EL DIARIO DE MI RENACER…. Autor: PPBKAI
MI MEJOR AMIGA…Y MI MUEVO MEJOR AMIGO.
Toda mi vida ha sido un fracaso. Le he fallado a mi hermano, a mi madre, a la mujer que supuestamente amaba e iba a desposar, y claro, desde el momento de existir, a mi padre. Jamás he llenado las expectativas de nadie. ¿Para qué seguir esforzándome?, soy un estorbo, un lastre, solo se causar problemas a la gente que me rodea. Estoy tan cansado.
Este es un hermoso lugar, verde todo por donde miro, hay flores y árboles. Es el mejor lugar. La tomo entre mis manos, brilla indecente. A pesar de sacar fuego está fría. Me tiemblan las manos, es mi decisión pero aún así tengo miedo.
La miro de frente y una leve excitación me recorre el cuerpo. ¿Será mejor la boca o la sien? La sien, así el rostro se destrozará y tardarán más en reconocerme, eso si me buscan antes de que mi cuerpo sea devorado por algún animal (rio). Siento su frío en la piel ¿Por qué lloro si es lo que quiero hacer? La mano me tiembla, estoy sudando, pero es tan grande el vacío de mi interior que no retrocedo. Echo una última mirada a mi alrededor, dentro de unos segundos también formaré parte de este bello paisaje.
Justo en el momento en que voy a poner fin a esta vida de lastre, algo tibio y suave me cubre la mano. Volteo descontrolado, las lágrimas bañan mis mejillas. Me encuentro con la sonrisa más hermosa que he visto en mi vida, también sonrío como un bobo.
- ¿Esto es todo? ¿No crees que vale la pena luchar un poco mas? .---. También su voz es hermosa
- ¿Para qué seguir? No sabes nada sobre mi.
- Ni tú de mi. Platiquemos un rato .---. Se sienta a mi lado en la hierba. Su piel es perfecta y brilla como la luna.---. ¿Cuál es tu nombre?
- Choi Minho…¿Y el tuyo?
- Jinki, ¿Tienes un cigarrillo?
- Lo siento, no fumo
- Haces bien, eso te puede matar .----. Suelto la carcajada, como si me importara morir hace menos de 1 minuto .----. Yo tampoco fumo
- ¿Y para qué querías el cigarrillo?
- Es lo que siempre se dice para romper la tensión ¿no?
Hablamos de cualquier tontería, ni siquiera estoy seguro de qué, sin embargo, con tan solo escucharlo, verlo, me lleno de paz.
- Veo que ya estás mejor .---- toma mi “anterior mejor amiga” y lanza los 4 tiros que tenía cargados al aire. Ahora al escucharlos me asusto ¡¿Cómo estuve a punto de hacerlo?! Cubro mis oídos con fuerza, mi piel se eriza de nervios. Siento que me rodea con un cálido abrazo. Hundo mi cara en su cuello y el susurra en mi oído.---. No quería asustarte, solo quiero asegurarme que no harás de nuevo una tontería.---. Muy a mi pesar me suelta y se levanta, de nuevo siento miedo y sin pensarlo lo detengo de la muñeca.
- No te vayas .---. Hasta entonces noto que el cielo se está haciendo gris. Llevábamos horas hablando y no lo había notado, nunca había charlado tanto en mi vida.
- Es mi hora, debo irme.---. El viento le mese su suave cabello rubio cenizo
- Por favor .---. Me devuelve otra hermosa sonrisa como las que le he visto toda la tarde.
- Esta bien. .---. Responde. Me levanto y encuentro que soy un poco más alto que el. Caminamos, no es buena idea quedarse entre la hierba mientras cae la noche. Ya estamos próximos a llegar a la carretera cuando él pisa mal y cae de un modo tan gracioso que no puedo evitar reír aunque estoy preocupado que se haya lastimado.---. Es difícil caminar.---. Me enternece su sonrojo.
- La hierba puede ser resbalosa.---. Se sacude la tierra que quedó en sus vaqueros deslavados y en su chamarra de cuero negro.
Llegamos a la carretera, el sol ya está bastante bajo y rojizo, no queda mucho tiempo de luz.
- ¡Mi auto!.---. En el lugar donde lo dejé ahora hay un gran hueco. Claro, no puse ningún seguro y alguien se lo llevó. Me pongo las manos a la cabeza ante mi torpeza.
- ¿Lo ibas a usar?
- ¡Qué pregunta tan tonta! Claro que lo iba a usar. Estamos a media carretera
- Yo voy para allá.---. Señala el camino hacia donde se oculta el sol.
- Yo también.---. El camino de regreso a casa es hacia el otro lado, pero no quiero volver
- No, voy solo. Ya estás bien, sigue tu camino y yo el mío.
- ¡NO! .----. Comienza a caminar; no puedo dejar que se aleje, siento tanto una necesidad imperiosa de detenerlo como un extraño dolor al ver su espalda.---. ¡Eres un insensible! .---. Voltea arqueando una ceja.---. ¿Solo así me dejas? ¿Qué tal si quiero volver a quitarme la vida? Con veneno.---.pretendo asustarlo.
