Caía el amanecer en aquel lugar silencioso, los pájaros cantaban mientras el sol hacia su aparición por lo alto de las montañas. A lo lejos se comenzó a escuchar el estruendoso sonido de un hacha cortando un árbol, el denso bosque se estremecía cada ves que retumbaba el golpe de aquel instrumento, pronto ese sonido despertó a un par de hermanos, que dormían en el interior de una humilde cabaña-
.- Pero que mier*** es ese horrible ruido. Decía un rubio de mal carácter.
.- Creo que es la vaca alada, que ha salido a salido a traer leña, dijo un adormilado, moreno, de voz serena.-
.- Ya vera cuando regrese, le enseñare a no despertarme cuando sueño comiendo.- Dijo el rubio entrecerrando los ojos. El moreno en tanto se puso en pie y enseguida fue a ver la alacena de aquel humilde y casi destruido hogar.-
.- Creo que deberías seguir durmiendo, porque solo nos queda una lata de atún y un trozo de pan.-
En eso se abre la puerta y un joven de cabellos blancos hace su aparición, cargando la leña que había ido a acortar.-
.- ¡Hola hermanitos, como despertaron hoy, ¿listos para un nuevo día?! :D.- dice saludando amistosamente.-
.- !No!, no estamos listos para un nuevo día, que acaso no te das cuenta que estamos a punto de morir de hambre y tu tan tranquilo, con esa cara de estúpido que te cargas, y para colmo gracias a tu maldito ruido no pude dormir, y es el único momento en el día que puedo disfrutar considerando que vivimos en un bosque alejados del mundo exterior y de cualquier posibilidad de que nuestra vida pueda mejorar. ¡ACASO NO TE DAS CUENTA MINOS!.-
.- Radamanthys, porque no te calmas, hermanito piensa en las mariposas. Le decía Aiacos a su hermano, rubio mientras que Minos, dejaba la leña cerca de la chimenea de esa pequeña cabaña, recordando a su madre que había muerto cuando ellos aún eran unos niños de 11 años.
¡¿Las mariposas?. Dice Radamanthys antes de ponerse de pie y salir corriendo de la cabaña.
.- Gracias Aiacos,.- dice Minos.- No se porque mi hermano me odia tanto.- ŎŎ
.- Debe ser porque eres demasiado optimista. Y sabes que Rada es demasiado irritable.-
.- Aunque eso de que estamos a punto de morir de hambre es cierto.-
.- Pero Aiacos, somos tres ya sabremos como salir de esta para eso nos tenemos los unos a los otros.- le dijo Minos sonriendo y pasando la mano por el hombro de su hermano.-°u°
.- A decir verdad hermanito te pasas de optimista.- dijo Aiacos antes de salir a ver si Radamanthys había encontrado sus mariposas.-
El rubio corría por los senderos de aquel lugar verdoso, la mañana estaba particularmente fría, y él llevaba ropa holgada, por su apuro de salir de casa se había olvidado del frio otoñal. Buscaba con desesperación las benditas mariposas, pero árbol tras árbol arbusto tras arbusto solo encontraba otros bichos, hasta que de pronto tras un enorme árbol unas alitas blancas comenzaron a aparecer, agitándose, se dio cuenta que eran dos, entonces corrió movido por su instinto,. Debía atraparlas antes que escaparan otra vez. Corrió en dirección a ellas, pero antes de que sus dedos tocaran a los bichos alados, algo se enredo en su pie e hizo que tropezara, y cayera de frente al árbol, literalmente. De pronto todo se volvió negro y cuando pudo abrir los ojos un hilo de sangre, que interpreto como propia, se esparcía a través de aquel tronco.
¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAHHHHHH!!!!!
