A la Espera
~MusicBaby~
I
…
Era su segundo día de vacaciones oficiales de cualquier deber para con la banda, luego de finalizada la más reciente gira.
Kouyou suspiró por vigésima en lo que iba del día.
Cerró la puerta del refrigerador cuando el malestar volvió a su boca.
Se frotó el estómago, donde una muy ligera curva se dibujaba.
— ¿Dónde podremos conseguir chocolate? –preguntó sobándose.
Miró la hora, eran pasadas las diez de la noche, el timbre llamó su atención.
¿Quién sería a esa hora?
Fue hasta la puerta y se asomó por la mirilla.
La toalla que llevaba en una mano cayó al suelo.
El timbre volvió a sonar.
Y él se alejó unos cuantos pasos.
El pelinegro afuera volvió a insistir con el timbre ¿Uruha no estaría?
Tocó la puerta.
— ¡Shima!
Tocó una vez más.
— ¡Shima!
Debía estar.
— ¡Kouyou abre!
El castaño respiró profundo y fue hasta la puerta tomando el pomo y quitando los seguros.
Aoi escuchó la puerta y luego fue esta abierta.
Uruha se quedó pegado a la puerta ocultando la mitad de su cuerpo tras esta.
— ¡Aoi! Estaba en el baño, por eso tarde.
El pelinegro el observó un momento.
— No sabes mentir, o al menos no a mí.
Uruha no quiso contestar a eso.
— ¿No me invitas a pasar?
“No”
— ¿Qué se te ofrece?
Aoi le ignoró y se encaminó dentro hasta el living donde se dejó caer en el sofá más amplio.
Uruha fue tras él.
Aoi le miró, Uruha desvió la vista y se sentó frente a él.
— ¿Por qué?
— ¿Por qué? ¿Qué?
— ¿Por qué me evitas?
— No te evito.
— Lo haces, desde hace meses, lo haces.
— Lo imaginas.
Yuu se levantó y fue hasta él, inclinándose, apoyando una rodilla en el sofá, sujetó su mentón alzando su rostro.
— Lo que pasó… ¿Tuvo importancia para ti?
“¿Lo que pasó? ¡Ah sí! Nos acostamos en medio de una borrachera y ya yo estoy viviendo las consecuencias de hacerlo despreocupadamente teniendo un cuerpo como el mío”
La mente de Kouyou era un caos.
Intentó ponerse en pie apartando esa mano atrevida.
Aoi no le dejó, fue más allá y…le besó.
— ¡Me gustas! –declaró.
Uruha no pudo evitar sonrojarse ante esas simples palabras que trasmitían tanto.
— ¿Y qué hay de ti? –insistió Aoi.
. . .
“¿Que le iba a contestar? ¡Ah también me gustas!, ¡Me encantas! Por cierto, estoy embarazado, 3 meses recién cumplidos”
— Yo… –su cara seguía roja.
Yuu sonrió y lentamente se volvió a acercar, hasta rozar sus labios.
— Tomare eso como un sí…
Le besó, pero esta vez con más pasión, tanto así que el ambiente a su alrededor se fue caldeando.
Aoi lo acorraló contra el mueble, sin dejar de acariciar su cuerpo.
Saboreaba esa boca que había aprendido a adorar.
Y el teléfono sonó.
“Joder.”Ambos guitarristas pensaron.
Aun así Aoi no le dejó separarse, Uruha no tuvo más remedio que contestar así. Con Aoi pegado a su cuerpo.
— Shima… ¿Cómo estás?
Era Reita el que llamaba.
— Bien… ¿Tú?
— Bien…mmm ¿Has visto a Aoi?
Yuu exclamó una risita.
— Eh…
— ¡~Ho~la~! – Yuu se acercó al teléfono.
— ¿Aoi?
— ¡Hahaha! Reita, interrumpes –fue directo.
— Oh…o sea que... ya lo sabes…
Kouyou se quedó estático al escuchar eso.
Reita sí sabía lo de su estado, a él y Kai se los había confiado al finalizar la gira.
Al único que no se lo había contado aún era al enano hablador y obviamente a Aoi, y ciertamente no pensaba hacerlo ahora.
— Mh...¿Saber qué? Que Mi Shima –recalcó lo último– Me corresponde.
Reita lo pensó, tal vez estaba tanteando terreno peligroso con aquello.
Rió nervioso.
— Sí…
Uruha al fin pudo respirar,
No estaba preparado, no aún.
Cuando al fin finalizó la conversación.
Antes de que pudiese decir algo, Uruha se vio envuelto en esos fuertes brazos que le llevaron hasta la habitación.
— Espero que ya nadie nos vaya a interrumpir.
*
Yuu le besaba tan intensamente, le quitaba hasta el último rastro de aliento de su ser.
Entre sus brazos se sentía tan seguro, amado, feliz.
Yuu, por su parte se sentía en una nube demasiado cómoda, al fin podía volver a estar junto a ese guitarrista que lograba quitarle el sueño con su ausencia.
Kouyou envolvió su cintura con sus piernas mientras lo sentía entrar en su cuerpo.
Todo era tan perfecto para ambos.
Estando así, juntos, amándose.
Se acurrucaron en medio de la cama cubiertos por las sabanas, Uruha rogó internamente que Yuu no se alejara de él una vez que lo supiese. No sabría qué hacer si eso ocurriese.
Y Aoi… Aoi se preguntaba si es que Uruha había dejado de hacer ejercicios, porque podría jurar que el castaño había ganado algo de peso. Bueno, se lo mencionaría después…o tal vez no. Quién sabe si se enojaba por andarlo llamando gordo. Rió y se entregó al sueño que ya le invadía, sin soltar en ningún momento al chico a su lado.
*
Yuu despertó por el movimiento de Uruha, alguien tocaba la puerta y su teléfono celular sonaba.
— ¿Quién…? –murmuró Aoi sin querer abrir los ojos.
— ¡Es Kai! Le abriré –el castaño le besó la mejilla y salió ya con el pijama puesto.
*
Uruha y Kai se fueron hasta la cocina, donde el primero comenzó a preparar un café.
— Así que… ¿Aún no se lo dices?
*
Yuu terminó de despertase levantándose con mucha hambre.
*
— No…no sé… yo… ¡Kai tengo miedo! –se fue a sus brazos.
— Tiene que saberlo, es su responsabilidad también –le correspondió el abrazo, acariciando su cabeza cual niño.
*
Yuu se iba acercando a la cocina
Ese Kai era otro al que le gustaba interrumpir. Y él que tenía planeado acurrucarse más con Uru.
*
— Lo sé, yo entiendo pero…
— Es el padre, tiene que saber que estas embarazado, que ha-
…
— ¿Em-Embara…zado? –esa era la voz del pelinegro, de pie en el marco de la puerta.
Uruha se sintió morir en ese momento.
CONTINUARA…
~Grezz~
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