- Haz lo que quieras. Yo ya hice lo que tenía que hacer. Si insistes es asunto tuyo.---. Sigue su camino pero a los 5 pasos vuelve a tropezar con su propio pie y cae
- ¿Ves? Si no estoy a tu lado te vas a lastimar.---. Se levanta y sigue avanzando, yo corro para alcanzarlo
- ¿Por qué me sigues?.---. Al fin logré detenerlo
- Yo…-----. Sé que estoy rojo de vergüenza. Sus ojos rasgados me ponen nervioso, es como si pudiera ver a través de mi alma, no puedo ocultarle nada. Nunca me había pasado esto.---. No quiero estar solo.---. Parpadea un par de veces y recorre mis facciones. Luego pone su mano derecha en mi mejilla ¡es tan suave! Me agrada que me acaricia con el pulgar.
- Eres tan tonto.---. Reanuda el camino, pero esta vez vamos los 2 juntos. Me siento feliz con esto. No sé a dónde voy pero, es la primera vez que no camino sin rumbo. Jinki me hizo renacer
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TRABAJO EN UN REDUCIDO HORARIO
- Ya sabes lo que tienes qué hacer.---. Una voz que viene de la nada
- Si Señor.---. Respondo sumiso. Sé que mi voz le agrada, me lo ha dicho varias veces.
- No falles
- ¿Por qué debemos intervenir si es lo que ellos quieren? Son dueños de su tiempo y saben lo que hacen de su vida.
- Te lo he dicho mil veces. Ellos no son dueños de nada. Cada quien nace con una cantidad limitada de energía y aún no es su tiempo. Ahora ve, solo tienes 3 horas.
Cierro los ojos y algo cálido me rodea, cuando los vuelvo a abrir estoy en un paraje verde y florido. Puedo verlo llorando de rodillas con la clásica escuadra de metal apuntando a su cabeza, siempre recurren a los mismos métodos. Camino hacia el. Es difícil manejarse dentro de este “traje” de carne gelatinosa maloliente que es afectada por la gravedad. Resbalo un par de veces hasta que agarro temple.
Se ve tan indefenso. Sus lágrimas son como diamantillos que adornan sus mejillas, no puedo dejar que lo haga, ya no solo por trabajo, si no que me dolería verlo que lo hiciera. Lo detengo posando mi mano sobre la suya, siento algo recorriéndome el cuerpo de carne, creo que se llama escalofrío. Cuando veo su rostro de frente me quedo maravillado con sus enormes ojos, el canela de su piel y los carnosos labios.
A su lado el tiempo pasa volando, debo regresar antes de que me castiguen, pero al ver la súplica en sus ojos me detengo, no puedo resistirlo. Ya no me importa el castigo, me quedaré un rato más a su lado. Caminando juntos por la carretera siento que este cuerpo ya no pesa tanto, quizá sea porque reír aminora el peso de las cargas más pesadas. ¿Por qué sonrío tanto a su lado?
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WELCOME TO THE HOTEL CALIFORNIA
Hace frío y llegamos a un hotel de paso, tiene una mala pinta. Al tocar la campanilla sale un anciano y nos da la llave de un cuarto no sin antes dirigirnos una molesta mirada maliciosa. Jinki toma una paletita de un dulcero que dice “solo clientes”, pareciera que fumara, vuelvo a reír solo de recordarlo.
Yo pago la noche de hospedaje, el ya me dijo que no tiene dinero, de hecho, me vio raro cuando le hice la sutil pregunta. No puede ser un vagabundo, está demasiado limpio y una sonrisa impecable de odontólogo. ¿Un estafador u oportunista? No, es muy inocente. Tal vez un chico rico que solo maneja electrónico y no sabe usar la moneda corriente. Le resto importancia. Pagaré lo que sea necesario con tal de no regresar a mi antigua vida.
Jinki mira todo detenidamente, acaricia el gastado tapiz. Yo me acuesto en la cama y prendo el televisor. El se lo queda viendo, toca la pantalla, sonríe y se acuesta a mi lado. Todo le parece tan divertido, quisiera poder ser tan alegre como el. Ya es muy tarde, yo tengo un hambre atroz y seguramente Jinki está igual. Vamos a la cafetería del hotel, hay varios traileros que nos miran con cara de pocos amigos. Yo pido un sándwich de pollo, tuve que pedirle a el uno de jamón por que no sabía que pedir.
- ¿Puedo probar el tuyo?
- Hmn.--. Odio que me pidan de mi comida, pero sus ojos traviesos me convencen.---. Está bien
- ¡Es delicioso! ¡Riquísimo! ¡lo mejor de este mundo!
- Tenias mucha hambre, ¿desde a qué hora no comes?
- Nunca he comido ¿Cómo dices que se llama esto?
- Sándwich de Pollo..---.. sus bromas a veces son exasperantes
- Te lo cambio, tu come esto de jamón y yo el de pollo, me fascina
- Ok…eres raro
- Solo soy “de normalidad diferente”.
Regresamos a la habitación, estoy muy cansado y lo único que quiero es dormir (ser un suicida llega a ser mas desgastante de lo que parece). Con toda la naturalidad del mundo se quita su camisa y se acuesta a mi lado. Me pongo tan nervioso con el calor que emana su cuerpo.