.- Creo que ese fue Radamanthys °o°.- ....Dijo el peliblanco que se percato del grito mientras se preparaba para pescar, en un pequeño rio en las cercanías de su cabaña, aunque sabía que por ahí los peces no pasaban casi nunca. Dejo la caña de pescar tirada, se encamino por el bosque por el sendero de donde había salido aquel grito, pero no encontró nada, entonces supuso que Aiacos estaría buscando también al rubio así que comenzó a llamarle. Hasta que pudo dar con el moreno.
.- Todo fue mi culpa, para que le dije que fuera a buscar las mariposas, si en otoño casi no andan.-
.- Eso es cierto hermanito, sabes que rada asocia las mariposas con mamá y cuando escucha eso se pone como loquito.-
.- Minos no se como puedes ser tan optimista y a la vez tan hiriente..- Pero Aiacos tu me lo dijiste primero, ahora ¿porque yo lo diga esta mal.?
.-Es la forma como lo dijiste, uh!, eres tan insoportable quien te aguanta.-.-Dijo Aiacos antes de separarse de su hermano
.- Buscare por mi cuenta,, .- dijo el moreno ya a lo lejos, Minos se quedo parado sin saber que hacer, quería correr a disculparse por su hermano, pero por otro lado estaba Radamanthys, entonces comenzó a sentirse culpable de repente aunque no sabía el porqué.
Sus dos hermanos le odiaban, era un hecho, pero también lo era que el los quería, como ellos no lo querían a el. De tanto pensar y caminar a la vez se dio cuenta que había llegado ya muy profundo en el bosque, miro para todos lados, y de pronto abrió los ojos de par en par, al encontrarse a su hermano, tirado en el suelo frente a un enorme árbol.
.- ¡Radamanthys, hermano,! Dijo al llegar a él. Levanto su cabeza y se dio cuenta que estaba sangrando. Comenzó a llorar mientras abrazaba el cuerpo de su hermano aparentemente muerto, a pesar, de que el solo le dirigía palabras de odio, no encontró razones para que aquello no le doliera, la sangre brotaba nuevamente de la cabeza de Radamanthys.
.- !Aiacos... Aiacos, .. , donde estas!
.-Creo que tu hermanito no te escucha pero si quieres salvar a este moribundo yo puedo ayudarte.-
La voz había aparecido tan de repente que apenas pudo escuchar la ultima frase, levanto la cabeza y dio un respingo desde su posición, cuando frente a el una mujer joven de unos 20 años hacia su aparición detrás del árbol que había causado la grave herida de su hermano,
.- ¿Q.. Quien es usted?.- , dijo con algo de dificultad.
.- Soy Pandora, y si quieres puedo ayudarte a que tu hermano no se muera.-
Tardo en procesar la información, aunque la sonrisa que mantuvo la mujer ese momento le perturbo un poco, pero por otro lado, la sangre de su hermano, no dejaba de brotar.-
.- E. Esta bien, porfavor ayúdeme.-
.- Pero debo advertirte que me deberás un favor después.-
Eso no importa yo haré lo que usted quiera, pero porfavor señorita Pandora salvelo.-
.- Bien entonces lo ayudare querido Minos.- Dijo la mujer ante la estupefacción del peliblanco que se alejo del cuerpo de su hermano para que la mujer se acercara. Pandora coloco su mano, en la hemorragia de Radamantis, y saco de una pequeña bolsa que llevaba atada a su vestido unas hierbas de color sangre, las coloco de nueva cuenta en la frente del rubio y la herida dejo de sangrar, enseguida comenzó a recitar un extraño, poema, según pudo percatarse el peliblanco, pero el idioma que usaba era uno que no había escuchado jamas.-
Minos observaba como la mujer limpiaba la sangre cuajada de la frente de su hermano, aparentemente ya había acabado.
