JoonMyeon recorrió con su mirada el bar dónde en el cual se estaba llevando a cabo la despedida de soltero de su prometido. Un minuto más o menos después, JoonMyeon reconoció a los amigos de su novio en unos sillones bebiendo y riendo.
-Hola chicos.-Saludó JoonMyeon al llegar donde se encontraban los jóvenes en plena celebración.
-JoonMyeon, ¡Qué sorpresa verte aquí!-Exclamó Wufan tomando un sorbo de su trago.- ¿Sucedió algo?-
-No, todo está bien. Venía a sorprender a Yixing.-Contestó JoonMyeon levantando una bolsita con un emblema de una joyería. Los hombres ahí presentes silbaron y aplaudieron, haciendo sonrojar a JoonMyeon.- ¿Dónde está?-
-Bueno, creo que nos pasamos en los tragos. Estaba bien mareado, no se podía ni poner en pie; lo llevamos a un privado con JongDae para que tomara aire. JongDae estaba igual o peor.-Explicó JongIn tomándose la frente con una mano; la cantidad de alcohol ingerido haciendo estragos en él.
-Gracias… Iré a buscarlo… No beban más, estoy seguro que no pueden sumar siquiera dos más dos.-Todos rieron y Wufan alzó su vaso, para tomar un profundo trago.
JoonMyeon subió las escaleras del lugar y se aventuró en un pasillo, buscando el número cuatro en las puertas ya que, antes de perderse por las escaleras, Wufan le alcanzó a gritar que los habían dejado en esa habitación. Cuando JoonMyeon encontró la susodicha puerta, se paró enfrente y se arregló la chaqueta, se pasó una mano por el cabello y dibujó en sus labios una sonrisa dulce y tierna.
Todo se quebró.
-Yixing…-JoonMyeon estaba paralizado. El estómago se le había encogido y daba fuertes tirones.-Yixing…-Llamó otra vez, pero el chino no se movió.
JoonMyeon forzó sus pies a entrar a la habitación y comprobar con sus propios ojos lo que sucedía.
Su prometido, el hombre que iba a ser su esposo en menos de seis días estaba sin camisa sobre JongDae besuqueándose. Su novio, el hombre que ama más que a cualquier cosa en el mundo lo estaba engañando. Poniéndole los cuernos días antes de su boda. Su futuro esposo se estaba comiendo la boca a besos a uno de sus amigos.
De donde sacó fuerza, JoonMyeon no tiene idea. Se acercó al par de canallas y, de un manotazo, dejó a Yixing en el suelo, con la mirada perdida, sin tener realmente la certeza de dónde se hallaba.
-¡¿Qué significa esto?!-Gritó el mayor en la habitación al borde de la histeria.- ¡Nos vamos a casar en seis días! ¡¿Cómo puedes hacerme esto?!-Continuaba gritando JoonMyeon, pero Yixing no entendía. Estaba demasiado ebrio, tenía la certeza de que JoonMyeon estaba allí, pero Yixing no entendía nada.
El chino sintió un revoltijo en el estómago y vomitó.
En parte sobre él y el piso.
A JoonMyeon le terminó de romper el corazón. Lloró un poco y, recogiendo los pedazos de lo que quedaba de su amor, salió dando un portazo y tratando de mantener la cabeza en alto. Bajó las escaleras y cruzó la primera planta del bar con rapidez. Wufan alcanzó a verlo y un sentimiento de preocupación se colgó en su pecho. Gritó “JoonMyeon”, pero el otro no volteó.
Inmediatamente, Wufan corrió al privado dónde habían dejado a los dos borrachos. La imagen le revolvió el estómago.
Y se imaginó que a JoonMyeon le había revuelto algo más que el estómago.
JoonMyeon sacó las llaves del bolsillo y empezó a abrir los candados del videoclub del cual era dueño. Abrió la puerta y se dispuso a encender las luces y el aire acondicionado, luego decidió pasar la escoba y sacudir un poco los mostradores del local. Al terminar se sentó en uno de los sillones y cubrió su cara con sus manos. Se sentía exhausto.
Luego de salir pitando del bar, se había dirigido al apartamento que compartía con Yixing. Sin dudarlo, agarró una maleta y echó toda la ropa que le cupo. JoonMyeon ni siquiera veía lo que echaba, las lágrimas le impedían la visión. Sin mirar atrás, tomó la maleta y se fue. Condujo a un hotel de un precio aceptable y se hospedó ahí. En toda la noche, su teléfono no sonó. Ni una vez.
El domingo, las llamadas empezaron. Yixing, Yixing, Yixing… cada timbrazo era una piedra golpeando el corazón de JoonMyeon. Cuando se cansó de escuchar el teléfono sonar, lo apagó. En la tarde volvió a encenderlo y ahora no sólo había llamadas de Yixing. Habían de KyungSoo, Wufan e incluso de JongIn. Sólo porque le tenía un cariño enorme a KyungSoo, le envió un mensaje diciéndole que estaba bien.
Que todo estaba bien.
-Hyung… SuHo Hyung...- La voz de BaekHyun lo alertó, sacándolo de sus pensamientos.
-¡Oh, BaekHyun! Hola, ¿Cómo pasaste el fin de semana? –Preguntó JoonMyeon intentando una sonrisa.
-Bastante bien. ¿Y tú Hyung?-El mayor se mordió los labios, y pensó la respuesta unos segundos, pero sólo le dedicó una sonrisa triste que descolocó a BaekHyun.
