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A love flavored punishment por Rea Lawliet

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Notas del fanfic:

Rea: Un Kaito x Len... amo esta pareja >.<

Espero que les guste! [ si no los...]

KuroNeko: *mirada amenazadora* Los que??

Rea: Los... los... pingüinos llorarán!

KuroNeko: Ok.. (?) Ya, los dejo leer >.<

 

Notas del capitulo:

Este fic te lo dedico, 'Sirviente de Amarillo' ¬w¬

[Secundaria de Tokio] [Pfff… originalidad al 1000%]

-¿Por qué a mí? ¡Yo ni siquiera tuve nada que ver! –Refunfuñaba un chico rubio de escasos 15 años de edad.

-Len, deja de farfullar [ha, farfullar] si pudiera yo te levantaría el castigo, pero es definitivo, si no limpias todos los salones, no saldrás de aquí –Le contestó un alto peli azul con bufanda.

-¡Pero por favor, Kaito!! ¡Me tardaré una eternidad! ¿Tienes idea de cuantos salones hay aquí?

-13 salones, más la enfermería –Contestó Kaito con cara de sabelotodo

-Pe... pero… ¡no quiero quedarme solo hasta noche! Me… me da miedo –Len bajó tanto la voz al final de la oración, que el adicto al helado no alcanzó a entender nada.

-¿Qué te da qué? –Preguntó, intrigado.

-¡Ya, que me da miedo! Es que… Rin… me obligó a ver esa película –Respondió, ocultando la cara entre sus manos.

Kaito soltó una larga carcajada, intentando controlarse, cada intento fallido, hasta tranquilizarse por completo.

-¿Sólo por eso no querías quedarte solo? –Comentó el peli azul, con algo de ironía en su voz.

-“No” –pensó el rubio- “sólo quiero que estés conmigo”- pero lo que dijo fue:

-¿Podrías acompañarme hasta que termine? ¡Onegai! –Rogó poniendo una carita tan increíblemente kawaii, que Kaito sólo acertó a balbucear/responder:

-Lo… lo que tú digas –con cara de seme sometido- Pero con la condición de que te apures.

-Si me ayudas será más rápido… -dijo Len, haciendo su última cara moe antes de salir corriendo.

-“Este chico… de verdad que me ha vuelto loco, puede manipularme como un títere… quien diría, que yo me terminaría enamorando de él”-Finalizó su pensamiento con un suspiro, y empezando a seguir al pequeño que había sido el causante de éste.

[8:30 P.M; Conserjería, Secundaria de Tokio]

-¡Al fin! ¡Terminé con esta tediosa tarea! –gritó el rubio con entusiasmo en su voz, pero cansancio en la mirada- ¡podré irme a casa!

-¡¿Terminé?! –gritó/preguntó el peli azul – ¡Si yo hice casi todo el trabajo! – Añadió con algo de molestia-  No, ¡me molesta mucho no poder enojarme contigo!

-¡No te enojes conmigo, Onegai! –Dijo Len abrazando al mayor y escondiendo la cabeza en su pecho- Me siento algo... cansado… ¿podrías llevarme a casa?

-Por supuesto que sí, pequeño tonto, aunque no hiciste casi nada –sonrió- Ven – avanzó tomándolo de la mano.

-Kaito… yo… “estoy perdidamente enamorado de ti”

-¿Qué pasa, Len?

-Yo… olvidé algo en el aula 12 –A, ¿me acompañas a recogerlo? –“Soy un cobarde. ¿Y que se supone que voy a buscar? ¿Mi cerebro no puede buscar excusas más fáciles? No, es que los profundos ojos de Kaito hacen que desee… ¿Qué? ¡Me voy a volver loco!”

-Claro que sí, vamos – dijo empezando a caminar- Pero no tardes mucho que ya está bastante oscuro, y debes descansar.

-“Tengo que decírselo, tengo que decírselo hoy…. Lo peor que puede pasar es… que me rechace y que nunca quiera hablar conmigo nunca más… ¡eso no es alentador, pequeña voz dentro de mi cabeza! Pero supongo que es mejor que quedarme con esta duda dentro de mí…”

-¿Len? ¿Leeeen? – Preguntó el peli azul con voz cantarina - ¡El Rey del helado llamando a Lenny, despierta!

