Capitulo 1.- Realidad
Me miro en el espejo, ¿mi reflejo?; no, es más que la sombra de lo que alguna vez fue, miro a través de mí, me he convertido en un juguete, mi hermano solo puede verme con ojos suplicantes y es que ya hace tiempo me ha dicho que nos vallamos de ese lugar, que no importa lo que pase siempre estaremos juntos.
Escucho desde debajo de las escaleras mi nombre, aun me cuesta trabajo asimilar todo esto, pero…creo que es lo único que merezco.
-¡FYE BAJA ENSEGUIDA!-se logró escuchar desde debajo.
-Fye, por favor no lo agás, te he dicho…-pero fue interrumpido por Fye.
-Ya sé que me has dicho Yuui, pero te he dicho que es lo que merezco después de lo que he hecho.
-Fye-solo lo pudo decir en un susurro inaudible para el otro rubio.
-¡FYE CON UN DEMONIO QUE BAJES TE ORDDENO!-la misma voz penetrante resonó en toda esa casa.
Momentos después se encontraba en el sótano donde cómodamente su padre coloco una cama y algunas cosas más, el padre de no mas de 35 años, piel blanca y cabello negro, solo atino a quitarle la bata que portaba el muchacho, dejándolo desnudo, él pudo notar todas las marcas y cicatrices que le había hecho tras varios maltratos, no espero más y lo aventó a la cama atándolo a la cabecera con correas de cuero.
-¡Papá, por favor…!-no pudo decir nada más pues el hombre le propino un puñetazo en el rostro.
-¡YO TE DIRE CUANDO PUEDAS HABLAR!-le grito y luego siguió con lo que hacía, comenzó a lamer su miembro, haciendo que Fye se estremeciera, comenzando a derramar lágrimas por el acto que su padre comenzó a hacer.
Los minutos pasaron y su padre dejo de lado el miembro de su hijo y le ordeno a Fye lamer tres de los dedos de su padre, uno por uno se comenzaron a introducir en la entrada del menor dando un ligero respingo por la intromisión, pero su padre no intentaba darle placer, sino cumplir con el castigo impuesto.
-¡No,…Papá…ahh…por favor…ahh!-Fye solo atinó a decir las palabras de forma entrecortada.
-Yo no tengo ningún hijo que se prostituye, así que por lo tanto tú no eres mi hijo-y otro puñetazo se hizo presente en su mejilla.
Las estocadas eran fuertes, en verdad, eso no era un acto para dar placer, sino para castigar a la persona que lo merecía, según ¿Quién?, ¿las personas que se lo habían impuesto a Fye?.
-¡Dime que..quieres…más!-fue lo que se escuchó de la ronca voz de su padre.
-¡Dame más…ahh!-Fye tenía incontables lágrimas en sus ojos.
-Pídeme que te la meta hasta adentro-su padre tenía una sonrisa de medio lado (lo sé no se escribir, pero soy mala >.<)
-¡Por favor métemela!-Fye no podía hacer más que aguantar el llanto y hacer lo que su padre le decía, pues si no lo hacía seguro recibiría una paliza.
Minutos después su padre se vino dentro de él, pero como se dijo eso no era para dar placer, así que Fye no tuvo oportunidad para venirse, pues su padre no se lo facilito.
Después de eso el padre de Fye callo rendido en la cama, su madre por otro lado estaba de acuerdo con lo que su marido le hacía a su hijo pues según ella había sido un “niño” malo, es por eso que se quedaba cómodamente en su recamara mientras su esposo se “divertía” con su hijo.
Fye tuvo que recurrir a lo único que se podía acercar a la liberación de su organismo, empezó a masturbarse, pero él sabía que eso no era más que parte de su castigo, era por eso que no podía ni siquiera quejarse, cuando por fin pudo venirse escucho pasos, y se asustó un poco, pero cuando vio quien era se relajó.
-Fye ven tenemos que irnos-Yuui bajo por él y se lo llevo a su habitación.
EN SU HABITACION
-Fye tenemos que curarte esas heridas-le dijo señalando su labio roto y algunos rasguños en la espalda.
