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¡¿Disfunción eréctil?! por monica misan

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Notas del fanfic:

Pues aqui con mi tercer fic de solo dos capitulos. El segundo con mas Lemon de calidad y altamente hot.

Desafortunadamente ni vendiendo mis organos me alcanza para comprar los derechos de Junjou Romantica y hacer de los personajes lo que yo quiera, por lo tanto solo plasmo mis fantasías aquí, por cierto: ¡Que putamente genial esta el OVA! ¡Morí de risa!.

Ahora sí, lean y comenten:

Notas del capitulo:

Les recomiendo mis otros fic's. Pronta actualización.

Pues aqui con mi tercer fic de solo dos capitulos. El segundo con mas Lemon de calidad y altamente hot.

Desafortunadamente ni vendiendo mis organos me alcanza para comprar los derechos de Junjou Romantica y hacer de los personajes lo que yo quiera, por lo tanto solo plasmo mis fantasías aquí, por cierto: ¡Que putamente genial esta el OVA! ¡Morí de risa!.

Ahora sí, lean y comenten:

Se escucho el ruido de la puerta de la habitación del gran escritor Usami-Sama azotarse, se le veía totalmente agotado, pues sus grandes ojeras se notaban a kilómetros, había pasado 3 días enteros sin dormir, solo salía para comer e ir al baño pero todo ese sacrificio había valido la pena pues por fin había terminado esa novela “Memorias de un alma en pena” que tanto le había exigido Aikawa y que seguramente lo mataría sino la terminaba antes de la fecha limite, pero gracias al cielo Kami-sama le había dado las fuerzas suficientes para terminar a tiempo, ahora solo era cuestión de entregarle el manuscrito a la odiosa e inoportuna de su editora y podría tomar unas merecidas vacaciones.

 

─ ¡Usagi-san! ¡Por fin terminaste! ¡¿Quieres comer?! ¡Hice sopa de miso!─ le decía alegremente su amado castaño de ojos verdes, ¡que falta le hacia ver esos bonitos ojos!.

 

─hai…muero de hambre…─ susurro con pocas fuerzas y una débil sonrisa.

 

Ambos se sentaron a degustar la deliciosa sopa de miso. Ninguno dijo nada, uno porque estaba mortalmente agotado y sino comía nada en menos de una hora seguramente moriría y el otro porque simplemente no podía decirle que lo había extrañado los últimos 3 días. Cuando terminaron de comer y el escritor recupero un poco de fuerzas se dirigió al baño a darse una buena ducha.

 

─Misaki voy darme un buen baño…porque luego quiero recargarme…─ dijo en tono insinuante. El pequeño castaño se quedo estático, ¡¿Qué había dicho que quería recargarse?!... eso quería decir… ¡¿que iban a tener una buena sesión de sexo después de que saliera del baño?!... no es que no quisiera… pero… pero… bueno él creía que al menos debería de dormir algo… ¡dormir para recuperar fuerzas, no gastar las energías que no tenía en sexo!. Pero bueno, aunque se lo dijera una y mil veces sabia que su casero no le haría caso y terminarían haciéndolo. No le quedo mas que “resignación” y esperar a que su seme terminara de bañarse, además… después de todo él también lo extrañaba de “esa manera”.

 

Tanto tiempo tardo dándole vueltas al asunto que no noto cuando el mayor se sentó junto a él… y justo cuando creyó que iba a hacer atacado el peligris encendió un cigarro y le dio una buena calada.

 

─ ¡¿Qué?! ¡¿Fumar?! ¡¿Eso es lo único que ibas a hacer?!─ dijo enfadado un castaño quien no midió el tamaño de sus palabras.

 

─Acaso esperabas otra cosa…─ dijo insinuante, aplicando una técnica para hacer desesperar a su castaño y que este le exigiera “especial atención”. Pero el menor no se la ponía fácil.

 

─ ¡Por supuesto que sí!... es decir… digo… esperaba que te fueras a dormir… ¡eso es! ¡Quería que te fueras a dormir todo lo que no haz dormido en estos 3 días!, ¡no que te vinieras a fumar un maldito cigarro!─ contrataco.