- ¿Por qué me miras así? .---. Su voz es tersa
- ¿No te parece muy “confianzudo” meterte así en una cama?.--. Jalo la sábana hasta cubrirme la nariz reteniendo pudor.
- Solo hay una, no es mi culpa.---. Prefiero dejar de discutir, pero si se le ocurre hacer alguna perversión le partiré la cara.
Su cabello huele delicioso, respira como un bebe, tiene el sueño muy pesado, en cuanto puso la cabeza en la almohada se perdió. Lo observo con detenimiento: sus facciones son suaves y tiene una graciosa barbilla marcada. Comienza a titiritar de frío, la cobija es muy delgada y el es friolento. Mi brazo se mueve instintivamente y lo rodeo. El se pega a mi pecho y en pocos minutos deja de temblar.
- ¿Por qué demonios hago esto?.---. Tal vez los actos involuntarios son los mejor planeados.
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HOLA Y ADIOS///AYUDAR HASTA QUE DUELA (Madre Teresa)…¡YA, YA, YA!
- Ya despierta dormilón.--. Lo veo envuelto en las cobijas, lo abrazo sobre ellas.
- Un rato mas
- Jinki, tenemos muchas cosas que hacer…hola, hola Tierra llamando a Jinki---. Le busco la cara
- Hnj, esta bien.---.amo despertarlo cada mañana.
Por fin se levanta y empezamos nuestras actividades. No puedo que creer han pasado 5 meses desde que nos conocimos y aún no regreso a casa. No, en realidad estoy en ella. Obvio, ya no vivimos en el hotel, rentamos una casucha en un pueblo cercano, hay mucha gente mayor, así que constantemente recurren a nosotros para que los ayudemos con cosas que no pueden hacer. Son muy amables y nos pagan con galletas, fruta o pollo (mucho). El que más disfruta ayudando es Jinki, es como un ángel, pero tuve que ponerle un alto porque no se medía: les daba TODO, no solo su ayuda, si no que una vez llegó un vagabundo y le dio nuestro dinero y comida. Ya le dije, que la gente no es tan buena y que tienes que ser mesurado con lo que das ¿Si no con qué te quedas? Parece que ya lo entendió. Solo espero que ahora que a él le tocó hacer las compras no le de todo el mandado a otro vagabundo (sonrío imaginándolo).
Esta vez yo debo ir a conseguir el plato fuerte, tengo antojo de una enorme carne asada (se me hace agua la boca) pero, a el le gusta el pollo. La carne se ve tan buena. Pero su expresión cuando se está cociendo y no lo dejo que lo coma. Hace mucho que no como vaca, ya la extraño. Ah, pollo, ¡Qué mas da! Eso sí, la próxima será lo que yo quiera, así es, por que se hace lo que yo digo, yo soy el que manda, yo tomo las decisiones en la casa… ¿Cómo lo cocinaré para que le guste?
Mientras tanto en un mercadillo…
Ya llevo todo y aun me queda algo de dinero, ya entendí que no debo comprar las presentaciones gigantes porque solo somos 2 así que puedo darme un lujo. Tal vez unos dulces, los que vi la vez pasada o galletas para la cena. No, creo que mejor me llevo el jugo de naranja, a Minho le gusta. Le digo adiós a los dulces del empaque bonito, el metalizado es hermoso, aunque me duele dejarlos… pero es lo que a él le gusta, me llevo el jugo.
Juntos preparamos la merienda, me justa jugar con el mientras cocinamos.
- ¿Qué compraste?.---. Le pregunto al verlo poner la bolsa en la mesa.
- Pollo…es que se veía más fresco que la res.--. Aclara cuando no he preguntado.--. ¿Y tú?
- Jugo de naranja..---. Se hace silencio unos segundos.---. ¿Ayer que cenamos?
- Pollo y jugo de naranja
Casi diario comemos lo mismo, pero no importa, aunque la comida sea igual, para mi cada una de tus sonrisas tiene un sabor diferente.
- Está rico en jugo
- Gracias por el pollo.---. Seguimos con la rutina, nos hemos acostumbrado a dormir en la misma cama. Como siempre, pasa su brazo por mi espalda y me acomodo en su pecho.---. Adiós
- Buenas noches ¿Por qué adiós si no vas a ninguna parte?
- Es que paso mucho tiempo sin verte mientras duermo, siento que me despido
- Jinki ¡Eres todo un caso!...adiós.--. Apaga la lámpara.
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TU CAMINAS, YO CAMINO
- ¿Acaso nunca vas a entender?
- Tu eres el que no entiendes que es bueno ayudar a la gente
- Pero esa vieja mañosa siempre viene a pedir despensa y nunca la paga
- Dijo que esta vez si nos iba a dar cuando cobrara.
- ¡Es desempleada! … ¿Siempre tengo que estar aquí para que no hagas una tontería?
