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The monster of the bag por Gaara_Uchiha

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Notas del fanfic:

¡Hola! ¡No he muerto! e.é ya casi salgo de vacaciones, para los que leen mi fic "You're my sky, my sun and my moon" ¡No se desesperen! No lo dejaré, tengo todo planeado(?) les informo que el capitulo tendra 2min y TaeRiDae(?)-sale corriendo-

 

Notas del capitulo:

Este one-shot está dedicado a mi unnie bonita anechanloveGTOP 

Unnie, esto es para ti ;3

Espero que les guste a todos :D

Todos los fines de semana, desde que eran muy pequeños, Ji Yong y Seung Hyun lo pasaban juntos.

 

Esta vez dormirían en la casa del menor. Ambos niños, Seung Hyun de ocho años y Ji Yong de siete, se encontraban ya listos para una divertida noche, jugarían, comerían dulces hasta que les salieran caries y verían películas de terror, esas que Ji había tomado prestadas de la habitación de sus padres.

 

Habían pasado las horas, eran alrededor de la una de la madrugada, el pequeño Ji saltaba enérgicamente sobre el colchón de su blanda cama, mientras, Seung Hyun se hallaba recostado boca arriba sobre ésta, sus ojos estaban cerrados y su respiración era irregular.

 

— ¡Hyung! —El más bajo dejó de saltar y se sentó sobre su gordito amigo- ¡Juguemos! -Chilló jalando los cachetes del mayor.

 

—Ah... Ji—Suspiró sin abrir los ojos, estaba muy cansado—Tengo sueño—Murmuró bostezando.

 

—Pero yo no ¡Juguemos! ¡Juguemos! —Exclamó saltando sobre el estómago de su hyung— ¿Seung Hyun...? —Preguntó debido al repentino silencio del aludido ¿Se habría quedado dormido? Ji Yong se acercó al rostro del mayor quedando recostado sobre éste— ¿Ya te dormiste? —Al no obtener respuesta alguna, el más pequeño frunció el entrecejo y se levantó de ahí, cruzó los brazos sobre su pecho y disgustado, se dirigió la puerta para salir de la habitación. Como no tenía nada que hacer, lo primero que se le ocurrió fue ir a la cocina, revisó la nevera y hurgó entre las gavetas, comió un par de galletas que encontró escondidas en uno de los cajones y bebió un poco de leche con chocolate.

 

—Ash... Tonto hyung—Balbuceó dejando el vaso que anteriormente tenía chocolate en su interior, dentro del lavaplatos—Me las pagará—Dijo sonriendo con malicia.

 

Fue nuevamente a su habitación y colocó un par de almohadas bajo las sábanas de su cama, justo al lado de Seung Hyun, simulando su cuerpo. Luego de haberlas acomodado bien, salió del cuarto y recorrió cada rincón de la casa en busca de algo para poder llevar a cabo su plan: Asustar a su hyung.

 

—Vamos, tiene que haber algo—Susurró buscando algo que él mismo desconocía, dentro de los cajones del escritorio que estaba en la biblioteca.

 

Poco tiempo después, al no haber encontrado nada que fuese de utilidad, se dirigió nuevamente a la cocina, el último lugar que le faltaba por revisar.

 

Sus ojos se iluminaron y su boca se abrió formando una letra "o" Sobre los estantes en donde su madre guardaba los enlatados, había una bolsa grande de plástico de color negro, de esas que sirven para recoger la basura. Cerró su boca para poder sonreír ampliamente ¡Lo había conseguido! ¡Al fin algo que podría servirle! Con la agilidad de un gato y creyéndose el hombre araña, Ji se montó sobre la mesa, saltó sobre la encimera y se aguantó de los estantes, teniendo cuidado de no abrirlos y tirar todo lo que había en ellos. Pudo alcanzar la bolsa parándose de puntitas. Se bajó de allí dando un salto, si su madre lo viera, seguro le prohibiría ver caricaturas y las suplantaría con programas educativos. Divisó unas tijeras, las tomó e hizo dos agujeros en la bolsa, los cuales le servirian para poder ver.

 

Con una sonrisa siniestra dibujada en sus labios y la bolsa entre sus manos, el niño se dirigió a su habitación caminando de puntillas por los pasillos para no despertar a nadie. Llegó a la puerta que le permitiría entrar a su cuarto y estando frente a ella, se colocó la bolsa negra sobre su cuerpo, cubriéndolo por completo. Si no fuese a despertar a toda su familia y a Seung Hyun, Ji Yong hubiese reído estrepitosamente.