-Te dejaré solo un rato con el negocio, no demoraré mucho.-Declaró JoonMyeon poniéndose en pie, se dirigió a buscar su chaqueta para caminar hacia fuera del videoclub.
-No te preocupes, Hyung. Déjalo en mis manos.-SuHo sonrió.
-Cualquier cosa llámame.-Contestó JoonMyeon agitando su mano.
-Aquí está el salón y cómo puedes ver está prácticamente listo.-Señaló Wuxin entrando con JoonMyeon a la estancia. El salón estaba bellísimo. Exactamente cómo SuHo lo había deseado. Inmaculadamente blanco y aún faltaban los arreglos que Wuxin iba a realizar para el día de la boda.
Iba.
JoonMyeon caminó por el salón, mirando fijamente cada detalle. Se detuvo frente a una mesa y acarició la fina tela de los manteles. Miró de soslayo un banner con relieve que Yixing había tenido la idea de mandar a hacer y que Wuxin había conseguido. “Yixing y JoonMyeon”. SuHo soltó una risa seca y una lágrima se le escapó.
No era justo. Él había dado el todo por ellos.
JoonMyeon sacó una silla de la mesa frente suyo y se sentó, apoyó una mejilla y suspiró sonoramente.
-No va a haber boda.-
-¿Qué?-Wuxin se acercó a SuHo.
-No va a haber boda. No vamos a casarnos.-
-Pero… ¿Por qué?-Exclamó Wuxin consternada. JoonMyeon se levantó y encaró nuevamente la pared dónde colgaba el banner con el nombre de Yixing y el suyo. SuHo sollozaba y daba profundas bocanadas de aire, intentado que llegara a sus pulmones.-JoonMyeon…-SuHo sintió que se mareaba y optó por volver a sentarse, Wuxin se acercó y tomó asiento en otra silla frente a JoonMyeon.
-¿Recuerdas que el sábado que pasó era la despedida de soltero de Yixing?-Wuxin asintió, recordando que SuHo le había mencionado que algunos de sus amigos le realizarían una despedida sorpresa a Yixing, de la misma manera cómo lo hicieron con él.-Bueno… yo quería sorprender a Yixing con un pequeño regalo, así que el sábado llegue a la despedida un par de horas después de que empezaran. ¿Sabes con lo que me encontré? Mi prometido en un privado con uno de nuestros amigos besuqueándose. Los chicos los habían llevado al privado para que tomaran aire porque estaban ebrios, pero al parecer ellos decidieron aprovechar el tiempo para algo más.-Contó SuHo con la voz rota, mientras que Wuxin se hallaba muda.
-Pero… JoonMyeon, dijiste que estaban borrachos, seguro fue un error.-
-Yixing nunca ha sido un alcohólico. Él siempre es muy juicioso, ¿Por qué justo ahora? ¿Por qué con JongDae? Sí… sí fuera un stripper o lo que sea, yo me enojaría y lo perdonaría. Porque lo amo. Pero se trata de uno de nuestros amigos y que encima tiene novio también.-
-Yo… No sé qué decir. Lo siento, se veían tan enamorados que no me imaginé algo así. Pero… ¿Estás seguro de querer cancelar la boda?-Inquirió la mujer.
-Al principio planeaba casarme igual con él. Que rogara por mi perdón un rato y luego seguir adelante con todo, pero los recuerdos siguen aquí.-SuHo señaló su cabeza.-Y me vuelve loco porque no sé cómo volver a confiar que no sucederá lo mismo otra vez.-
-Te entiendo. Bueno, es una lástima pero, aunque cancelemos ahora igual perderemos los depósitos que realizamos.-
-No importa, no importa. Sólo cancela todo, no habrá boda.-Wuxin torció la boca un poco, no era ella la novia y esa frase le había causado dolor. Tal vez era porque el dolor de SuHo se veía reflejado en ella.
-Lo bueno es que aún puedo cancelar muchas cosas.-Comentó Wuxin tomándole la mano a JoonMyeon y dándole un apretoncito.
-Pagaré lo que haya que pagar y por favor discúlpame con los proveedores y el gerente del hotel. Pero no les digas lo que sucedió.-
-Por supuesto que no, quédate tranquilo yo me encargaré.-SuHo apoyó los codos en sus rodillas y escondió el rostro en sus manos. Sin saber que más hacer, Wuxin envolvió a aquel destrozado hombre en sus brazos. JoonMyeon correspondió el abrazo y lloró un poco más; Wuxin le acarició la espalda, intentando darle un poco de consuelo mientras sentía sus ojos aguarse, pero mantuvo la calma. Lentamente JoonMyeon deshizo el abrazo, pasó suavemente las manos por las mejillas para limpiar el rastro de lágrimas.
-Tengo que regresar al trabajo, mantenme al tanto de todo ¿Está bien? -Explicó el joven poniéndose de pie y arreglándose la chaqueta.- Gracias por todo.
-Claro. Todo estará bien. Y no tienes absolutamente nada que agradecerme.-Contestó Wuxin.
-Está bien. Nos vemos.-Una sonrisa suave se formó en los labios de SuHo al mismo tiempo que emprendía camino hacia fuera del salón.
Wuxin suspiró y se levantó de la silla, se dirigió al banner y acarició con suavidad los detalles de este.
-Yixing y JoonMyeon…-Leyó con voz tenue, dejando a las palabras bailar en el silencio del lugar.
SuHo llegó al centro comercial y recorrió los pasillos hasta dar con su videoclub. Entró observando a BaekHyun atender a un par de jóvenes que comentaban emocionados sobre las películas que estaban rentando. JoonMyeon sonrió. El negocio iba muy bien, lo ayudaba enormemente que estuvieran en un centro comercial.
