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El hombre de la mirada triste por darkmiss

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Notas del capitulo:

Explotando mis fronteras, quise escribir un fic de una de mis parejas favoritas ( pero no tanto como CamusXMilo)

Pd: maldicion ya no me quieren volver a seleccionar las advertencias Ò0Ó

Levantándose de la cama como todas las mañanas, empezar un nuevo día para aquella persona, tomando con mucha pereza su ropaje, cubriendo su desnudez de cualquier intruso en aquella habitación, con paso lento se fue dirigiendo al tocador para asearse, y por un descuido observa  su cuerpo en un espejo, hacía tiempo que no se apreciaba, no recordaba el largo su cabello hasta ahora, ni la textura de su propia piel o el color de sus propios ojos, hay a veces que piensa que ni siquiera existe, con su mano trato de tocar su propio reflejo, pero al final desistió en la decisión, para seguir con lo planeado

En mi jaula de oro y soledad 
vivo hace tiempo ya

he alquilado mi propia realidad 
¿dónde está, donde está el que yo fui?

Ver a todos los santos postrados a sus pies, ya no tenía el mismo significado como pensaba que seria años antes, y mas al no tenerlo cerca de él, lo extrañada pero sabia que si el se enterada, le tocaría un castigo por su falta, se habia dicho a si mismo que lo tendría que olvidar por su bien, aunque si corazón le doliera, tenía que seguir actuando, como lo iba haciendo durante 13 años.

Y a pesar del tiempo que tiempo que tenia, en su prisión, siempre tenia la ilusión de que él vendría a rescatarlo de este tormento que llama vida.

“Aioros, mi amor”

-patriarca, nos necesitamos en el coliseo para que entregue las armaduras-una voz lo despierta de sus divagación, deseos, sueños imposible

-ahora voy, solo permíteme un momento-dijocon toda seriedad elque fuera antes el caballero de geminis mientras se acomodaba el casco del patriarca para salir del recinto a cumplir su papel, y aunque lo quería negar, no lo podía, le dolía el alma verse ahora en su estado, quería destapar esa farsa ante todo el mundo que llevaba durante 13 años, pero no le era muy simple esa confesión ya que sabia a la perfección lo que lo llevaría, pero no le importa si el la mas cruel de las torturas, o la mas dolorosa muerte, no tenían comparación con la estaque que él mismo se habia clavado, solo con que, aquella persona por fin pudiera rescatarlo le era suficiente,


he comprado sonrisas por tener 
algo de calor en mí

Este día había sido muy agotados, ni cuando era un aprendiz lo había dejado muy cansado, lo único que esperaba era llegar a su cama para poder descansar y pedirle en silencio a los hermanos Hypnos y Thanatos que se llevaran su alma esa noche, abriendo las grandes puesta de sus aposentos, y al mismo tiempo cerrarla a sus espaldas quedando en la oscuridad en compañía de los rayos de Artemisa en la habitación

-me alegra que llegaras mi bello saga, ya estaba cansado de esperar- un extraño se encontraba en la alcoba, pero no tuvo ni la necesitaba de prender las antorchas, pues ya sabia quien era aquel intruso.

Y en mi jaula, amor, lloro y pienso en ti

Aquella presencia lo atormentaba, y a pesar de que este vivía en su cuerpo no podía controlarlo, simplemente ya no podía soportarlo más, y cuando lo quería tener simplemente se presentaba en su cuerpo para saciar su deseo.

Sin que Saga pudiera reaccionar, fue tomado por la cintura,  para ser aventado a la cama de aquella habitación, saga tratando de incorporarse, pero le era imposible ya que un peso extra lo evitaba levantarse .

-dejame en paz- susurraba desesperadamente, tratando defender la poca dignidad que le quedaba

-nunca lo hare, ahora eres mio-

-alejate de mi bastardo- le dijo tratando de alejarlo de su cuerpo, pero tomandolo de las manos colocándolas sobre su cabeza, con una mirada desafiante, demostrando que aun seguía siendo un caballero de athena a aquel ser.