 

—Esto será divertido—Habiendo dicho esto, el pequeño abrió la puerta lentamente, haciéndola rechinar en el proceso.

 

Sobre la cama de su amigo, durmiendo plácidamente, se encontraba Seung Hyun, su respiración era acompasada y sus facciones relajadas lo hacían ver indefenso, Ji volvió a reír.

 

—Seung Hyun...—Su voz era espera y débil.

 

— ¿Mmm...? —El aludido abrió lentamente los ojos, mirando a su alrededor como si no reconociera el lugar en donde se encontraba.

 

—Hyunnie...—Dijo con la misma voz de antes, el chico más grande abrió sus ojos en demasía y los frotó cuidadosamente con sus manos ¿Qué era eso? No lo podía distinguir bien debido a que lo único que iluminaba la habitación era la luz de la luna—Hyunnie...—Otra vez—Hyunnie...—Una vez más, Seung Hyun comenzaba a asustarse.

 

— ¿Quién anda ahí? —Preguntó con voz temblorosa, se sentó en la cama y tomó lo primero que encontró, el peluche favorito de Ji Yong ¡Claro! ¡El Señor Dragón lo defendería del espectro!

 

—Hyunnie... ¿Me recuerdas? —Se aproximó hasta el mayor y se detuvo frente a su tembloroso cuerpo—No me has olvidado ¿Cierto? —Preguntó, el más alto no hacía movimiento alguno, se encontraba sentado sobre la cama, abrazando al Señor Dragón mientras temblaba— ¡Hyunnie! —Gritó con un tono de voz gutural, logrando así que Seung Hyun diera un pequeño brinco por la impresión—Me olvidaste...—Susurró acercándose al cuerpo del mayor.

 

—Yo...—Seung Hyun no sabía que decir, tenía tanto miedo. Giró su cabeza de un lado a otro buscando la manera de escapar—Ji...— ¡Por supuesto! ¡Ji Yong lo ayudaría! Aunque, ahora que lo pensaba ¿Como era posible que no se despertara? Haciendo caso omiso a eso, se inclinó un poco tratando de llegar a donde supuestamente estaba su amigo para poder despertarlo.

 

— ¿Qué crees que haces? —Preguntó el “monstruo” tomando fuertemente uno de los brazos de Seung Hyun—Tu amigo no te salvará…—Después de haber dicho eso, río macabramente, igual que en esas películas de terror que él y el mayor veían a escondidas—Es tu fin—Volvió a reír malvadamente pero esta vez se atragantó—Me ahogué…—Susurró.

 

— ¿Qué…? —Su hyung lo miró dubitativo ¿Acaso el espectro había dicho que se había ahogado?

 

—Nada… ¡Buuh! —Imitó el sonido de un fantasma y moviendo lo brazos de un lado a otro, se aproximó al más alto que no sabía que rayos hacer.

 

— ¡Atrás! —Usó al Señor Dragón como su escudo, el pequeño seguía teniendo la tonta idea de que el peluche de Ji Yong lo protegería. Ji rio por milésima vez, a medida que se acercaba más a Seung Hyun, éste entraba en pánico  ¿Acaso iba a morir ahí? ¿Ese monstruo se lo comería? No lo sabía, solo tenía claro una cosa, ese era su fin—Oh rayos… Me voy a morir…—Se decía a sí mismo el asustado niño, su cuerpo entero temblaba y pronto unas finas lágrimas comenzaron a salir de sus oscuros ojos.

 

—Hyunnie…—Musitó posando su mano derecha sobre el hombro del nombrado, éste se estremeció de sobremanera y como acto seguido, cerró fuertemente sus ojos—Es tu fin…—Canturreó otra vez, era algo realmente tenebroso para el pequeño Seung Hyun que ahora se encontraba sollozando ruidosamente, abrazando al dragón de peluche como si su vida dependiera de ello.

 

— ¿Ji Yong? ¿Seung Hyun? —Se escuchó la voz de la madre del menor desde una de las habitaciones, Ji frunció levemente el ceño ¡Había hecho mucho ruido! — ¿Sucede algo? ¿Están bien?—Preguntó la mujer, Seung Hyun no decía nada, solo lloraba, mientras que Ji Yong miraba a todos lados como si no supiera que hacer ¡Tenía que salir de ahí antes de que a su madre se le ocurriera ir a ver que pasaba!

