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The Bride & The Groom por YumE MusuMe

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Notas del fanfic:

N/a:Fruits Basket no me pertenece al igual que sus personajes ...bla bla bla...


Este FanFic tiene contenido Yaoi & Shonen ai, por lo que les recomiendo señores homofóbicos, se retiren. En fin, es una pareja SOHMA KYOxSOHMA YUKI

Notas del capitulo:

N/a:Fruits Basket no me pertenece al igual que sus personajes ...bla bla bla...

Este FanFic tiene contenido Yaoi & Shonen ai, por lo que les recomiendo señores homofóbicos, se retiren. En fin, es una pareja SOHMA KYOxSOHMA YUKI (Además incestuoso U_ú XD).

 

Notitas Importantes:

 

“ -….- “ :Diálogo

“ FlashBackZ “ (Me refiero a que el flashback simplemente está en cursivas.)

“ (N/a:…) “  :Nota de autor… por si alguien se lo preguntaba.

 

Enjoy it!

 

-*-*-*-*-*-*-*-*-*

 

 

 

La sonrisa torpe de la dulce niña de cabellos castaños se notaba resplandeciente, y como no lo estaría al ver que el príncipe Yuki se había despertado temprano. Incluso con el parchecito en su mejilla.

 

-Ohayo, Sohma-Kun! -Se acercó al mismo con un plato en la mano. - Te has levantado muy temprano. Te preparé el desayuno.

 

-Ohayo, Honda-san. Sumimasen... -Pasó de largo a la chica dirigiéndose a la puerta. -Tengo que llegar pronto al colegio.

 

-Oh... Ya veo... -No quitó la sonrisa y despidió en la puerta al peligris. -Que tengas un lindo día!!!

 

Algunos momentos después hizo acto de aparición en la habitación el perteneciente al karma del gato con la expresión indiferente de siempre.

 

-Ohayo, Kyo-Kun!!! Vas a desayunar?! -Le acercó el plato de la comida que Yuki había rechazado.

 

-Oye! Quién te crees para irte así como así!?- Corría tras el otro sin siquiera ver a la niña. -Aún tenemos que arreglar cuentas!.

 

Honda sólo pudo mirarlos marcharse. Yuki trataba de escapar del otro que parecía de verdad molesto. Momento. Yuki estaba huyendo... Eso era raro ante los ojos de la joven.

 

Aquellos ojos brillantes e inocentes, que observaban a los otros alejarse, sólo pudieron denotar preocupación. Eso era inusual.

 

-Quién te crees para decirme eso?! -El gato tenía erizadas las orejas y la cola.

 

-Cualquiera con sentido común, sabría que eres un imbécil. –Llevó una taza con té hasta sus labios.

 

-Préstame atención cuando te hablo, rata inmunda!! -Lanzó lejos la taza de cristal rojo y con forma de pulpo provocando que se rompiera.

 

-Te presto atención, gato estúpido! -Un golpe llegó al estomago del felino.

 

Tohru solo les miraba tras la puerta, pues los golpes se enviolentaban más y más.

 

-Mald...maldito... -El aire se le fue por algunos segundos. Lanzó un golpe dejando caer sobre los restos de aquella taza quebrada al boquiabierto menor que se encontraba boquiabierto al ver el golpe que le había dado a su primo, el minino.

 

Un cristal se encajó en la mejilla del roedorcillo derramando algunas gotas de brillante color escarlata.

 

-BAKA NEKO! -Cubrió la herida echando para atrás al sorprendido minino corriendo hacia el baño a limpiarse antes de que la joven lo notara. O ese era el pretexto.

 

Y no era en verdad que la herida fuera dolorosa o algo así. Simplemente algo ocurría días antes, que el pequeño nezumi no quería concluir las peleas. Y eso mismo le reprochaba el felino naranja.

 

En aquella habitación simplemente quitó el cristal y limpió la sangre con un paño húmedo.

-Es un imbécil... -Apretó la mirada intentando no recordar aquello que en sus vidas había pasado ya hacia tanto tiempo. Cuando ninguno de los dos conocía de maldad o rivalidad. Era eso lo que le irritaba al joven Yuki. No era otra cosa que aquellos recuerdos de su amistad tan lejana con el felino.

 

Una puerta abriéndose lo sacó de sus pensamientos.

