— ¿Qué es lo que te pasa conmigo? —Jin Ki estaba harto, no había ni un solo día en el que el chico de negra cabellera, no lo molestara.
— ¿De qué hablas? —El muchacho se hizo el desentendido.
— ¡Sabes de qué hablo! —Exclamó el castaño frunciendo el entrecejo.
—No, no lo sé—Dijo el alto sonriendo ladinamente, ocasionando así que el de cabellos cobrizos se exasperara, y antes de que éste pensara siquiera en pronunciar palabra alguna, el pelinegro se dio la vuelta y se perdió de su vista.
— ¡Lee Chang Seon! ¡Eres un idiota! —Gritó notablemente molesto, logrando captar la atención de todas las personas presentes en aquel pasillo.
Lee Chang Seon, mejor conocido como Joon, había llegado al instituto hace unos tres meses, y desde su llegada, no había un día en el que no molestara a Jin Ki, o como sus amigos le decían, Onew. Hacer enojar al castaño se había convertido en un extraño pasatiempo para Joon, quien disfrutaba de cada una de las expresiones de molestia que hacía el menor cada vez que lo tenía cerca.
—Yo creo que le gustas—Musitó Ki Bum, un chico de alta estatura y cabellos rubios, uno de los mejores amigos de Onew.
—No seas tonto, Key—Dijo Jin Ki mientras sacaba un par de libros de su casillero.
—Omma tiene razón—El que habló esta vez fue Tae Min, un pelirrojo que cursaba segundo año, a diferencia de los otros dos, que cursaban quinto.
—Chicos, déjense de tonterías, Lee Chang Seon me detesta, igual que yo lo detesto a él—Dijo Onew con una mueca de disgusto en su rostro.
—A ti también te gusta—Murmuró Min Ho, que no había dicho nada desde que los demás comenzaron a hablar de ese tema, era un chico de cabellos negros, un poco más alto que Ki Bum.
—No discutiré con ustedes—Dijo el mayor para después suspirar pesadamente.
—No discutes porque sabes que es cierto—Susurró Key riendo por lo bajo, al igual que el de cabello oscuro y el pelirrojo, Jin Ki negó suavemente con la cabeza, pudo haber replicado algo, pero el timbre sonó, indicándoles a todos los estudiantes que debían volver a clases.
Eran las tres de la tarde y como todos los días, Onew se iba a su casa caminando. Para cualquier estudiante normal, el momento en que las clases acababan, era sagrado, pero él no era normal, al menos no desde que Chang Seon se trasladó a su colegio ¡El muy maldito no solo se había cambiado de instituto! No, sino que también se había mudado de casa ¡Al mismo vecindario de Onew! ¿El destino podría ser más cruel? Sí, ya que Joon no solo vivía en el mismo barrio que el castaño ¡Era su vecino de en frente! El muy tonto se había mudado a la casa que quedaba frente a la de Jin Ki; es por eso que ahora, como todos los días anteriores, tenía al que denominaba su "tormento" caminando detrás de él.
—Cálmate Onew, solo quiere llegar a casa, como tú—Se decía a sí mismo girando ligeramente el rostro para poder mirar al pelinegro— "¡Me está mirando el culo! Además de molesto, es pervertido" —Un leve sonrojo apareció en sus mejillas segundos después de darse cuenta de lo que el mayor estaba mirando.
Viernes por la noche. Como era costumbre en su vida debido a sus alocados amigos, Jin Ki se encontraba en una fiesta. Todo el mundo estaba allí, desde las animadoras hasta los deportistas, incluso un par de chicos del club de ajedrez, esa se suponía que sería la mejor fiesta del año, según Doo Joon, un chico de último curso, al igual que Onew.
Caminando de un lugar a otro y rebuscando entre la multitud, pudo divisar a Key, quien bailaba sugerentemente junto a un chico más bajito que él, de cabellos castaños y piel morena, su nombre era Kim Jong Hyun, un completo tonto pero era un buen chico, justo lo que Ki Bum necesita. Jin Ki sacudió la cabeza ante el pensamiento anterior y se dispuso a buscar con la mirada a sus otros dos amigos, a los cuales encontró besuqueándose salvajemente sobre uno de los sofás que se hallaban allí.
— ¡Onew oppa! —Esa era Luna, una de sus pocas amigas, quien agitaba su mano enérgicamente para que Jin Ki se acercara.