-eso no se hace a tu dueño saga-

 -nunca seria tu mascota, Ares-

-yo pienso que si- con una sonrisa cinica en los labios del dios, comenzó a dejar sus marcas en el cuello del griego, mientras saga se mordía su labio evitando liberar cualquier sonido de satisfacción por el trato del dios

los aplausos que maté

Sus labios, su mirada, su sonrisa siempre llegaban a su mente mientras Ares lo tomada, haciendo mucho más grande su tragedia, siempre recordaba en esos momentos las veces que estuvo con Aioros,


en lo que perdi, mi (suerte o duende) donde esta 
mi mirada triste está 


Hacia una comparación de los dos, y la lista se hacia cada vez más grande, pero siempre supo cual era la verdadera diferencia, con Ares siempre era una relación de amo/esclavo, el mandaba, él obedecía; si el quiera follarselo, el no podiá negárselo, en cambio con Aioros eran dos amantes enamorados, siempre fueron considerados los amigos inseparables (obviamente después de Camus y Milo, esos desde que se conocieron siempre fueron mas unidos e inclusive cuando fueron separados), cada mirada, cada sonrisa, todos esos gestos le gustaba porque sabia el significado de cada uno y los guardaba en lo mas profundo de su ser.

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Ares se habia desecho de las vestimentas patriarcales de Saga de las suyas, colocándolo boca y manteniendo su manos aprisionadas, penetra su cuerpo ni ninguna clase de preparación, Saga muerde con mas fuerza su labio hasta hacerlo sangrar y serrando sus ojos tratando de bloquear su mente, como lo hacia en los otros encuentros que tenia con el dios

-no sabes como me excita, verte desistir mi querido saga, susurrándole al oído, lamiendo su mejilla hasta llegar al hilo de sangre y degustarlo y comenzando con el vaivén sosteniendo en alto las caderas del gemelo mayor. 

En mi celda de sueños que rompì 
me visita el que yo fui

Mientras Ares seguía saciando su propio placer, en la mente de saga, recodaba, sus ojos miraban en la nada, en un al instante una pequeña lagrima salía de uno de sus ojos, eran lagrimas de tristeza, por todo lo que perdió para estar en ese momento, se sentía como la peor escoria del mundo, y eso era lo que Ares había tomado a su favor, entre gemidos del dios, siempre le recordaba lo que era para él.  


abriré los de rojos que hay en mi 
volvere, volvere, esperame 

Siempre fue un joven activo, aunque muchas personas lo consideraban cerrado, aquellos que lograbas traspasas las barreras de su corazón descubrían que era un chico, alegre y que siempre fiel a lo que amaba, y eso fue lo que descubrió Aioros de Sagitario, el fue el único que pudo descubrir el otro lado del corazón de poderoso Saga de géminis, y logro dominar al que en ese momento era el mas poderoso de la armada dorada de l diosa Athena.


Los castillos de arena que levanté 
se derrumbarán por ti 

Cada oportunidad que tenia  siempre lo había estremecerse, acompañado de un sonrojo y una sonrisa en sus finos labios, con un pequeño rose de sus labios, era los momentos que Saga de geminis siempre experimentaba diversas sensaciones.


Y en mi jaula, amor, lloro y pienso en ti 
los aplausos que maté 
en lo que perdi, mi suerte donde esta 
mi mirada triste está 

Después de esa sección de sexo, Ares lo dejo turbado en la cama patriarcal, se había retirado del santuario de su hermana, para no levantar sospechas y ahora si el gemisiano, podía llorar a solas, con mucha pereza, se levanta del lecho para casi salir corriendo hacia el sauna y limpiar todo su cuerpo, deseando arrancarse la piel y eliminar cualquier rastro del malvado dios, pero aun así se sentía impuro, se quedo un buen tiempo pensando en la tina hasta que penso que era suficiente y se levanto para buscar una toalla, estaba agotado, y llegando a su lecho solo se dejo caer sin importar que este de mojara por la humedad de su pelo, hasta que quedo por completo entre los brazos de Morfeo.

