Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cellophane por YumE MusuMe

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Disclaimer : South Park no me pertenece. Es propiedad de Trey Parker, Matt Stone & Comedy Central.

 

Suspiró cansado. Ya había vivido durante mucho tiempo, creía él. Kenneth McCormick sabía que por más que muriera, sufriera o fuera mutilado, al día siguiente despertaría de nuevo, completo, saludable y no muy feliz. Y nunca nadie lo recordaría. La vida ya no le divertía como antes. Había probado todas las drogas, todos los alcoholes, había tratado de saber lo que dolía, lo que producía placer, todo. Pero había algo que por alguna razón no dejaba, incluso si le parecía aburrido: la escuela.

Pues bien, ahora tenía dieciséis años, no tenía novia alguna, pero ninguno de los chicos de su clase se había salvado. No había persona con la que no hubiera cogido, excepto Eric Cartman, claro, quien no era nada de su agrado. Nadie se resistía a sus encantos, y mucho menos cuando había alcohol de por medio.

Esta vez estaban haciendo un trabajo con sus tres amigos de la infancia en la biblioteca de la preparatoria de South Park. Lógica. Que aburrido sonaba. Entonces lo vio: Era un alumno de un año más abajo. Se puso de pie y caminó hasta él, sentándose a su lado.

-¿Qué que me hubiera gustado ser de grande, preguntó la maestra de orientación? Pues bien, si hubiese podido, habría deseado ser la puta de la ciudad.- Los amigos leían atentos, claro, hasta que al rubio se le ocurrió ir a ligar con aquel nuevo alumno.- Es decir, míralo: No se preocupa por el dinero, no se preocupa por los sentimientos, no se preocupa por nada. No sé si eso debería causarme envidia, pero tirarse a un montón de gente sabrosa no suena tan mal.

-¿Y qué hay del SIDA? –Preguntó Stan. -¿Sífilis, gonorrea?

 

-¡Bah! De algo voy a morir. –Cuando eran niños, cuando eran pubertos y, ahora, que eran adolescentes, Kenny siempre había sido el más precoz. Había probado de todo: drogas, alcohol, sexo, mujeres, y siempre estaba bien, sonriente y tranquilo.

-Supongo que te hubiera encantado darte a ti mismo.- Marsh no pudo evitar reír ante lo dicho, o peor aún, ante el sonrojo del otro.

-Quizás me hubiera gustado darle a tu ex novia, Wendy.- Contraatacó el judío

-¡Déjense de marconerías!- Gruñó el gordo, que ya no era tan gordo como cuando era joven. –Están hablando de mi novia.

-Claro, culón.- dijo tranquilo Broflovski. –Estoy seguro que lo que te encabrona es que Kenny no tiene interés en ti.

-¡Cállate, maldito judío!- Golpeó la mesa enojado.- ¡Yo no soy un marica como tú!

Empezaron una discusión. La bibliotecaria no tardaría en ir a por ellos, así que Stan comenzó a guardar los libros que eran suyos y a acomodar los que eran de la escuela. Kenny los miró de reojo, pero siendo realistas, no le importaba. Estaba murmurando al oído del nuevo, John, que no pudo resistirse a su alta estatura y rostro tan fino. Era sexy, rubio y rudo, con dos perforaciones en la oreja izquierda y una en la derecha. Ya no usaba el rostro cubierto, al contrario, le encantaba exhibirse.

Estaba a nada de besar, sin pedir permiso, al joven novato, cuando sintió que lo golpearon en la cabeza. Todo se tornó oscuro mientras un agudo dolor lo invadió.

El despertador sonó. Otra vez. Suspiró. Ni siquiera había podido manosear al sabrosísimo Jonnhy. Se puso de pie y se vistió. Era viernes y no había colaborado con el trabajo, estaba seguro de que el ñoño judío y su mejor amigo le iban a echar la culpa. Ojalá recordaran que moría, haría su vida más fácil.