 

─Misaki eres muy lindo al preocuparte por mi, me haces feliz─ dijo el escritor mientras abrazaba a su pequeño.

 

─El cigarrillo no es bueno para la salud, es todo.─ dijo dejándose abrazar.

 

─Pero sabes… esperaba a que me exigieras “otro tipo de atención”… ya sabes a que me refiero…─ susurro en el oído del castaño haciéndolo estremecer.

 

─ ¡¿Qué?! ¡Por supuesto que no! Es solo que no me gusta verte fumar, el día menos pensado ese mal hábito te traerá consecuencias y no quiero que eso me termine afectando también─ se salió por la tangente, aunque tenia que admitir que la salud de su novio le preocupaba.

 

─Misaki… lo dejare si me dices ¿Cómo te sentirías si me pasara algo por seguir fumando? Dime… ¿estarías triste?─ cuestiono el mayor poniéndose sobre el castaño y mirándolo a los ojos.─

 

─(…)─

 

─Misaki… hare que lo digas…─ dijo mientras empezaba a acariciarle los costados.

 

─Si…─ susurro sonrojado por la acción y por sus palabras.─ Si me pondría triste, por eso quiero que dejes de fumar─ confeso.

 

Ante tales palabras Akihiko se enterneció y no pudo evitar besarlo, Misaki solo estaba dispuesto a dejarse hacer, de alguna manera le gustaba cuando lo seducía de manera romántica. El apuesto escritor recorrió una vez más la deliciosa boca de su castaño mientras ponía todo su peso sobre él y le iba quitando la playera, se sentó y el castaño ante tal acción hizo lo mismo a horcajadas. La playera salió volando a alguna parte, el menor poso sus manos sobre los hombros del mayor, mientras este iba descendiendo por su cuerpo, le mordió el lóbulo, beso intensamente su cuello, acaricio con su lengua sus hombros mientras sus manos batallaban con sacar sus pantalones, se desespero por eso y se tumbó con Misaki al suelo y al fin los malditos pantalones fueron arrojados a alguna parte, ambos desnudos se devoraron en un beso demasiado húmedo y ruidoso, las manos del ojiverde apresaron la fuerte espalda de su amado mientras que este le sobaba los muslos. Misaki no sintió preparación alguna por lo que creyó que esta vez la penetración iba a doler más de lo habitual, sintió que el mayor le lamia con lujuria sus sensibles pezones por lo que acto reflejo enredo sus piernas en la cintura del otro. Estaba más que preparado psicológicamente para el intenso y placentero dolor que iba a sentir con la dura intromisión, pero ésta pero no llego…

 

…-¿Qué pasa Usagi san?- decía entre gemidos -¿Por qué no continuas?- pregunto mientras esperaba la salvaje embestida que nunca llego y no sentía…

 

Sintió como el peliplata enterraba su cara en su cuello y ponía sus frías manos en su cintura y toda caricia cesaba.

 

-Misaki…- decía por primera vez en su vida con voz trémula- No pude…-

 

-No pudiste ¿Qué?...- pregunto consternado el castaño. Ambos  se sentaron, y Misaki pudo “notar”  a que se debía todo eso. La cara del castaño fue más o menos así: (°o°)

 

-¡Misaki te juro que es la primera vez que me pasa!- se justificó aterrado.

 

-¡Tranquilo Usagi san!... tal vez necesitas dormir…- justifico el menor.- Debe ser cansancio acumulado o algo así… Ya sé que es la primera vez que te pasa.- dijo con un leve toque de decepción.

 

-…No sé que me paso, tú te quedaras con las ganas y yo me siento tan culpable e inútil…- decía el ahora afligido y avergonzado escritor.

 

-Tranquilo Usagi san… tal vez deberías de ir con un doctor especialista…- dijo con la intención de ayudarlo.

 

-¿Quieres decir que estoy enfermo? ¿Qué soy un impotente?- dijo dolido.

 

-¡NO! Bueno… por eso digo que vayas con un especialista, para que sepas exactamente que es lo que te pasa… y esto no se vuelva a repetir.- dijo tratando de enmendar su “error” pues él no quería ofenderlo sino ofrecerle una solución.