-Es mejor que los dejes así, si los curamos él puede molestarse-Fye sentía todo el cuerpo pesado además de mucho sueño, en cuanto sintió su cama callo dormido.
A la mañana siguiente tenían escuela Yuui se levantó demasiado temprano a preparar el almuerzo y el desayuno, en esos momentos sus padres aparecieron en el marco de la puerta de la cocina.
-¿Qué haces Yuui?-pregunto una mujer de cabello rubio y de ojos celestes, su madre era en definitiva hermosa pero en él lo único que le provocaba ver a sus padres era frustración.
-¡Na…nada mamá solo estaba haciendo el almuerzo-Yuui se notaba nervioso, y no era para más pues si él se encontraba de parte de Fye le iría mal.
-Para quién es ese almuerzo, pues noto que no es para una sola persona-el tono de su padre se notaba molesto, así que Yuui invento una excusa pronto.
-Es para mí y una chica a la cual pretendo desde hace un tiempo, solo que hasta ahora solo es mi amiga-Yuui se sintió aliviado al ver la mirada más relajada de su padre-¿Van a desayunar?-pregunto con su típica sonrisa.
-No hijo es demasiado tarde para nosotros nos vemos en la tarde, por cierto donde está el inútil.
-No te preocupes papá él está dormido, si se le hace tarde al flojo, yo no pienso levantarlo-Yuui se sentía mal por esas palabras.
-Ese es mi muchacho-los padres se despidieron y se fueron.
-Tengo que levantar a Fye-subió y vio la figura de su hermano removerse en la cama escuchando un pequeño quejido.
-Fye, ¿estas despierto?-Yuui se acercó a su cama comprobando que su hermano estaba comenzando a abrir los ojos.
-Sí, me acabo de despertar, ¿ya se fueron?-trato de esconder su rostro que contenía solo tristeza.
-Sí, ya se fueron, anda levántate o vamos a llegar tarde al instituto-Fye solo asintió, pero en cuanto trato de levantarse se escuchó un quejido-¿Fye te encuentras bien?, sabes que metete a bañar y luego te curo esas heridas-
-¡NO!, sabes que si lo haces él se enfadara y será peor-reflejaba en su rostro un enorme temor.
-Está bien, pero metete a bañar y aunque no quieras por lo menos are algo para que no se vean, vale-Fye solo asintió y se fue al cuarto de baño.
Después de un rato Fye bajo a la cocina a desayunar con su hermano.
-Fye escuche que tendrás un compañero nuevo en tu clase, ¿sabes cómo es?, o bien será una compañera-Yuui estaba muy alegre a pesar de que no estaría en su clase.
-Sera un compañero, y si hoy entrara, pero no sé cómo sea, ni como se llama, pero eso no me interesa; tenemos que desayunar rápido o si no nos cerraran la puerta de la escuela-Fye estaba como siempre, con su sonrisa que al parecer todos conocían como “falsa”.
-¡Que genio¡ y según yo soy el serio-Yuui estaba junto a su hermano, cuando salieron enseguida se fueron corriendo directo a la escuela.
En la escuela el profesor estaba a punto de dar su clase pero…
-Buenos días, jóvenes el día de hoy un nuevo alumno se incorpora a nuestro salón, es por eso que les pido que lo reciban como se merece y que lo apoyen en todo lo que necesite, ok- El profesor salió y trajo consigo a un muchacho alto, de piel canela, de cabello negro y ojos color rojo-Sería bueno que te presentaras- Se dirigió al muchacho al lado de él.
Fye estaba tan distraído que ni siquiera se percató del muchacho, pero cuando por fin lo vio quedo perplejo por cómo era él.
-Hola mucho gusto yo me llamo Kurogane Suwa- Todas las chica casi se podía ver el rio de baba que hacían.
-Veamos, donde te sentaras, a si hay un lugar al lado de Fye, por favor fye levántate- Fye lo hizo y Kurogane se dirigió directamente hacia ahí.
-Hola- Fue lo que Kurogane se hacia el chico rubio a su lado.
-Ho…hola- Y así comenzaron las clases…