora que faltaba pasará para embarcar de una vez por todas y llegar a Sierra nevada directos a la cama, tenían mucho sueño.

-Sai-sonrieron Naruto y Deidara al verlo estaba un poco más alto y llevaba un niño dormido en sus brazos, no había duda de que este era Akira, primero porque Gaara había dicho que el otro era Ryu y segundo porque Akira, si bien era fatal, era el más tranquilo de los dos.

-Deidara, Naruto, veo que no han desaprovechado el tiempo, sobretodo tu Naruto-el rubio se sonrojo terriblemente al entender el mal pensamiento que conllevaba la frase.

-¡Sai!-exclamo Gaara- Te he dicho mil veces que no leas esos libros…son vergonzosos

-Pues bien que el de Kamasutra te gustó

-¡SAI!-gritó totalmente sonrojado, Sai siempre terminaba avergonzándolo, había escondido esos malditos libros millones de veces, pero o Sai los encontraba o los encontraban sus hijos o terminaba comprándose nuevos.

-No sabíamos que te gustaban ese tipo de cosas hermano-murmuraron Deidara y Naruto al unísono

-¡No es verdad!-rebatió el pelirrojo confundiendo su cara con su cabello, Sasuke e Itachi no pudieron evitar la sonrisa al igual que Sai, a todos les hacía falta ese viaje…todos necesitaban olvidarse del mundo por al menos dos meses y medio.

Cuando subieron al avión no sabían que estaban viajando al mismísimo infierno.

Notas finales:

¿Que os ha parecido?

 

 

 


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