 

El peliplata se quedó perdido en sus pensamientos, Misaki aprovecho para vestirse, no tenia caso que estuviera desnudo. El mayor noto esta acción y se alteró.

 

-¡Misaki por favor no me dejes! ¡Te juro, te juro que iré con el especialista para curarme! ¡No soportaría que me dejaras por ser mal amante!- dijo desesperado mientras abrazaba a su impactado uke.

 

El castaño sintió la enorme necesidad de abrazarlo, pues nunca espero la reacción tan exagerada de su casero, ¡vaya! Parece que su orgullo de seme había sido herido por su falta de erección. –Usagi san ¿Cómo dices esas cosas?, jamás te dejaría por algo como esto, estoy seguro que esto tiene solución- sintió vergüenza ante sus propias palabras pero era necesario decirlas. Agregó: -…además tú nunca has sido un mal amante, esto debe de ser pasajero…- Akihiko se sintió más que feliz ante tales palabras de su niño.

 

-Haré una cita con un especialista en estos asuntos- dijo esperanzado en encontrar una respuesta a su problema.

 

-Sí, te acompaño- quería saber de su salud en general, no solo de esa falta de erección.

 

-¡No!... es decir, es vergonzoso para mí- Ni siquiera se atrevía a hablar con un doctor sobre su “accidente” muchos menos quería que su adorado presenciara semejante humillación.

 

-¿Qué? Usagi san esto no lo hago porque me hayas fallado como amante, ¡sino porque tu salud me preocupa!-

 

-¡¿Escuchaste lo que dijiste?! Dijiste: “me fallaste como amante”- dijo con su mayor cara de indignación, en verdad se sentía un hombre miserable.

 

-Usagi san cálmate yo no me refería a eso, por favor no lo compliques demasiado. Si no quieres que te acompañe no lo haré.- no quería enojar más a su novio, estaba dispuesto a ceder por tal de que se sintiera cómodo.

 

-Perdóname Misaki, pero es que estoy alterado, soy joven como para tener este tipo de problemas…- en verdad que su seguridad comenzaba a irse junto con sus erecciones. Tantos años vanagloriándose de ser un perfecto seme. No podía ni imaginarse lo que pasaría si alguien más se enterara y más que nada estaba muy avergonzado con su amado novio, pues siempre que él quería su “arma” siempre estaba disponible para poseer a su amante, no importaba el cansancio que sintiera o el lugar donde estuviera, esa parte de su cuerpo siempre tenía energía de sobra para satisfacer y hacer enloquecer de placer a su uke. Pero ahora, se podía decir que hasta estaba enojado con su miembro por haberle fallado de esa manera tan vil. El gran reconocido escritor de las mejores novelas BL, famosas por su alto contenido erótico, ¡ahí! Hundido en la oscuridad de la impotencia, incapaz de satisfacer a su amante, comenzaba a sentirse un mequetrefe. Podía ver como el Akihiko de sus novelas se burlaba a carcajadas y como el Misaki de sus novelas ponía cara de pena ajena por la situación y la compasión que le tenía al Misaki de carne y hueso que viviría en la insatisfacción. Automáticamente le vino a la mente la imagen de Haruhiko, podía ver claramente como el cretino de su hermanastro seducía y le arrebataba a su niño para darle el placer que él ya no podría darle. Esta escena sí que le hizo hervir la sangre hasta que fue sacudido por un preocupado Misaki.

 

-¡Usagi san! ¡Reacciona por favor!- trono los dedos frente a su cara, hasta que obtuvo la atención del impotente ¡digo del escritor!

 

-¡Misaki no me dejes por favor! ¡No me dejes por Haruhiko! ¡Solucionare mi problema pero no te vayas!- el menor estaba perplejo pues Usagi estaba de rodillas abrazándole las piernas suplicándole. ¡Esto era el colmo! ¡Había perdido también la cordura! ¡Pondría un alto!

 

-Suficiente Usagi baka llamare al médico para hacer una cita.- y con el escritor a cuestas y a como pudo cogió el teléfono para llamar al especialista.

Notas finales:

Sus reviews me motivan mucho, ademas de que los contesto. ¿Me dejan alguno?

Proximo y último Capítulo: La receta (Lemon Salvaje)


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