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UN GRITO DE ESPERANZA por KAT WINNER

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/pensamientos/
++++++++++ separación de escenas
----------- flash back
(comentarios autora)

UN GRITO DE ESPERANZA

1. DESGRACIAS Y UNA VISITA INESPERADA
Daniel era un chico normal que a sus 16 años había vivido mucho más que cualquier otro, y eso lo reflejaban sus ojos, que siempre estaban tristes y apagados, su madre había muerto cuando el tenia 12 años en un accidente, por lo que era hijo único y vivía solo con su padre. Este trabajaba casi todo el día, ya que era un ejecutivo importante de un banco, gracias al trabajo de este vivía bien, eran de una situación media media como decía el mismo, su casa era bonita y estaba ubicada en un buen lugar de la ciudad, cerca de su colegio y del banco, pero muy pocos sabían lo que pasaba en realidad.
-¡no déjame…por favor…me portare bien…pa…pá..lo…siento! -rogaba mientras era levantado por el cabello.
-¡maldito muchacho, eres un inútil!, no sirves para nada-gritaba el hombre mayor, mientras movía los cabellos del joven que estaba en cuclillas delante de él-deja de llorar recuerda que eres un hombre…pareces mujercita-ahora lo soltaba y lo arrojaba contra el suelo-tu deberías haberte muerto en ese accidente, TU Y NO TU MADRE-estas ultimas palabras calaron hondo en el corazón del muchacho, mientras trataba de hacer lo posible por no llorar. Lo volvió a levantar pero ahora del cuello de la camisa-despues de llegar del trabajo lo único que pido es un poco de paz y tu que haces al respecto, te pones a molestar, en vez de servirme y atenderme bien haces todo lo contrario-termino la frase con un fuerte golpe a puño cerrado en la cara del joven que inmediatamente le comenzó a salir sangre del lado de la boca, le había roto el labio, el adulto se levanto y se dirigió a la puerta- voy al baño, si no recoges ese maldito plato y limpias todo antes de salir desearas haberte muerto- se fue.
Daniel se paro como pudo y comenzó a recoger el plato de sopa que por error se le había caído al suelo, lloraba y sangraba pero no se preocupo por eso, comenzó a limpiar lo más rápido que podía sabia que su padre cumpliría con lo que le dijo si no se apuraba. Muchas situaciones parecidas a estas sé habían ido repitiendo después de la muerte de su madre, su padre siempre lo culpo por eso, ella habia muerto por protegerlo con su cuerpo, pero su padre nunca lo creyó así y le hecho la culpa de ello, incluso el mismo lo hacia, su vida se había transformado en un infierno desde esa vez, pronto cumpliría los 17 años, le faltaba tan poco para la mayoría de edad, cuando la cumpliera se iría de esa casa, y así su padre no podría hacer nada. Una vez trato de huir, pero la policía lo encontró y lo devolvió a la casa, su padre lo había golpeado hasta quedar inconsciente, nunca le permitiría huir y librarse del, según su padre debía pagar por la muerte de su madre.
Estaba tan metido en sus pensamientos que no sintió que entraba su padre nuevamente, una mano en sus cabellos lo devolvió a la realidad.
-¡todavía no terminas!- lo volvió a arrojar al suelo haciendo que golpeara su cabeza en él, se trato de levantar pero su cuerpo temblaba, de seguro su padre lo golpearía hasta que se cansara, cuando lo iba agarrar del brazo sonó el timbre de la puerta, el adulto se dio media vuelta y fue a abrir, sé lavanto lo mas rápido que pudo y se puso a limpiar denuebo.
-¡hola como estas hombre!- saludo Raúl (ese es el nombre de el padre de Daniel)
-Raúl tanto tiempo, se que me he portado como un ingrato pero ya vez vine después de tanto tiempo, pero mira a quien conmigo de España- detrás del hombre aparece un joven de mas o menos unos 23 años, bien vestido y un muy alto.