 

-Sohma-kun, estás bien?... necesitas algo? ... -La niña entro con una bandita en la mano que dejó sobre el lavabo. Al final sí lo notó.

 

-He?, Gracias. No, estoy bien, Honda-san. -Le sonrió fingidamente, pues aquel pensamiento no emigró así de fácil.

 

La joven salió y el menor de los Sohma que habitaban esa casa sumergió su rostro en agua para olvidar 'eso'. Cuando secaba la pálida piel para colocar el parchecito, la puerta volvió a abrir.

 

-Necesitas algo, Honda-san? ... -Giró para encontrar una mirada felina ante él. -Qué haces aquí?... -Le desvió la mirada para continuar con lo suyo mientras el otro cerraba la puerta.

 

-Eh...! Escucha bien esto... - Bajó el rostro y en un murmullo mencionó las palabras que claramente nunca repetiría. -Lo siento...

 

Suavemente iluminó su tez blanca con el mismo color de los orbes del minino. Kyo por igual se coloreó. Ambos bajaron la mirada, uno sonrojado y el otro un tanto triste.

 

-Porqué, Kyon?...

 

-He?.... Porqué que? -Elevó la mirada hacia el otro.

 

-Porqué ya no nos llevamos como antes?...

 

-Qué quieres decir?...

 

-Recuerdas.... cuando éramos pequeños? -Su tono era más tranquilo de lo normal.

 

-...A que viene esto?... -Se comenzó a poner nervioso.

 

-Honda-san siempre repite que nos deberíamos llevar mejor... No te gustaría hacerla feliz... una vez en la vida?

 

-Ah... eso dice?... -Se giró. -Y... que tiene que ver el pasado?

 

-Lo has olvidado ya?...

 

-... No...-Pasó un poco de saliva.-  Tú... me prometiste que serías mi... que yo... que si nos....  -No se atrevía a mencionar aquellas palabras.

 

-Te pregunté que qué era una boda... y me respondiste que era la unión de dos personas que se querían... y mi inocencia me llevó a preguntarte que si nosotros estábamos hechos para eso...

 

Kyo ya no soportaba. Su rostro estaba por encima de los límites de lo que se conoce como sonrojo.

 

-Y me pediste que fuera tu novia (N/a: Refiriéndose a novia de boda, osea 'bride', no novia de manita sudada).

 

-Y qué?...-Le miró cubriendo el sonrojo en su cara.-No me digas que me vienes a pedir que nos casemos?.-se mofó.

 

-No...Yo no vine, viniste tú... Además...  - Se sonrió. -Te diré que planeaba hacerte cumplir.

 

La mirada rubí se abrió de par en par.

 

-Qué dices?!

 

-... No... No me era fácil pelear contigo...herirte... pues cada que veía tu rostro, recordaba aquellas palabras tuyas...Aquella inocencia que perdí hace algunos años.

 

-... Pero, siempre me estás atacando.

 

-No, Kyo! -Le reprochó.- No soy yo. Siempre iniciabas tú aquellas peleas... Te quiero, pero no soy idiota como para dejarme golpear por cualquier imbécil.

 

-Qué?! -Las orejas se erizaron. -Retráctate o haré que lo hagas!!!

 

-No. No lo haré. -Miraba aquella herida poco profunda.

 

-Cállate!

 

-O si no que?! Qué harás?!- Se giró hacia él.-Parece que no has comprendido. Baka ne... -Le interrumpió el gatosujetando los delicados brazos blancos, y de un movimiento rápido callando toda palabra de los labios del roedor, posó los suyos sobre los del susodicho

 

Al separarse, Yuki quedó plasmado, las orbes púrpuras quedaron fijas en el otro, que aún le sujetaba.

 

-Eso.... Eso lo hiciste tú hace algunos años.... Para que no te regañara. -Curvó un poco sus labios.

 

Yuki se inmutó a mirarlo sorprendido con el acompañante rojizo en sus mejillas. Estaba feliz, era algo que extrañaba. Eso no duró mucho, pues alguien había presenciado toda la escena.

 

Kagura. Aquella eterna enamorada del gato les había visto, y no solo su rostro le mostraba aquel odio lleno de celos al roedor, sino que le hacía sentir culpable a Kyo de esa falta, de que su orgullo estaba quebrado.

 

-Ka...Kagura?! -El Mayor entró en shock.

 

-Qué haces aquí? - La joven estaba a punto de llorar. -Estás bien?