—Hola—Saludó el castaño sonriendo ampliamente.
Música, baile, bebidas y una que otra insinuación indecorosa de parte de una ebria porrista, fueron suficientes para que la oscura mirada de Joon se clavara en el cuerpo de Onew, observando cada uno de sus movimientos como si se tratase de un espía de esos que solía ver en las películas.
— ¿Celoso? —Preguntó un chico de cabellos cafés mientras sonreía con malicia—Te apuesto a que no puedes lanzarle el ponche encima a Jessica—Musitó ladeando su sonrisa para después tomar un poco de la bebida que tenía entre una de sus manos.
—No creo que sea buena idea, Kyu Hyun—Dijo Chang Seon dudando un poco.
—Vamos, hazle caso a tu hyung, será divertido, además, se le estaba insinuando a tu presa—Rio ante sus propias palabras al pronunciar lo último—Joon, será muy divertido ¿No quieres ver como se le corre el maquillaje? —Cuestionó recibiendo como respuesta una sonrisa perversa y un asentimiento de parte del pelinegro, quien le arrebató la bebida al mayor y se dirigió a paso seguro hasta la chica. Todo hubiese salido perfecto de no ser porque justo en el momento en que "resbaló" y arrojó "accidentalmente" el ponche en dirección a la cara de Jessica, la muchacha se quitó de ahí y todo el líquido fue a parar sobre Onew, empapando su camiseta y manchándola a la vez de color rosado.
— ¡Lee Chan Seon! ¡Eres un jodido idiota! —Ese par de exclamaciones bastaron para que todo el lugar quedara en silencio y todas las miradas se posaran en el pelinegro y el castaño—Lo hiciste a propósito ¿Cierto? —Preguntó notablemente molesto acercándose al mayor— ¡Por supuesto que lo hiciste a propósito! —Afirmó haciendo gestos exagerados con las manos.
—No quise hacerlo, fue un accidente—Se defendió Joon.
— ¿También quieres joderme hoy? —Cuestionó cuando estuvo frente al de cabellos azabaches.
—Ya te dije que fu...—Intentó decir pero el más bajo lo interrumpió.
— ¡Deja de molestarme! ¡Carajo! Búscate a otro imbécil para divertirte—Dijo frunciendo el ceño mientras señalaba a Chang Seon con el dedo índice.
—Pero Ji...—Otra vez fue interrumpido, entonces recordó algo que le había dicho su padre cuando era muy pequeño: "Cuando una chica esté discutiendo contigo, bésala, así se le pasará la rabia" ¿Eso funcionaría con un hombre? ¿Y más si ese hombre era Onew? ¡Tenía que funcionar! Sino, se ganaría un fuerte golpe de parte del castaño ya que obviamente, iba a intentarlo.
—Escúchame bien, Chang Seo...—Esta vez fue Joon quien impidió que Jin Ki siquiera hablando, lo había tomado por la nuca, acercando sus cuerpos y sin previo aviso, lo había besado, desesperada y salvajemente, invadiendo con su lengua, sin permiso alguno, la boca contraría. Un "ohhh" de parte de la multitud y uno que otro silbido de parte de algunos chicos, incluyendo a Ki Bum y Min Ho, bastaron para que la cara de Onew se encendiera furiosamente.
— ¡Joon! —Chilló el de cabellos cobrizos empujando al más alto— ¡Idiota! —Gritó para después irse de ahí, siendo seguido por todas las miradas de sus compañeros.
—Lee Chang Seon, recuerda, nunca más hagas caso a los consejos de tu padre—Se dijo a sí mismo para después salir corriendo detrás de Onew.
— ¡Alguien tendrá sexo hard esta noche! —Exclamó Kyu Hyun riendo escandalosamente, los demás rieron de la misma forma al escuchar lo dicho por el castaño y luego de unos segundos la música volvió a sonar y todos continuaron divirtiéndose.
Esa noche Joon se prometió a sí mismo nunca volver a prestar atención a los malos consejos de su progenitor, no quería arriesgarse, porque esos consejos nunca funcionaban ¿Cierto? Eso lo había comprobado esa noche en la fiesta.
—Jo-on... ¡No toques ahí! —
—Shhh, nos van a escuchar… Baja la voz—
—Pero… ¡Ahmm...!—
O tal vez, en algunos casos, si funcionaban como uno quería.
Fin.