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Distraído por Rea Lawliet

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Notas del fanfic:

Bueno, este es mi primer fic, pero si está terrible díganmelo, trataré de mejorar ^^

Notas del capitulo:

Los personajes no me pertenecen, yo sólo los someto a mi maquiavélica cabecita

Un día cualquiera en la Wammy’s House. Un día normal para todos los estudiantes prodigio que la habitaban. Menos para un distraído pelirrojo llamado Matt.

-“¿Y ahora que le estará pasando a Mello? Si normalmente el que siempre está en la luna soy yo”-pensaba el joven de ojos verdes, mientras miraba el techo de la habitación que compartía con el agresivo rubio adicto al chocolate.

Esos pensamientos que rondanban la cabecita del pelirrojo se debían al extremo ensimismamiento por parte de Mello, que presentaba desde hacía ya una semana…

~Flashback~

Estaban los dos sucesores de L, uno rubio, el otro de cabellera pelirroja tirando a castaña, en su habitación color amarillo claro de la Wammy’s House. El adicto al chocolate estaba describiendo por enésima vez como aplastaría a “esa ridícula y estúpida bola de algodón”, mientras Matt estaba ensimismado jugando un videojuego.

Mello: Mail… ¿me estás escuchando?

Matt: Ajá…

Mello: Matt, vas a hacer que pierda el último pedazo de paciencia que tengo contigo…

Matt: Muy bien… -seguía con los ojos puestos en su PSP, totalmente ajeno a la creciente ira del contrario- Me parece estupen… ¡Mello!!

El grito de queja de Matt dibujó una sonrisa de lado en Mello, y empezó a balancear entre sus manos la preciada videoconsola de Mail.

Matt: ¡Mello! ¡Me faltaba poco para terminar!

Mello: No me estabas prestando atención…

Matt: Pero…

Mello: Pero nada,  esto –dijo levantando la PSP de Matt- se quedará castigado hasta que yo lo diga.

Matt: Pero por favor, Mello… -suplicó el pelirrojo acercándose para intentar tomar su tesoro, movimiento que el rubio esquivó ágilmente, pero un segundo después Matt había avanzado otro paso, mismo que Mello retrocedió, en ese instante su pierna topó con el borde de la cama, cayendo de espaldas sobre ella.

Las milésimas de segundo que Mello tardó en darse que cuenta de la desprotegida situación en la que se encontraba, el pelirrojo ya se había montado encima de su mejor amigo, aún intentando apoderarse de su PSP.

El rubio, al sentir a Mail sobre su pecho, se sonrojó a un tono comparable con el cabello de su mejor amigo, quien, al notarlo,  se sentó sobre la cama y le preguntó:

Matt: Mello, ¿te encuentras bien?

Mello: ¡¡No, me estabas aplastando!! –gritó mientras se levantaba- Me largo de aquí… ¡y no esperes que te lo devuelva!! –dijo mientras se llevaba el PSP de Matt.

~Fin Flashback~

Y  desde ese día, Mello no le prestaba atención a nada, (excepto, claro está,  al chocolate que siempre tenía entre los labios)

 

El pelirrojo se levantó, decidido a buscar a Mello, pero, ¿dónde encontrarlo? Mail suspiró, le esperaba una larga búsqueda.

Tras un buen rato de correr por los pasillos y buscar por todos lados, el chico de ojos verdes salió al patio trasero, a punto de darse por vencido, pues ya casi iban a dar el toque de queda. Pero, al voltear, se encontró con la característica cabellera rubia  de Mihael, que estaba sentado bajo un árbol del jardín.

Matt: ¡Mello! ¡Te estuve buscando por todas partes!  ¿Qué estabas haciendo?

Mello:….

Matt: ¿Estás enojado? ¿Qué te pasa?

Mello:…

Matt: ¡Mello!  ¡No me ignores! ¿Qué tien… - la frase fue cortada por los suaves y delgados labios del rubio, que se posaron con una tremenda delicadeza sobre los del gamer, un débil roce, y se separaron.

La cara de Mail estaba completamente roja, al término de ese “beso” se sentía… feliz.

Matt: Mello… ¿qué fue eso?

Mello: Me preguntaste que tenía, cachorro. Pues eso es lo que tengo. Yo… yo te amo.

 

Apenas pronunciadas esas palabras, Matt se abalanzó sobre Mello, aprisionando esos labios sabor a chocolate entre los suyos,

Al principio fue un beso tierno, tornándose poco a poco más apasionado, la lengua de Mello pidiendo permiso para entrar en la cavidad de Matt, cosa que por supuesto éste no le negó, comenzando una danza, ambas bocas explorándose, chocando y rozándose entre sí.

Matt: Mello… yo también te amo.

Mello se separó un poco de la cara de Matt, para depositar suaves besos en el cuello del gamer, atizándolo con suaves mordidas, mientras trémulos gemidos salían de los delgados labios de Matt.

Matt: Me...Mello –gimió, pues el rubio había empezado a masajear su entrepierna, con movimientos suaves y rítmicos.

Matt: Mello… por… por favor… de… detente –dijo entre jadeos, cuando el adicto al chocolate bajó el cierre de su pantalón y empezó a tocar su miembro por encima de la tela de su bóxer.

Mello: ¿En realidad quieres que pare? – preguntó al tiempo que se deshacía de la ropa interior del pelirrojo y se sacaba su característica chaqueta de cuero.

Matt: N… no… - le contestó, sonrojado a más no poder.

Mello subió la camiseta a rayas de Matt y empezó a lamer y succionar sus rosados pezones, ganándose sofocados jadeos.

En ese instante, el gamer tomó a Mello de las muñecas, y empezó a  dejar marcas en el cuello, hombros y pecho de Mello. El rubio puso tres dedos frente a los ojos de Matt, quien se apresuró a lamerlos lenta y tiernamente, tras poco tiempo Mello dirigió su mano a la entrada de Matt, e introdujo lentamente el primer dedo,  ganándose un gemido que era una mezcla de dolor y placer. Al segundo dedo no pudo evitar clavar sus uñas en los hombros ya desnudos de Mello, y al tercero soltó una pequeña lágrima. Cuando Mello sintió que Matt ya estaba listo, retiró sus dedos y en su lugar introdujo su miembro, lentamente para no lastimar a Matt.

El pelirrojo se contrajo al sentir la intrusión, pero esa sensación  fue rápidamente reemplazada por una de indescriptible placer, Mello esperó a que el gamer se acostumbrara, pero Matt, impaciente, empezó a mover su cadera al paso de su respiración entrecortada.

Mello se sorprendió por la acción de Matt, pero no tardó en ponerlo en una posición más cómoda, empezó a masturbarlo y embestirlo cada vez más rápidamente. Al cabo de un rato, los dos llegaron juntos al tan ansiado orgasmo, terminando Matt en la mano de Mello y él en el interior del gamer.

Matt: Mello…

Mello: ¿Sí, cachorro?

Matt: Te amo.

Mello: Yo te amo mucho más.

Matt: ¿Eso quiere decir que me darás mi PSP?

Mello: Tal vez… si me das un beso.

Matt: ¡Hecho!

Notas finales:

Espero que les haya gustado ^^ 

Dejen reviews, onegai! (se vale de todo, críticas, deseos de asesinato...)


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