Todo empezaba como cada mañana, Aioros un hombre alto de cabellos castaños casi cobrizos, de unos ojos tan azules y brillantes como el Diamante Hope ( o al menos eso decían sus amigos), de una tez semi bronceada que le hacía ver perfecto y un cuerpo de dioses que arrancaban más de un suspiro de hombres como de mujeres aunque en muchas ocasiones el se avergonzaba un poco mostrando un ligero sonrojo, el joven castaño se disponía hacer sus deberes como todos los días, cualquiera que lo conociera superficialmente diría que su vida es muy simple y monótona y hasta se diría que aburrida, pero eso solo era desde la perspectiva de la gente que no es muy allegada a él. Aioros era dueño de unas espectaculares joyerías de muy alto reconocimiento por sus inusuales piezas que el mismo dueño diseñaba de vez en cuando para clientes exclusivos y claro para sus más allegados, dicho negocio lo heredó a tan solo edad de 20 años tras un trágico accidente que provocó el fallecimiento de sus progenitores, dejándolo con el negocio de la familia, de eso ya han pasado tres años y a pesar de su joven edad cabe decir que se ha encargado maravillosamente de sus negocios.
El Cataño de ojos azules contaba con dos mejores amigos que para información de todos eran gemelos, ellos eran los hermanos géminis: Saga y Kanon ambos de cabello azul largo, ojos de un verde intenso que brillaban como las esmeraldas y una tez tan blanca como la nieve, y un cuerpo que tal parece fueran la reencarnación del mismo adonis, los conocía desde hace 15 años ya que su padre era muy amigo de los padres de los susodichos, y su amistad empezó por los pedidos constantes que hacia el padre de los gemelos para ocasiones especiales como cumpleaños, fiestas exclusivas etc., puesto que el padre del Cataño diseñaba hermosas joyas para éste por pedidos especiales y siempre quedaba muy satisfecho fue así que comenzó una amistad. Fue en cumpleaños de la madre de Aioros que los niños se conocieron a la edad de 8 años, sus padres los presentaron y en ese momento los tres se volvieron inseparables, nunca supieron explicar cómo fue que llegaron a ser sumamente unidos lo único que supieron es que con tan solo verse a los ojos ya no dejarían de estar juntos los tres. Y así se desarrollo su amistad desde estar compartiendo chistes, bromas y más hasta ir en las mismas escuelas, su amistad se volvió mucho más sólida e increbantable desde la muerte de sus padres.
Ya se estaba acercando la hora para ir a clases a la universidad y el moreno se dispuso a desayunar ligero y rápido pues ya este era su último semestre para salir de la carrera de administración de empresas, habiendo terminado salió en su mercedes para llegar a tiempo a sus clases y encontrarse con sus amigos que le lo esperaban en la entrada.
Al llegar a la universidad ahí estaban sus mejores amigos:
-Aioros!! Hasta que por fin llegas.- dijo gritando kanon corriendo para abrazar a su amigo
-No seas tan escandaloso hermano, además llego a tiempo- decía saga teniendo una hermosa sonrisa como cada vez que veía a Aioros
- jeje Saga no le llames la atención a Kanon, además tienes dos días que no nos veíamos- dijo el castaño con una de sus bellas sonrisas
-Gracias Aioros siempre tan lindo conmigo no como Saga que se la pasa regañándome o llamándome la atención, no me deja hacer nada, no sabes lo mucho la falta que me hacías en estos días, y es que solo tú eres el único capaz de controlar a saga- dijo el menor de los gemelos mientras ponía una cara de puchero
-Nada más a mi kanon por favor, seria a los dos para mejor corrección -mientras fruncía levemente el ceño-Aioros no te cansas de consentir y darle por su lado a kanon? No sé cómo le haces para soportar a mi hermano
-Claro que no Saga, además no solo a tu gemelo lo consiento se te olvida que a ti también te consiento-dijo mientras acariciaba suavemente con sus dedos le rostro de saga, causando en el que volteara levemente su cabeza para evitar que amigo viera el carmín en sus mejillas, y es que al peliazul mayor le gustaba su mejor amigo desde hace ya varios año, era más que un simple gusto mejor dicho estaba muy enamorado del él pero nunca le dijo nada porque el castaño es heterosexual, y cada vez que lo veía, le sonreía, o le tocara así fuera el más leve rose provocaba en su persona siempre un enrojecimiento en su cara y cierta tensión en su cuerpo.
-Y dime Saga qué tal te fue en tu cita con el especialista- su tono de voz fue algo más serio y con cierta preocupación
El cuerpo de saga se tensó un poco al recordar lo que platicaron con su especialista por lo de su enfermedad, y eso no pasó por alto a su gemelo que interrumpió la conversación al ver la incomodidad de su hermano.
-Oigan se nos hará tarde para entrar a clases mejor nos apuramos no lo creen?
-Sí, tienes razón,-dijo el arquero al darse cuenta de la situación
Caminaron por unos minutos en silencio hasta llegar al aula, minutos en donde el gemelo mayor estaba muy cavilativo, con la cabeza algo baja meditando en cómo decirle al castaño lo que le dijo su doctor y las palabras de cómo declarársele antes de que sea demasiado tarde y pedirle una oportunidad de estar a su lado como algo más que un simple amigo. Saga sabia que el arquero tenía conocimiento por sus preferencias y pese que el peliazul mayor ha salido con mujeres ninguna la presentaba como su novia tan solo como una “amiga”, su favoritismo siempre fue por los hombres y lo admitió de lleno a sus 16 años, para ese entonces el divisaba ya a su querido amigo del alma como algo mas y nunca quiso admitir (al menos no muy a tiempo) que lo sentía por él era amor y deseaba con profunda apetencia que sus sentimientos fueran correspondidos, aunque eso se veía algo casi imposible, (y el “casi” es porque sin darse cuenta el arquero empezaba a interesarse en un hombre en especifico aunque aun no supiera el porqué ).