 

Para el ratón no interesaba que nadie supiera nada, de hecho, si planeaba cumplir aquella palabra de 'esa noche', debía de no prestarle atención a lo que la gente pensará. O eso le había enseñado Tohru sin siquiera saber de esa situación. Aunque, el gato no pensaba eso. Incluso su rostro se vio envuelto en tensión de que aquella prima hubiese visto la escenita.

 

La Cerdita miró con rencor a su amor platónico y de pronto, ya estaba sobre el dando golpes y uno que otro pisotón.

 

-PERO QUE HICE?!!!! -Recibía una patada en la espinilla.

 

-Me engañas con yuki?! Eres un descarado, gato de basurero!!- Yuki sostuvo a Kagura por la muñeca haciendo que le mirara.

-Yo fui el que le atrajo...-Miró al otro algo molesto. -Aunque no te engaña... porque nunca estuvo contigo. -Sonrió bastante amenazador.

 

La 'dulce' niña solo corrió hasta la salida soltándose de su primo menor,  pasando por en frente de una Tohru que intentaba estudiar y tirando una mesa con algunos trofeos de Shigure de 'El mejor escritor del año', que claro, se rompieron dejando en Shock a la onigiri.

 

-Porqué hiciste eso?! -Dijo algo molesto el felino.

 

-Preferías que te hubiese matado?- Estaba tan tranquilo como siempre. -Además... si cumplirás tu promesa... debes dejar de lado aquel comentario de la gente.

 

-Sobre eso.... -Arqueaba la ceja a causa del dolor de aquella 'charla tan civilizada' con la perteneciente al año del jabalí. -Tal vez sea mejor... dejarlo por la paz...

 

-Qué quieres decir? -Lo miraba con flamitas en los ojos. ¿?

 

-Es que... Un hombre con... otro... no es normal para la sociedad...

 

-Y te interesa lo que a la sociedad le parezca bien o mal? -Elevó el tono de voz.-Acaso te molestó lo que Honda-san hizo por ti cuando encontró tu verdadero físico?

 

-... Pero...

 

-Superó su temor, y sólo por ti... -Salía de esa habitación cuando se giró a decir ciertas palabras que destazaban la mente del pelirrojo.- Después de todo, eres ese gato idiota que yo pretendía creyeran que eras.

 

Aquel delicado chico de ropaje blanco se encerró en su habitación sentándose inmediatamente en la cama, derramando un cristal por sus mejillas. Era doloroso pensar que aquel que fue su primera ilusión le hubiere rechazado. Aunque tal vez le dolía más recordar que no era del todo mentira lo que dijeron en esa habitación.

 

Era verdad. Una vez en su infancia, el pequeño felino perdió de vista a su nuevo amigo siendo que la orden para acompañarlo a un parque, era no alejarse de él.

 

El ratoncito desobedeció, y ante las llamadas de atención del otro, se disculpó besando aquellos labios ajenos. No pudo. Kyo no pudo seguir el regaño, simplemente suspiró,  tomó de la mano al menor y lo llevó a casa.

 

-Yuki... -Murmuró el ojirojo en el tejado como solía estar siempre que deseaba permanecer solo, mirando aquel manto de color violeta. Ja!, era el mismo color que los ojos del susodicho. Tal vez debía decirle que en verdad le quería. Necesitaba decirle.

 

La doncella que habitaba la casa de los Sohma había decidido dejar eso atrás  y dedicarse a llegar pronto a clases.

 

Al llegar deseaba preguntar al poseedor del espíritu de la rata que había pasado la noche anterior. En el aula, los pupitres de ambos chicos Sohma estaban vacíos.

 

-Ohayo, Tohru!. -Uo-chan saludaba animosa a su amiga.

 

-Ohayo... Ohayo, Hana-chan. -Saludo a cierta chica-ondas que miraba de reojo al club de fans del 'príncipe', que a su vez vigilaban a Tohru.

-Ohayo... - Abrió un poco los ojos haciendo que las jóvenes se metieran en el armario de la clase.

 

-Han visto a Sohma-kun? ...

 

-He?... No, porque? No vino contigo?

 

-Es que, salió más temprano de lo normal. -Mencionó la onigiri cubriendo una de sus mejillas con la mano en señal de preocupación.

 

-Ellos no han llegado aún... -La pelinegra le advirtió

 

-Qué?... Pero... salieron hace ya mucho de casa...


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