- Ahora resulta que eres “Minho el salvador”. No te sientas tan indispensable. Tampoco me trates como un retrasado
- No te comportes como tal
- ¿Así que a tus ojos soy un retrasado?---. Comenzamos a subir el tono de voz
- No es lo que quise decir
- Oh vaya. Después de tanto tiempo me doy cuenta en el concepto que me tienes. Tal vez si soy un retrasado, pero cuando menos ¡no soy un idiota con una pistola en la cabeza!
- ¡YA FUE SUFICIENTE! Me largo!
- ¡Bien!
Minho sale hecho una furia de la casa, últimamente ha sido un poco difícil la convivencia. Si no es uno es el otro el que empieza la pelea, pero esta es la primera vez que llegan tan lejos. Se va a vagar por ahí, no quiere saber nada de Jinki. Ahora que recapacita, el es muy independiente y puede tomar su camino. Tal vez es eso lo mejor. Ha estado tanto tiempo solo girado alrededor de ese extraño chico que se ha olvidado de si mismo. Mientras camina va pensando en lo que hará, donde irá, tantas cosas que hay que planear cuando se quiere hacer un cambio grande.
Cuando menos lo nota está en el camino que lo lleva de regreso a casa. El sol está a su espalda y puede ver su sombra en el pavimento. Tenía tanto que no veía su sombra sola, siempre estaba a su lado la de Jinki tropezando. Desde ese día en la carretera siempre sus sombras van juntas. Hace unas horas que salió enojado de la casa y siente que lo extraña. Sacude su cabeza y sigue de largo.
Mientras tanto, el chico de la casa está sentado en el comedor recriminándose por no haber regresado cuando debió, una vez que lo dejó a salvo solo se trataba de caminar hacia el sol, ahora se estaría ahorrando todas esas molestias, ¡pero no!, tenía que ceder ante los grandes ojos suplicantes de Minho. Lo mejor sería regresar, escuchar callado el regaño y retomar sus actividades normales. Si eso haría, sin duda. Estaba harto de solo pensar en complacer al moreno. Ni se lo merece ni lo agradece. Se iría de ahí en cuando regrese…por que ya es muy tarde y no llega, ya casi dan las 10 de la noche. El no acostumbra andar en la calle a esa hora ¿Estará bien? Un temor le recorre la columna. Eso no puede pasar, es mas, como ya no le importa (por que no le importa, ya se lo dijo 1000 veces a si mismo) se va a acostar, aunque no puede ni siquiera parpadear (obvio), cualquier ruido y voltea para ver si ya llegó.
Al fin escucha que abre con su llave. Se envuelve para que lo crea dormido y se acurruca de modo que le da la espalda. Respira tranquilo cuando siente su peso en el colchón.
- ¿Estás dormido?
- Obvio que ya no, me despertaste..----. Sonríe ligeramente al escuchar otra vez la voz de Minho. Aliviado de tenerlo a salvo en casa.
- Yo…bueno, tengo algo importante que decirte .----. Jinki voltea.
Se quedan mirando por un momento, es como si les hubieran borrado el cerebro y solo existieran los ojos del otro. Todo el día se extrañaron y solo fue que Minho escuchó la voz de Jinki que fue invadido por la paz que solo sentía a su lado. Los planes de irse de ambos quedaron en el olvido.
- Jinki, bueno…----.no sabía que decir, nunca ha sabido pedir perdón.
- Sh, sh .---. Lo calla poniéndole el dedo sobre los labios, podía ver el arrepentimiento en sus ojos además de que sabía que no era bueno con las palabras. El también exageró las cosas en la tarde y lo trató mal.---. No te vuelvas a ir ¿Quieres? Te extrañé
- Y yo a ti.---. Lo abrazó como cada noche pero esta vez le besó la frente. Se sintió tan bien ese contacto
Al día siguiente salieron a estirar las piernas en el camino, sus sombras se reflejaban juntas en el piso, se veían mejor así, eran menos oscuras. Se veían alegres de estar acompañadas.
Jinki va feliz, incluso no tropieza tan seguido, llena de aire sus pulmones y comienza a cantar. Minho no puede creer lo que escucha, es una voz limpia, fuerte, con una entonación que desafía a cualquier profesional.
Hacia tanto que no cantaba, solo lo hacía para el Supremo cuando se lo pedía y se sentía orgulloso de que alabara su don. Mira a un lado y encuentra a Minho boquiabierto, siente algo de vergüenza
- Vamos, no te detengas, sigue cantando
- Eh, no, mejor platícame algo
- Canta para mi.---. De la muñeca lo jala a un lado del camino y se sientan en la hierba
- Solo si tu me acompañas
- Uh, soy muy malo.
- No lo eres, vamos.
Jinki vuelve a cantar, por supuesto que no es una canción del radio. Es de las que canta “allá arriba” por lo que Minho jamás la ha escuchado, sin embargo, de un modo que el no comprende, la conoce, es como si su corazón le dictara la letra. Empieza a acompañarlo en su canto haciendo el coro perfecto.
- ¿Ves como si cantas?
