MIS RAZONES PARA ODIARTE
Quisiera decir que mi vida es perfecta, como me encantaría decir que todo va bien y que vivo rodeado de pura felicidad, pero no sería del todo cierto, si bien es verdad que tengo un buen trabajo, uno que me gusta y gano lo suficiente para tener un estilo de vida decente.
Tengo unos padres amorosos y compresivos que siempre me han apoyado en todo, unos amigos incondicionales que siempre están ahí para mí, un novio hermoso con el que mantengo una relación de 3 años
Todo luce tan perfecto, todo mundo cree que tenemos la relación perfecta, nos amamos y estamos ahí el uno para el otro.
Si, todo es casi perfecto… casi.
-Kim Jonghyun! Ya te he dicho miles de veces que pongas la ropa sucia en la canasta ¿acaso no me escuchas cuando te hablo? –
-perdóname, ahora la levanto – digo desde el sillón que estoy usando como escritorio lleno de papeles, todos borradores de una canción que estoy intentando componer desde hace unos cuantos días
-¡hazlo ahora! No voy a levantar tu tiradero así que más vale que te apures ¡o te pones a limpiar la casa tu mismo! – me gritas desde nuestra habitación. Llevamos viviendo juntos cerca de tres meses y siempre es lo mismo.
Odio que seas tan mandón, siempre quieres darme ordenes y yo tengo que hacer todo lo que me digas para q no te molestes, parezco perrito faldero obedeciendo las ordenes de su dueño, tu dices algo y yo lo hago, a veces me siento como si fuera tu títere, me manipulas a tu antojo y siempre tengo que ser yo quien se sacrifica para hacerte feliz.
-jonghyun ya no tengo ropa, tengo que ir de compras –
-key, tienes el armario lleno, ya ni siquiera cabe mas ¿Dónde vas a meter tanto? –
- la habitación de huéspedes servirá como armario –
-pero ahí lo usamos como estudio –
-usa la mesa del comedor o el sofá como siempre – respondes quitándole importancia con un movimiento de mano sin dejar de mirarte al espejo
-¿y mis libros? –
-mételos en una caja y súbelos al ático. Bien cámbiate que iremos de compras y tu vendrás conmigo – ordenas dirigiéndote a la habitación, realmente odio no tener el espacio suficiente para mis cosas, tu siempre acaparas espacios sintiéndote soberano y emperador de cada espacio en mi vida y en mi entorno, haces lo que quieres, me obligas a hacer lo que quieras y sin derecho a reclamar para evitar un pleito, odio tener que hacer lo que dices sin importar lo que yo quiero.
-vamos a ver esa tienda – tiras de mi mano llevándome como siempre a donde tu vas, sin preguntar ni pedir mi consentimiento, yo me quejo y reniego pero no me escuchas
-key, ya estoy cansado – me quejo nuevamente, otra de tantas veces intentando que te des cuenta que seguirte el paso para mi es casi imposible.
-no seas llorón, apenas llevamos 3 horas – de nuevo me ignoras como lo has venido haciendo desde que te conocí y empezamos a salir, siempre ignoras lo que digo y mis quejas, jamás me escuchas y eso me harta, me canso de que me ignores todo el tiempo siempre anteponiendo tus deseos sobre los míos, haciéndome sentir como una esposa que es maltratada por su hombre en su propia casa.