 

—No te olvides de mí… Volveré—Susurró el menor antes de soltar a Seung Hyun para poder escabullirse por la puerta y así poder escapar de su madre.

 

Después de ese día, los siguientes fines de semana, Seung Hyun recibía la visita de aquel ser no identificado, de cierta forma su infancia fue destruida, día y noche terminaba desvelándose por el simple hecho de que temía por su vida, tenía miedo de que el monstruo apareciera debajo de su cama, o que lo torturara cruelmente mientras dormía, cosas como esas hicieron que el pobre Seung Hyun viviera asustado toda su niñez, fue hasta la adolescencia, cuando el “espectro” como solía llamarle, dejó de asecharlo, que dejó sus temores atrás.

 

Una tarde como cualquier otra, Choi Seung Hyun se encontraba sentado en un banquito frente a una cafetería esperando a su mejor amigo desde que tenía memoria, Kwon Ji Yong, un chico un año menor que él, a sus 23 años, era la primera vez en mucho tiempo que Seung Hyun, junto con su amigo, se rencontraría con sus viejos compañeros de instituto, esos 3 chicos que aunque no estuvieran emparentados con ellos consanguíneamente, se habían convertido en sus hermanos.

 

El pelinegro miró su reloj de muñeca, el cual marcaba las 2:45 p.m., negó lentamente con la cabeza, tenían que llegar al lugar indicado por Taeyang, uno de sus amigos, en menos de media hora y Ji Yong no aparecía por ninguna parte. Llevó su mano a uno de los bolsillos de su pantalón con la intención de sacar tu teléfono móvil y llamar a Ji, pero la silueta de éste frente a él, se lo impidió.

 

—Por fin llegas ¿Sabes que hora es? —Preguntó el de mayor estatura levantándose a la vez que señalaba su reloj.

 

— ¡Hora de irnos! —Contestó Ji Yong tomando la muñeca del mayor para así comenzar a caminar.

 

— ¡Oye! ¡Espera! Puedo caminar solo… ¿Te pintaste el cabello? —Decía Seung Hyun puesto que el menor tenía los cabellos rubios, y un día antes, los traía azules.

 

—Hyung, apresúrate, vamos—Lo ignoraba como solo él podía hacerlo, y Seung Hyung, sin objetar ni por un instante, hizo caso a su dongsaeng y apresuró el paso.

 

Al fin llegaron al lugar indicado, era un enorme edificio residencial, tenía unos 8 pisos y estaba pintado de color beige. Tanto Ji Yong como Seung Hyun pararon frente a la entrada de aquella edificación, el menor metió una de sus manos en uno de los bolsillos de su pantalón y sacó de éste un pequeño papel plegado, el cual tenía escrito el número de departamento de Taeyang.

 

—Departamento número 32… ¿Octavo piso? —Chilló el rubio abriendo los ojos de par en par.

 

— ¿Qué? —Cuestionó un agitado pelinegro, habían llegado ahí a pie ya que según el más bajo el lugar quedaba “muy cerca”

 

—Seguro hay ascensores…—Musitó Ji adentrándose al lugar, Seung Hyun lo siguió segundos después.

 

—Ji… Voy a matarte…—Averiado ¡El único ascensor del edificio estaba averiado! ¿Cómo lo sabían? Simple, el enorme letrero pegado con cinta adhesiva sobre la puerta del ascensor y con demasiados errores ortográficos cabe destacar, se los indicaba.

 

—Vamos hyung… ¿Cómo iba a saberlo? —Cuestionó el menor ante la acusadora mirada que le dedicaba el mayor.

 

—Ash… Ya no importa—Dijo el pelinegro, así ambos comenzaron a subir las inclinadas, y según ellos, infinitas escaleras hasta el último piso del edificio.

 

Cuando estuvieron frente a lo que se suponía era el departamento de su amigo, Seung Hyun golpeó levemente la puerta con sus nudillos, esperando a que el menor, al cuál no veía desde hace tiempo, se dignara a abrir.

