Había una vez… un Gakutín que se fue al bosque en camino a casita de abuelita Mana.
Feliz iba cantando Arittake no ai de y pegando saltitos.
De pronto un sonido parecido a una canción que le sonaba a pequeño Gakutín le hizo parar de cantar. Eso que sonaba era… Orenji no Taiyou.
Gakutín se asustó pero no pudo evitar cantar la canción. Cuanto más la cantaba más se acercaba la sombra de detrás de los arbustos. Era… Hyde feroz!
A caperucita Gakutín le dio un escalofrío, pero se sentía más aliviado. Gakutín le dijo:
-¿Quien eres?
-Soy Hyde feroz- respondió el extraño personaje.
Tenía aspecto de humano, pero tenia unas largas orejas, unos colmillos afilados y unos brillantes y bonitos ojos.
-Que se te a perdido por aquí Gakutín?- le preguntó Hyde feroz.
-Voy a casa de abuelita Mana y estaba recogiendo estas bonitas flores para que las vea.
- Oh! Eres muy bueno. Visto tu buen corazón te indicare un camino para que llegues antes a casa de tu abuelita Mana.
-Muchísimas gracias!!
Hyde feroz le indico un camino un tanto oscuro, pero la bondad del corazón e Gakutín le creyó. Gakutín avanzaba un tanto atemorizado por la oscuridad. Se giró un momento para ver a Hyde feroz y este le dedico una sonrisa que le dio confianza.
Cuando Gakutín se alejo, Hyde feroz cambio esa dulce sonrisa por una sonrisa perversa y maligna y se dirigió por el camino que Gakutín debía haber cogido, hacia casita de abuelita Mana.
Cuando ya hacia un tiempo que Gakutín caminaba pensó:
-No se… parece que el camino es un tanto largo pero… Oh! me olvidaba! Mama Kamijo me dijo que no confiase en el extraño ser de orejas de lobo y colmillos largos! Dice que es un pervertido... pero... a mi no me ha hecho nada. Serán habladurías del pueblo para asustar a niñitas monas y buenas cómo yo, pero… mama Kamijo nunca me mentiría.
Gakutín avanzaba más rápido preocupado por si Hyde feroz estaba al acecho.
En casa de la abuelita Mana, alguien llamo a la puerta.
-¿Gakutín? ¿Eres tu?- preguntó abuelita Mana
-Siiiiii!!!
-Oh! Pasa, pasa, cariñitu!
“Gakutín” entró. Abuelita Mana le miro bien y dijo:
-Como has cambiado!! Se te ve más bajito.
-Así no me daré con las cosas en la cabeza.
-Y esas orejotas? Tan mal te has portado que mama Kamijo te a tirado tanto de ellas?
-No, no, no. Yo soy bueno. Y van muy bien estas orejas, lo poco que hablas lo podré escuchar mejor. Y mira! Puedo llevar la cestita colgad de una oreja!
-Mmm… Y esa capucha? La que te regale yo era roja.
-Oh! Es que esta de moda de moda el verde (que quejita la señora).
-Mmmm- la abuelita Mana ya dudaba- y… esas uñas tan largas? pareces una putilla, cariño.
-No, no, no, me las deje así para rascarte la espaldita.
-Cariñitu, has cambiado mucho… ¿no serás un travestí?
-Por Kaín, abuelita! Yo eso no! (me esta comenzando a hartar)
-Ah! Y esos colmillos!?
-Ya me has artado!!!! Y a mi me llamas travestí?!?!?!? Pues estos colmillos son los que te darán besitos illuminateros!
Hyde feroz e abalanzó sobre abuelita Mana y le mordió el cuello.
Al pronto… alguien entró por la puerta… era Gakutín!
-Abuelita Mana! Hyde feroz, suéltale! Déjale!! He dicho que pares… YAMERU!!! Yameru Kei! Ups... digo... Hyde feroz!
Y con la boca ensangrentada y abuelita Mana desangrentada al lado, miró a los ojos a Gakutín.
-Tanto Moon Child afecta… pero no pasa nada… yo te lo compensare.
Y cuando Hyde feroz cogió por la cintura a Gakutín, alguien entró pegando una patada a la puerta. Era…
-Leñador Klaha!!!- dijo Gakutín.
-He venido a salvarte, Gakutín!
-Siempre cagandola… pírate!- dijo cabreado Gakutín.
-Eh!? Pero… yo…- dijo leñador Klaha entre sollozos
-Lo que Gakutín quiere es alguien malo que le haga maldades.
-Nadie te quiere, leñador Klaha- dijo cruelmente Gakutín.
Y con esas palabras de Gakutín, Klaha se fue a una esquinita sollozando.
Hyde feroz cogió en brazos a Gakutín y se lo llevo a un lugar apartado del bosque.
-¿Quien te hace maldades?
-¡¡¡Mi Hyde feroz!!!
Y colorín colorado este cuento se ha agayolado.
By: Luri
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