-key ¿podemos irnos ya? – pregunto aburrido, sentado en un pequeño banquito fuera de los probadores
-espera, aun no acabo de probarme todo esto – respondes desde el interior del probador, donde llevas casi 30 minutos probándote ropa, todo ese tiempo he tenido que soportarlo aquí solo, escuchando como te quejas por no poder ponértela con tanta facilidad como quisieras, estoy aburrido, como me gustaría siquiera tener un par de audífonos y mi mp3 para escuchar música mientras estoy aquí pero tu me los quitaste en un berrinche porq no te prestaba atención cuando traía los audífonos en mis oídos, yo te los di sin objetar porq no quería que me armaras un alboroto aun mayor. Realmente me frustra tener que seguirte y acompañarte a donde vayas
-listo, ya termine, vamos a pagar todo esto – sales del probador cargado de toda la ropa que llevaste contigo –toma –prácticamente me arrojas encima todo lo que escogiste y vas de nuevo al probador para sacar el resto, yo te miro boquiabierto viendo la cantidad de cosas que tenias ahí dentro
-¿y cual de todo esto vas a llevarte? – te pregunto apenas logrando sostener el sinnúmero de prendas a arrojaste a mis brazos
-todo –dices con simpleza, como si lo que estuvieras diciendo es cualquier cosa sin importancia
-¿estas loco? ¿Sabes lo que va costar todo esto? ¡Esto es ropa de marca key! – expongo al fin mi punto de vista esperando que entres en razón, se que eso va costar un ojo de la cara y no debemos desperdiciar tanto dinero en cosas vanas
-eso ya lo se idiota pero ¿acaso quieres que yo use ropa barata y fuera de moda? ¿Es broma? Sabes perfectamente que no me gusta la ropa fuera de temporada, eso es algo inaceptable – reprochas con el seño fruncido haciendo un puchero, queriendo manipularme de nuevo
-¿y quien se supone que va pagar todo esto? Espero que traigas dinero porque yo no pienso hacerlo, no esta vez – hable decidido regresando a sentarme al mismo banquito de antes después de haber dejado la ropa sobre el mostrador
-¡pero Jonghyun! –suplicas haciendo carita lastimera
-esta vez no kibum, no estoy dispuesto a ceder, no traigo el dinero suficiente y no estoy dispuesto a seguir pagando por tus caprichos, vas a dejarnos en la calle si sigues así – te explico intentando que entiendas, pero tu seño fruncido me indica que no es así, como odio que no entiendas lo que te digo o que lo entiendes pero no me escuches, odio que te hagas el ignorante como si no supieras de lo q hablo aunque sepas que tengo razón
-pues no importa lo que digas, voy a comprarla –adviertes con los brazos cruzados, como odio que hagas eso, esa pose de niño caprichoso a veces me saca de mis casillas
-pues adelante, hazlo si tienes con que pagar – te reto sonriendo, sabiendo que desistirás ya que no creo que traigas dinero contigo, no creo que planearas gastar tanto así que no pudiste traer lo suficiente
-bien – respondes simplemente caminando a la caja donde las vendedoras nos veían disimuladamente mientras manteníamos nuestra pequeña discusión, odio que me hagas pasar ese tipo de vergüenzas frente a los demás, como si fuera un padre teniendo que lidiar con su maleducado y caprichoso hijo
Me pierdo en mis pensamientos y no me doy cuenta de cuando ya estas en la puerta esperándome con todas la bolsas de compras, son muchas, demasiadas, me sorprendo pero debí imaginar que venias preparado para esto, odio que seas tan precavido y no tener la razón, odio no poder ganarte
-Jonghyun apúrate, ayúdame con las bolsas – me exiges de nuevo, no preguntas, no lo pides por favor, solo lo ordenas como siempre, suspiro frustrado y camino sin ganas has ti, agarro un montón de bolsas y tu otras y salimos de ahí
-¿Cómo hiciste para pagar todo esto? ¿Acaso traías tanto dinero? – pregunto distraídamente mientras caminamos viendo los aparadores
-pues asalte un banco mientras cerrabas los ojos - respondes sarcástico – lo pague con la tarjeta de crédito babo - dices con obviedad, odio el tono con el que me respondes, odio la forma en que contestas, odio tu sarcasmo, a veces eres tan pesado, especialmente conmigo, me desesperas con esa actitud de diva que siempre cargas. Yo te miro boquiabierto, la tarjeta de crédito que te di, por supuesto, me molesta q no me hagas caso, parece que tendré que pagar todo aunq no quiera, odio ser tan estúpido y que tu seas tan inteligente y odio que te pases de listo aprovechando mi torpeza.
- vamos a la peluquería, necesito un corte y quiero un nuevo tinte de cabello – me dices empezando a caminar hacia dicho lugar, te sigo cansado y sin objetar, se que no lograre nada asi que resignado voy tras de ti, intentando controlar la rabia que me da tu forma de actuar.