- Cuando estaba en el colegio me gustaban las bandas pesadas, intentaba rapear pero, no se me da bien, tal vez por no ser negro
- Es mi turno de escucharte
Algo tímido comienza a rapear una canción de cuando aún estaba en el colegio. Lo hace muy bien además de que su grave voz es sensual, pero el no se siente muy a gusto, la impresionante voz de Jinki no tiene comparación pero al mayor le gusta escucharlo, se ve diferente poniendo su actitud de rapero y cubriéndose la boca con la mano como si estuviera agarrando un micrófono. Se vería bastante bien haciendo eso en un escenario.
A partir de ese día, cada vez que salían, Jinki cantaba y Minho le acompañaba con su singular estilo, quien los llegaba a escuchar los felicitaba, ellos solo se reían y continuaban cantando. Un modo más de acompañarse, de estar unidos, inventaban sus propias canciones e incluso les ponían coreografías. Reían tanto que terminaban tirados en el piso agarrándose el estómago. Minho no recordaba reírse de ese modo con su hermano, tal vez por que los amigos son nuestros hermanos perdidos, no lo comprendía pero junto a Jinki todo era paz y felicidad, tenía un aura muy especial.
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NOTICIAS
Jinki se ve en el cuarto blanco, conoce ese lugar, ha estado ahí eternamente. Esa conocida voz lo llama:
- Sabes que lo que has estado haciendo está mal ¿Verdad?
- Si Señor, lo se .---. Agacha su cabeza.
- Solo por ser tú no te he obligado a regresar, te merecías unas vacaciones. Pero el tiempo se ha acabado.
- No, por favor. Un tiempo mas
- No tu tiempo. El de él .---. El chico de ojos rasgados sintió que se paralizaba el corazón, sus manos temblaron, eso no era posible.
- ¡NO! No te desquites con él. Regresaré mañana mismo si es lo que quieres.---. Empieza a llorar desesperado. Siente tanto miedo por que sabe lo que significa.
- No se trata de eso, simplemente su tiempo se ha terminado.---. Trata de sonar comprensivo
- ¡¿ENTONCES POR QUE ME ENVIASTE A SALVARLO?!
- Aun no le tocaba. Su “frasco” se está vaciando. Yo no lo tocaría para lastimarte, se que es importante para ti. Quédate con él hasta el final, pero quise avisarte para que estés preparado.
- NO, NO, NOOOOO.---. La luz blanca se comienza a hacer borrosa. Jinki se sienta de un golpe en la cama bañado en sudor y lágrimas. Esa tarde había querido tomar una siesta y ya estaba a punto de anochecer. No veía a Minho por ningún lado.---. ¿Minho? ¿Minho? ¿MINHOOOO?.---. Se levanta corriendo y sale como desaforado. Minho está haciendo algo de plomería y tiene herramientas en la mano.---. ¡MINHO!.---. Lo abraza con todas sus fuerzas. El chico se asusta y de inmediato le corresponde acariciándole el cabello.
- ¿Qué tienes? Tranquilo.---. Le seca las lágrimas con sus dedos, su corazón se encogió al verlo así.
- Minho.---. Sigue llorando mojándole el cuello con las lágrimas.--. Soñé que tu…---. No puede decirle la verdad.
- Vamos, fue solo un sueño. Entremos a la casa..----. Abrazado lo mete y lo sienta en la orilla de la cama.---. Cálmate, todo está bien.---. Le besa la frente pero Jinki vuelve a aferrarse a el. Está en una crisis nerviosa. Se sienta a su lado y lo jala para que se acomode en su pecho.---. Ya no llores.---.
Se sentía tan inútil. Lo separa un poco y ve su rostro lleno de lágrimas, no lo soporta, le destroza verlo triste. Una punzada se clava en su pecho “ya no puedo verlo llorar, no quiero. Jinki vuelve a sonreír para mi, por favor”. Cuando abre los ojos tiene sus labios sobre los del chico y este lo está mirando sorprendido ¿Cuándo se acercó a el? Pero sus labios, son tan cálidos. Al principio no se mueve, pero poco a poco comienza a ceder y le corresponde con torpeza, como si fuera la primera vez que da un beso ¿O acaso así será? Imposible, por su edad ya debe tener todo tipo de experiencias. Si con tan solo estar a su lado se siente lleno de paz, ahora es un estado de relajación total, nada importa, solo que ahora Jinki ha dejado de llorar y lo está rodeando del cuello y sus dedos juguetones se enredan en su cabello, hermoso. Ya no puede separarse de el, no se detendrá hasta que lo descubra todo de él. Quiere sentirse verdaderamente cerca de ese ángel que ha tocado su vida. Jamás un beso lo había sentido tan lleno de cariño.
