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INTERMEDIO por DRAGIOLA

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Notas del fanfic:

Okane Ga Nai no me pertenece si no a su autor original.

La historia que leeran a continuacion es sin fines de lucro y con el unico proposito de entretener.

Notas del capitulo:

Hola a todos, bueno hace un tiempo escribi un on-shot llamado "¡ACCION!" que me gusto bastante por el giro que tuvieron los personajes, pues esto de escribir AU es bastante divertido, cierto. Es por ello que aun rondandome ideas por la cabeza he escrito esta continuacion de la historia que espero les guste.

INTERMEDIO

 

 

 

 

 

Acariciaba el borde de su pierna con la misma lujuria de hacia un par de horas subiendo sus dedos por esta y alzando poco a poco la parte de arriba de su piyama que tanto enloquecía a su dueño, sí, porque Ayase sabía cuál era su lugar, le había dolido aceptarlo pero finalmente lo había entendido y aquello volvia loco de placer a Kanou, porque Ayase Yukiya era suyo, suyo y de nadie más.

 

 

-Ahaaaaaa, Kanou-san, Kanou-san, por favor, por favor-

 

-No, no, no…-apenas decía entre lamida y lamida en aquel cuello de terciopelo igual al de una muñeca de porcelana-Te voy a llevar a las estrellas Ayase-

 

-Ahaaa…ahaaa…es que, es que-

 

-Es que nada-dijo el prestamista alzándolo en el aire para afirmarlo contra la pared.

 

-Eto, tengo que ir…ahaaa…a la…a la…Univer…sidadddd-

 

-Al diablo la Universidad, esta noche serás mío, ¡mío!- dijo gruñendo contra su oído y mordisqueándolo con suavidad.

 

-¡Ahaaaa!...ahaaaa…Kanou…Kanou…por favor…yo debo…debo- decía quedamente el chico mientras intentaba de alejar las manos de pulpo de su dueño mientras que a este le salían aún más de las que tenía.

 

-¡Cortennnnnnnnnnnnn!... ¡Medio tiempo!, ¡Descanso de medio tiempo!- grito un hombre atraves de un megáfono que mal humorado se acercó al par de actores que aún se encontraban unidos por unas bellas piernas enlazadas por las caderas de un hombre fornido que no daba crédito a lo que ese castaño pomposo hacia enfrente de todos aun habiendo escuchado ¡CORTEN!, por dios, por dios y todos los estaban mirando.

 

-Qué demonios están pensando- dijo el barbón con él entre cejo fruncido.

 

 

Lo sabía, sabía que lo metería en un problema, tarde o temprano sabía que  lo haría.

 

 

Se escuchó un chillido y todos voltearon a verlos con mayor interés del que el desearía mientras intentaba de zafarse del castaño que ahora no solo se agarraba de el con sus hermo…con sus piernas, sino que además también lo hacía con sus manos alrededor de su cuello.

 

 

-No es mi culpa, ¡es de el!, solo mírelo, ¡no me suelta!-

 

-No me refiero a él, ¡sino a ti!-

 

-Humm, director no se enoje mucho con Kanou, recuerde que él es nuevo en esto- decía con un tierno puchero el castaño ganándose toda la atención del barbudo.

 

-Lo sé, lo sé, Yukiya pero veras, eso no tiene nada que ver- decía el director con las manos unidas en signo claro de pedir perdón por algo que no tenía culpa alguna.

 

-¿Cómo qué no?-dijo el chico.

 

-Es que no puede equivocarse con el guion, menos con algo tan simple-

 

-¿Guion?-pregunto extrañado el moreno que ya ni le importaba que el castaño acariciara sus mejillas entre sí.

 

-¡Si, el guion! ¡No era esta noche!-

 

-¿Cómo?- preguntaron al unísono ambos hombres.

 

-Era esta mañana, ¡esta mañana!-ambos siguieron mirándolo como si un árbol le hubiese salido de la cabeza- ¿El guion?-

 

 

Oh rayos, se había metido tanto en su papel y se había ensimismado tanto en aquel cuerpo pecaminoso que no lo dejaba dormir en paz desde que lo tuviera por primera y única vez que en vez de seguir el maldito guion que estudio hasta tarde se había perdido en sus propios sueños y deseos sin darse cuenta de lo que hacía hasta que pasaron al medio tiempo.

