-¿Qué te pasa hoy Kagami-kun?- preguntaba la entrenadora –Has estado irritado y desconcentrado todo el entrenamiento-
-Lo siento- inclinaba un poco la cabeza en señal de disculpa –Hoy no ha sido un buen día-
-Está bien, lo dejare pasar- la castaña le dio una palmada en la espalda –Pero mañana te quiero recuperado, o te daré el triple de entrenamiento- decía con un aura demoniaca.
-Sí… mañana estaré bien- respondió un poco asustado –Me iré a cambiar- se dirigió a los camerinos donde estaban los demás miembros del equipo. Entro y se fue directo a las duchas. Necesitaba calmarse y pensaba que el agua fría lo ayudaría –“Maldición”- se termino de bañar y se fue a poner el uniforme.
Se vistió y tomo su bolso –Kagami-kun- le hablaba el peliceleste -¿Te encuentras bien?- el más alto lo miro e ignoro -¿Kagami-kun?- se despidió de todos y se fue, dejando al más bajo del equipo sorprendido por su comportamiento.
-¿Tuvieron alguna pelea Kuroko-kun?- preguntaba preocupado el capitán.
-No, Hyuuga-senpai- tomaba su bolso –Nos vemos mañana- y también se fue.
-¿Qué está pasando?- decía el chico castaño que media más de 190cm –Solo una vez había pasado esto, así que no entiendo su actitud-
El ojirojo caminaba de regreso a su hogar. Paso frente al restaurante donde comía casi todos los días antes de llegar a casa –“Hoy no pasare”- siguió su camino –“Si voy, me encontrare a Kuroko y no quiero verlo”- apretó los puños y pateo el suelo –“¡¿Por qué demonios tuve que ver eso?!”- su memoria le daba vueltas y vueltas al único recuerdo que deseaba olvidar.
Flash Back
Se dirigía a la biblioteca de la secundaria, a devolver un libro que pidió prestado para una tarea –Buenas tarde sensei- se encontró con la encargada de la biblioteca en su camino –Tengo que devolver este libro-
-Claro, ve y lo dejas donde estaba por favor y te anotas para saber cual libro era, yo tengo que salir un momento- siguió su camino y el pelirrojo el suyo. Llego y entro a la sala.
Se puso a buscar de donde lo había sacado –“Aquí”- lo dejo en el librero y se fue a anotar en el mesón. Se iba yendo, cuando escucho un fuerte golpe atrás de los estantes –“¿Qué fue eso?”- fue rápidamente al lugar de donde vino el sonido. Se asomo un poco por detrás del librero y abrió enormemente los ojos –“¡Qué demonios!”-
No podía creer lo que veía, el peliceleste estaba tirado en el suelo con libros a su alrededor mientras el azabache de los ojos de águila, estaba sobre él, sus labios estaban unidos en un beso y sus mejillas sonrojadas. El ojirojo se dio la vuelta y salió corriendo de ese lugar.
Fin Flash Back
Pasaron varias semanas y la relación entre ellos dos, seguía igual. En los partidos y entrenamientos, jugaban perfecto pero, a penas se terminaban, el pelirrojo no le dirigía la palabra e ignoraba al ojiceleste –Esto ya me está preocupando- decía la castaña –Debieron de tener alguna pelea o algo así. No es normal que con el único que se comporte así, sea con Kuroko-kun-
-No es el único- hablaba el de los lentes –A Izuki también lo ignora-
-¿En serio?- preguntaba sorprendido el número siete del equipo –No me había dado cuenta-
-Solo lo hace a veces- respondía el capitán –Algo debió pasar entre ellos tres pero, ya les pregunte a Kuroko-kun e Izuki y no saben que le paso- los tres se mostraron pensativos.
-Bueno- hablaba el más alto –En algún momento todo se solucionara-
-Teppei, eres demasiado despreocupado- suspiraba la entrenadora.
Ya había terminado el entrenamiento y al número diez de Seirin, le toco recoger y guardar los balones. Cuando termino, se fue a los camerinos y se encontró con el azabache, que estaba terminando de cambiarse –“Diablos, tenía que quedarme solo con él”- saco sus utensilios de baño y se fue a las duchas.