 

— ¿Hyung…? ¡Hyung! —Exclamó un pelinegro aparentemente de la misma estatura que el rubio, tanta fue su emoción que no dudó ni un segundo en abrazar fuertemente al mayor, quien correspondió aquella muestra de cariño, cosa que muy pocas veces solía hacer.

 

—Ejemm…—El sonido que salió de la garganta de Ji Yong, interrumpió aquella enternecedora escena—También estoy aquí…—Susurró al mismo tiempo que fingía toser escandalosamente. Taeyang rio bajito y separándose de su hyung, se acercó al rubio.

 

—También te he extraño, GD—Dijo el pelinegro más bajo dedicándole una amplia sonrisa al aludido, extendió sus brazos esperando a que el menor hiciera lo mismo, claro, eso nunca pasó, en vez de eso, Ji simuló enojo, cruzó sus brazos sobre su pecho y paso de largo entre ambos mayores, entrando confianzudamente al departamento.

 

Al igual que el rubio, los dos pelinegros entraron al hogar del más bajo, quien cerró la puerta tras de sí, ambos miraron extrañados a Ji, ya que tenía una extraña mueca en su rostro, como una mezcla de enojo y confusión.

 

— “Adorable…” —Pensó Seung Hyun sonriendo tontamente por su propio pensamiento, dirigió la mirada hacía donde estaba mirando el menor y lo comprendió todo—Sabía que llegaríamos tarde—Musitó muy cerca del oído del rubio, haciéndolo estremecer. Del otro lado de la sala, sentados cómodamente en un gran sofá de cuero, se encontraban Seung Ri y Daesung, sus otros dos amigos, jugando a los videojuegos.

 

— ¿Tarde? Yo no nunca llego tarde, hyung, los demás llegan muy temprano, deberías saberlo, T.O.P—Comentó mostrando una sonrisa ladeada,  eso causó una leve sonrisa en Taeyang y una muy amplia en el más alto, ese era su sobrenombre cuando estaban en la secundaria.

 

El aturdidor ruido proveniente de la pantalla de televisión, cesó, Daesung, quien tenía los cabellos grisáceos y Seung Ri los tenía negros, dejaron de jugar debido a que al escuchar la voz de Ji Yong, la concentración y el interés que estaban dedicando al juego, se había ido por el desagüe.

 

— ¡Hyung! —Y como si de un koala se tratara, Seung Ri se abalanzó sobre el pelinegro mayor, colgándose de su cuello y rodeando su cintura con sus piernas— ¡Hyung! ¡Hyung! —Chilló repetidas veces asfixiando, literalmente, al mayor.

 

—Ri… Me asfixias…—Susurró el más alto tratando de quitarse al menor de encima, en vanos intentos claro está, puesto que el ahora “koala” no tenia intenciones de separarse de su hyung.

 

— ¡Hey tú! ¡Panda ojeroso! —Se escuchó la voz de Ji Yong, quien se acercaba a los dos Seung Hyun con el ceño levemente fruncido— ¡Apártate! ¡Lo vas a asfixiar! —Sí, porqué era por esa razón que el rubio sujetaba con fuerza al maknae mientras que lo jalaba intentando a toda costa separarlo de T.O.P, por supuesto.

 

—Hyung, deja los celos, tú lo tienes por las noches, déjame disfrutar de hyung un ratito más…—Al haber dicho esto, Seung Ri se aferró con más fuerza al mayor, Ji Yong sentía su cara arder ¡Ese niño si que era descarado! Los demás no pudieron evitar reír escandalosamente.

 

—Cállense…—Así pasaron parte de la tarde, bromeando, riendo, haciendo avergonzar a Ji Yong, molestando a Seung Ri, en fin, recordando viejos tiempos.

 

Las horas pasaron, el sol se ocultó dándole paso a la luna, la cual brillaba hermosamente esa noche. Los cinco chicos se encontraban sentados sobre los sofás que disponía Young Bae en su sala, con copas en mano y bebidas alcohólicas sobre la mesita que estaba en medio de los muebles, habían bebido toda la tarde, era de suponerse que el alcohol haya hecho estragos en ellos.

 

—Entonces le dije a Daesung que no fuera con ella ¡Pero no me hizo caso! —Decía Seung Ri para después dar largos sorbos a su bebida, su rostro estaba sonrojado y en su boca se dibujaba una sonrisita tonta, a diferencia de los demás, él tenía muy poca resistencia al alcohol.