Y ahí también se encontraba Yixing. Sentado en uno de los sillones del local, con la mirada preocupada. Al percatarse de la nueva presencia en el establecimiento, Yixing dirigió su vista hacia SuHo y se levantó del sillón acercándose a él. En respuesta, JoonMyeon se alejó. BaekHyun también se dio cuenta de la llegada de su Hyung, y se percató que algo no andaba bien entre Yixing y su jefe, entonces, se apresuró a imprimir la factura y darle las películas a los chicos. Estos, en su propio mundo, tomaron la bolsa que BaekHyun le extendía y salieron con aire despreocupado del lugar.
-¿Dónde has estado? Estuve muy preocupado por ti, no contestabas en el teléfono e incluso KyungSoo no sabía dónde estabas. Casi llamo a la policía.-Empezó a hablar Yixing y JoonMyeon se encontraba incrédulo. ¿Qué tan sinvergüenza podía ser el chino para venir y hablarle como novio amoroso y preocupado, pretendiendo que no había sucedido nada el sábado?
La mirada que le dedicó SuHo a Yixing, heló a BaekHyun en su lugar.
-¿Estás bromeando? ¿Después de lo que hiciste el sábado, vienes y piensas que soy idiota, que por decirme que estuviste preocupado por mí lo olvidaré todo?-
-¿El sábado? Entonces sí sucedió algo el sábado. Wufan no me ha dicho nada y no puedo recordar.-SuHo frunció el ceño y soltó una risa burlona.
-Vete Yixing, tengo trabajo y cosas que hacer.-
-JoonMyeon, por favor, soy tu prometido, vamos a casarnos. Dime que sucede.- Rogó el chino mirando con desesperación a SuHo.
-No va a haber boda.-Rió tristemente JoonMyeon.-Al menos, yo no me voy a casar contigo.-BaekHyun soltó un jadeo de sorpresa, mirando incrédulo a su jefe. Yixing estaba paralizado, con la boca abierta y los ojos como platos.-Tal vez sí se lo pides a JongDae acepte y no se desperdician siete meses de planeación.-
BaekHyun estaba cada vez más asombrado. ¿Qué se supone que significaba eso? Quiso hablar y pedir una explicación sobre todo lo que sucedía, pero era una situación delicada y no se sentía con el valor suficiente de encarar a su jefe en ese estado.
-Kim JoonMyeon, ¿Qué rayos te sucede? No juegues con nosotros así, no es gracioso.-
-¿Yo? ¿Jugar? ¿Quién fue el que jugó con nosotros? ¿Quién fue el que nos destruyó en una noche?-Y SuHo no pudo con ello más y dejó salir sus sentimientos.-Yo… Di todo de mí por nosotros, me dediqué a ti, te amé, me entregué a ti; ¿Y cómo me lo pagas? ¿Besuqueándote con JongDae en tu despedida de soltero?-BaekHyun se cubrió la boca con una mano y miró con algo de asombro y desprecio al chino, el cual estaba sorprendido. Él no recordaba nada del sábado.-Tú me pediste que me casara contigo.-Lloró JoonMyeon señalándolo, Yixing sintió deseos de encerrarlo en sus brazos y borrar esas lágrimas a besos.-Tú dijiste que me amabas. Tú me pediste que me mudara contigo. ¿A dónde mierda se fue todo ese amor que tanto me tenías? ¡¿Por qué me engañaste con JongDae?!-
-JoonMyeon, mi amor, yo… estaba ebrio. Te juro que no recuerdo nada, y sí eso sucedió, no lo hice conscientemente. Yo te amo sólo a ti. Tú eres mi vida, sin ti no soy nada.-Yixing intentó acercarse de nueva cuenta a SuHo, pero este lo rechazó apartándose bruscamente y corriendo a encerrarse en la parte trasera del videoclub.
Yixing intentó seguirlo pero fue detenido por BaekHyun, el cual tenía una mirada de profunda decepción hacia él.
-Hyung es mejor que te vayas. SuHo Hyung no quiere hablar contigo. Él está muy mal, es mejor que le des espacio y tiempo.-
-Tú no entiendes, BaekHyun; él es… él es… mierda, es mi universo.-
-Tal vez no pueda entender completamente cómo te sientes, pero no te dejare pasar. Sí te dejo entrar sólo empeoraran las cosas.-Yixing bajó la mirada y rápidamente intentó alcanzar la puerta, sin embargo, BaekHyun fue más rápido bloqueándola con su cuerpo.-No me obligues a usar el botón de pánico*, Hyung. Además yo también estoy enfadado.-Yixing gruñó bajo y se encaminó a la salida.
-Dile a JoonMyeon que no me he rendido. Tenemos que solucionar esto.-Declaró y desapareció por la puerta.
-SuHo Hyung… SuHo Hyung… Soy yo, BaekHyun… Yixing Hyung se fue…-
-Está bien, sólo necesito un rato. Cuando KyungSoo llegue, dile que estoy acá.-Habló JoonMyeon desde el otro lado de la puerta.
-Hyung… Sí necesitas algo…-
-Está bien, gracias.-Dijo con honestidad SuHo. BaekHyun decidió darle un tiempo a solas y volvió a la caja registradora del videoclub.
KyungSoo salió de la panadería en la cual trabaja con MinSeok; ambos habían abierto la panadería como socios. Como los negocios estaban relativamente cerca, KyungSoo tenía por costumbre, a media mañana, llevarle café y pastelillos o algo de comer a BaekHyun y SuHo.
