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¿Qué pasará, si alguien no salva tu alma? por Saga

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Notas del fanfic:

Completamente original.

Tema "Un día más, un día menos" de rata blanca.

Notas del capitulo:

espero lloren =$

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 ▒ ▓▀¿Qué pasará, si alguien no salva tu alma? ▒ ▓▀ ▄

 Parte I

 ****“Completamente Solo”****

“Por Saga”

 

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-Hola Sara, oye, y ¿vamos a ir el miércoles a ver la película?, ya la estrenaron hace dos semanas, y no quiero ir solo- Le escribí en el facebook, esperanzado tener a alguien con quien poder ir. Se trata del Hobbyt, amo esta saga, leí todos los libros, deseo ver esta película. Ya estaba aburrido de tener que hacer las cosas solo, en varias ocasiones tuve que ir sin compañía al cine, nada más porque nadie me quería acompañar.

-Estoy acostumbrado-. Pienso en vos alta, mientras estoy solo en mi cuarto, pero en el fondo, no es así, solo quiero, solo deseo tener un amigo(a) que de verás me haga compañía, o mejor aún, un novio que me ame. Yo no sé lo que significa el amor, no sé lo que es dar un beso o que te digan al oído que eres lo más valioso del mundo, no he tenido novio jamás, simplemente no se su significado. 

Mientras tanto, leo fics en una página bien entretenida, allí muchas personas escriben sus historias sobre chicos que luchan por ser feliz junto a otros chicos, o chicas, depende si es yaoi o yuri, me encantan, me hacen creer que tal vez tengo una oportunidad, tal vez pueda ser feliz. Hay de todo, pero yo prefiero ese tipo de historias.

Espero pacientemente la respuesta, quiero que me diga, lo necesito. 

–Sí!- Lo deseo con todo el alma, aunque no lo comente, puede que sea sensible, pero eso no quiere decir que dé a conocer mis sentimientos, generalmente soy bastante frio, pero nunca he querido hacer el mal a nadie. 

-Lo siento, no puedo, voy a salir con alguien más ese día, tu sabes- Y me deprimo frente a mi pc, mis lágrimas caen por mis ojos, vuelvo a la realidad, vuelvo a la soledad.

Ella quiere seguir conversando conmigo, pero no tengo ganas, me despido sin  más y cierro la página y todo, me iré a andar en bicicleta, no tengo nada más, en ella me siento seguro.

Hace cuatro meses que hice lo más arriesgado en mi vida, algo que me causo dolor.

Me había enamorado por segunda vez, la primera fue cuando tenía 18, estaba confundido, me tomo tiempo entender lo que sentía, me hice de fuerzas que no tenía y me le declaré, fue un total fracaso me trato mal, me pidió que me alejara, que ni le mirara, pero, ese era el riesgo, que me tomó 1 año en superar ese dolor, ahora con 24 creo que lo que me sucedió puede ser lo definitivo. Él es un chico muy simpático, tierno y bastante introvertido, se llama Francisco Fuentes, un joven de 20 años, delgado, de mi altura y bastante esforzado, desde el primer día que lo vi, me gustó, poco a poco mis sentimientos hacia él fueron aumentando, hasta que ya no dieron más.

Siempre habla conmigo, su mirada me hace creer que tengo una oportunidad, o eso quiero creer, era cariñoso y en más de una ocasión lo sorprendí mirándome desde lejos.

 Simplemente me le declaré a solas en la universidad donde estudia, fue un fracaso, lo primero que hizo fue reírse de mí, quedé petrificado, no podía creer lo que escuchaba, luego me dijo que me estaba confundiendo, que todos sus gestos, todo lo que me hizo creer que tenía una posibilidad, fue hecho solo para saber si era gay, se burlo de mi, fue todo parte de un estúpido plan para dejarme mal. Me sentí muy mal, mis ganas de vivir poco a poco se fueron extinguiendo.

Esa noche lloré como nunca, estaba cansado -no tengo amigos- me decía mientras limpiaba mi rostro con mis manos, la vista se me estaba nublando de tanto dolor, -Ya no le importo a nadie- Decía a mi mismo acurrucado debajo de mis sabanas, yo trate de ser de aquellos que no pierden su fe en el amor, pero todo me sale mal, todo.

Veo a tiempo robarme otra vez el día, veo al televisor, siento que algo oprime mi corazón, es como una corona de espinas, temo por mi alma, temo por que nadie me salve, tal vez no merezco tal benevolencia de la vida, tal vez en otra vida.

En ese instante mi madre entro a mi cuarto, me había sentido. Entró sigilosamente y se sentó a un costado de mi cama, con vos bajita me dijo.

-Hijo, si quieres, puedes contarme- Tenía miedo, ella no sabía que era gay, pero fui valiente, se lo dije,  ella me acepto mejor de lo que siempre creí, tal vez no todo estaba perdido, me  consoló en un momento como ese, estaba triste, pero a la vez feliz, me había aceptado, me había abrazado, a los dos día se lo dije a mi padre, él me abrazó fuertemente y me dijo que me quería y aceptaba, tenía a una familia que me amaba aun siendo gay, eso me hizo tener fuerzas para superar el rechazo, poco a poco comencé a olvidar, a mejorar.