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Pensar en perderlo, en que ha llegado su tiempo y ni yo ni “El Supremo” puede hacer nada. Esto no puede estar pasando. Cuando me abraza no imagino mi vida sin su calor. Escucho sus palabras tratando de calmarme y yo no puedo decirle nada. Esta vez no puedo protegerlo de lo único inevitable en la vida de un humano. Cuando mi desesperación llega al límite siento sus labios en los míos, no comprendo qué es lo que hace ¡Pero se siente tan bien! Pone sus manos en mi cintura y luego las cuela bajo mi ropa ¿Qué es todo esto que siento? Felicidad y ansiedad mezclada. Siento vergüenza cuando ve mis rodillas llenas de moretones por mis constantes caídas, quisiera ser lo suficientemente perfecto para él, él es tan hermoso. Me lleva a probar tantos manjares que jamás pensé pudieran existir; Señor ¿Es esto a lo que llamas pecado? Liberamos nuestras almas y abrimos una puerta a nuestro propio paraíso. “Minho” con solo pronunciar tu nombre mi piel se eriza, y cuando tu dices el mío voy en contra de todas mis convicciones, de el por qué fui creado (si es que lo fui) nunca pensé decirlo pero odio tu existencia finita y odio mas mi eternidad ¿Por qué nos pasa esto? Te veo sonriendo con cada uno de mis movimientos ignorante de lo que pronto pasará. ¡No puedo salvarte! Y eso me hace ser más feroz contigo. Quiero memorizar cada porción de tu piel, no quiero que este momento termine jamás. Pronuncias mi nombre en el tono mas ronco que te he escuchado jamás, por fin nos pertenecemos por completo …
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Todos los días Minho me lleva a conocer nuevos caminos de nuestros cuerpos, este “traje gelatinoso de carne” ya no me parece repulsivo. Al contrario, amo todo lo que la piel puede hacer, en vez de ser un impedimento, solo es un filtro de sensaciones pero al mismo tiempo no dejo de ver su alma.
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[…]Si antes sin darme cuenta trataba de complacer a Jinki, ahora solo pienso en cómo hacerlo feliz. Se ha convertido en mi mundo, mi felicidad. Con una sola de sus sonrisas me desarma. ¿Cómo pude ser tan idiota como para intentar quitarme la vida cuando no había conocido felicidad tan perfecta como esta?. Le debo todo, hasta la vida. Y es por ello, que a partir de ahora, cada día lo dedicaré a complacerlo, a amarlo. Y cuando ambos seamos unos viejecitos, miraremos por la ventana pero cada vez que vea sus ojos, estaré viendo al hermoso joven que es ahora, con esta inocencia desgarradora que hace que lo ame cada día más. Jinki, te amo (te veo dormir en mi pecho). Eres el ángel que ha salvado mi vida. Te pertenezco, de hecho, creo que siempre fue así. ¿Por qué llegaste a mi vida en el momento mas oportuno?
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NUESTRO CAMINO
Minho carga feliz las maletas, con pesadez va tras el Jinki con la canasta de comida. Planeó todo para ese día, se escaparían a la playa que está a unas horas de camino, por lo que tomarán un autobús económico. El chico de ojos rasgados no quería ir, tiene miedo de dar siquiera un paso fuera de la casa por la advertencia que recibió hace unas semanas. Pero vio tan entusiasmado a Minho que no pudo rehusarse.
Cuando llegan se queda maravillado con la belleza del mar, no es que nunca lo haya visto, si no que siempre tiene solo unas horas para hacer su trabajo y regresa inmediatamente. Esta vez tiene la oportunidad de bañarse en las aguas salinas, acompañado del chico moreno de incomparable silueta. La gente los mira celosos de su felicidad. Huyen a una parte solitaria donde aprovechan para amarse con la emoción de la posibilidad de ser descubiertos. Comen deliciosa comida marina y se hospedan en un hotelito donde se dedican toda la noche para ellos. Al día siguiente repiten la rutina.
El mar y la arena son hermosos, pero no pueden compararse con el rostro feliz de Minho que cautiva a todos con facilidad. Como viven en una comunidad de gente mayor no habían pasado por esto, pero Jinki está bastante molesto de que todos los chicos y chicas lo miran con coquetería sin siquiera notar que muchas de esas miradas también van dirigidas a el.
- ¿Por qué tan serio?.---. Minho le seca el cabello, disfruta haciéndole ridículos peinados
- ¿Para qué querían esas chicas que las acompañaras a su hotel? ¿Pueden llegar solas no?
- Jajaja, así son las chicas Jinki. No les hagas caso, yo solo tengo ojos para ti.
- Y para el mesero del desayuno.
- Yo solo le devolví la sonrisa, además, “TU”.--. Le pellizca la nariz.---. Fuiste demasiado amable con el turista perdido
- No sabía llegar a su hotel
- ¡Estaba frente a el! te comía con los ojos.---. Jinki se pone rojo.----. ¿Quién no quisiera “comerte”? justo en este momento se me antoja “un pollito marinero”
- ¡Minho! Nos van a oír.--. Se avergüenza aunque le alagan sus palabras
- No me importa, quiero que sepan que vienes conmigo, que eres mio.---. Le roba un apasionado beso que hace que algunos transeúntes se detengan a mirarlos.
Jinki jamás había sentido celos, eran horribles, pero saberse celado es agradable ¿Por qué los sentimientos tienen que ser tan contradictorios? Se aman y no pueden ocultarlo, no importan los coqueteos de los ajenos, nada puede hacer que quiten la vista uno del otro, no hay otro ser mas perfecto en la tierra.