Llevaba un Cappuccino para SuHo y un Latte para BaekHyun, el olor del café, como siempre lo acompañaba todo el camino hasta llegar a su destino. Al entrar al videoclub sólo vio a BaekHyun recomendándole no sé qué película a una pareja de jóvenes. Al verlo, el mayor le señalo la puerta trasera con un movimiento de cabeza, se dirigió hacia allá y supuso que SuHo se encontraría allí ya que no estaba por ningún lugar del local.
Su Hyung le debía un par de explicaciones.
Había pasado preocupadísimo el domingo cuando empezó a recibir llamadas de Yixing y Wufan preguntándole sí sabía dónde estaba JoonMyeon. Entre JongIn y él intentaron llamarlo, pero no atendió a ninguno, ya a media tarde le llegó un mensaje de su Hyung diciéndole que estaba bien. Sólo lo tranquilizó un poco, pero lo había dejado algo nervioso y ansioso.
-Buenos días.-Saludó a los jóvenes y BaekHyun cuando pasó cerca de ellos, KyungSoo llegó a la puerta y tomando el pomo intentó abrirla pero está estaba trabada con llave.-Hyung… ¿Estás ahí?-Llamó el menor, inmediatamente KyungSoo vio el pomo moverse e intentó de nueva cuenta abrir la puerta. Una vez abierta la puerta, visualizó a JoonMyeon sentado en una mesa, apoyando la cabeza en sus brazos. Sintió un escalofrío. Tenía un muy mal presentimiento.
KyungSoo se acercó a SuHo y acarició su espalda en suaves movimientos, consolándolo por lo que sea que estuviera mal.
-JoonMyeon…-Llamó tomando asiento en otra silla de la mesa, cambiando sus caricias a la cabeza del mayor. Luego de unos minutos, JoonMyeon se irguió y abrazó a KyungSoo, temblando ligeramente.
KyungSoo permaneció en silencio. Consolando sin palabras y con suaves caricias a su Hyung.
Intentando que la pena que lo afligía, fuera un poco más llevadera por el momento.
KyungSoo abrió el portón de la casa de JongIn y suya, JoonMyeon a su lado traía una maleta de tamaño considerable. Recorrieron el camino de piedra hasta llegar a la entrada, KyungSoo volvió a revolver su llavero, cuando encontró la llave abrió la puerta y le dio paso a su Hyung. Usualmente a JongIn no le gustaban las visitas que se quedaban a dormir. El esposo de KyungSoo era amante de la privacidad y los momentos íntimos que le proporcionaba su hogar. Pero era el Hyung de ambos y KyungSoo supo que lo que fuera que le estuviera pasando lo había estado soportando solo.
-Permíteme Hyung.-El menor le pidió el equipaje a JoonMyeon, pero este sólo negó con la cabeza.
-Yo puedo, no te preocupes, y por cierto… ¿Seguro que a JongIn no le molesta?-
-Claro que no. Sí fuera así no hubiéramos comprado una casa con cuartos extras.-Sonrió KyungSoo subiendo las escaleras.
-¿El cuarto de siempre…?-Inquirió JoonMyeon señalado una habitación.
-Claro, pasa y ponte cómodo, Hyung. Esta es tu casa, te lo he dicho muchas veces. Iré a preparar el té.-Dijo KyungSoo y se dirigió hacia la planta baja.
Quince minutos después ambos se encontraban cada uno con una taza de té en sus manos, soplándola y dándole pequeños sorbos. Hasta que JoonMyeon rompió el silencio dejando la taza de té a medias en la mesa de la sala.
-Los envidio tanto. A JongIn y a ti. A Wufan y a Zitao. Ustedes se casaron sin problemas y siguen juntos e incluso más enamorados que antes. No entiendo que fue mal con nosotros.-Suspiró JoonMyeon revolviéndose el cabello. KyungSoo dejó su taza al lado de la de su Hyung y lo miró un poco confuso.
De repente, SuHo comenzó a llorar y el menor lo atrajo a su pecho. Arrullándolo, consolándolo. Entre llanto y sollozos, JoonMyeon contó lo sucedido a su Dongsaeng. KyungSoo trataba y trataba, pero no encontraba las palabras adecuadas para calmar el corazón destrozado de su Hyung. Sólo podía repetir: “Está bien” o “Todo va a estar bien”
-Soo, estoy en casa.-Llamó JongIn desde la entrada de la residencia a su esposo. Se adentró en la casa hasta llegar a la sala y encontrar a KyungSoo con SuHo en sus brazos.
Al sentirse observado KyungSoo levantó la vista observando al recién llegado. Le dirigió una mirada penosa a su marido, este sonrió tristemente mientras se acercaba a KyungSoo, se inclinó y ambos se dieron un beso tierno, luego acarició la cabeza de JoonMyeon que se había quedado dormido.
KyungSoo lo había llamado diciéndole que SuHo no estaba bien, pero él no se imaginó que sería algo tan grave, pensó que sería nervios por su inminente boda o algo así. No le pasó por la cabeza que su Hyung estaría tan abatido.
-¿Han comido algo?-Inquirió JongIn quitándose el saco, para luego aflojarse la corbata, KyungSoo negó con la cabeza.-Iré a comprar la cena, ¿Alguna petición?-Preguntó sentándose en el lugar desocupado al lado de KyungSoo y pasándole el brazo por los hombros.