Me fundi con besos de ti 
mi coraza hecha de miel 
regresaré, ayudame, no te olvides de mi. 

En sus sueños, siempre era su consuelo, ya que regresaba a los años de aprendiz, donde conocía a su amado castaño, la amabilidad que lo trataba, siempre se comportaba asi, con una sonrisa en sus labios y una determinación en su mirada, era las palabras con la que lo podía describir a la perfección, y sin darse cuenta su cuerpo, alma y corazón dejaron de ser de su propiedad para convertirse para el arquero,

Tan solo tenia 13 años cuando por fin dejo de ser su propio dueño y entregarse en los brazos.

Había entrenado hasta muy tarde ambos estaban agotados por el exhaustivo entrenamientos, los largos cabellos de saga, se pegaban a su frente, en cambio los cabellos de Aioros unas cuantas gotas de sudor recorrían por su frente hasta perderse en el cuello de este, ambos estaban charlando de cosas triviales, hasta que llegaron al tercer templo, ahí se iba a quedar el peli azul, pero al ver las señas de fatiga del arquero, sin pensarlo dos veces le ofreció el quedarse en el cuarto de huésped, para su suerte su gemelo, que para ese entonces era un secreto se quedaría en el templo principal en compañía de Shion, al parecer el patriarca lo necesitaba para algo, lo ofreció un par de toallas y algo de su ropa, pensando que le quedara, se dirigió a su aposentos para alistarse a bañarse, se tuvo que bañar rápido para poder atender a su invitado, colocándose una camisa y un pantalón sencillo fue a verlo para llevarse la sorpresa de encontrarlo usando únicamente una toalla que estaba envuelta en su cintura, sus mejillas se tornaron carmesí y desviando su mirada para ocultarlas, en cambio Aioros fue más rápido en ver la acción del gemelo mayor y como un gato acechando se presa, se le acerco a un sonrojado Saga para tomarlo entre sus brazos y con sus mano libre tomándolo de la barbilla, alzando su mirada, para que sus esmeraldas se encontraran con la de Aioros, un destello de inocencia se mostraban en las esmeraldas de Saga, pues nunca se pensó encontrarse en esa clase de situación y lentamente fue acercándose, a los carnosos labios del sagitariano y así capturándolos siendo el primer beso de ambos santos, a cada segundo ese beso inocente se fue transformando a uno demandado y apasionado hasta que les fue necesario el vital aire, Aioros con atención, miro a Saga con sus mejillas sonrojadas y esos sensuales labios rojillos, y ahora fue el quien empezó aquel beso apasionado provocando una guerra de lenguas donde fue él el granados, dominando al poderoso Saga de Géminis, lo encamino hasta acostarlo en la camas se acomodo entre las piernas de peli azul, se fue deshaciendo lentamente de cualquier estorbo que le impidiera acariciar la suave piel que se escondía dejado del traje de enfrenamiento de Saga, hasta que lo dejo completamente desnudo ante su vista, se separa un poco para mirar aquel cuerpo del gemisiano prestando atención a cualquier rincón donde sus manos tendrían el privilegio de ser el primero en probar y saborear, acercándose sigilosamente al cuello del peli azul fue dando pequeños mordiscos y chupando zonas donde empezaron a excitar al peli azul, en cambio Saga estaba recorriendo la amplia espalda enterrando sus uñas en esta además de saltando pequeños jadeos y suspiros al sentir las cálidas manos del castaño, fue recorriendo cada parte del cuerpo de Saga hasta llevar a un par de botones rosados esperando su atención y sin hacerse de rogar los capturo con sus labios lamiéndolos lentamente hasta quejarlos erectos, pero eso si no descuidaba cualquier parte del gemisiano donde podrá sacer un gemido ahogado, con pequeños besos fue descendiendo hasta llegar a sus caderas, mordiendo ligeramente su ombligo, observo con lujuria el miembro despierto de Saga, lo tomo entre sus dedos para lamer la punto provocando que saga soltara un gemido fuerte y que arqueara su espalda por el pacer que sentirá, Aioros miro con lujuria la acción de saga y volviendo a introducción el miembro a su boca empezó a saborearle, escuchando los gemidos de placer de Saga; sus manos por instinto se colaron entre los cabellos castaños de Aioros acariciándolos y jugando con ellos, hasta que finalmente se derramo en la boca de Aioros, se incorporo y tragándose toda la semilla de Saga se coló entre sus cabelladas hebras que desprendían un aroma que enloquecía al castaño y hacían que su miembro despertara de la emoción