-Manuel, pero mírate como has crecido la ultima vez que te vi me llagabas a los hombros y ahora me pasas por casí una cabeza.- Raúl izo pasar a sus visitas con la cara sonriente, se sentaron en el living las risas se escuchaban desde la cocina, Daniel hacia mucho tiempo que no escuchaba reír de esa manera a su padre, ya había terminado de limpiar, ahora se estaba lavando la cara, en su rostro se notaban las marcas de que había llorado y en la orilla de su boca había un pequeño moretón, sin duda gracias a ellos se había salvado de una buena paliza.
-Raúl si que estas viejo, los años ya se están asomando en tu cabeza, jajajaja-rio Roberto hace casi 4 años que no veía a su amigo, se había ido a España con su familia, pero ahora había vuelto, siempre extraño su país, para el Chile era el país más hermoso, también era viudo como Raúl, su esposa había muerto de cáncer hace casi 15 años, no se había vuelto a casar desde entonces, se dedico plenamente a sus 2 hijos, a sus estudios y a su futuro, estuvo junto a Raúl cuando murió su esposa, en ese trágico accidente, después le había salido un trabajo importante en el extranjero y se fue con su familia.- y dime Raúl ¿dónde esta Daniel? Debe ser ya todo un jovencito, no es así.
-si esta grande- contesto Raúl con una indiferencia que Roberto y Manuel lo sintieron al instante- mejor cuéntame de ti y de Manuel por supuesto- la cara de Raúl cambio al instante al parecer todo le parecía interesante menos su hijo.
-no que va, tendremos tiempo para eso, llama a Daniel si es que se encuentra tengo curiosidad de ver como ha crecido.
-esta bien- contesto algo molesto- ¡Daniel ven aquí!- después de unos segundos Daniel apareció por la puerta, trato de hacer grandes esfuerzos por aparecer con una gran sonrisa, pero sus ojos y su boca lo delataban.
-Daniel como estas muchacho, tanto tiempo, pero que te ha pasado en la cara- Roberto cambio su cara de alegría a una de preocupación.
-tío Roberto como esta- con mucho esfuerzo izo una gran sonrisa- no, no es nada lo que pasa que me caí cuando venia del colegio, pero no es nada- miro de reojo a su padre que lo miraba seriamente. Roberto lo tomo y lo abrazo con fuerza era la viva imagen de su madre, pero su mirada triste lo preocupaba.
-muchacho estas muy grande e igual a tu madre, que felicidad de verte.
-no creo realmente que alguien se parezca a ella- dijo secamente Raúl- ella era única.- Daniel agacho la mirada.
-Pero que dices hombre, si el es igual, supongo que tienes muchos amigos o una novia- Roberto le golpeo en el brazo en forma de burla.
- No en realidad- su voz parecía mas que un susurro, Roberto conocía muy bien a su amigo, y empezaba a comprender lo que estaba pasando en esa casa.
- Daniel ¿te acuerdas de Manuel?- Roberto apunto a su hijo, Manuel se levanto y le tendió la mano. Daniel lo saludo amablemente, si se acordaba de él por supuesto, casi crecieron juntos.
- Si, si me acuerdo de él, hola Manuel ¿cómo estas?- volvió a fingir una risa
- Muy bien Daniel, si que estas grande, que cuenta tu vida- le dedico una dulce sonrisa, pero Daniel no cambio su expresión sus ojos cada vez perdían el poco brillo que le quedaba.
- Yo…sí bien, gracias. Con permiso los dejo tengo algo que hacer- se despidió haciendo una reverencia y se fue a su cuarto. En verdad se alegraba de ver a su tío Roberto y a Manuel, pero se sentía tan miserable ante ellos que no era capaz de hablar casi con ellos, no tenia nada que contar, o por lo menos que se alegrara de contar, su vida era una rueda que giraba en un solo lugar, que iba a contar, que a nadie le importaba, que su padre lo golpeaba hasta por que respiraba, o lo mejor de todo que quería morir, si esa era su vida, abrió la puerta de su cuarto y volvió a sentir la risa de su padre- /si entiendo padre, tu vida habría sido mas feliz si yo no existiera, que lastima papá, como me gustaría poder darte esa felicidad/
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KAT WINNER: Hola mis queridos lectores vuelvo en gloria y majestad para presentarles mi fic original, espero que les guste ya que lo hago con mucho cariño. Un besito y a leer sé a dicho.

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