Canción: “Si tu regresaras…”
Autor: Elías Medina
Pareja: Sasunaru
Resumen:
“o dejaba a ese “mesero” o se olvidaba de su mensualidad”
¿Qué era lo más importante para él? ¿El rubio o sus lujos?...
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Tantos problemas no aguanto
no tengo trabajo ya no sé qué hacer
no sé si sea mala suerte
no entiendo por qué
Ya no sabía qué hacer, se suponía que su vida era perfecta, tenía una familia que le daba todo, nunca había tenido que pensar en el dinero ya que a pesar de no ser el heredero de los Uchiha a un le quedaba una enorme fortuna la cual pensaba nunca se le iba a acabar.
Pero resulto que no fue así, todo comenzó hace dos años cuando conoció a un rubio revoltoso, se encontraron en una cafetería en la cual el rubio trabajaba, este le había tirado un café encima, causando que se enojara pero al verlo detalladamente se dio cuenta del “bombón” que tenía enfrente, así que como todo un “conquistador” aprovecho la situación y a cambio del descuido pidió una cita, al principio el ojiazul se negó pero al no tener más opciones acepto.
Él lo llevo a una cena lujosa pero a pesar de que le mostro todos los lujos que le podía dar este se negó, al terminar la cena el rubio se marchó sin siquiera darle su número de celular o mínimo su nombre.
Cuentas y cuentas sin pago
como una montaña se ven frente a mí
y esta mañana mi coche dejo de servir
Volvió a ir a esa cafetería a pesar de que no era su favorita por no mostrar tanto lujo, si en un principio fue ahí fue porque había ido tras una conquista, pero ahora estaba por voluntad propia, y a pesar de que por primera vez en su vida mostraba verdadero interés, ese rubio no le hacía caso, y eso lo desesperaba, pero nadie… NADIE despreciaba a Uchiha Sasuke.
Los días pasaron transformándose en semanas y estos en meses y como era costumbre todos los días a las 10 de la mañana atravesaba la puerta de ese establecimiento y pedía una taza de café negro y comenzaba a observar a ese rubio mesero, pero en esta ocasión fue diferente ya que el ojiazul fue quien le entrego la taza de café y se sentó en frente de él con otra taza y un plato con una rebana de pastel.
Por fin pudo volverlo a mirar de cerca y reconoció que no se había equivocado delante de él estaba la criatura más hermosa que en su vida había visto.
Él no se consideraba homosexual ya que eran muy pocos los hombres con lo que se había ido a la cama, porque eso si el solo los quería para eso, no buscaba una verdadera relación, solo quería poseerlos y tirarlos, no le importaba que fueran hombres o mujeres, o su carácter, a él solo le importaba la apariencia y la persona que tenía enfrente era el ser más hermoso y por supuesto que lo iba a tener.
Ya mi fe se acabó
ya no quiero vivir
y para colmo de males
no te tengo a ti
Los meses seguían su curso aunque ahora más lentos, por fin había podido comenzar a salir con ese rubio, la verdad es que si le desesperaba un poco el hecho de que a pesar de que ya eran “novios” no se había podido acostar con él, incluso tuvo primero que comenzar esa relación para poder besar al ojiazul, ¿Ahora tenía que casarse para llevárselo a la cama?... no, solo debía seguir siendo así de dulce para que el ojiazul callera.
No sabía que había pasado pero la compañía de Naruto comenzó a agradarle, sus sonrisas, su voz, todo de aquel rubio comenzó a necesitar.
El hecho de tenerlo en su cama comenzó a no tener importancia, su sola presencia bastaba para hacerlo feliz, algo que nadie había podido hacer.
Pero su felicidad no duro mucho, ya que recibió una llamada de su hermano mayor el cual le ordeno terminar con esa absurda relación, a pesar de que le dijo a Itachi que nada de eso era de su incumbencia este lo amenazo.
“o dejaba a ese “mesero” o se olvidaba de su mensualidad”
¿Qué era lo más importante para él? ¿El rubio o sus lujos?...
Así que ya tomada la decisión llamo al ojiazul, el cual acepto la cita, esta vez el decidió que una comida en su departamento era lo mejor, contrato a alguien que arreglara y cocinara todo, dejando como escena una hermosa cena íntima.
Se arregló sintiendo un enorme nudo en el estómago, ignorando su incomodidad recibió a su invitado, quedándose con la boca abierta lo hizo pasar, el ojiazul parecía una ángel, vestía completamente de blanco.
La cena transcurrió entre platicas y risas, cuando había decidido que era el mejor momento comenzó a hablar sobre la decisión que había tomado, pero unos labios lo callaron.
No sabía cómo las cosas habían llegado hasta ese momento, pero ambos se encontraban desnudos en su habitación besándose apasionadamente.
Lo tomo, a pesar de que ya había decidido que quería, lo hizo suyo, no solo lo había tomado una vez, lo hizo hasta que el rubio cayo inconsciente en sus brazos y para sentirse más bastardo resulto que le había robado la virginidad y no fue por que el rubio se lo hubiera dicho si no por la evidencia que había, no pudo dormir a pesar de lo agotado que estaba, acaricio el rostro del rubio hasta que este abrió los ojos ante un nuevo día regalándole la más bella sonrisa, definitivamente era un bastardo.
Con el corazón destrozado vio como el rubio salió corriendo de su departamento después de escuchar que solo lo habían utilizado, no sabía porque pero por primera vez en su vida lloro.