No se detuvo a desayunar, no se detuvo a saludar a sus padres, no se detuvo a nada. Llegó a la escuela, intentando encontrar a su amorío del día anterior. Lo buscó por todos lados, pero no lo encontró. No sabía en qué salón estaba, a que grupo pertenecía.

Se dio por vencido en ese momento. Decidió que fumar un cigarrillo antes de clases sonaba divertido, así que salió, se sentó junto a la entrada, bajo un árbol que cubriera el Sol, que aunque no calentaba, era molesto. Sacó una cajetilla y escogió uno de tantos cigarros, lo encendió y dio una inhalada. Era fuerte. Sacar el humo de su cuerpo era entretenido. Había entendido cosas de su cuerpo gracias al dolor que sentía cada vez que perecía.

Los alumnos entraban apresurados, él no. Se quedó ahí hasta que se consumió por completo su vicio. Se puso de pie, pisó la colilla y dio un par de pasos cuando se encontró con él.

Era un rubio, pequeño, delgado, que frotaba sus nudillos nervioso.

-¿Butters?- Cuestionó al pequeño.

-Huh…Hola, Kenny…- Bajó la mirada.

-Volviste.- Espetó mirándolo de arriba abajo. –Has cambiado mucho.

-Tú…tú también.- Sonrió con suavidad. –Te ves atractivo.

-¿Ah, sí?- Sonrió divertido. No podía soportar tanta ternura. – Pues tú no estás nada mal, no me culpes si te violo.

-¡Cl…claro!- No entendía bien lo que le decía el pobre que algún día fue su amigo, pero, bah, socializar después de irte a Chicago por unos cuantos años no era malo.

-¿Estarás en nuestra clase?- Movió la cabeza hacia la escuela.- ¡Vamos!

-¡Sí!- Ambos rubios entraron a la escuela, todos los miraban. Los cuchicheos se hacían presentes: "Es Butters", "¿Butters y Kenny?", "¡Que guapo se ve Butters!".

Llegaron a la clase, y como lo esperaba McCormick, Kyle estaba furioso con él.

-¡Kenny!- Gruñó.- ¡Eres un hijo de puta!

-Sí, Kenny.- Le apoyó Stan.- Deberías de habernos ayudado.

-Seguramente te fuiste de marica con tu nuevo amigo…- Señaló al pequeño rubio que caminaba tras de él.- ¿Butters? ¡Ha! ¡¿Te fuiste a coger con Butters?! Esto es…in-cre-ible.

-¿Es cierto eso?- El pelirrojo se sintió un poco molesto, más no estaba seguro del porqué.- ¿Te lo tiraste?

-¿Y qué si así fue?- Se acercó y lo tomó por el mentón.- ¿Celos?

-¡Hey, hey!- Gruñó el pelinegro, empujándolo.- Aléjate de él.

-Pfff… Desde que son novios ya no dejan que la gente se divierta. –Sonrió entretenido. Se sentó junto a ellos y vio como Stotch los miraba, como si fuera el nuevo. –¡Siéntate!- Se pegó en las piernas, como si quisiera que se sentara en él.

-Y-yo… -Miró a sus amigos de antaño.- ¿Cómo están chicos?

-Bien, Butters.- Sonrió Marsh.- Hacía mucho tiempo que no nos veíamos.

-Apenas llegamos anoche. –Se veía igual de alegre que siempre.

-Que emocionante, Butters.- Gruñó Cartman, mirando a su novia llegar. –Hablaremos después de ello.- Se acercó con velocidad a Wendy.

-Sí que lo tiene domado esa puta.- Rio Kenny. Vio que el recién llegado aún lo miraba, ¿acaso no se pensaba sentar nunca?

-No intentes cambiar el tema.- Reclamó el pelirrojo.- ¿Te estuviste cogiendo a Butters?

-Sí.- Sonrió.- Toda la noche, ¿verdad, cariño?

-¿Huh?- Miró a todos. Claro, la gente no ponía atención hasta que algo relevante se escuchaba, así que ahora lo rodeaban todos. –Yo… no, yo no… ¡Salchichas!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).