-Pasta. Y Sushi.-KyungSoo sonrió al mismo tiempo que JongIn se acercaba y capturaba sus labios, recorriéndolos y amándolos suavemente. Se dieron un último beso antes de que JongIn se palmeara el bolsillo trasero, asegurándose de que su billetera estuviera ahí y tomando las llaves de su saco, se despidió momentáneamente de su marido y se dirigió a la entrada del hogar.
KyungSoo sonrió recordando el cosquilleo de los labios de JongIn sobre los suyos. Ese hombre le tenía absolutamente enamorado. Para el resto de los tiempos. “Los envidio tanto. A JongIn y a ti.” La voz de su Hyung resonó en su mente.
“Los envidio tanto.”
KyungSoo salió de la cocina de la panadería y colocó un plato enfrente de JoonMyeon, luego se dirigió a una de las heladeras detrás de uno de los mostradores y sacó un jugo para dárselo a SuHo.
-Lamento ser tan quisquilloso, yo sólo…-Habló JoonMyeon mirando el plato frente a él.
-No te preocupes.-Sonrió KyungSoo tomando asiento frente a él.
-¡Hola!-Saludó con voz alegre MinSeok entrando al local.- ¡JoonMyeon es una alegría verte!-
-Digo lo mismo, Hyung.-Contestó un poco cortante SuHo. Evidentemente, MinSeok no tenía idea de lo que había sucedido entre su ex-prometido y JongDae. Un enojo le invadió repentinamente; mientras él se ahogaba en sus lágrimas y su desesperación que amenazaba con quebrarlo permanentemente, MinSeok ajeno a todo seguía viviendo en un cuento de hadas. MinSeok seguía siendo feliz.
-¿Emocionado por la boda?-Inquirió el mayor, sentándose a la mesa con JoonMyeon y KyungSoo; el corazón de SuHo se encogió en su pecho.
-Hyung… verás…-Intentó explicar KyungSoo.
-Todo esto es tú culpa.-Contestó SuHo haciendo énfasis en el “Tú”.-No me voy a casar por tú culpa.-
-¿Cómo? ¿Sucedió algo con Yixing?-MinSeok se hallaba perdido.
-Pregúntale a tu noviecito.-Escupió con rabia.- Todo es tú culpa, sí supieras cómo controlar a tu hombre, nada hubiera sucedido. Yo no estaría aquí, con el corazón roto, estaría emocionado, llorando de alegría porque voy a unirme con el amor de mi vida.-
-JoonMyeon es suficiente.-Cortó KyungSoo poniendo una mano en el hombro de SuHo.
-No.-SuHo se sacudió de la mano de KyungSoo, se puso en pie y señaló a MinSeok.- Él va a saber qué clase de persona es el hombre con el que duerme todas las noches. Tu novio te engañó el sábado en la despedida de solteros de Yixing. El sábado ambos fuimos idiotas, porque Yixing también me engañó, con tu novio.-MinSeok estaba asombrado, tenía los ojos abiertos de par en par y su boca formaba una “O” perfecta.
-KyungSoo…-Susurró el mayor.-KyungSoo…-Llamó asustado a su DongSaeng, JoonMyeon no era asiduo a mentir, pero ¿Realmente JongDae hizo eso…? KyungSoo evitó su mirada y los ojos de MinSeok materializaron lágrimas que lentamente dibujaron un triste camino por sus bellas mejillas.
JoonMyeon reaccionó cuando escuchó al mayor sollozar y cubrirse el rostro con sus manos. KyungSoo corrió a él y lo abrazó, besándole el cabello. SuHo se sintió aún peor cuando KyungSoo lo miró y en sus ojos halló una profunda decepción.
-Yo… -Dejó salir en un hilo de voz JoonMyeon y salió como bólido de la coqueta panadería.-
JoonMyeon pasó escaparates y locales hasta alcanzar su videoclub. Abrió rápidamente e ingreso al local, se dirigió a uno de los sillones y se dejó caer ahí.
Lo hizo con saña. Lo hizo con toda la intención de provocarle daño a MinSeok. Fue egoísta porque deseaba que MinSeok se sintiera igual que él. Qué alguien sintiera lo miserable que se estaba sintiendo.
Y todo lo que sucedió no fue justo.
Ni para él y mucho menos para MinSeok.
-¿Qué mierda fue lo que hice?-Ahogó un doloroso quejido mientras enrollaba sus dedos en su cabello con fuerza.
Entrada la tarde y, después de cerrar el videoclub, JoonMyeon se dirigió a la panadería de KyungSoo y MinSeok. Se sentía sumamente avergonzado por su actitud con MinSeok, fue un absoluto imbécil con el mayor y ahora con la cabeza fría sólo podía pensar en rogar por el perdón de su Hyung. De por sí todo estaba enredado y hecho un asco, él sólo lo empeoró quebrantando el corazón de MinSeok.
Aún a unos metros de la panadería vio, con tristeza, cómo MinSeok despedía al par de ayudantes que tenían en la panadería, el mayor portaba una sonrisa desolada. Cómo la de él los últimos días. Lo vio moverse con parsimonia cambiando el letrero de ABIERTO a CERRADO. JoonMyeon sólo trago duro, el incómodo y doloroso sentimiento de un nudo en su garganta, presente, lastimándolo, recordándole una serie de sucesos que desearía nunca hubieran sucedido.
Llegó a la panadería y agradeció que MinSeok aún no hubiera cerrado, entró en el local y pilló a KyungSoo pasando un paño a un cuadro de vidrio con el nombre de la panadería; KyungSoo se giró y encaró a su Hyung, su boca dibujó un gesto de querer hablar pero sin palabras para hacerlo.
