Zohru Music Academy
~| Prólogo |~
Apreté el sobre contra mi pecho mientras me inclinaba antes de cerrar la puerta principal del departamento en el cual vivía. Hacía tan sólo unos minutos que el sonar del timbre había interrumpido mi desayuno, pero pude perdonarlo debido a que lo que tanto ansiaba que llegara finalmente lo había hecho. Cerré la puerta y apoyé mi espalda en esta, una pequeña sonrisa nerviosa se abrió paso a través de mis labios mientras intentaba calmar el zumbar de mi corazón. Tenía miedo, estaba nervioso por conocer cuál sería su veredicto.
Hacía un mes había aplicado para ingresar a Zohru, una de las academias de música más importantes en el globo. Con ayuda del profesor de música que enseñaba en el Instituto al cual asistía había conseguido algunas referencias que pudiesen ayudarme a ingresar. Tuve que pasar por una ardua audición; no todas las personas que proclamaban tener talento merecían asistir, por esa razón todos los interesados en formas parte de Zohru nos vimos en la obligación de demostrar lo que poseíamos. Debo admitir que nunca antes había imaginado cuán talentosas podían ser las personas, a cada segundo que trascurría en ese amplio salón y divisaba a los demás postulantes practicar para su propia audición, yo me sentía cada vez más pequeño…más insignificante.
Agité mi cabeza con rapidez, en ese momento lo único que podía tener en la cabeza era la posibilidad de haber ingresado o no. Durante el mes siguiente de la audición, me había preparado psicológicamente para este momento; quizá no ingresaría, pero por lo menos podría intentarlo el año entrante.
Caminé lentamente hasta llegar a la mesa en la cual anteriormente había estado desayunando. Hice a un lado la taza de café a medio tomar que ocupaba el lugar centrar justo frente a la silla que solía emplear. Recorrí con la yema de mis dedos la llana superficie color verde; no era un verde encendido, más bien era una tonalidad más sobria, una tonalidad que quizá funcionaría como algo más profesional. Sonreí ligeramente al llegar al borde por el cual tendría que abrirla, hundí mis dedos y, lentamente, tiré de la fina pieza de papel que cerraba la carta que tenía dentro.
Cerré los ojos antes de siquiera dignarme a extraer el contenido, mi corazón había adquirido un ritmo más salvaje y violento; presagiaba lo peor, ¿pero qué podía salir mal? Después de todo, si no ingresaba, habría ganado algo de experiencia en el campo.
Solté un suspiro y sin esperar de más extraje el contenido, aún sin abrir los ojos. Pude sentir dos distintas texturas en mis dedos; una de ellas era llana, completamente lisa y hasta podría decirse que algo resbaladiza, el otro lado se sentía como una hoja de papel, podía sentir los surcos que dejaba el bolígrafo al haber escrito. Traté de descifrar lo que contenía la carta a través del tacto, pero carecía de poderes extraordinarios como para hacerlo. Mordí mi labio inferior y me digné a abrir mis orbes, mi corazón se detuvo un instante mientras llenaba mis pulmones de aire. Dejé el folleto (sí, el de textura completamente lisa) sobre la mesa y, con las manos temblando, abrí la carta que estaba escrita en papel blanco.
“Byun BaekHyun,
La directiva de la Academia de música “Zohru” se encuentra con la más grata alegría de expresarle, mediante la presente, que usted ha sido aceptado para ingresar en el siguiente periodo. Debido al talento demostrado, y a las excelentes referencias brindadas nos alegra saberlo parte de nuestro alumnado.
Esperando contar con su visita en el próximo periodo académico me despido.
Atte,
Julliane Turner
Vice-Directora de Zohru.”
Abrí los ojos desmesuradamente al leer el contenido, tardé en comprender cada letra, cada palabra, cada oración que se me había presentado. Luego de unos minutos solté un grito de emoción. ¡¡Había sido aceptado en Zohru!!
Mis sueños se resumían en asistir a aquella academia, todo aquel que anhelaba ser reconocido en el mundo artístico tenía como meta llegar a ser parte del exquisito alumnado que llenaban las instalaciones de la Academia.
Tomé mi teléfono móvil y rápidamente marqué el número de mi mejor amigo, LuHan.
-¿Aló?-Su voz denotaba emoción, ¿habría ingresado él también?
-¡LuHan!, ¿Te llegó la carta?
-Sí, hace unos minutos. ¿Qué tal te fue?
-Bueno…-Di un suspiro sabiendo que con eso lograría asustarlo aunque fuese sólo un poco.- ¡¡Ingresé!!
Sonó un grito desde la otra línea, en definitiva que mi rubio mejor amigo estaba feliz por mí, él era el único que conocía de mi deseo de asistir a Zohru, y de momento era al único al cual podía contarle sobre mi ingreso a la misma.
-¡Yo también ingresé!- Juro que no esperaba que él ingresara, no porque no tuviese talento, pero él tenía más aptitudes para el baile más a pesar de eso hizo su audición con canto.- En menos de un mes seremos alumnos oficiales de Zohru, ¿No es genial? –Soltó un suspiro antes de seguir hablando- Creo que iré a desayunar, no he comido nada aún. Nos veremos más tarde, ¿sí? Tenemos que celebrarlo.
Asentí suavemente para luego decir un emocionado “Sí”. La llamada se cortó pero yo aún tenía el auricular pegado a mi oído izquierdo, mi corazón ya estaba más tranquilo más a pesar de eso seguía retumbando con ganas haciendo que mis oídos zumbasen.
En tan sólo un mes el inicio de mis sueños estaría más cerca de mi alcance.