Estuvimos como una hora metidos ahí dentro, yo me distraigo leyendo las revistas para chicas que hay mientras espero, no hay nada más que hacer ahí.
Un rato después sales, tu cabello rubio con unas mechas rosa suave al frente, te has retocado el maquillaje y el fino delineado de tus ojos resalta tu mirar felino, te has puesto uno de los conjuntos nuevos que compraste, una camisa negra que se ajusta a tu pecho a la perfección acompañada de una chaqueta del mismo color cuyas mangas te has arrollado hasta el antebrazo, tu piel luce aun mas blanca con ese color, traes unos pantalones entubados color blanco, tus piernas lucen tan bien en ellos, se te ajustan como una segunda piel, te ves perfecto.
Salimos de ahí, tu vas delante de mí como siempre, yo estoy embobado por tu belleza y perfección, te observo mientras caminas con tu andar tan elegante, tan singular, tan tú… sin q yo quiera noto como todos a tu alrededor voltean a verte mientras pasas, todos sonríen con lascivia, te ven con deseo, hombres y mujeres te devoran con la mirada, tu ni te inmutas, creo q te gusta q todas las miradas se posen en ti, caminas más arrogante, más sensual y lo odio, odio que seas tan coqueto, odio la forma en q contoneas las caderas al caminar, odio que todos te observen, odio que alguien más te desee, odio que seas tan hermoso que me haces sentir inseguro, odio que las chicas se te lancen y que los chicos coqueteen contigo, odio como los pervertidos te ven el trasero mientras pasas, odio las palabras tan descaradas y vulgares que te dicen, odio que llames tanto la atención.
-vamos, quiero comer algo – me dices caminando hacia algún lugar, yo te sigo y te veo entrar a un restaurante italiano, suspiro cansado, es tu comida favorita, supongo q será lo que tu quieras de nuevo, entramos y veo que es un lugar muy elegante, me preocupa lo costoso que pueda llegar a ser
-key, todo aquí es muy costoso, ¿no seria mejor ir a otro lado? –
-por favor, no es tan caro, no seas tacaño, jamás me sacas a ningún lado elegante, casi nunca salimos a ninguna parte – me reprochas aunq eso no es cierto, siempre que quieres vamos a donde tú quieres pero no discuto, no tengo ánimos para eso.
Llevamos un rato ahí, tu hablas sin parar y yo apenas y te escucho, estoy cansado y quiero irme pero no lo hago, sigo ahí escuchándote quejarte de una y mil cosas, de la universidad, de tus amigos, de tus padres, de el goteo del lavabo en el baño, de el rayón que le hiciste a tu zapato, de lo que tardan con la comida, de la mucha hambre que tienes, de mi y mi falta de atención, odio que tengas tantas quejas, odio que hables tanto de cosas sin importancia y no sepas respetar cuando no quiero hablar y menos cuando no quiero escuchar nada de todas esas cosas innecesarias de las que siempre te quejas conmigo.
-jonghyun ¿me estas escuchando siquiera? – preguntas con el seño fruncido
-te estoy escuchando –
-a si ¿Qué te acabo de decir? –
-que no compraste zapatos para acompañar tu nueva ropa – te veo suspirar
-está bien – respondes y te dedicas a beber de tu copa, se que acerté porque si no me armarías un escándalo por no ponerte atención, realmente no te escuchaba, solo te veía mover los labios y hacer movimientos con las manos, haciendo pucheros y frunciendo el seño, aun así tu eres muy predecible y llevabas ya 10 minutos hablando de tu ropa nueva, no es difícil adivinar.
Un rato después llego Dongwoon ese tan cercano amigo tuyo, al parecer había invitado a cenar a una amiga, los invitaste a sentarse con nosotros y tu mundo fueron ellos, no cruzaste palabra conmigo en toda la cena y ellos apenas y me saludaron al llegar, todo eran risa y largas conversaciones de las que no me hacías participe, fue como si yo no estuviera, como odio que pongas más atención a tus amigos que a mí y que no alejes a ese idiota cuando te toma de las manos o te abraza de forma cariñosa, odio q no lo golpees cuando se acerca a tu oído y te habla en susurros inaudibles para mi, odio la forma en que le sonríes cómplice, odio la relación que tienen, pero más odio darle tanta importancia al asunto y sentirme tan celoso cuando los veo juntos.