Las vacaciones han terminado, un fin de semana diferente aunque con la misma felicidad perfecta que comparten todos los días. Algo cansados toman el autobús de regreso. A bordo van muchas familias y grupitos de amigos, algo ruidosos pero es agradable. Al cabo de un rato el cansancio los va venciendo y dormitan ligeramente.
De pronto Jinki se pone alerta, algo no le gusta aunque no sabe de qué se trata. Se endereza en su asiento y mira para todos lados. Los pasajeros están en el mismo estado de adormecimiento sin embargo eso no lo tranquiliza. Solo escucha que a su lado pasa un tráiler a toda velocidad y a partir de ahí todo sucede en escasos segundos.
El conductor intentó estabilizar el autobús puesto que el tráiler les dio un fuerte golpe en la parte delantera, sin embargo, el impacto fue demasiado fuerte y no pudo hacerlo. El camión salió del camino y se fue a la empinada ladera empezando a rodar y rodar de bajada. Jinki que era el más atento supo de inmediato de lo que se trataba, el tiempo se había terminado.
Una luz se abrió ante sus ojos, era el camino de regreso. Si lo tomaba no sentiría nada de dolor, solo el conocido calor que lo envolvía cada vez que era transportado. Sin embargo, no estaba dispuesto a dejar solo a la persona mas importante de su vida. No le importaba el dolor, soportaría lo que fuera si con ello podía aminorar el dolor del otro chico. Se echó sobre de Minho cubriéndolo con su cuerpo, abrazándolo con todas sus fuerzas tratando de protegerlo. Solo sentía los golpes con cada giro del camión y se hicieron más fuertes cuando los vidrios se estrellaron y en varias ocasiones su espalda golpeó directo sobre la ladera. Su cuerpo se iba destrozando pero aún así, jamás aflojó su agarre. Por fin dejaron de rodar. Lamentos y llantos se oían por todos lados. Ellos quedaron fuera del camión sobre unos matorrales. Al igual que en las rocas de la playa estaban convertidos en uno, pero de un modo muy diferente: sus cuerpos estaban destrozados, incluso sus huesos estaban mezclados. La sangre era un inmenso mar carmesí a su alrededor, de nada sirvió el intento de Jinki por proteger a Minho. Este estaba sobre el con sus inmensos ojos llenos de lágrimas.
- Jinki ¿Qué pasó? ¿Por qué me duele tanto?
- Esta bien Minho, pronto todo pasará.---. Trata de sonar tranquilo aunque el dolor también lo está matando. Con lo poco que queda de sus brazos trata de acariciarlo. A pesar de llevar tanto tiempo en un cuerpo humano, aún hay algunas cosas que puede hacer. Se concentra y comienza a absorber el dolor de Minho haciendo doble el suyo, pero no le importa, solo quiere que el esté tranquilo, de todos modos, ya no hay nada que pueda hacer. Puede ver su rostro que empieza a relajarse sin embargo el está sufriendo una agonía más grande de la que nadie pueda imaginar. Ni la corona de espinas sufrió tanto, el no estaba protegiendo a alguien en específico y salvar al mundo de sus pecados no puede compararse con el pecado de salvar al ser que uno ama aunque eso sea un sentimiento egoísta.
- Ya no duele tanto.---. Hace un movimiento acariciándolo con su mejilla
- Es porque todo estará bien.---. Sonríe para darle confianza. Hasta curvar los labios es doloroso.
- No me mientas, sé que no nos queda tiempo y tengo mucho miedo.---. Hunde la cara en su cuello.---. No quiero alejarme de ti, no quiero perderte.---. Llora desesperado
- Tranquilízate.---. Comienza a cantarle en su oído, es mas o menos la hora en la que comenzaron a caminar juntos por la carretera hace varios meses cuando se conocieron. Comienza a recordar todo lo que ha vivido a su lado. Ha sido tan hermoso. No puede evitar recriminarle Al Supremo por hacer esto aunque sabe que él no tiene la culpa. Siente los espasmos de su cuerpo, su vida de está apagando, lo abraza mas fuerte ¡Les falta tanto por vivir!
- Jinki, te amo.---. Fueron sus últimas palabras y se las dirigió a el. Ni siquiera el dolor doble que ha estado soportando puede compararse con el dolor de su corazón cuando sintió que la respiración de Minho se detuvo. Dio un grito desesperado que hizo eco en toda la barranca opacando los lamentos de todos los demás que estaban en una situación similar. Solo cerró los ojos esperando que no tardara mucho en alcanzarlo. Pero se aferró al cuerpo de Minho tratando de absorber hasta el último instante de su calor.
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Ambos están en el cuarto blanco, pero no están lastimados, ya nada duele, se ven hermosos y radiantes como todos los días. Una voz profunda proveniente de la nada los llama:
- Lamento que haya sido tan corto el tiempo que estuvieron juntos. Sin embargo es algo que ni siquiera yo controlo, así que ahora tengo que hacer lo que sigue. Minho, fuiste una excelente persona, demostraste una capacidad de amar que muy pocos tienen. Pero ahora debes elegir.
- ¿Eres Dios? .---. Pregunta con respeto, Jinki le agarra la mano aunque ahora no pueden sentir como se siente con la piel, solo es “una mano imaginaria” porque en realidad no tienen cuerpo.