 

-Oh rayos, perdóneme, no volverá a pasar-

 

-Eso espero-dijo con disgusto el director

 

-No se moleste, quizás el pobre aún necesita un poco de ayuda- dijo tiernamente el castaño guiñándole un ojo, mientras el moreno le veía con rareza, pues desde que estuvieran juntos el solo se dedicaba a hacerle promesas que rompía a última hora.

 

-Te lo agradecería mucho Yukiya- dijo el barbudo retirándose del set, no sin antes darle una advertencia con su dedo a la más reciente adquisición del canal.

 

-No te preocupes mi hombre sote que ese hombre malo no te hará nada mientras yo esté aquí para cuidarte-

 

-Yo no necesito que me cuides- dijo con molestia el moreno.

 

-Oh vamos amorcito-dijo el chico para escuchar un chillido desde el fondo del set que casi hace que el moreno lo tire de una.

 

-¡Kiaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!- se escuchó gritar al unísono a un grupillo de fans que habían llegado a pedir autógrafos.

 

-Oh por dios Kanou, por favor, por favor…aquí no, no frente a todos ellos, por…favor-dijo el chico teatralmente tapándose con un brazo sus ojos para escuchar más chillidos histéricos de las fanáticas de la serie.

 

-¡Kyaaaaaaaaaa, se los dije, se los dije, ellos tienen algo!-

 

-¿Es verdad?- preguntaba una joven de coletas que junto a sus amigos sostenía una libreta y un lápiz con aprensión.

 

-No…claro que…no- decía tímidamente el castaño mientras fingía querer zafarse de los brazos de su coestrella.

 

-¡Kyaaaaaaaaaaaaaa, es como nos lo imaginábamos!-

 

-¿Qué?- dijo el moreno dándose cuenta de lo que estaba haciendo y soltando de una al castaño que apenas llego al suelo dio un chillido adolorido por esto.

 

-¡Auch!-el chico se levantó de apoco sobándose el trasero mientras se tragaba las ganas de insultar a quien se hiciera el difícil con él, mirando repentinamente a todos sus fans con la expresión más adorable que le hubiese visto hasta ese momento el moreno y que más de un suspiro sacara de esos muchachitos.

 

 

Estaban rodeados, rodeados por jovencitas y jovencitos que lo único que deseaban era un autógrafo y que no dejaban de mirarlos de pies a cabeza con una adoración que jamás pensó llegar a tener a no ser por un par de chicas con las cuales había ligado.

 

 

Entonces lo supo, todo sus sacrificios valían la pena, por eso si que lo valían….Dio un salto, ¿Acaso alguien lo había piñizcado? Si, alguien lo había hecho y no eran precisamente sus reciente descubiertos fans, sino un castaño libidinoso que para colmo fingía sentirse mal.

 

 

-¿Creo, creo que…yo…yo?-

 

-Ayase, ¡Ayase se siente mal!- grito un chico algo angustiado mientras todos dejaban de lado al moreno para prestarle atención a la estrella juvenil abanicándolo con sus block de notas y ofreciéndose a ir por un vaso de agua para él.

 

 

El moreno miraba atónico la escena, pues si no lo conociera diría que todo aquello no era más que un truco del castaño para alejar a esos muchachos de su lado, ¿pero sería posible?, sería tan envidioso como para…

 

 

-Kanou, Kanou, ¿Creo que deberías llevarlo a otro lugar?-le decía una chica mientras tiraba de su camisa con un poco de pena.

 

-¡Si, es cierto!- grito un joven de cabello lila que se debatía entre el mismo sostener al castaño o dejarlo a el hacer aquel trabajo, mientras el supuesto enfermo solo agitaba la mano quitándole importancia aquel asunto.

 

-No se preocupen, esto…esto es….es…solo un  mareo…-

 

-¿Un mareo?-pregunto ya un poco preocupado el moreno descubriendo su graso error más tarde pues los chicos habían sostenido la respiración.

 

-Si…solo es un mareo…ya…yo, ya los he tenido antes-decía el castaño tapando parte de sus ojos delicadamente con su mano.

 

-Estás hablando en serio- pregunto una muchacha de aspecto algo estrafalario.

 

-Si…no es nada- dijo entonces el chico regalándoles una sonrisa que hasta a él le dieron ganas de consolarlo.

