No sé cuando me convertí en esta clase de persona, mi vida se había convertido en una especie de estúpido torbellino que giraba alrededor de mi, nada era lo que parecía fuera de ese círculo donde yo era el centro y los demás simplemente un mundo aparte, donde yo siempre sonreía mientras que los demás lloraban y sufrían y donde nunca pude darme cuenta de los horrores que pasaban las personas a las que amaba. En especial esos cuatro chicos que estaban siempre a mi lado, que siempre querían verme feliz y que harían todo lo posible por sacarme una de mis estúpidas sonrisas.
Esos chicos eran mi vida y yo no les agradecía ni siquiera que estuvieran a mi lado, que me prestaran sus voces. Era el líder de Shinee, el grupo más famoso de Corea, pero acababa de darme cuenta de lo que eso significaba. Sabía que había hecho mal mi trabajo durante estos cinco años, que solo me había preocupado por la perfección de loa conciertos y los emotivos discursos que dábamos, pues en ellos residía la popularidad del grupo. Pero lo que consistía en saber ver los sentimientos de los miembros no tenía ni la menor idea, todo el mundo se daba cuenta de sus problemas y preocupaciones mientras que yo no podía ver más allá de sus talentos, creía que era un buen líder, llevaba al día todos los horarios, cumplíamos en cada espectáculo, y dábamos las entrevistas mas entretenidas de toda Corea. Pero parece ser que el trabajo de un líder no es solo eso.
-Onew, Shinee se está desmoronando- Estaba sentado en una silla algo incomoda en frente de un escritorio negro brillante, me habían sorprendido en la sesión de fotos del nuevo single Dazzling Girl, por lo que mi vestimenta no era la más adecuada.
-Pero si el grupo está mejor que nunca- Le replique al manager que parecía realmente enfadado-Acabamos de dar el ultimátum en Japón, somos los más queridos en Corea y probablemente estemos en las listas americanas, por no hablar de Europa...
-Jinki, cállate- Mi parloteo sin sentido ceso al instante, el manager me había llamado por mi nombre lo que quería decir que ahora indudablemente estaba enfadado-¿Cómo están los miembros?
Los miembros... Taemin, Minho, Key y Jonghyun. Mis amigos desde hace cinco años.
-Bien, están dando lo mejor de sí mismos
-Yo no pienso lo mismo Jinki-Me fulmino con la mirada- Haz bien tu trabajo, como líder de Shinee tienes obligaciones. Pasa más tiempo con ellos, obsérvalos, eso es todo lo que te pido.
Me sonrió de una forma espeluznante antes de volver la vista a unos papeles que tenia sobre ese escritorio.
-Ya puedes irte- Me levante despacio para no tropezar y me aleje de el escritorio, se me habían amontonado preguntas sin respuesta en mi cabeza, pero quería esperar a ordenarlas todas para empezar a desmenuzarlas.
Salí por aquella puerta de madera y reconduje mis pasos a la sesión de fotos, SM era una compañía muy grande, de mucho prestigio y algo cara. Pero para grupos como Shinee todo eran lujos. O eso parecía.
Recorría los pasillos de la compañía y aunque llevaba varios años allí aun no me había acostumbrado a aquel laberinto. En las paredes había ventanas que ocupaban la mayor parte de los muros. Al otro lado de las ventanas se podían observar a algunos chicos bailando o practicando sus canciones. Podía distinguir a los integrantes de EXO-K un grupo que probablemente sustituiría a Shinee en un futuro no muy lejano.
Llegé al lugar apartado donde se encontraban los demás integrantes de Shinee, mis piernas ya estaban cansadas cuando llegé a la puerta, pude ver a Taemin apoyado en ella levanto su cabeza al oírme llegar y vi sus ojos, cansados.
-¿Dónde estabas?- Se despego de la puerta la abrió y paso dentro dejándome la puerta abierta.
Entre
-El manager hyung me llamo- Me miro por encima de su hombro- Quería hablar conmigo.
-¿Sobre qué?- Su voz sonaba muy curiosa, como cuando un niño pregunta algo que no debe saber.
-Sobre el grupo en general- Le conteste indiferente, me vinieron a la cabeza las palabras del manager y las dudas me asaltaron de nuevo.
Entramos a aquella sala, la penumbra del ambiente se debía a las luces de los focos y las luces del techo y las paredes apagadas. Key se encontraba ante la cámara, posando elegantemente, le quedaba bien su nuevo color de pelo pero me gustaba más el rubio de Sherlock. En el lateral, sentados encima de unos altavoces se encontraban Minho y Jonghyun riéndose en silencio del de los ojos felinos.
-¡Ah ya dejar de reíros!- Key dejo su elegante planta a un lado y con su voz de diva se dirigió a los otros dos, estos taparon sus bocas con las manos, pero aun se podía percibir sus carcajadas en los hombros que subían y bajaban como espasmos.
Me acerque a Key y este con una sonrisa me saludo y se abalanzo hacia mi envolviéndome con sus brazos, aquel acto me sorprendió pero le devolví el abrazo.