- Es una forma de llamarme. No tenemos mucho tiempo. Debes elegir entre ir al cielo donde hay una eternidad de tranquilidad o puedes reencarnar y esperar tener la suerte de que tu próximo nuevo cuerpo tenga más energía vital que el que te tocó esta vez.
- Jinki ¿Qué quieres que hagamos?
- El no puede elegir ninguna de esas opciones
- Yo…creo que debo explicarte unas cosas.--.empieza a hablar el chico de ojos rasgados.-- No soy un humano como tu, soy lo que ustedes llaman un ángel y mi trabajo era evitar que te dispararas aquella vez en el campo .---. Minho no puede creer lo que está escuchando, ahora comprende todo y hasta siente una jaqueca. Por eso no podía caminar bien, era tan inocente y dadivoso, todo le sorprendía. Por eso era tan perfecto, simplemente no lo merecía, era un ser superior y sin embargo le regaló el calor de sus labios y el aroma de su piel.---. Solo debía quedarme unas horas y cuando te dije que ya me iba era cuando debía regresar
- ¿Por qué no lo hiciste?
- Por ti, ya no pude alejarme. Nunca pensé que yo pudiera tener apego por un humano, solo los veo por un par de horas y los dejo, sin embargo, una vez que te vi, supe que no podría separarme nunca.
- ¡Me quedaré contigo!.---. Dice con determinación.
- ¡NO! Tu no puedes hacer eso, eres un humano, debes elegir entre el cielo y la reencarnación. Yo, regresaré a mi trabajo.
- ¿Si me quedo en el cielo puedo seguirte viendo?
- No, tu irías aun lugar diferente, después de aquí no importa lo que elijas, jamás nos volveremos a encontrar
- ¡Nooo! Yo te amo Jinki, no quiero una eternidad sin ti. Dios por favor, debe haber un modo.
- Hay uno, pero no es conveniente para ninguno de los 2 .---. Jinki escucha atento, no puede creer que exista una alternativa.---. Ambos tendrían que renunciar, tú a ser ángel y tú al cielo o a la reencarnación. Irían a la nada puesto que ya no serían nada, sin embargo, sus almas seguirían intactas.
- ¡Hagamos eso! Estoy dispuesto a renunciar a todo por ti
- ¡No! No sabes lo que dices, la nada es un espacio vacío, solo estaríamos flotando sin un propósito por toda la eternidad
- Pero juntos.---. Sus enormes ojos están llenos de esperanza.
- Pero tú te mereces o volver a vivir o que tu alma exista en paz.---.aunque jamás lo vuelva a ver quiere asegurarse de que estará bien. No importa su dolor, lo más importante, es el alma de Minho
- ¿Y crees que voy a tener paz sin ti? Tu eres mi cielo y mi reencarnación, no me importa nada mas, solo quiero estar contigo.--.Se abrazan. No es lo que Jinki quisiera para el alma de Minho, sin embargo ve lo decidido que está y a él no le importa renunciar a ser un ángel, estaría encantado de flotar en la eternidad con Minho a su lado.
- Elegimos la nada.---. Se toman con fuerza de la mano aunque Jinki tiene más miedo por que sabe de lo que se trata.
- Esta bien, si esa es su elección no tengo por que oponerme. Onew, te extrañaré, eres uno de mis mejores ángeles. Nadie canta como tu.
- ¿Onew?
- Mi nombre de ángel.---. Responde tímido.---. Jinki es “mi nombre artístico”
- Es tan hermoso, te queda perfecto. “Onew” suena suave.---. Una luz cálida los envuelve, son los últimos instantes en que verán sus rostros. Tratan de absorber cada detalle, el cabello, la forma de las cejas, el brillo de los ojos y lo carnoso de los labios. Son transportados a un lugar oscuro y frío. Efectivamente no hay nada, es aterrador. No hay sonido, no hay luz. Al ya no tener cuerpo no pueden verse ni tocarse, solo tienen la sensación de cercanía. Solo les queda el recuerdo de sus cuerpos humanos, con forma y la delicia de sensaciones que podían experimentar con el. Jamás volverán a ver sus ojos, jamás volverán a darse un beso, sin embargo están felices porque sus almas estarán juntas por toda la eternidad.
- ¿Ahora que hacemos?
- Lo que quieras, ahora nos sobra el tiempo para estar juntos…¿Vamos al cine? Creo que no hay fila
- Amo tus bromas…Onew. Te amo ángel
- No, tu eres el verdadero ángel.
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Y es así como volvía nacer por tercera vez. La primera fue de un vientre, la segunda de la mano de Onew y la tercera para nunca morir. Extrañaré sus sonrisas, el calor y suavidad de su piel, el aroma de su cabello. Poder estrujarlo este mis brazos y decirle sobre sus labios que era mío. Pero ahora estamos en otro plano y prefiero esta existencia errante a alejarme de el. Ahora si, el tiempo es lo que menos importa y podre decirle que lo amo hasta que algo mas allá que El Supremo nos ponga un fin. Ojalá falte mucho para eso.
- Minho, te amo
- Y yo a ti, mi hermoso Onew.
FIN