 

-Oh por dios, oh por dios, ¡Oh por dios!- chillaba casi histérico un chico de cabello azul mientras todos incluyendo al moreno le observaban sin entender nada hasta que otra chica los sacara de las dudas apenas en un susurro.

 

-El…el…Ayase…Ayase-kun….tu….el….-

 

-¡Esta embarazado! ¡Kyaaaaaaaaaaaaa!-chillo al unísono el grupito completo vueltos locos de alegría.

 

-¿Qué cosa?-dijo incrédulo el hombre mirándoles como si de extraterrestres se tratara.

 

-Ayase-kun, ¿es verdad, tu, tu?-

 

-Yo…pues…no lo sé- dijo el chico tocando su estómago de forma cariñosa.

 

-¡Acaso se han vuelto locos!- grito sin dar crédito a lo que estaba escuchando y como el castaño se encarga a alimentar las alucinaciones de esos pobres inocentes.

 

-Kanou- alcanzó a oír de una joven algo molesta dándose cuenta entonces como todos incluyendo al castaño le miraban con un irremediable odio.

 

-No, por favor…no lo culpen…el, es solo que el…-

 

-¡No Ayase, no lo defiendas, él es un monstruo!-escucho entonces gritar al mismo joven de cabello azul de hace poco, mientras un par de sus amigos asentían a lo que él decía-¡Él siempre te fuerza a hacer lo que no quieres!-

 

-¡Si, es un maldito sádico!- grito entonces la chica de las coletas.

 

-¡Eso no es cierto, él le ama!-alego entonces la chica de cabello extraño viendo como otros de su grupo asentían por esto.

 

-¡Es verdad, él le salvo!-

 

-¡Solo porque quería abusar del pobre!-grito otro chico apuntando al castaño que miraba divertido toda aquella escena.

 

-¡Pero le ama!-

 

-¡Si lo amara no negaría a su bebito!-

 

-¡Él no ha negado nada!-

 

-¡Mentira, solo lo ve como su juguete sexual!-

 

-¡Eso no es cierto!-

 

-¡Por favor Kamiya, tú sabes que asi es!-

 

-¡No, no lo es!-

 

-¡Haaaa por favor Tomoya tu siempre hablando estupideces!-

 

 

Pero que rayos, se dijo asi mismo el moreno que presenciaba como aquellos chicos estaban a punto de irse a los puños por algo que era en primer lugar solo era ficción y en segunda biológicamente imposible, porque los hombre no engendraban, eso era trabajo de mujeres, no de ellos.

 

 

-Cierra la boca amor, o se te caerá la quijada-

 

-¿Qué?-

 

-Vaya lo único que has hecho este dia es preguntar y preguntar-

 

-Yukiya ellos-

 

-Sí, sí, ya lo sé, van a pelear-

 

-Y vas a permitir que lo hagan-dijo sin poder evitar que su voz saliera alarmada.

 

-Pues no sería nada malo verdad, seria hasta divertido-

 

-Yukiya pensé que estas personas te importaban, son tus fans-

 

-Pero solo piénsalo mi hombre sote, estaríamos en la portada de los medios por semanas, que mejor publicidad que esta-

 

 

No podía creerlo, acaso era asi de inescrupuloso, acaso permitiría que esos chicos se pelearan simplemente por un poco de publicidad.

 

 

-Mira eso ahí están quienes te apoyan levantando las manos-dijo divertido el castaño, mientras el moreno se horrorizaba por ello.

 

-No creo que esta sea la publicidad que necesita el programa-

 

-Por favor, no existe la mala publicidad-

 

-Tal vez tengas razón, pero aun asi…-

 

-¿Aun asi que?-

 

-¿Qué cosa?-el castaño giro sus ojos por la repetida pregunta.

 

-¿Aun asi que?-

 

-No creo que sea de agrado del director, ni mucho menos de los productores saber que esto pasó en medio del set-

 

-Naaa, no te preocupes por ellos-dijo quitado de pena el chico ante el asombro del hombre que le parecía increíble que ni siquiera sus jefes le influyeran temor.

 

-Te das cuenta que si ellos destrozan el set estaremos fuera del aire por una buena temporada-

 

 

El chico parecía hipnotizado por un par de segundos para luego tomar su mano y pasarla por su estrecha cintura, mientras que con la otra le exigía que le tomara de las piernas.

 

 

-Cárgame-le dio la orden de tal forma que sin chistar lo alzo en sus brazos.