El más alto se termino de bañar y comenzó a vestirse –Gracias por el shampoo Kuroko, me salvaste- sintió un escalofrió al escuchar ese nombre –Y lo siento, por mi culpa tuviste que bañarte al último-
-No fue nada y no te preocupes Izuki-
La ira del ojirojo iba en aumento –“¿Izuki?”- apretó la toalla que tenía en las manos -¿Ustedes están saliendo?- pregunto sin darse la vuelta.
-¿Qué?- los dos chicos lo miraron sorprendidos -¿Por qué preguntas eso?- le hablo el ojinegro.
El más alto se dio la vuelta –Yo los vi cuando se besaron en la biblioteca- su voz sonaba molesta –Y es la primera vez, que escucho a Kuroko llamar a alguien sin honoríficos-
Los dos se miraron y el azabache suspiro -¿Así que es por eso que has estado tan molesto estos días?- el pelirrojo desvió la mirada –Creo que aquí hay un enorme malentendido- tomo su bolso y se dirigió a la salida –Kuroko me voy primero, nos vemos mañana- se despidió y cerró la puerta.
Se quedaron los dos solos y el ojiceleste se empezó a vestir –Y… ¿Están saliendo o no?-
-¿Tienes algo contra los homosexuales Kagami-kun?- decía despreocupadamente.
El más alto se le acerco y lo tomo de los hombros poniéndolo contra los casilleros -¿Te gusta Izuki-senpai?- sus ojos mostraban enfado.
El más bajo seguía con su cara de póker –Eso no es algo que le importe a la persona que me ha estado ignorando todos estos días- intento zafarse del agarre pero, el otro tenía mucha más fuerza -¿Estas tan enojado porque me gusta un hombre?-
El ojirojo lo beso ante el asombro del peliceleste, lo empujo aun mas contra los casilleros y sus manos exploraban aquella blanca y suave piel. Separo sus labios y le lamio la oreja. Paseaba su boca libremente por los hombros, cuello y pecho del más bajo que intentaba liberarse, sin poder lograrlo.
-Detente… Kagami-kun…- de pronto, lo dejo suavemente en el piso poniéndose sobre él.
-¿Aun no lo han hecho, verdad?- el ojiceleste se sonrojo.
-No escuchaste… que era un malentendido…- le quito los pantalones y ropa interior –Para… mhg…- tomo su miembro y empezó a masturbarlo.
-Valla- siguió besando su cuerpo, dejando pequeñas marcas rojas –Parece que te excitas con cualquiera mientras sea hombre- de pronto, sintió un puñetazo en la mejilla -¿Kuroko?- miro al número once y por segunda vez en todo el tiempo que se conocían, lo vio furioso.
-Eres un imbécil- el más alto se toco el labio y vio sangre en sus dedos –Primero me ignoras y después me tratas como basura- uso toda su fuerza para empujarlo y quitárselo de encima, se levanto poniéndose alrededor de las caderas, la toalla que había dejado en el banquillo -¡Es normal que me excite si me toca la persona que quiero!- le grito enojado, dejando abrumado al chico que aun estaba en el piso -¡Muérete!- se fue a las duchas y se encerró en uno de los cubículos.
-¡Kuroko!- se levanto rápidamente y corrió tras él -¡Abre por favor!- golpeaba la puerta -¡Por favor! ¡Lo siento!-
-¡Vete!- se sentó en el piso, con su espalda contra el azulejo de la pared.
-Kuroko… por favor- estaba suplicando –De verdad lo siento. ¡Soy un imbécil!-
-Sí, lo eres. Ahora déjame solo- el ojirojo se fue un poco hacia atrás y pateo la puerta, rompiendo el seguro.
Entro y se tiro a abrazarlo –Perdón, no quise tratarte así- se aferraba fuertemente –No podía soportar verte con otro- se separó un poco para mirarlo –Yo te quiero más de lo que puedes imaginar- el ojiceleste se ruborizo.