 

—Shhh, no cuentes eso…—Dijo el chico de cabellos grises tapándole la boca a su dongsaeng.

 

— ¿Saben que pasó? —El menor había logrado liberarse de su hyung, los demás negaron con la cabeza esperando a que continuara— ¡Ella se llevó su billetera! ¡Su billetera! —Exclamó riendo a carcajadas, los demás hicieron lo mismo, a excepción de Daesung que se encontraba realmente apenado.

 

Luego de eso, un silenció incómodo se hizo presente ¿Por qué? ¡No tenían idea! Pero ninguno decía nada de nada.

 

—Cuando era pequeño le temía a las arañas—Musitó de repente Daesung.

 

— ¿En serio? —Ese fue Seung Ri, que miraba al mayor como si hubiese dicho algo increíble.

 

—Sí…—Afirmó él.

 

— ¡Ja! Eso no es nada, yo le temía a los sweaters verdes, creía que eran monstruos—Dijo Taeyang, sin saber por qué, ahora habían comenzado una pequeña discusión para ver quien había tenido el “mejor temor” en su infancia.

 

—A mi me asustaban los dinosaurios—Dijo Ji Yong con orgullo.

 

—Eso es estúpido, los dinosaurios ya no existen—Comentó Seung Ri en un tono burlón.

 

—Pues… A ver ¿A qué le temías tú? —Preguntó el rubio cruzando sus brazos.

 

—A las mariposas…—Después de decir aquello, la risa de los otros cuatro jóvenes no se hizo esperar.

 

— ¿A eso llamas temor? ¡Pequeño principiante! —Exclamó Ji levantando una ceja— ¡T.O.P le temía a las bolsas! —Gritó para luego mostrar una media sonrisa, el mayor, que no había dicho nada desde que comenzaron a hablar de sus miedos de la infancia, abrió sus ojos exageradamente y formó una pequeña “o” con su boca— ¿Y sabes qué? —Cuestionó señalando al menor de todos, éste negó repetidas veces, Daesung y Taeyang solo miraban la escena divertidos, T.O.P, por su parte, no salía de su estado de shock— ¡Yo fui el causante de eso! —Dijo con orgullo en su tono de voz.

 

— ¿Qué…? —La voz del más alto tembló por un momento ¿Qué era lo que estaba diciendo Ji Yong?

 

—Vamos, ya era hora de que lo supieras, yo era aquel monstruo que te acosaba—Dijo bebiendo un poco del líquido transparente que había en su copa.

 

— ¿Eras tú…? —O no hablaban el mismo idioma o T.O.P estaba muy impactado con aquella declaración, mientras él y GD dialogaban sobre eso, los otros tres los miraban con expresiones confusas y algo divertidas.

 

— ¡Las bolsas! —Seung Ri estalló, no aguantó más y soltó una escandalosa carcajada, Young Bae y Daesung se les unieron minutos después.

 

El mayor prefirió no hablar más sobre el tema, o mejor dicho, no podía, aún no terminaba de procesar bien la información ¿Todo ese tiempo el espectro había sido Ji Yong? ¡No podía creerlo!

 

Un par de horas bastaron para que ninguno pudiera más, Daesung reía como idiota, Seung Ri no sabía dónde estaba, Ji Yong estaba igual que Daesung, a diferencia de que él, por instantes, hacía ruidos extraños, como si fuese una ambulancia, los únicos aparentemente sobrios eran T.O.P y Taeyang.

 

—Hyung, yo iré a acostar a Seung Ri, tú y Ji pueden dormir en la habitación de allá—Lo último lo dijo señalando el cuarto, el mayor asintió.

 

— ¿Y Daesung? —Preguntó, tanto él como Taeyang, observaron al nombrado, quien en ese momento se había caído del sofá chocando contra el frío suelo.

 

—Él… Ya se durmió—Musitó Young Bae tratando de levantar al maknae, pero éste parecía no querer hacerlo ya que con una mano se sostenía del reposabrazos del sofá y con la otra del espaldar—Vamos, Seung Ri—Ordenó el chico jalando al aludido.

 

— ¡No! ¡Mi oso! —Gritó de repente sobresaltando a los dos mayores.

 

— ¿Cuál oso…? —Preguntaron T.O.P y Taeyang al unísono, el menor entrecerró los ojos y miró a sus hyung, primero al Seung Hyung mayor y luego a Young Bae.