 

-Oh, Kanou, Kanou, por favor tenemos visitas- dijo entonces el chico que para asombro de este tomara sus labios por imprevisto.

 

-¡Kyaaaaaaaaa!-

 

 

Los muchachos que estaban a punto de pelear entonces se giraron para admirar la escena dando saltitos de alegría, mientras babeaban por la escena que veían ante sus ojos dejando en el  olvido por completo todo lo que había ocurrido a tan solo un par de segundos atrás.

 

 

 

-Increíble, no puedo creer que se detuvieran solo por eso-dijo sorprendido el hombre que apenas se creía como se habían librado de un escándalo monumental.

 

-Bueno era obvio son Fujoshis después de todo-dijo sin importancia alguna el castaño sentándose frente a su tocador.

 

-¿Fu…jo…jis?-

 

-No, Fujoshis-

 

 

El moreno le miro sin entender una sola palabra de lo que decía.

 

 

-Por dios Kanou trabajas en este medio y aun no te aprendes los seudónimos-dijo con diversión el castaño mirándolo por el espejo, mientras cruzaba sus piernas en su asiento.

 

-Te recuerdo que soy nuevo en este ambiente-dijo algo molesto el moreno no solo por la burla de su compañero, sino por su ignorancia en el tema.

 

 

Escucho como el castaño respiraba exageradamente para luego soltar el aire y decirle-Los Fujoshis son nuestros fans amorcito, ese es el nombre que se han dado y que se les dan a los amantes del Slash u Yaoi, es decir a nuestro público de preferencia-

 

 

-Vaya no lo sabía-dijo algo divertido pero aun asi dudoso-No te burles pero… ¿Qué es Shlach y Yaoi?-la risa cristalina del chico sentado en la silla giratoria en vez de molestarlo le hizo salir una sonrisa genuina pues le gustaba escuchar aquella risa sincera, aun si era de aquel engreído y déspota muchachito-Vamos prometiste no burlarte-dijo algo más serio.

 

-No me burlo, solo es que me parece divertido que no lo sepas-dijo el chico pidiéndole que se acercara con un dedo-Te diré todo solo con un movimiento mi hombre sote-dijo el chico provocando que el hombre frente a el diera un salto hacia atrás.

 

-¿¡Pero qué demonios!?-

 

-Jajajaja, pero mi hombre sote, ¿acaso no quieres saberlo?-el moreno solo negó horrorizado ante el movimiento atrevido del chico contra su entre pierna-Oh vamos que será de la forma más divertida y fácil para que puedas entenderlo-dijo sonriendo de oreja a oreja el muchacho acercándosele de forma felina.

 

-Oye…sabes…yo creo que, yo creo que…-

 

-Mmm, Kanou, Kanou, vamos, no seas malito que hace tiempo tu y yo tenemos una cuenta pendiente-

 

-¿Qué?-

 

-Acaso se te olvida la ayuda que te di para que perdieras tu pánico escénico-

 

-¿Ayuda? ¡Pero de que ayuda hablas!-

 

-¿Cómo que de que ayuda, pero vaya que eres mal agradecido?-dijo el chico con fingida molestia.

 

 

¡Demonios! Su memoria era débil pero aquel muchacho sabía bien como despertar en el hasta el último recuerdo dormido en su cerebro y además crearle complejo de culpa por ello.

 

 

-Asi que mi…-

 

-Está bien-dijo cansadamente ante la sorpresa del chico.

 

-Está bien, bien…de lo que hablamos o de otra cosa-

 

 

El moreno levanto una ceja pensando que de sufrir de un tic nervioso en ese preciso momento tendría una crisis, mas no teniéndolo solo se conformaba con ese simple gesto preguntándose porque se dejaba caer nuevamente en las garras de ese lujurioso.

 

 

Le vio asentir y como si de un regalo se tratara se acercó a él olvidando por completo sus métodos de seducción agarrándole de la camisa y bajándolo hasta su altura para robarle un feroz beso que el otro devolvió tímidamente. Era su regalo, su presente de cumpleaños, aun no siendo ese dia este pero aun asi pensaba romper aquella envoltura que ocultaba lo que más anhelaba en su vida.