-Antes de que digas algo, vine a disculparme con él. Fui un idiota, no debí reaccionar ni decir esas cosas sin pensar. MinSeok quiere mucho a JongDae y yo… No debí.- KyungSoo no dijo nada, se acercó a un mesa y tomó asiento en una silla.
-Fue horrible, Hyung. JongDae vino en la hora de almuerzo a comer con MinSeok Hyung, y él aprovechó para confrontarlo. Se encerraron en nuestra pequeña oficina y…-SuHo lo miró esperando que continuara.-Yo me quedé afuera para asegurarme que no sucediera nada, al principio MinSeok Hyung habló con calma, pero luego se descontroló todo y empezó a gritar.-KyungSoo se cubrió el rostro con las manos.- Le gritó de todo, lloró y JongDae lloró con él mientras le juraba que él no recordaba nada.-
-¿Ellos… terminaron?- Preguntó con temor JoonMyeon. KyungSoo sólo asintió y SuHo sólo sintió cómo se hundía en el suelo.
-¿Sabías que iban a casarse?-JoonMyeon lo miró incrédulo y con la boca un poco abierta.- Yo no lo sabía, me enteré enante que MinSeok Hyung me lo dijo llorando. Me dijo que JongDae se lo propuso hace casi un mes en su aniversario.-
-Yo…-JoonMyeon fue cortado por la aparición de MinSeok ingresando por la puerta trasera de la cocina. Al verlo, MinSeok inmediatamente hizo el amago de volver por donde había venido, pero JoonMyeon lo detuvo.-Hyung, lo siento. Soy un idiota, un imbécil y completo asno, no debí haberte hablado así. Yo estaba muy dolido por lo de… Yixing y me las cobré contigo sin siquiera tener nada que ver en el asunto.-
-No, JoonMyeon. Me abriste los ojos, y de hecho, te agradezco, no me hubiera gustado unirme de por vida con un hombre al cual realmente no le importo.-MinSeok bajó un poco la mirada y permaneció estático.
-No, Hyung. No debí, no está bien lo que hice. Lo debí haber manejado de manera distinta y no tienes idea cuánto lo siento. Te herí Hyung, de verdad, perdóname.-Rogó SuHo acercándose a él, el mayor levantó el rostro mostrándolo lleno de lágrimas y los labios fruncidos en un gesto de desolación. JoonMyeon sólo atinó a abrazarlo con fuerza.
Porque él estaba sintiendo el mismo dolor que JoonMyeon.
Y joder que dolía cómo el mismo infierno.
Rápidamente los sollozos del mayor cobraron fuerza, mientras que sus brazos apretaban a JoonMyeon contra sí. SuHo no necesitó más, acompañó a su Hyung en su dolor, derramando lágrimas mientras acariciaba con una mano el cabello del joven en sus brazos.
-Perdóname, Hyung. Por favor…-Rogó una vez más SuHo entre lágrimas que humedecían la camisa de MinSeok. El mayor sólo asintió, el dolor que sentía era capaz de cegar a cualquiera, no le sorprendía la manera en la que JoonMyeon había reaccionado.
-JoonMyeon.-Llamó el mayor luego de un par de minutos, ambos aún abrazados y celebrando las heridas de ambos corazones con lágrimas.-JoonMyeon, duele. Duele demasiado.-Sollozó MinSeok.- ¿Qué hago para que deje de doler?-
-No lo sé, Hyung. Lo siento, no lo sé.-
Esa misma noche Yixing apareció en la casa de JongIn y KyungSoo; SuHo se encontraba en la sala viendo televisión con JongIn mientras KyungSoo se encargaba de la cena. JoonMyeon se había ofrecido, como siempre, a ayudar a KyungSoo pero, como siempre, este le había mandado a sentar con JongIn.
El timbre del portón sonó y JongIn se levantó a atender; JoonMyeon levantó la mirada y al principio creyó ver una aparición, o estar confundido, pero no. Su antiguo novio, su antiguo prometido, estaba allí, igual de guapo e irresistible como siempre. Pero al mirar con atención el rostro del chino, pudo ver ojeras muy marcadas y el cansancio plasmado en todas sus facciones.
-Tenemos que hablar, JoonMyeon.-
-Está bien.- SuHo se incorporó y apagó la televisión.
-Yo iré con Soo a la cocina, tómense el tiempo que necesiten.- JongIn se encaminó a la cocina pero antes de desaparecer hizo un comentario.-Escúchalo, Hyung. Dale una oportunidad.-Ninguno de los dos dijo nada, Yixing tomó asiento en uno de los sillones de la sala, estuvo sumamente tentado a sentarse al lado de SuHo, pero declinó teniendo el presentimiento de que el mayor se incomodaría.
-Yo… hablé con Wufan y él me contó lo que sucedió. Te juro que no recuerdo nada, ni lo hice consciente. No sé qué sucedió, pero es mi responsabilidad y la asumiré; no debí haber tomado, no debí haber hecho un par de cosas y no tienes idea cuán arrepentido estoy, haré cualquier cosa que tú quieras, pero dame otra oportunidad; tú sabes que yo sólo te amo a ti, mi universo gira en torno a ti. Por favor, JoonMyeon.-SuHo encaró a Yixing, conectando sus ojos con los del chino y realmente pudo ver los sentimientos que estaba expresando en palabras.
-Te amo, Yixing y a pesar de todo sigo haciéndolo, te amo con locura.-JoonMyeon tragó el nudo que se le había formado en la garganta y evadió la mirada del chino.-Pero, no… puedo, quisiera, pero yo… no puedo.-Limpió una lágrima que se deslizaba por su mejilla.