 

—Hyung, cárgame—Musitó el panda estirando los brazos, igual a un bebé.

 

—Ri… Deja de jugar—Dijo sin más e ignorando al menor, lo tomó del brazo y se lo llevó de ahí. T.O.P por su parte, negó levemente con la cabeza y no pudo evitar sonreír, esa escena le hizo recordar el pasado, cuando solo eran unos niños.

 

—Ji, ven, vamos a dormir—Después de decir eso, tomó al rubio y lo subió a su hombro derecho, sin siquiera darle tiempo a objetar algo.

 

—No… ¡Hyung! ¡Quiero…! ¡Mi vodka! ¡El whisky! —Chillaba GD mientras movía sus piernas de un lado a otro.

 

—Ash… Deja de moverte—Ignorando olímpicamente al mayor, Ji continuó meneandose de un lado al otro tratando de liberarse, T.O.P prefirió no hacerle caso, lo llevó hasta la habitación indicada por Taeyang y al entrar a ésta, lanzó al más bajo sobre la cama, logrando así que éste gruñera.

 

— ¿Puedes tener más cuidado? ¡Bestia! —Refunfuñó el de menor edad cruzando sus brazos, el más alto rodó los ojos y se acercó al rubio.

 

—Ji…—El más bajo se ruborizó intensamente ¿Cuando su hyung se había acercado tanto? — ¿Tienes calor? Porque yo sí…—Susurró el mayor, ahora se encontraba sobre el de cabellos rubios, apoyando los codos a cada lado del cuerpo de éste.

 

— ¿Qué…? —Ji tragó saliva ¿Había escuchado bien? Abrió sus ojos en demasía y sintió un escalofrío.

 

— ¿Qué sucede? —Preguntó alzando una ceja, en su rostro estaba dibujada una sonrisa ladeada—Estás rojo… Solo te dije que hacía calor…—Dijo fingiendo inocencia— ¿Nos duchamos? —En ese momento la cara de Ji era digna de retratar, estaba tan sonrojado, confundido y nervioso, T.O.P rio bajito.

 

— ¿Qué…? —Repitió.

 

— ¿Ahora no entiendes coreano? —Musitó riendo un poco, se levantó y tomó la muñeca de Ji, atrayéndolo hacía su cuerpo para que se levantara también.

 

—Espera… ¿Qué…? ¿Qué demonios crees que haces? —Lo último lo preguntó ligeramente alterado ya que en el momento en que entraron al baño, Seung Hyun se dio la tarea de desvestirlo.

 

—Estás borracho, tengo que ayudarte—Contestó como si nada, haciendo caso omiso a los reclamos e intentos de alejamiento del menor.

 

— ¡No estoy borracho! —Gritó dándole un manotazo al más alto, se echó para atrás perdiendo el equilibrio, cerró los ojos esperando el golpe pero éste nunca llegó, Seung Hyun lo había sujetado firmemente por las caderas, impidiéndole el impacto contra el suelo.

 

—Lo que tú digas—Sonrió y para hacer enojar a su dongsaeng, apretó su nariz, como si de un niño se tratase, éste por su parte se sonrojó aun más, no sabía si era por el alcohol o porque de verdad estaba avergonzado.

 

Seung Hyun continuó despojando a Ji Yong de su vestimenta, cuando ya estuvo totalmente desnudo, abrió el grifo y como acto seguido, comenzó a levantar su propia camiseta.

 

— ¿Qué estás haciendo? —Preguntó más alterado que la vez anterior.

 

—Ya te lo dije, estás borracho, te ayudaré ¿Qué tal si resbalas con el jabón, pegas la cabeza contra el grifo y te fracturas el cráneo? No me lo perdonaría—Explicó, claro, era por eso que lo hacía ¡La seguridad de Ji ante todo!  El rubio entrecerró los ojos como muestra de desconfianza a las palabras de su hyung—Vamos, entra ya—Ordenó empujando levemente el cuerpo del más bajo para que entrara en la ducha, terminó de desvestirse y segundos después, entró a la regadera, notando que el rubio ya estaba completamente empapado por el agua— ¿Por qué no esperaste a tu hyung?—Ji Yong se sobresaltó, tenía a Seung Hyung detrás de él, con sus brazos alrededor de su cintura y su barbilla apoyada en el cueco entre su cuello y su hombro—Eres un mal dongsaeng—Susurró muy cerca de su oído—Ahora serás castigado…—Mordió el lóbulo de su oreja causando un leve estremecimiento en el cuerpo del más bajo.

