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Callejones de Ikebukuro. por CrawlingFiction

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Notas del fanfic:

DISMAILER: No me lucro con esta historia ni los personajes, ya que no me pertenecen. Son obra de sus respectivos autores. Esto es sólo fanfiction.

 

Notas del capitulo:

Hola! Pues, he aquí el Primer capítulo. En este jugaré con el pasado de Shizuo e Izaya narrando un encuentro del pasado que es el centro de la historia pero por cosas de tiempo quedó por la mitad ese Flashback. 

Espero les guste. Hay partes que aparecen en mayusculas por un error del Word y no pude mejorarlo D: Ojalá no cause molestias. Por cierto, como es una historia corta no explicaré algunas cosas de la serie. 

En fin...Shizaya pls!

Callejones de Ikebukuro.

Capítulo I: Estudiantes.

— ¡III-ZZAAA-YAAA!-Exclamó con voz gutural el hombre alto de cabellos rubios y gafas de sol azul oscuro. Entre sus manos se blandía un poste de alto arrancado por su misma fuerza bruta y salpicándole su negrísimo chaleco de mesero con migajas de concreto. — ¡Te mataré, maldita pulga!-Agregó a gritos y corriendo descontrolado hacia la silueta saltarina de chaqueta enorme con bordes de felpa que huía del perseguidor mofándose descaradamente entre saltitos y esquives por las concurridas calles de Ikebukuro. Los transeúntes cotidianos, esos que salían y entraban de sus trabajos e Institutos se hacían a un lado en la persecución ya típica como el hombre fornido de piel oscura y de trajes orientales que con pronunciación tosca pregonaba las nuevas ofertas del establecimiento se sushi ruso tras su espalda. Aunque el chico que respondía a los gritos del rubio vivía en otra ciudad debido a sus trabajos de informante entre los callejones no tan silenciosos como se supone que deberían ser. No obstante siempre tenía tiempo libre de disfrutar el observar a los humanos que tanto amaba y con saña les enredaba en situaciones conflictivas por el mero placer de ver sus reacciones sin apagar su sonrisa burlesca de satisfacción.

Más, de ese grupo de humanos que manipulaba a su complacencia uno se le escapaba de las manos; y era ese rubio que le perseguía expulsando humo de las orejas y destruyendo todo a su paso en una danza compuesta de giros, esquives, lanzamientos de postes y gritos de sorna.

*

<<— ¡Ohayo! Shizu-kun-Saludó un chico de gafas, cabellos castaños de mediana longitud y expresión infantil. —Te ves molesto.-Comentó viendo como el chico de cabellos rubios teñidos sentado en su pupitre tenía apresado en su mano un lápiz que ya sentía de la presión de la zarpa.

—Ohayo Shinra.-Respondió ignorando por un par de minutos la interrogante de su compañero. —Esa pulga estúpida. Su sola presencia me jode la vida.-refunfuñó. Al instante el chico de gafas se percató de la causa del enfado de Shizuo Heiwajima.
—Nee~ Shizu-chan.-Saludó con fingida alegría un muchacho pelinegro de uniforme compuesto por pantalones y la clásica chaqueta negra desabrochada con una camiseta color rojo oscuro de fondo. — ¿Qué tienes? Te ves enfadado~.-Preguntó burlón acercándose al dúo que al minuto se complementaría con un muchacho fornido de tez morena y cabello negro.

— ¿Cómo quieres que me moleste? Si no paras en fastidiar, maldita pulga.-Gruñó golpeando el escritorio con el puño.

—Ahh…No sabía que meter gusanos en tus calcetines iba a enfadarte…-Musitó burlón. —Gomen Shizu-chan~.-Respondió con una sonrisita encantadora. Shizuo coloró de ira.

— ¡No pidas disculpas como burla bastardo!-Exclamó apretando su lápiz al punto de quebrarlo. —No te mato ahora mismo por Shinra.-Bufó resignado.

— ¿Shinra?-Preguntó desprevenido Izaya.

—Oh sí, pienso celebrarle una fiesta sorpresa a Celty y necesitaré de la ayuda de ustedes dos…Nee, Kadota-kun ¿quieres ayudar también?-Preguntó Shinra dirigiéndose al moreno fornido que escuchaba en silencio la conversación.

—Claro, no tengo ningún problema.-Aseguró asintiendo. Shinra sonrió.

—Entonces. ¿Me asegurarán que no pelearán durante los preparativos?-Preguntó el chico de gafas a la pareja explosiva compuesta por Shizuo y el pelinegro. Éste despreocupado subió los hombros.

—Espero y Shizu-chan cumpla su palabra.-Dijo con su característico tono infantil para molestarle. Con una sonrisa coqueta hizo desviar la vista al rubio que resignado empuñaba las manos.

—Estúpida pulga.-Refunfuñó apretando los restos de su lápiz.