 

 

Ante él estaba aquel pecho ancho y amplio, con aquellos abdominales tan bien formados en ese cuerpo de infarto que tanto le habían hecho perder la cordura tras verlo por primera vez en el casting para su nuevo programa, tanto asi que por ello había desechado a un buen par de actores conocidos y muy bien cotizados en el ambiente actoral todo por un capricho tapado por la tonta escusa de darle una oportunidad a un actor desconocido pues atraería mucho más la atención de su público y no asi aquellas caras conocidas que no solo no darían con el papel, sino que también no le darían credibilidad por estar constantemente expuestos en los medios.

 

 

Oh si, el conseguía todo lo que se proponía y en esos momentos su adonis, no su Hércules, estaba frente a él como cordero ante un sacrificio, tan omnipotente, tan frio, tan galante, tan, tan.

 

 

Chupo su pezón izquierdo con dulzura para luego recorrer su pecho con besos tiernos, sin dejar de acariciar por donde sus manos pudieran tocar llegando hasta el cinturón de un rebelde y pulcro pantalón que se resistía a su ímpetu.

 

 

-Ejem, sabes no creo que deberíamos hacer esto-

 

-Mi hombre sote, no me digas que tienes miedo-dijo el chico con sus grandes ojos llenos de alegría.

 

-¡Yo!, ¡por favor!-hizo una mueca despectiva ante el castaño, mientras en su interior se moría de incertidumbre por lo que ese chico pensaba hacerle.

 

-Qué bueno, siéntate-

 

-¿Cómo?-

 

 

El chico giro sus ojos un poco cansado por las preguntas estúpidas de su co estrella, más aun asi eso no evito que le diera una buena nalgada ante el asombro de este.

 

 

-¡A la silla, ahora!-ordeno el chico ante la mirada atónica del moreno-¡dije que a la silla, ahora!-grito el castaño dándole una nueva nalgada al moreno que un poco intimidado le hizo caso sin entender mucho en realidad.

 

 

Estaba tal y como se lo había imaginado desde que leyera aquella historia enviada por una fanática, ¡rayos como amaba a sus fans y sus locas fantasías!

 

 

-Cierra los ojos-dijo con voz suave pero sin conseguir su objetivo-¡dije que cierres los ojos!-ordeno nuevamente al moreno que sin chistar hizo caso a sus palabras.

 

 

Tan apetitoso, tan lujurioso, tan inocente, oh sí, porque ese hombre, ese que en pantalla era un sádico empresario que violaba sin el menor reparo a un inocente universitario era todo lo contrario a su personaje y por ello lo deseaba cada dia más.

 

 

Se quitó su ropa interior pensando en que había hecho bien en ordenarle cerrar sus ojos, ya que de lo contrario su amorcito apenas le viera haciendo esto huiría de sus brazos. Se acercó despacio, muy despacio abriendo un poco sus piernas, arrodillándose ante estas, desabrochando su cinturón, guiando sus manos a un cierre que le dejo expuesto un gran paquete oculto por un precioso envoltorio de color granate. Se lamio los labios y con premura se encargó de sacar de su envoltorio aquella grande, rosa y jugoso entremés de momento.

 

 

Sintió como unas frías manos sacaban su pene de sus calzoncillos, obligándole a abrir los ojos par ver como se apoderaban de su miembro dándole a conocer una cabellera castaña que se movía insinuantemente sin permitirle ver el rostro de su dueño.

 

 

-Ahaaaaaaaaaaaaa- gimió Kanou lleno de placer por aquellas lamidas erradas alrededor de su falo que cada vez estaba aún más urgido por que hubiera mayor contacto de este y esa boca libidinosa que poco a poco le iba engullendo de una forma que debería ser prohibida pues le recordaba a la perfección como se bebía una paleta de helado.

 

-Deli…chio…cho…simple…mente…deli..cioso- le escuchaba decir entre gemido y gemido al chico que afanoso metía y sacaba su miembro de su boca, succionando y chupando cada vez más con mayor premura.

 

-Sí, sí, siiiiiiiiiiiiiii-exclamaba lleno de placer el hombre a punto de explotar cuando sintió como su miembro era abandonado por aquella tibia cavidad que se despedía con un beso en la punta de la cabeza de esta.

 

-No te preocupes mi hombre sote…que yo… no te dejare asi-dijo mirando de soslayo aquel grande falo ante sus ojos.

 

 

Se subió sobre sus piernas poniéndose en cunclillas alrededor de estas apenas sosteniéndose sobre la silla giratoria, tomando su miembro entre sus manos y dirigiéndolo hacia su trasero.