 

Pero la vida me odia, algo muy malo debí hacer en otra vida.

Mis padres murieron hace dos meses, fue un trágico accidente automovilístico, un camionero se quedo dormido al volante, se cruzo a la otra vía, justo en una cuesta, murieron en el mismo lugar, yo nunca iba con ellos, siempre me quedaba en casa, ese día debí estar allí, morir con ellos y tal vez, en otra vida ser feliz.

Estaba tomando onces, eran las nueve de la noche, y ellos todavía no llegaban, a veces pasaba, por eso no me preocupe. Me extraño que a eso de las dos de la mañana una patrulla se detuviera frente a mi casa, yo seguía despierto, no me contestaban al celular, tenía miedo.

Me trajeron la peor noticia que un hijo único puede recibir, -Me quedé solo- Decía mientras lloraba, cuatro días después del entierro, poco a poco me fui consumiendo en mi soledad, en mi vida destruida, un solo detalle, seguía con vida.

Trataron de levantarme el ánimo, creyeron que poco a poco iría superándome, viviendo con la idea de ser huérfano, de no tenerlos a mi lado, se estar más solo que nunca, mis amigos se fueron yendo, me fui quedando aun más solo, al final la única que  quedó fue Sara  y ese día ella también me abandonó. No la culpo, tiene vida, pero y ¿qué hago yo?, -nada- me dije a mí mismo.

 Decidí salir a caminar, iba por la calle mirando al piso, mientras la lluvia caía sobre el asfalto gris, recuerdo esos momentos que me hicieron tan feliz, esos hermosos tesoros a los que traté de aferrarme para no perder la esperanza, sabía que nada ganaría mirando atrás, pero no tenía nada más.

 Veo al tiempo como me robó otro día, pero ahora eso ya no tiene importancia,  creo que llego la hora de iniciar otro viaje sin rumbo, quien sabe, puede que este sea el definitivo, solo espero que alguien pueda salvar mi alma.

Estaba totalmente empapado, por eso decidí volver a mi vacía casa, ya había tomado una decisión, sería definitiva.

Entonces prendí mi computadora, abrí mi facebook por última vez, y publiqué:

 "Gracias a mis amigos por quererme y apoyarme, gracias por acompañarme y ayudarme cuando les fue posible, pero  ya lo he perdido todo, no les he contado, pero mis padres murieron hace dos meses, me quedé solo, ya nada me ata a este mundo, por eso he decidido dejarlo, espero me perdones dios. 

Adiós."

Tomé la decisión más dura en lo poco de vida que llevo a cuestas. Tomé mi bicicleta, salí de casa, aunque el cielo estuviera cayéndose y raudo como el viento me fui al único lugar que conocía como para ello, al llegar me bajé y dejé mi medio de transporte en la entrada, caminé lentamente hacia un edificio de estacionamientos de varios pisos, diez en realidad, parte de las instalaciones de la universidad, sin arrepentirme subí al quinto piso, la azotea, caminé un poco y  allí me quedé mirando el cielo, la ciudad, todo.

 Sentía como el agua me purificaba, es posible que esta vida sea un sueño, al final es eso lo que deseo, un hermoso sueño, quiero despertar de el a tu lado, si tu abrazándome… no, eso es imposible, eso no pasará aquí, pero soñar es gratis.

Lentamente me acerqué al precipicio, decidido a terminar con todo, mientras tanto, mis lágrimas caían por mi rostro, me veía terrible, pasaba llorando a cada rato, a cada momento, lamentando mi miserable vida, mi tormento. Si tan solo tú me hubieras correspondido, estoy seguro de que habría salido adelante, entiendan, necesito una mano que me levante, no soy un santo, no soy un dios, no soy Hércules, soy un ser humano que necesita ayuda, pero nunca llegó.

 La lluvia se ha detenido, creo que espera mi desenlace, que hipócrita es la vida y el destino, se burlan de mi hasta en este momento.

Posé mi pie en una pequeña losa de cemento que estaba justo en el borde del edificio, pase mi cuerpo lentamente, hasta quedar casi al vacio, mirando el piso, el cual pronto me recibiría, pronto todo se acabaría.

Por qué tuvieron que irse, me habían roto el corazón, necesitaba de ustedes para poder seguir, se fueron, no lo soporto mas, era por ustedes que no me cansaba de vivir, eran mi música, junto a ustedes nunca iba a caer, siempre me levantaban, ahora ya no, ya no. Lloraba, no podía evitarlo, pero era lo mejor, tal vez ahora mi sufrimiento se iría con mi vida.

Entonces cerré mis ojos y me solté de una vez ante aquel vacío que me recibiría, Adiós mundo, fuiste demasiado cruel conmigo, espero que mi vida no se repita con otros, adiós. 

 

 

 

 

 

Notas finales:

si lloraron, me dejan un rw :c

los quiero


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