*

El cuarteto de jóvenes se dirigía al departamento de Shinra con el atardecer a sus espaldas reflejándose en las bolsas de víveres que cargaban al parar a comprar en las tiendas de comestibles. El castaño de gafas se encontraba realmente entusiasmado de ofrecerle ese detalle a la chica que amaba, mejor conocida como el jinete sin cabeza. Siendo una leyenda urbana contada de boca en boca por los diarios transeúntes de Ikebukuro. No obstante ella no era un fantasma de ciudad, era un Dullahan, una hechicera que como espíritu con su carruaje tirado por un caballo fantasmal y con su propia cabeza bajo el brazo tocaba la puerta de los ancianos próximos a morir. Aunque ciertamente la ausencia de su cabeza no podía comer el ver un pequeño pastel preparado por sus amigos le reconfortaría. Por eso mismo Shizuo contenía las ganas de golpear al pelinegro saltarín y burlón como se lo permitían sus riñones. En cambio, Izaya Orihara maneras de hacerle cabrear.Nunca congeniaron a primera vista, más bien un odio visceral les motivaba, a uno, a molestar y a otro a responder con golpes. Pero Izaya siempre se salía con la suya, usando la mente en vez de la violencia. Es inteligente, demasiado. Sin embargo de esos enfrentamientos se llevaba consigo un moretón o herida que acudiendo a Shinra, un chico con vastos conocimientos en medicina le atendía sin preguntar la causa pues de antemano la conocía. Casualmente el castaño de gafas y Shizuo eran compañeros de clases, así que tropezarse con la fuente de sus ataques descomunales de ira era casi cotidiano.

Se odiaban con la intensidad necesaria para ser los amantes más tragicómicos si tan sólo ese sentimiento fuese amor. Sí tan sólo…

*

—Bienvenidos a casa~-Dijo con una sonrisa de oreja a oreja el dueño del apartamento entrando con las bolsas que se repartió con Kadota.  Izaya con las manos a la nuca y expresión perezosa les siguió más la zarpa a su espalda le detuvo. Una pequeña sonrisa se formó en sus labios.

—Pulga hago esto solamente por Celty y Shinra. Bueno, también por mí mismo. Quiero controlar mis ataques de ira.-Comentó sin soltar al pelinegro.

—Yo lo hago para divertirme con tus expresiones Shizu-chan.-Dijo con fingida inocencia tocándole la mejilla con el índice. Shizuo gruñó incómodo y quitó su mano. Izaya sonrió divertido aunque sus manos temblaban.

*

—A ver…ustedes hacen el pastel y Kadota y yo nos encargamos de la decoración.-Indicó Shinra sacando los adornos de las bolsas.

— ¡¿Qué!? ¿Deberé cocinar con este lunático?-Objetó el rubio. — ¡Shinra, me estás tentando a darle un golpe!

—Nee…Será divertido.-Comentó Izaya poniéndose el delantal celeste y entregándole otro a Shizuo. —Quizás al final te tientes a otras cosas. Agregó con picardía.

—Idiota…-Musitó desviando la vista, escondiendo su leve rubor.

            Entretanto Kadota y Shinra inflaban unos cuantos globos y pegaban letras de colores a la pared cuan cartel Shizuo e Izaya entre discusiones tontas y peleas preparaban el pastel.

— ¡Pulga! Las claras no se baten de esa forma. Mira.-Decía tomando la muñeca del pelinegro de ojos rojizos dibujando la forma envolvente en cómo se debía mezclar las claras esponjosas a la masa. Izaya desviaba la vista y con expresión molesta se dejaba ayudar por el rubio, hasta que de un empellón se escabulló con la excusa de lavarse las manos. —Hey Shinra, ¿Dónde está la harina?-Preguntó Shizuo hurgando las bolsas restantes. El aludido cargando con una caja de adornos como cascabeles y papelillos señaló la alacena. Shizuo obediente la revisó, más no halló nada.     

— ¿No compraste harina pensando que en tu casa había?-Preguntó Izaya desinteresado viendo las manchas de su delantal. Shinra sorprendido soltó una risita nerviosa.

—Olvidé la harina… ¡Kadota! ¡Acompáñame a la tienda rápido!-Ordenó tomando las llaves y arrastrando al moreno consigo. — ¡Ustedes!-Señaló a la pareja que se miraba con recelo. —Esperen aquí, no peleen ni rompan nada.-Indicó cerrando la puerta al salir. Presionando el botón del ascensor con premura Kadota se le acercaba algo preocupado.

— ¿Crees que sea buena idea dejar a esos dos solos?-Preguntó. Shinra dejó salir un suspiro de resignación.

—Si van a matarse como siempre espero al menos limpien la sangre.-Comentó con una risita. 

Notas finales:

¿Qué les pareció? :3 Jhdskjhaskdsa ¿Qué harán esos loquillos en la casa de Shinra? (1313)

SALUDOS A TODOS! Reviews son amor, y con ellos me alimento. (No sólo de Bennoda como les hacía creer lol)


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