.- Tu hermano estará bien en unos tres días, al final de los cuales, yo los visitare en tu casa y hablaremos del trato.-
.- Esta bien Señorita Pandora, pero ….-El albino no pudo completar la frase, pues la mujer ya se estaba arreglando para irse.-
.- No te preocupes, ya veras como en tres días tu hermano se pondrá bien, te doy mi palabra, solo espero que sepas retribuir mi favor.- Le dijo para irse al fin de ese lugar perdiéndose entre los arboles y la niebla que de pronto comenzó a aparecer.-
.- Uf, al fin los encontré, ¡¿donde se habían metido?!.- Dijo Aiacos que después de una hora de búsqueda encontró a sus hermanos, eso si no esperaba ver a Radamanthys desmayado.-
…................................................................
En otro lugar muy lejos de ahí, y ya en la ciudad, un enorme e imponente castillo se alzaba de manera gloriosa resaltando en aquella poblada comunidad. Un señor de avanzada edad avanza por uno de los pasillos del castillo, aparentemente en búsqueda de algo, en su mano derecha lleva un enorme recipiente, y con la izquierda se pone a contar las puertas.
.- Uno, dos, tres.. Cuatro.- dice al contar las puertas de izquierda a derecha, enseguida se encamina a la puerta numero cuatro y con sigilo la abre, encontrándose con una cama y un muchacho que dormía apaciblemente en la cama, levanta el recipiente con ambas manos y vacía el contenido entero en aquel joven.-
.- ¡¡¡AHH, mier****!!!!!!!!, dijo levantandose de golpe de la cama completamente mojado.
.- Bienvenido al Castillo Rossbelle querido Angelo.-^^
.- Pero como se atreve a despertarme así viejo hijo de p***.-
.- ¡Hey jovencito, en primer lugar respeta a tus mayores, en segundo lugar no estas de vacaciones y en tercer lugar ya son pasadas las 10 de la mañana!!!.-
.- Pero esa no es razón para despertarme con una cubeta llena de agua fría.-
.- Si quieres mañana te despierto con un un bonito puñetazo madrugador.- El muchacho se puso a pensar mientras bostezaba y tiritaba de frio
.- Ya se porque mi hermano ,me envió aquí, el muy maldito se quería vengar, y que mejor que dejarme acompañar a este viejo loco. Un *cachamal* en su cabeza le hizo volver la atención.-
.- Es mejor que cambies esa cara fastidio, en el almuerzo te presentare con los dueños de casa, y no quiero que causes mala impresión.-
.- ¡¿Y porque el golpe?.-
.- Deberías, dejar de pensar en voz alta.- dijo Sage el tio abuelo de Angelo, antes de salir de la habitación e indicarle a su sobrino nieto que ropa debía utilizar.-
En las afueras del castillo un joven de 23 años contemplaba con serenidad su jardín mientras Sage se aproximaba a el, su larga cabellera celeste se movía al suave compás del viento.
.- Se parece mucho a su hermano verdad'?.-
.- No en realidad, no, su alteza, este es mucho menos educado que Manigoldo.-
.- Vaya, no te creo, eso Sage, pero seguro que aquí aprenderá a comportarse.-
.- Claro su alteza, tiene el ejemplo de Afrodita su hermano menor, todo un ejemplo de educación y modales, no?
.- Mi hermanito si se sabe comportar muy bien, es todo un ejemplo.- dijo con orgullo el joven heredero real, dueño de aquel castillo.-
.- Ya me imagino que sí, debe ser igual a usted su alteza.
.- Sage, no me diga alteza, dígame Albafica, usted sabe que es como un padre para mi, y también pertenece a la realiza, además todavía no soy Rey.
.- Es cierto acaso no ha pensado en alguna señorita.-
.- A decir verdad, no tengo ganas de pensar en ello en este momento, sobre todo después de lo de...-
.- Usted se refiere a Pandora.-
.- No hace falta recordarlo, Sage, y le repito no me trate de usted.-
.- Esta bien, Albafica.-
..- Mire ahí viene Angelo, si se parece a Manigoldo.- Sage se gira para contemplar a su sobrino, y se espanta al verlo todo deslavado trayendo los mismos pantalones del día anterior, enseguida, se va corriendo tras el disculpándose con Albafica que miraba confundido la situación.-