-Entonces, todo este tiempo ¿Estuviste celoso de Izuki?- el número diez asintió –Eres un tonto Kagami-kun- el más bajo recupero la compostura y al pelirojo le salió una gotita en la sien –Ahora ¿Puedes soltarme para ir a vestirme?-
-No quiero- paseo sus grandes manos por aquella albina espalda y con su boca volvió a besar esos rosados labios. Probo cada centímetro del cuerpo del chico que tenia ahora de espaldas y jadeando -¿Puedo moverme?-
Su sombra asintió y el pelirojo empezó el vaivén de caderas. Podía escuchar los eróticos gemidos del mas bajo mientras llegaba más profundo –Kaga… mhg…- sintió el temblor de su compañero cuando llego al clímax y después de un par de embestidas, se corrió dentro de la estrecha cavidad.
-Lo siento Izuki-senpai- el pelirrojo se inclinaba ante el azabache –Perdón por mi comportamiento de estos días-
-No te preocupes- decía el número cinco -¿Ya arreglaron todo?- el más alto asintió –Eso es bueno, ahora Kuroko dejará de estar triste-
-¿Eh?-
-¡Vamos a practicar!- la entrenadora pitio su silbato y todos empezaron a entrenar.
-Ven, les dije que todo se solucionaría- decía el llamado “corazón de hierro”, mirando a sus dos compañeros que reían juntos a un lado de la cancha.
-¡¿De qué demonios me perdí?!- se preguntaba la castaña agarrándose la cabeza.
Era de noche y los dos chicos caminaban juntos rumbo al lugar donde habitualmente comían –Oye, Kuroko- el aludido lo miro -¿Qué fue lo que paso en la biblioteca?-
-Bueno…-
Flash Back
El peliceleste iba saliendo del salón, cuando se encontró al ojinegro, llevando una gran cantidad de libros –Buenas tardes, Izuki-senpai- lo saludo.
-Hola Kuroko-kun ¿Estas libre ahora?-
-Sí- tomó más o menos la mitad de la pila que llevaba -¿A dónde los llevamos?-
-A la biblioteca- se pusieron a caminar hacia el lugar. Llegaron y se encontraron con la encargada –Sensei. El sensei de biología manda estos libros ¿Dónde los dejamos?-
-Déjenlos en la parte de atrás- se levantó dirigiéndose a la salida –Le avisare al director que ya los trajeron-
Los dos chicos fueron a dejarlos mientras ella salía. Estaban detrás de los estantes, ya habían guardado la mitad que llevaba el azabache, cuando de repente, al ojiceleste se le atravesó un gato que venía corriendo, asiéndolo perder el equilibrio, soltó los libros y se agarro de uno de los brazos de su compañero, que por culpa del impulso, cayó con él.
El ojinegro estaba encima del peliceleste y cuando intento pararse, puso su mano sobre un libro abierto y se resbaló. Sus ojos se abrieron enormemente y se sonrojaron al instante cuando sus labios se juntaron. El número cinco se levanto rápido –Lo siento, me resbale-
-Yo debería disculparme Izuki-senpai- el azabache le ofreció la mano para ayudarlo a levantarse, se puso de pie y recogieron los libros para terminar de guardarlos -¿De dónde habrá salido ese gato?-
-La ventana está abierta- le indico con la mano –Es normal que entren gatos, porque estamos en el primer piso- se retiraron del salón. Estaban caminando por el pasillo –Kuroko-kun- el número once lo miró –Ya que somos mas íntimos después de ese beso- decía bromeando -¿Qué opinas de dejar de llamarnos con honoríficos?-
Se detuvieron –Tiene razón- sonrieron –Desde hoy lo llamare Izuki- le extendió la mano.
-Y yo te llamare Kuroko- juntaron las manos en un apretón.
Fin Flash Back
-…y eso fue lo que pasó- entraron al restaurante de comida rápida y pidieron lo mismo de siempre. Se sentaron en la misma mesa al lado de la ventana.
-Realmente soy un tonto- decía comiendo su primera hamburguesa.
-Sí, lo eres Bakagami- respondió bebiendo su batido e vainilla.
Fin