Terminamos de cenar, yo no he dicho palabra alguna en toda la noche y parece no importarte
-ya es algo tarde, deberíamos irnos ya – dice el tipo ese y tu asientes de inmediato, odio que a el si le hagas caso y no a mi.
-entonces vamos, Jjong ¿podrías pagar la cuenta por favor? – pides sonriéndome, eres un maldito manipulador, eres muy perceptivo, sabes que estoy molesto y aun así me obligas a hacer esto.
-pero key, es demasiado, déjanos ayudar con la cuenta también – dice esa chica, Krystal creo que se llama pero niegas de inmediato.
-no hace falta, Jjong lo hará ¿cierto cariño? – me dices y yo sonrío con falsedad
-por supuesto, no hay problema – respondo aguantando las ganas de matarte, veo a tu amigo sonreír de forma burlona y deseo agarrarlo y partir su cuerpo en pedacitos de forma dolorosa, pero no lo hare, estoy de verdad molesto y odio que no te importe en lo absoluto y estés tan feliz con ellos.
-jonghyun, volveré con Dongwoon, el me llevara, nos vemos en casa – te despides con un movimiento de mano, ni siquiera un beso ni nada, suspiro frustrado y cancelo la cuenta, tomo tus bolsas que no te molestaste en llevar y salgo de ahí, me subo a mi auto y conduzco a casa, odio que me hagas de lado y me trates como tu mula de carga, parezco mas tu sirviente que tu novio.
Llego a casa cansado, dejo los zapatos en la entrada y voy a la sala, ahí estas con tu pijama puesto, un short rosa con una camisa blanca que te queda bastante grande dejándome ver parte de tu hombro, te levantas sonriente y te acercas a besarme pero no respondo.
-¿pasa algo? – aun tienes la osadía de preguntar, resoplo molesto y te aparto siguiendo mi camino
-Jonghyun respóndeme ¿Qué sucede? – preguntas con una expresión preocupada, pero ahora estoy demasiado molesto para importarme
-y todavía lo preguntas – respondo molesto, tienes una mueca de extrañeza como si realmente no supieras de lo que hablo, como odio que hagas eso.
-¿a que te refieres? No entiendo –
-no te hagas, todo el dia has me has mandado, pidiéndome que haga cosas por ti, “jonghyun levanta la ropa”, “jonghyun llévame de compras”, “jonghyun paga todo esto”, “jonghyun llévame a la peluquería”, “jonghyun paga la comida de mis amigos” dime ¿has pensado en mi? ¿Has pensado tan siquiera por un segundo en lo que yo quería? ¿Escuchaste lo que te decía? ¿Lo hiciste? – espete molesto, tu bajaste la cabeza arrepentido
-lo siento, perdóname, no lo hice –
-por supuesto que no, todo el día me ignoraste, gritándome y ordenándome como si fuera tu sirviente, aun cuando te decía que no a algo no te importaba y hacías lo que se te daba la gana y ya me tienes arto, con tus caprichos, con tu actitud de diva tan altanera, ¡me hartaste! – no te moviste y me di la vuelta dejándote, yendo hacia nuestra habitación, al abrir la puerta vi las luces apagadas, velas estaban esparcidas por la habitación rodeando la cama, solo la luz de las velas y la pequeña lamparita de noche iluminaban la habitación y en la cama sobre la manta blanca un corazón formado con pétalos de rosa, al parecer habías planeado una noche romántica para ambos, en la mesa un botella de Champaña y dos copas, me sentí tan idiota en ese momento.
Volví a la sala y te vi sentado sobre el sillón, te cubrías tu rostro con las manos y tus hombros se sacudían levemente, estabas llorando y de nuevo te odie, odie lo sensible que puedes ser a veces, como te odio por hacer odiarme a mí mismo, porque odio verte llorar y más odio saber que soy yo el culpable.