Puedo tener mil problemas en casa
puedo sentir que mi mundo se apaga
puedo esconderme cuando alguien
me cobra en alguna llamada
El seguía escondido en su departamento no había salido desde que vio partir al ojiazul, tenía más de una semana sumergido en la bebida, despidió a la persona de la limpieza a sí que solo había comido las cosas fría que había en el refrigerador, ya que no tenía ganas de absolutamente nada.
Días después recibió la llamada de su hermano el cual volvía con el mismo tema
“o dejaba a ese “mesero” o se olvidaba de su mensualidad”
Así que haciendo lo que debió haber hecho la primera vez que le dijo eso, mando al diablo a su hermano y le grito que se metiera su mensualidad por donde más quisiera, aventando su celular contra la pared más cercana.
Días después Itachi cumplió su amenaza y cancelo todas sus tarjetas, a él poco le importaba al final no pensaba salir de ese agujero, hasta saber que debía hacer.
Pero mi deuda más grande
es contigo
y esa te juro que nunca la olvido
voy a pagarte
y no me importaría quedarme sin nada
si tu regresaras
Los cobradores comenzaron a marcarle, a pesar de que él no había gastado en todo ese tiempo que había estado escondido, tenía mensualidades que pagar como el de su auto, pero eso no le importaba luego vería que debía hacer con eso, ahora lo más importante era saber cómo localizar a ese rubio, su teléfono no había prendido desde que él lo había aventado, así que no podía contactarse con el ojiazul.
Cuentas y cuentas sin pago
como una montaña se ven frente a mí
y esta mañana mi coche dejo de servir
Ya no sabía que hacer había recibido varias notificaciones de pago y miles de llamadas, no podía creer que él estuviera en esa situación, nunca hubiera creído que renunciaría a su fortuna con tal de estar con alguien, pero ahora que lo había hecho no le importó, solo quería recuperar a aquel ángel.
Así que tomo su decisión, buscaría a ese rubio hasta por debajo de las piedras y se arrodillaría si fuese necesario.
Pero para acabar su mala suerte su carro no arrancaba, ¿Qué no se suponía que era de último año?
Ya mi fe se acabó
ya no quiero vivir
y para colmo de males
no te tengo a ti
No se rindió, lo busco sin impórtale el hecho de que tuvo que subir en un transporte público, o que tuvo que caminar varias cuadras.
Pero sus esfuerzos no sirvieron de nada, su rubio ya no trabajaba en esa cafetería, ni vivía en ese departamento pequeño a las afueras de la ciudad, de nada sirvió haberse humillado al preguntar cuál camión tomar, no sirvió de nada el recibir las miradas de incredulidad, ni el hecho de tener que comer en un puesto ambulante ya que tenía muy poco dinero en efectivo.
No sirvió de nada el hecho de recorrer todos los lugares en los que estuvo con el ojiazul, de ser golpeado por los amigos del rubio, el de ser asaltado y herido al terminar una de sus caminatas después de buscarlo por un grupo de vándalos.
Ninguno de sus esfuerzos habían valido la pena, y ahora de nuevo acostado en su cama se torturaba recordando todo los bellos momentos que habían pasado juntos.
Puedo tener mil problemas en casa
puedo sentir que mi mundo se apaga
puedo esconderme cuando alguien
me cobra en alguna llamada
Tenía más de cinco horas sentadas frente a su computadora, y solo había resuelto la mitad de sus problemas, de algo tenía que servirle su gran cerebro y la carrera de contabilidad que hizo.
Ya tenía casi todo los pagos saldados, tendría que renunciar a todo pero eso no le importaba, no le importaba quedar en la calle, pero que no dijeran que Sasuke Uchiha era un cobarde.
Pero mi deuda más grande
es contigo
y esa te juro que nunca la olvido
voy a pagarte
y no me importaría quedarme sin nada
si tu regresaras.
Los meses habían pasado, lo había buscado en todos lados, pero no lo había podido encontrar, ya no vivía en su departamento el cual estaba en la planta alta de un gran edificio en una de las mejores zonas , lo había vendido para pagar la mayoría de sus deudas, además su auto lo había regresado a la agencia, había vendido varias cosas, trajes, relojes, pero había saldado cualquier deuda, hasta había podido comprarse un buen departamento, no en una zona lujosa pero si en una segura, ya había encontrado trabajo y tenía todavía alguna de sus cosas caras como reserva así que todo estaba en calma de nuevo, si no fuera porque tenía casi un año sin saber nada de Naruto, lo cual ya estaba desesperándolo.
Tenía el mismo tiempo sin saber nada de su hermano, pero eso no le importaba.
Todo estaba en calma pero dentro de él su corazón estaba destrozado, el rostro lleno de lágrimas del rubio seguía estando presente dentro de la mente de él, y gracias a eso no había podido dormir bien.
Se sentí horrible como un bastardo y siempre se torturaba recordando la hermosa noche que había pasado a lado de su hermoso rubio.
Ya no podía más, ni renunciar a su fortuna, ni enfrentarse a todas esas deudas lo había acabado tanto como los recuerdos de su ojiazul, estaba comenzó a desesperarse, ya había contratado detectives pero estos solo le daban vueltas sin darle una repuesta todavía.
Se encontraba en su departamento tomando café, hundiéndose en sus recuerdos, salió de su mente al oír que tocaban a su puerta y frente a él estaba el heredero de los Uchiha, el cual solo le extendió una hoja el cual el tomo.
“Ciudad de Konoha, calle Sharingan núm. 10”
Y sin siquiera despedirse salió de su departamento con varias hermosas fotografías, de su dobe.
………………………. Fin……………………….