Kanon entro primero y Aioros iba en segundo en entrar si no que antes de eso el mayor lo detuvo de un brazo para hablar con él.
-Tengo que hablar contigo-dijo saga, y en sus ojos se podía ver aflicción
-¿Estás seguro de eso, Saga?- mencionó el castaño dubitativo, pues para el no paso desapercibida la actitud y la incomodidad de su amigo ante el tema antes mencionado
-Si, muy seguro-. Dijo el mayor y su voz se notaba temple, y su mirada era segura y firme, pues ya estaba emprendido en contarle todo a su incondicional
-Bien, te parece si vamos después de las clases a comer yo invito, así estaremos mas cómodos, te parece la idea- le decía Aioros mientras que con la mano que poseía suelta acariciaba la frente del mayor apartando unos cuantos mechones añiles.
El peli azul solo asintió suavemente y el de ojos azules se acerco para darle un afectuoso beso en la frente que acariciaba dejando a su amigo rojo y nervioso por el acto, sintiendo en ese mismo momento querer agarrar a Aioros y besarlo en los labios mostrándole con su acción todo lo que llevaba años ocultándole, pero no era el momento tendría que esperar hasta la tarde en la comida.
-Qué? Ustedes no piensan entrar al aula- dijo kanon impaciente ya que no sabía porque su amigo y su hermano tardaban tanto en entrar, en eso vio como Aioros le propinaba a saga el beso en la frente haciéndole sentir una opresión el pecho que no supo explicar.
Cuando el de ojos azules entró al aula kanon miro a su gemelo para saber el motivo de su demora pero no dijo palabra alguna tan solo se miraron y el menor de los gemelos supo atreves de su mirada lo que el mayor tenía pensado hacer, sin más entraron al aula a tomar sus clases.
Y así transcurrió toda la mañana y parte de la tarde, hasta que por fin salieron de sus clases, se dirigieron rumbo al estacionamiento, mientras el ojos azules le comentaba al menor de ojos verdes que los invitaba a comer para conversar del tema anteriormente hablado dejando a kanon un tanto preocupado, pero antes de llegar al coche Aio tenía que ir antes a hablar con uno de sus profesores así que dejo durante unos minutos a los gemelos, tiempo que aprovecho el menor de de ojos verdes para charlar con el mayor.
-Saga piensas decirle la verdad a Aio sobre lo que te dijo el médico?
-Tiene que saberlo, pero no solo eso le voy a decir hermano si no que también le confesare mis sentimientos,-lo dicho por su hermano asombró a kanon por completo, no se esperaba que saga estuviese enamorado de su mejor amigo, sumando más dolor al pecho del menor.- es ahora o nunca y no me quiero ir si antes decirle lo que siento, si no lo hago moriré, ya no aguanto más llevar esto me carcome por dentro y muero de celos al verlo con alguien más , ver como otros se le declaran mientras yo sigo en silencio.-dijo con profundo dolor mientras ponía una de sus manos en donde está el corazón.-puedes entender Kanon.-esto último lo saco de su estado de shok
-Yo no sabía que sintieras eso por él hermano, porque nunca me lo dijiste.-la vos de Kanon sonaba seria pero calmada con cierto grado de reproche disimulando la molestia que sentía el oír a saga enamorado del arquero , aunque en realidad ya esperaba eso de su gemelo, nunca quiso notar las atenciones, las sonrisas, el color carmín en las mejillas, las invitaciones que el mayor de los gemelos le proporcionaba a Aio y sobretodo esa luz nítida en los ojos de Saga cada vez que miraba al castaño reír.
-Perdóname, es solo que tenía mucha vergüenza, no es fácil admitir que te enamoraste de tu mejor amigo
-Y puedo preguntar ¿Cómo fue que te enamoraste? O ¿Cuándo fue?-. Internamente Kanon no quería saber, pero su curiosidad fue más grande
-El cuando no sabría decirte con exactitud pero el cómo sonara estúpido pero fue esa hermosa sonrisa que siempre adorna su rostro, lo atento que es, lo bondadoso y lo amable y tierno, podría decirte mucho mas pero si tengo que decir más exactamente que fue es sin duda esa perfecta sonrisa y sus ojos azules como el mar.-esto último lo dijo con un suspiro de típico enamorado y con la vista vagando en recuerdos
-Comparto tú idea, como no enamorarse de una persona que es perfecta en todos los sentidos, que te mima y siempre está al pendiente de ti incluso más que tu propia familia:-lo último kanon lo dijo como un murmullo y mas para sí mismo y con una melancolía palpable que el mayor no percibió,-La risa de Aio parece iluminar todo, él es un sol prácticamente-“hasta yo me enamore de esa risa” pensó el menor.- y… como piensas decirlo, sabes que a él le gustan las mujeres
-. Ya lo sé, por eso necesito que este ahí para brindarme apoyo y valor para cuando me rechace, porque yo solo no podré-Saga crispo ambas manos convirtiéndolas en puño y tensando mucho sus brazos y aguantando las ganas de sollozar
-.de acuerdo, estaré ahí contigo como siempre.- dijo el menor tratando de consolarlo, y dándole un fuerte abrazo para animarlo pese al dolor que aumentaba casa segundo en su pecho, pero no podía permitirse transmitirle su dolor a su hermano ya que no podía explicar de dónde emanaba tal dolor y aguantanto como él la ganas de llorar.