 

—Hyung… ¿Qué…? —No tuvo tiempo de decir otra cosa ya que Seung Hyun había dirigido sus manos a las caderas de Ji y lo había girado quedando frente a frente—Hyung…—Suspiró, la cercanía, sus cuerpos desnudos y esa mirada que le dedicaba T.O.P lo ponían muy nervioso.

 

—Dime…—Musitó el pelinegro llevando una de sus manos al mentón del más bajo, alzándolo para que lo mirara directo a los ojos, GD desvió la mirada, se sentía extraño ¿Por qué su hyung actuaba de esa forma? Esa y otras preguntas rondaban por la mente del menor quien ligeramente sonrojo, mordió su labio inferior.  Una risita salió de la boca del más alto, se acercó un poco más al cuerpo del rubio y sin previo aviso, besó sus labios apasionadamente, como si quisiera devorarlos en el proceso, Ji abrió sus ojos de par en par a causa de la sorpresa, mas no hizo nada para alejarse de aquel contacto. Le gustaba aquel roce de labios ¿A quién iba a engañar? Había estado esperando por mucho tiempo que el mayor hiciera aquello, no iba a desaprovechar la oportunidad.

 

T.O.P se separó de los labios del más bajo, éste gruñó bajito, el de cabellos oscuros volvió a sonreír, amaba esa actitud de su dongsaeng, lo tomó por las caderas y lo elevó un poco, pegándolo contra la fría pared, el rubio, por acto reflejo, subió sus piernas enredándolas en la cintura del mayor. Seung Hyun junto nuevamente sus labios con los contrarios, esta vez en un beso más dulce, dejó sus labios y bajó hacia el cuello de Ji, dando leves mordidas y chupetones, los cuales seguramente dejarían visibles marcas.

 

—Eres mio, Kwon Ji Yong, y de nadie más ¿Entiendes? —El nombrado asintió levemente, no podía pensar con claridad, estaba ebrio, nervioso, avergonzado y ¿Cómo no? Si tenía al mayor haciéndole todas esas cosas. El más alto dejó su cuello y lo miró fijamente—Eres malo—Murmuró de repente confundiendo al menor—Arruinaste la infancia de hyung—Negó lentamente con la cabeza, como si estuviera desaprobando algo—Ahora… Pagarás las consecuencias de tus actos—Acarició su mejilla y sonrió ladeadamente, Ji tragó saliva ¿A qué se refería? Su pregunta fue contestada cuando su hyung comenzó a masajear su miembro, mordió su labio inferior en un intento en vano de acallar sus jadeos.

 

Se escaba calentando ¿Quién iba a decir que ese día Seung Hyun le tomaría? Porque eso haría ¿Cierto? Sintió como sus pies tocaban de nuevo el húmedo suelo ¿Por qué lo había bajado?

 

— ¿Qué pasa…? —Preguntó frunciendo levemente el entrecejo.

 

— ¿Qué? ¿Estás ansioso por que te castigue? —Una carcajada se escuchó en aquel pequeño cuarto.

 

—Cállate…—Dijo bajito, se sentía tan avergonzado ¿Por qué se sentía así justo en ese momento? ¡Era T.O.P! Se maldijo a sí mismo repetidas veces.

 

—Bien, yo me callo, pero tú… Tú vas a gritar tan fuerte que los chicos se preocuparan y vendrán a ver que sucede—Susurró el pelinegro al mismo tiempo que giraba al rubio, haciendo que éste quedara pegado a la pared, dándole la espalda. Deslizó sus manos desde la espalda hasta llegar a su trasero, el cual apretó, Ji Yong jadeó, eso le había tomado desprevenido—Ji…—Le llamó, el rubio giró su rostro levemente—Chúpalos—Dijo acercando tres de sus dedos a la boca del menor, éste asintió y comenzó a lamer los dedos del mayor como si fuese un gatito, seguidamente, los introdujo en su boca, cubriéndolos con su saliva—Ya—Sacó sus dedos de la boca del rubio y los llevó hasta la entrada de éste, introdujo uno, luego otro, y por último el tercero, al principio a Ji esos “intrusos” le causaron dolor, pero con el paso de los minutos, se conviritió en placer.