 

 

-¡Espera!-grito el hombre ante la molestia del chico-¡acaso te has vuelto loco!- grito el hombre exasperado sosteniéndolo de la cintura para evitar que terminara por hacer lo que deseaba-No pretendo romperte el culo Yukiya, eso no-

 

 

El castaño al comprender lo que sucedía no pudo más que reírse en su cara ante la inocencia de su... ¿amigo?...con ventaja.

 

 

-No te preocupes mi hombre sote, que de eso me encargue mientras te la paraba, jejeje-

 

 

Con aquella aclaración y el gesto más tranquilo del moreno el chico retomo su tarea metiéndose poco a poco el gran miembro de su ahora  amante dentro de sí, sintiendo como cada anillo se iba expandiendo a medida de que aquel pene iba introduciéndose en su interior hasta tocar un punto preciso que lo hizo erizarse de pies a cabeza.

 

 

-Oh si, oh siiiiiii-

 

 

Y era por eso que se había vuelto adicto aquel hombre que ahora cerraba sus ojos fuertemente al sentir como su pene se hacía espacio en esa estrecha cavidad que según él no podía traerle nada bueno, pero que sin embargo tanto placer le había dado antes. 

 

 

Si él lo sabía, aquel falo y su ano eran el uno para el otro y por ello lo había estado evitando desde que intimaran la primera vez. Pues bien sabía que no era bueno hacerse adicto a un solo caramelo teniendo tantos en el mercado, menos de uno tan raro y mucho menos de uno que se negaba a ser suyo de buenas a primeras. Pero que podía hacer, lo había intentado todo, desde volver con antiguos amantes, hasta de solo fantasear con la compañía de su mano pero no era lo mismo, no, debía tenerlo una vez más, una en la cual se diera cuenta que la vez anterior solo había sido un golpe de suerte que no se volvería a repetir, una en la cual se desilusionara por completo de aquel hombre que le robaba el sueño, una en la cual ya no quisiera verlo ni en pintura, mas nunca imagino que todas sus especulaciones se irían a la mismísima mierda apenas tocara aquel punto a la primera.

 

 

El chico había comenzado a moverse, debía estar incomodo en aquella posición, mas parecía un experto en lo que hacía. Por un momento temió que cayera de la silla por lo cual lo agarro con fuerza de su cintura ganándose por esto una sonrisa de aquel lujurioso que oprimía con mayor fuerza su miembro urgido, haciéndolo gemir sin control por sus estocadas.

 

 

-Si…si…si…Aya…Aya…-

 

-No…no…-

 

-No que-

 

-No me…llames…asi…Yukiya….Yu…ki…ya…asi…llámame-

 

-Yukiya-dijo el moreno agarrando su nuca y atrayéndolo hacia su boca tan necesitada de la suya.

 

 

Las manos del moreno no solo se regodearon acariciando con firmeza su cintura, sino también su espalda levantando levemente la camisa de la escena anterior que aun llevaba puesta.

 

 

Era como de ensueño, sentir aquellas manos sobre su cuerpo, como se dirigían a ciertos puntos que ni el mismo sabía que tenía y que si alguien más le había tocado en ellos con esas prodigiosas manos quedaba en el olvido por el simple hecho de ser el.

 

 

Siguió empalándose con mayor energía en aquel miembro cada vez más duro, escuchando como los testículos y su trasero provocaban un sonido excitante que le hacía levantar aún más su propio y urgido miembro.

 

 

Vio cómo se llevaba una mano hacia su entre pierna ignorando porque hacia esto hasta que vio aquella parte de su anatomía que le recordaba cuan depravado se había vuelto en manos de ese chico, más que al ver aquellas expresiones en su rostro no pudo más que olvidar cualquier pensamiento para tomarle en su mano y sobársela con locura para escuchar la más bella y armoniosa melodía compuesta por gemidos.

 

 

-¡Ahaaa….ahaaaa…..ahaaaa….!-

 

-¡Si….si…si…vamos Yukiya…vamos, vamos!-

 

 

Ya estaban a punto, estaban en el éxtasis de la gloria a punto de dejarse llevar por el vendito orgasmo. La mano de Kanou rodeaba el pene del chico con precisión, mientras que el ano de este apretaba con mayor intensidad el miembro de su co estrella que sin aviso alguno exploto en su interior provocando que no solo lanzara un grito lujurioso, sino que además se corriera al instante por este simple hecho cayendo rendido sobre el pecho de su moreno que no hacía nada más que abrazarlo y acariciarlo.