-Venga va ¿Cuando me toca?- Jonghyun interrumpió la muestra de cariño por parte de Key empujándonos fuera del espacio blanco.
El fotógrafo se acerco y empezó a posicionar a Jonghyun en el centro del objetivo. Los demás nos apartamos y dejamos a Jonghyun a solas con la cámara y los focos.
-¿Qué cosas del grupo?- Taemin me llamo la atención con su pregunta, recordé la conversación que habíamos empezado antes.
-Sobre nuestro debut en Japón y sobre el excelente trabajo que estamos haciendo-Mentí.
Taemin asintió con su pequeña cabeza mientras que las cadenas que colgaban de sus orejas chinchineaban sonoramente.
La sesión de fotos transcurrió con normalidad, las fotos salieron muy bien, aunque para mi gusto mi cara nunca fue demasiado fotogénica. Key salió muy guapo, Taemin provocador, Minho clásico y Jonghyun salió lo que se diría sexy, como siempre. Mientras ellos salieran bien no había problemas
Fuimos a cambiarnos los cinco, habíamos trabajado duro esta semana y nos merecíamos un día de descanso. Entramos en la habitación y Minho se desabrocho la camisa con urgencia y la tiro lejos.
-Como pica esa camisa- Se quejo rascando su torso.
Reímos ante las palabras de nuestro amigo y comenzamos a desnudarnos.
"Obsérvalos"
Creí que era un buen momento para poner en práctica esa orden del manager. Observe minuciosamente a mis compañeros que se desvestían rápidamente...
El cuerpo delgado y pálido de Taemin y sus finas piernas. Minho seguía rascando su torso dejándose marcas rojas en el cuerpo. Jonghyun se encontraba de espaldas a todos nosotros, sus músculos se contraían al mover sus brazos. Mientras que los demás charlaban el se mantenía callado mirando de vez en cuando a su izquierda, mire disimuladamente hacia allí y pude ver el cuerpo blanco y delgaducho de Key, sus costillas se marcaban en sus costados y los huesos de la pelvis se le veían demasiado, estaba preocupadamente delgado. Una camiseta blanca me tapo la visión de su cuerpo, levante la vista y me choque con sus ojos felinos. Sus mejillas estaban levemente sonrojadas.
-¿Por qué estas tan delgado?- Le pregunte sin pensarlo, se puso la camiseta enseguida apartando su mirada- Key...
- Estoy bien- Saleo de la habitación corriendo, intente seguirlo pero Jonghyun me paro con la mano, me miro y acto seguido salió el por la puerta detrás de Key gritando su nombre.
Nos quedamos en silencio absoluto, lo que había pasado hace unos segundos fue un tanto extraño. ¿Por qué Key estaba así? Se le veía horrible.
-¿Nos vamos a comer juntos?- Minho hablo rompiendo la capa de hielo que se había creado entre esas cuatro paredes.
-¡Vale!- Grito Taemin con entusiasmo y me empujo fuera de la habitación.
Nos encaminamos por los pasillos con nuestras bolsas colgadas en los brazos. Nos cruzamos con algunos integrantes de EXO, me pareció que nos esperaban. Jonghyun se encontraba entre ellos, tenía en su rostro una mueca de preocupación. Nos acercamos
-¿Y Key?- Pregunte sintiendo como la culpa me invadía el cuerpo.
-No lo sé, lo perdí de vista en cuanto giro la esquina- Paso las manos por su rostro- Onew hay que encontrarlo.
-No creo que se vaya muy lejos- Minho intervino en la conversación- De todas maneras tienes que disculparte.
Entendí lo que me había dicho el manager hace solo unas horas, hoy había abierto los ojos un poco. Pero algo me decía que tenia abrirlos un poco más, escuchar y sentir. Bufe ante el esfuerzo que me supondria tal cosa. Decidí ir a buscarlo.
-Kai, hemos quedado para comer ¿Os venís Sehun y tú?-La voz de Taemin rompió mis silenciosos pensamientos
-¿Nos invitáis?- La voz de Sehun invadió mis oídos, aunque la pregunta no iba dirigida a él.
Taemin asintió con energía y salimos los seis por la puerta principal hacia los autos.
-Yo me voy a buscar a Key, no puedo irme a comer tan tranquilo- Eso debería haberlo dicho yo, pero Jonghyun se me adelanto- Sabiendo que puede estar llorando, por tu culpa-Dijo eso ultimo con sus ojos clavados en los míos, mientras yo moría poco a poco por dentro. Jonghyun tenía razón. No podía.
Se alejó después de despedirse con la mano y yo me gire para ver a Taemin, a Minho y a sus dos acompañantes. Minho se encontraba nervioso negando con su cabeza velozmente
-Lo siento- Le susurre, el abrió los ojos, suplicándome con la mirada.
Le sonreí y me di la vuelta empezando a correr detrás de Jonghyun. Paré a su lado, el me miro y seguimos caminando, ambos preocupados por Key. Llegamos al auto y le pedimos al conductor que nos llevara a casa, era el primer sitio donde podíamos buscar a Key. Salimos a la carretera, me sentía la persona más imbécil del mundo, no, era la persona más imbécil del mundo.