 

—Hyung… Ya… Hazlo…— ¿Había escuchado bien? El tono que había usado el menor parecía suplicante ¿Estaba el gran G-Dragon suplicándole a su hyung? Seung Hyun sonrió con orgullo, sacó los dedos del interior del más bajo y posicionó su miembro entre sus nalgas, esperó unos segundos, quería hacerlo rogar ¿Era malo? ¡Para nada! Ese sería su castigo—T.O.P…—Susurró.

 

— ¿Qué? —Preguntó como si no entendiera que quería decir el más bajo.

 

—Ya sabes…—Dijo muy bajito.

 

— ¿Qué cosa? —Continuó con aquel juego que estaba volviendo loco al rubio—Dime ¿Qué quieres? —Acarició sus cabellos y volvió a dibujar esa sonrisa ladeada en sus labios.

 

— ¡Que me folles! ¡Joder! ¡Quiero que me folles! —El más alto se sorprendió un poco pero decidió darle lo que quería, tomó sus caderas y de una sola estocada, se adentró en el menor—Ahhh…—Gimió, le dolía y mucho ¿Pero que diablos importaba? —Hyung… Muévete—Musitó.

 

— ¿No volverás a portarte mal? —Preguntó tomándole el mentón para que lo mirara, Ji negó— ¿Seguro? —Movió ligeramente sus caderas—Dime—Tomó sus cabellos y tiró suavemente de ellos.

 

— ¡No…! ¡Lo prometo! —T.O.P rio, soltó sus rubios mechones y se dedicó a embestirlo contra la baldosa que cubría las paredes de la ducha.

 

El baño fue inundado por los gemidos y jadeos de ambos, sus cuerpos mojados, el sonido de sus cuerpos al hacer fricción, agradecían que los demás chicos estuvieran dormidos.

 

—Ahh... Ahh… ¡Hyung! —El final se acercaba, no tardaría mucho en correrse, un temblor recorrió su espina dorsal y sintió un cosquilleó en su pelvis, un última estocada bastó para que llegara al orgasmo, jadeó de forma incontrolada, intentaba calmar su respiración, el mayor siguió embistiéndolo hasta que el también terminó por correrse.

 

Ji Yong se aferró a las blancas paredes del baño, estaba exhausto y el agua en el piso no ayudaba en nada a su intento de mantenerse en pie, por suerte, Seung Hyun lo sostenía con firmeza, de no haber sido así, se hubiese resbalado.

 

—Seung Hyun…—Llamó en un susurro girándose para quedar frente al mayor.

 

—Dime—Dijo el pelinegro mirándolo fijamente a los ojos.

 

—Si vuelvo a portarme mal… ¿Me volverías a castigar? —Aquella pregunta hizo que el más alto sonriera bobamente.

 

— ¿Tú que crees? —Preguntó tomando su barbilla, Ji rio, eso era un sí, volvieron a juntar sus labios, fue un beso lento, delicado, dulce.

 

Ese día Ji Yong aprendió una valiosa lección, debía portarse mal con Seung Hyun, porque con él, los castigos no eran tan malos.

 

—Hyung… ¿Te acuerdas de ese bearbrick que se rompió misteriosamente cuando éramos niños? —Cuestionó el rubio, ambos estaban en la habitación de huéspedes, acaban de salir de la ducha y solo tenían una fina toalla cubriendo los cuerpos de cada uno.

 

—Si…—Respondió Seung Hyun entrecerrando los ojos.

 

—Yo lo rompí…—El pelinegro rio maliciosamente, Ji Yong se había portado mal.

 

—Fuiste malo, pequeño, debo castigarte…—Afirmó acercándose peligrosamente al más bajo.

 

Sí, Ji Yong se había portado mal, había hecho que T.O.P tuviese fobia a las bolsas, había roto su bearbrick favorito, y eso no era todo, seguramente Seung Hyun descubriría que el menor había hecho otras travesuras, y ¿Quién sabe? Tal vez seguiría haciéndolas.

 

Fin.                       

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Gracias por leer :D espero que les haya gustado, no olviden dejar un rw :D 

 

Y siganme en twitter:

@ChocoGaaDeLimon

 

Así me acosan y piden actualización xD

Bye 8D-se va(?)-


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