-JoonMyeon, haré lo que sea, por favor, no me dejes.-Repuso Yixing arrodillándose al lado de JoonMyeon. El mayor sólo negó suavemente con la cabeza mientras dejaba caer más lágrimas. Yixing lo acompañó, su corazón retorciéndose lentamente. Sin poder evitarlo se abalanzó sobre SuHo, abrazándolo fuertemente, mojando la camiseta del mayor con sus lágrimas.
JoonMyeon lo aferró de igual forma a él, cómo negándose a soltarlo, queriendo retenerlo para siempre. Entonces, Yixing levantó el rostro y capturó los labios del mayor con necesidad, SuHo sólo necesito un segundo o dos, para corresponder al beso hambriento que Yixing le proporcionaba. Ambos se besaron profundamente, acariciando el interior de la boca de su contrario con su lengua, mordiendo ligeramente los labios, chupando suavemente de ellos para volver a retomar un beso decadente y adictivo.
En medio del beso, Yixing se percató de que el mayor estaba llorando, de la misma manera él había estado derramando lágrimas desde antes de comenzar a besarlo. Ninguno quería concluir, ninguno quería dejar ir al otro, se separaron reticentes, Yixing se puso en pie y se limpió las lágrimas con un manotón y observó a JoonMyeon enterrar su rostro en sus manos.
-Te esperaré, Kim JoonMyeon. Yo te amo y no me rendiré contigo.-JoonMyeon lo miró hasta cuando desapareció por la entrada de la casa. SuHo entrelazó sus dedos en su regazo, escuchando el motor del auto de Yixing arrancar fuera de la casa, acarició con uno de sus dedos el anillo de compromiso que Yixing le había dado y sonrió tristemente dejándose caer en el sillón.
Te esperaré…
El invierno llegó a Seúl una semana antes de los pronósticos y, la cantidad de nieve que había en las calles era sorprendente. Las quitanieves recorrían la ciudad despejando las calles, ayudando a los conductores a poder manejar con mayor seguridad.
Yixing se levantó como cada fría mañana desde hacía dos semanas. Era domingo, y deseó no estar acostumbrado a levantarse temprano los días libres. Cuando vivía con JoonMyeon, la excesiva y estricta puntualidad del mayor se veía reflejada en él, ya que SuHo era su alarma personal, solía subirse encima de él y darle besos mariposa por el cuello, el rostro y los labios hasta que Yixing despertaba, aunque había ocasiones en las cuales pretendía seguir dormido para que SuHo lo besara más. Pero hacía dos meses que ya no compartía casa con JoonMyeon.
El joven chino después de tomar un baño con agua fría, se enfundó en un par de vaqueros gruesos, una camiseta, un abrigo de invierno y un par de botas. Tomó un ligero desayuno y salió de la casa en la que ahora vivía. Cruzó la calle y caminó un par de metros a un pequeño parque que se encontraba en el vecindario. Se sentó en una banca fría, abrió un libro que llevaba y se dispuso a leerlo.
Esa era su rutina. Desde que JoonMyeon y él se habían separado había perdido el gusto a muchas cosas. No quería saber de fiestas y mucho menos de alcohol, a veces se reunía con Wufan, JongIn y JongDae. JongDae había vuelto con MinSeok, de alguna manera JongDae había conseguido el perdón del mayor y habían vuelto, vivían juntos otra vez y su relación parecía incluso más íntima de lo que ya lo era un principio.
Yixing rezaba cada día para que al igual que MinSeok, JoonMyeon hallara perdón en su corazón para él.
Llevaba enfrascado una media hora en la lectura cuando vio de reojo un taxi deteniéndose en un extremo del parque. La curiosidad jugó con él ya que era muy extraño que alguien se apareciera tan temprano en un parque y mucho más con el frío que dominaba el ambiente.
Yixing visualizó la espalda del joven que salía del taxi, llevaba un abrigo azul oscuro grueso y unas botas altas de cuero. Extrañamente ambas le llamaron mucho la atención a Yixing, se le hicieron muy familiares. El joven chino devolvió su mirada al libro, sintiéndose extraño. Un par de minutos después escuchó el rumor de unos pasos, lentamente levantó la mirada, topándose con el dueño de su existencia.
JoonMyeon se hallaba con las manos escondidas dentro del abrigo azul, tenía tanto las mejillas como la nariz sonrosadas por el frío. Y una pequeña sonrisa. Pero a Yixing no le importaba si era grande o pequeña, era la sonrisa de su JoonMyeon.
-¿Estás con alguien?-Preguntó SuHo señalando el lugar vacío en la banca al lado de Yixing.
-Sólo contigo.-JoonMyeon sonrió y su sonrojo aumentó un poco. Yixing sonrió un poco también, y recordó cuando empezaron a salir. Cuando ambos se comportaban como chiquillos, sonrojándose, susurrándose al oído, robándose besos cada oportunidad que tenían. Hasta cuando descubrieron el significado del amor que sentía el uno por el otro.
SuHo tomó asiento, justo al lado de Yixing, el chino no pudo evitar que su corazón empezara a latir desbocado, el calor de SuHo a su lado se le hacía irreal y su cuerpo clamaba la necesidad de sostener al mayor en sus brazos.
-JongIn me dijo que ahora vivías aquí.-Comentó SuHo, Yixing asintió y colocó el libro a su lado.