-key –
-perdóname – susurras entre el llanto
-¿Por qué? –
-Por todo, por ser tan caprichoso, por ignorarte, por hacerte enojar – sollozas y te abrazo, me duele verte a si y odio sentirme culpable
-esta bien, no debí molestarme así, es mi culpa –
-no, todo es mi culpa, yo solo quería pasar el dia contigo, que estuviéramos juntos pero ya sabes cómo soy, cuando no me ponías atención me molestaba, quería que me miraras siempre, que me vieras solo a mi, quise que fuéramos de compras pero creo q me emocione demasiado, perdóname por no escucharte pero cuando te negaste a comprar algo me decepcione y me sentí muy molesto, quise arreglarme para ti pero parecía como si no te importara, estabas distante y ni me mirabas, quise cenar juntos pero apareció Dongwoon con Krystal, me dieron la idea de sorprenderte cuando llegaras y que pasáramos una linda velada juntos pero de nuevo lo arruine . –te soltaste en llanto nuevamente, odio que seas tan dulce y sensible a veces, me siento un inútil al verte sufrir y no poder hacer nada para aliviar tu malestar, odio sentir eso
-lamento ser tan enojón – me disculpo abrazándote
-lamento hacerte pagar la cena, lo hice por cortesía, ellos me ayudarían y quise hacer algo bueno por ellos, además me daba más tiempo para preparar la habitación - odio que seas tan buen amigo y tan agradecido con los que te dan la mano, aveces siento por podrían aprovecharse de ti por eso.
Tomo tu rostro entre mis manos y seco tus mejillas, odio el color rosa que tienen, odio tu piel tan suave porque me haces desear probarla.
odio cuando me sonríes de esa forma, haces que un remolino se desate en mi estomago, pareciera que un tornado arrasa en mi interior por tu culpa, odio que me mires con esos ojitos brillantes tan hermosos porque me haces caer en tu trampa, me vuelves un estúpido, un idiota y odio serlo, odio no ser dueño de mi porque ya tu te adueñaste hasta de mis pensamientos, odio no poder decirte que no a nada cuando me ves con esa carita tan tierna o cuando me dices palabras dulces, solo para mi.
Odio como tus manos me acarician porq me vuelves desquiciado, me enloqueces. Odio tus besos porque pones mi mundo de cabeza y mandas mi cordura por un tubo. Odio tu cuerpo porque me hace sentir que estoy en el infierno, porque me hace sentir que muero y que vivo al mismo tiempo. Odio como tus piernas se aferran a mi cintura y la forma en que tu cuerpo de amolda al mío porque me quemas la piel, me haces estremecer y me vuelves dependiente de ti, de cada parte de ti, siento que te necesito y no quiero necesitarte tanto como lo hago.
Odio la forma en que gimes en mi oído mientras estoy dentro de ti porque siento que ya no podría vivir sin esos excitantes sonidos que salen de tus perfectos labios
Te odio, realmente te odio porque me haces sentir tan débil, tan frágil, tan manejable, algo que jamás me gusto ser y por tu culpa lo soy, solo a tu lado pero lo soy y no me gusta porque siento que tienes mas poder sobre mi que yo mismo.
Te odio, odio tanto de ti, a veces me sobrepasas y quisiera irme, dejarte, alejarte de mi vida sin embargo no lo hago, no lo hago porque no puedo, odio no poder separarme de tu lado, odio tener que pasar mis días contigo porque siento que no vivo si no estas, odio no alejarte porque moriría si estas lejos de mi, no lo hago porque odiaría verte con alguien mas y me odiaría por saber q fui yo el culpable por dejarte, odio ser tan egoísta y quererte solo para mi, odio cuando dices que me amas porque no puedo evitar la sonrisa estúpida que brota de mis labios y responderte con las mismas palabras, solo por no saber que mas decir que describa lo que siento por ti
Odio todo de ti, te odio tanto, pero lo que mas odio es que a pesar de odiarte no puedo dejarte por que te amo, te amo con tus caprichos, con tus actitudes infantiles, con tus berrinches, con tus reclamos, con tus quejas, con tu inteligencia abrumadora, con tu belleza, te amo por todo lo que eres y por todo lo que no eres, te amo y por eso te odio, te odio porque me has hecho amarte mas que a nada en el mundo, porque has logrado que mi vida gire entorno a ti, te odio, te amo, te amo tanto que es por eso que te odio…