-Aioros… ahh…espe…ra… por.. favor…-

-no saga todavía falta lo mejor- susurrándole al oído, besando su lóbulo se llevo tres dedos a la boca y fue descendiendo hasta la  pulsante entrada de Saga y lentamente fue introduciendo el primer dedo, y con movimientos de arriba abajo lo fue dilatando hasta que  introdujo el segundo y tercer digito, los gemidos de placer de Saga se escuchaban por toda la habitación y sin esperar más se colocó entre las piernas de Saga y lentamente lo fue penetrando hasta quedar adentro pero un gemido de dolor lo obligo a detenerse, esperando a que el mayor se acostumbrada a la invasión

-Aioros,…puedes continuar…

-estas seguro

-si-

El vaivén primero fue lento, juntando sus caderas tratando de llegar lo más posible al fondo, hasta que la ansiedad y la necesita los fue obligando a ser lo más rápido, más brusco que las sensuales, con una fuerza ejercida por ambos, gotas alegrar de sudor recorrían por  sus cuerpos, sus bocas se daban besos apasionados ahogando sus gemidos en sus gargantas pero uno que otro se colada, dando a tender lo que estaba disfrutando ambos, sus manos recorriendo cada centímetro de piel que tenían al frente, hasta que llego el clímax y se presento el al ansiado orgasmo, Saga derramándose entre  ellos y Aioros adentro de él, se miraron a los ojos y supieron que ambos se robaron la inocencia mutuamente, pero no les importo ya que fue una experiencia única, mas no la ultima que iban a tener

-Aioros, Te amo-

-yo también te amo- dijo un exhausto Aioros besando su frente subada

Con un Te amo siempre terminaba su sueño para que luego una sombra lo envolviera dando a entender que no tendría control de su cuerpo por un tiempo indefinido.

Y en mi jaula, amor, lloro y pienso en ti 
los aplausos que maté

Aunque no lo quería admitir encontrar a Pegaso en la sala lo alegro infinitamente, le permitió pasar y pidiendo en silencio un perdón que ni con todo el valor le sacarían ya que el orgullo del espíritu de Ares era tan poderosa como su arrepentimiento y nunca se lo permitiría sacar de su pecho. 


en lo que perdí, mi suerte dónde esta 
mi mirada triste está

Cerro sus ojos, ante la mirada de su diosa, mientras se caía al frio suelo, finalmente aquella voz, ya no lo atormentaría al fin era libre, pero a que costo, no le importaba tener el rencor de sus compañeros, o que lo tacharan de traidor, esa clase de etiquetas no le importaba, sino lo que más le dolía fue que tuvo que sacrificar la vida de su amado Aioros, para ser libre, solo esperaba que al lugar donde los dioses lo enviara, poder encontrar al arquero para pedir perdón.

-Aioros perdóname- fue un susurro al viento que soltó con todas las fuerzas que le quedaban.

Ni siquiera su diosa le permitió escuchar ya que esas eran las palabras que él tenia pensado decir cuando lo viera en el otro mundo.

Notas finales:

espero que les haga gustado, espero sis criticas y comentarios


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