-La compré para nosotros.-Señaló la casa en la que ahora residía.-La idea era que después de casarnos, nos mudáramos aquí, pero…-Dejó Yixing al aire.
-Es bellísima.-Repuso JoonMyeon mirando la casa, era bastante amplia y tenía un diseño bastante moderno y refinado contrastando con las casas a su alrededor y con el vecindario.
-Imagine que te gustaría.-Sonrió el chino mirando a SuHo.
-Durante el tiempo que estuvimos separados pensé mucho; pensé en nosotros, en mí y en ti. No vine a mentirte, te sigo amando y creo que te amo mucho más que antes.-Yixing se sorprendió un poco ya que él se sentía igual, no ver a JoonMyeon había intensificado mucho más, si era posible, su amor por él.-Sé que eres tú el que me envía flores y chocolates. También sé que eres tú el que me dejaba las compras del supermercado en el videoclub, gracias, de verdad, por todo; es ridículamente dulce y lo amo. Amo todas esas cursilerías que mucha gente no entiende, pero que tú sí. Quiero intentarlo de nuevo.-Yixing abrió sus ojos y miró fijamente a SuHo.
-¿Hablas en serio?-JoonMyeon asintió.
-Pero tengo un par de condiciones.-
-Lo que tú quieras. Cualquier cosa.-Prometió el chino tomando de las manos al mayor.
-Tienes que jurarme, prometerme que nunca volverá a suceder lo que sucedió con JongDae. Nunca, jamás, bajo ninguna circunstancia ni bajo ningún motivo, porque, sí vuelve a suceder algo parecido, por mucho que te ame no volverás a saber nada de mí. Y eso es una promesa. Yo… confío en ti, de verdad lo hago, sé que lo que sucedió aquella vez fue irresponsable y no lo hiciste porque realmente querías, yo también aprendí lo que es correr con el peso de mis actos, pero ahora necesito que te comprometas conmigo. Como un adulto, que tomemos responsabilidades y, la conciencia de pensar que no sólo se trata de uno sólo, sino de ambos. Qué las decisiones que tome uno afectaran al otro.-Yixing asintió con fervor a cada punto expuesto por JoonMyeon dándole la razón en todo.
-Te lo juro, te lo prometo. Eres la razón por la cual mi mundo gira, JoonMyeon.-El mayor apretó los labios, intentando controlar las lágrimas.-Te amo, estos meses han sido una pesadilla, mi vida sólo es vida contigo.-Yixing tomó a SuHo en sus brazos y lo apretó contra sí, enterró la nariz en el cuello del mayor y se perdió en su aroma. JoonMyeon respondió con necesidad al contacto de su amor, dándole besitos en el cabello y, cuando alcanzaba en la mejilla.
-Yo también la he pasado horrible. Te necesito tanto, necesito tu amor. Te amo.-Completó el mayor empezando a llorar suavemente. Yixing se incorporó y acunó sus mejillas con sus manos. Besó las finas lágrimas de JoonMyeon, provocando una suave y melodiosa risa en el mayor.
-No llores, por favor.-SuHo enredó sus brazos en el cuello del chino y asintió, una sonrisa con un toque de dulzura en sus labios.-No tengo palabras para agradecerte todo lo que has hecho por mí. Por amarme.-JoonMyeon deshizo suavemente el abrazo y puso una mano en el corazón de Yixing.
-¿Soy el único aquí?-
-Claro. El único para siempre, incluso cuando deje de latir. Te amo.-Aseguró el chino compartiendo una sonrisa cómplice con SuHo.
-Para mí es suficiente, mantente así. No dejes de amarme.-Yixing asintió y lo besó en los labios, para el chino fue cómo alcanzar el cielo, sintió como sus ojos se humedecían y luchó para mantener las lágrimas fuera del cuadro. JoonMyeon se volcó, de la misma manera, en el beso. Más que ser un beso apasionado, fue un reencuentro. Un reencuentro que llevaba el sello, no tanto de una nueva historia, sino de un nuevo capítulo de una historia de amor. Separaron sus labios luego de besarse durante varios minutos, que se les hacían escasos, ambos apoyaron su frente en la contraria, acariciando nariz con nariz, con los ojos cerrados, disfrutando del amor que los rodeaba, extendiéndose cálido por todo el cuerpo de los dos y reafirmando su unión.
-¿Quieres… pasar a tomar un chocolate caliente y ver… nuestra casa?-Susurró Yixing sobre los labios del mayor, besándolo suavemente. JoonMyeon abrió los ojos y con una sonrisa plena, asintió emocionado. El lío que había sucedido en una noche de sábado había quedado atrás olvidado, el amor de ambos había borrado esa triste memoria.
JoonMyeon había decidido ser feliz. Quería amar a Yixing y que este lo amara a él también.
Ambos se levantaron de la banca, Yixing tomó el libro con una mano y antes de que JoonMyeon pudiera avanzar, el chino lo sostuvo fuerte contra sí, acercó su rostro al de SuHo y pegó su frente a la suya.
-No dejaré que vuelvas a dudar. No dejaré que dudes por quién late mi corazón.-JoonMyeon suspiró ligeramente por el agarre, podía sentir en todo su cuerpo a Yixing, sonrió un poco antes de que el chino le plantara un fuerte y sonoro beso en los labios. Yixing liberó a SuHo de su agarre, rápidamente buscó su mano y entrelazó sus dedos.
Caminaron entre la nieve, en dirección a su casa, bromeando un poco, con los dedos apretados, con el corazón latiendo desenfrenado y con el sentimiento de volver a la vida después de mucho tiempo.