 

 

-Tan…bueno…tan…-

 

 

El hombre solo respiro cansinamente mientras continuaba acariciando al chico que aún tenía en su poder parte de sí.

 

 

-Tan…tan…mío…solo mío-

 

 

Le escucho decir en un susurro un poco divertido pues aunque ni el mismo lo supiera esa era la verdad.

 

 

 

 

 

-¿Qué estás leyendo?-pregunto algo curioso un hombre al lado de un muchacho ensimismado en su lectura-Yukiya-

 

-Algo que me entrego una de nuestras fans antes que se armara la trifulca-

 

-¿Qué es?-

 

-No seas curioso mi hombre sote-dijo el chico ignorando con una sonrisa al hombre que intentaba ver que decían aquellas hojas de papel.

 

-Bueno, tampoco me interesara… en todo caso-

 

-Vamos Kanou-dijo el chico con un puchero-no seas celoso-

 

-Celoso yo, ¡ja!-

 

-Esto no es una carta de amor-dijo el chico viendo como el moreno alzaba una ceja-en serio mi hombre sote, no tienes por qué temer, yo soy solo tuyo-

 

-Como si eso…-cayo en seco antes de terminar la frase, pues aún le ardía que ese chico solo le utilizara y después le botara como una vil piltrafa y aun asi se pavoneara no solo con él, sino que además con otros integrantes del elenco sin la menor vergüenza.

 

-Es en serio mi hombre sote, este solo es un fics, ¿sabes lo que es un fics, cierto?-

 

-Claro que se lo que es un fics-

 

-Seguro-dijo el chico jugueteando con su dedo sobre el pecho del otro.

 

-¡Claro que sí!-

 

 

El chico se rio, ya que estaba seguro que esto no era asi, pues tan solo un dia antes le estaba explicando que era el Slash y el Yaoi y divertidamente aquella historia que tenía en sus manos no solo relataba en parte la ignorancia de su coestrella, sino que además le daba la idea para proponerle una grandiosa idea al guionista de la producción, además de la oportunidad perfecta para juguetear con su nueva conquista tanto en el set como fuera de este.

 

 

-¡Chicos se terminó el intermedio!-grito un joven entrando al camarín del castaño tras tocar la puerta-¡A trabajar!-

 

-Dios tienen que gritar tanto, no somos sordos-

 

-Vamos mi hombre sote, es su trabajo-

 

-¡Quieres dejar de llamarme asi!-exclamo el hombre mirando sobre tu hombre.

 

-Oh pero que sensible mi…ña, olvídalo- dijo ya sin importancia el joven mientras caminaban.

 

 

El chico dejo atrás al moreno haciéndole un gesto al asistente del director quien corrió hasta el como todos lo hacían cuando él les solicitaba, con excepción claro está de su co estrella que acampaba en esos momentos en medio de la escena que dejaran a la mitad.

 

 

-Sabes dónde está el guionista-

 

-No Sr. Yukiya, pero si lo necesita se lo busco-dijo dubitativo el muchacho que lo miraba con admiración.

 

-Te lo agradecería profundamente, dile que tengo una grandiosa idea para una escena-dijo el chico acariciando con un dedo el mentón del joven que babeaba literalmente por la estrella del programa.

 

-¡Yukiya el director pregunta cuando te dignaras a terminar la escena!- dijo en voz alta un moreno harto de esperar por el consentido del país que no hacía más que coquetear con el asistente aquel.

 

-¡Yo no dije eso!, Yukiya yo no dije eso- repetia una y otra vez el barbudo a su más preciado actor que muy quitado de pena le hizo un gesto para que no se preocupara por esto, pues tenía una carta bajo la manga que le haría pensar dos veces al moreno antes de llamarle la atención en frente de todos.

 

-¡Ahí voy mi hombre sote!-grito el chico dando saltitos hasta el escenario mientras su co estrella solo pensaba una cosa en medio de las miradas y risas disimuladas de los otros miembros del set.

 

-Yo…lo…mato…Yo lo mato-

 

 

 

 

 

 

 

Fin

 

Notas finales:

Bueno espero que les haya gustado tanto como a mi al escribirlo.

Como siempre, gracias por leer y mucho mas por comentar.


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