-¿Eh? ¿Mande? ¡Sí hice la tarea, pero la olvidé en casa! –exclamó un atontado Len que parecía que lo habían metido en la secadora de ropa.

-La 12-A está aquí, pequeño zombie –Señaló la puerta – ¿Qué haces en la biblioteca? ¿En qué estás pensando? –Preguntó acercándosele y abrazándolo por la espalda.

El rubio se sobresaltó un poco al sentir el contacto del mayor, pero pronto se perdió en el calor de sus brazos, giró para quedar de frente [lo que su estatura le permitía] con él, torturándose él mismo entre la difícil decisión de confesarle sus verdaderos sentimientos a la persona que amaba…  y al fin se decidió:

-Kaito yo… -Empezó a decir con la mirada baja.

-Len, yo… -Interrumpió al menor- Oh, disculpa –se sonrojó levemente- ¿Decías algo?

-Yo… ¡Yo… yo te amo, Kaito! –pronunció su nombre con la cabeza escondida en el pecho del nombrado, empezando a correr.

-Len… ¡Len! ¿Adónde crees que vas? –lo detuvo por la muñeca y lo abrazó- ¿Porqué huyes?

-Yo… sólo… y… tú… -balbuceó hasta que Kaito lo tomo por la barbilla y se quedó perdido en su mirada- Kaito…

En ese momento, el peli azul no pudo resistirse a esa tierna escena, y sin más preámbulos, acercó sus labios a los de Len, y depositó un tierno y cálido beso en ellos, dulce y suave.

-Len… yo te amo mucho más, desde la primera vez que te vi, desde que tu cálida sonrisa se apoderara de todos mis pensamientos… y por eso no sabes lo feliz que estoy de que me digas esto… -fue interrumpido por los labios del menor, de nuevo unidos en un beso, pero esta vez más pasional y demandante, un juego de danza de lenguas, respiraciones fundidas y corazones palpitantes.

-Yo… yo te amo Kaito, mucho, demasiado, más de lo que mis palabras o acciones puedan demostrar… simplemente sé… que esto que siento por ti es amor –finalizó su oración con un corto beso.

Kaito fue depositando besos en el ángulo entre la oreja y el cuello de Len, sentándolo sobre la mesa, y metiendo sus manos por debajo de su playera, arrancado suaves suspiros por parte del rubio.

-Ka…Kaito… -susurró Len- On…Onegai…

-¿Pasa algo? No voy a hacer nada que tú no quieras –Dijo mirándolo a los ojos, a sus hermosos y cristalinos ojos.

-No… no es eso… -Dijo bajando la mirada- Sólo quería decirte que por favor no me dejes –se sonrojó- Yo… quiero hacerlo –terminó, jalándolo por la bufanda.

El adicto al helado sonrió, su sonrisa transmitía deseo con un velo de ternura, sus ojos volaban por el cuerpo de Len, con una mirada de amor apasionado.

-Entonces –susurró a su oído- Déjame tenerte – Comenzó a lamer su lóbulo, bajando por su cuello, subiéndole la playera y empezando a estimular sus pezones, rodeando uno con los dedos, haciendo círculos con la lengua en el otro, ganándose gemidos por parte de su uke.

Cuando Kaito se separó, Len fue el que empezó a desvestirlo, quitándole el abrigo [la cosa esa que trae, pues], el pantalón, todo lo que traía puesto excepto la ropa interior y su bufanda. Cuando terminó, comenzó a besar el pecho de su seme, mientras que con sus manos acariciaba su espalda, sus muslos, su entrepierna…

El mayor recostó a Len sobre la mesa, que hacía no muchas horas habían usado para repasar un tema de Química, mientras le bajaba lentamente sus característicos pantalones cortos, masajeando un poco para terminar de despertar la erección del más moe [ya no tenía sinónimos], y le quitaba su playera, dejando que la luna que se colaba por el tragaluz y los ventanales [osea, si te asomabas podías tener live yaoi] de la biblioteca acariciara la suave piel del rubio, empezó a trazar un camino de saliva del pecho al ombligo de Len, haciendo pequeños círculos en él, ganándose algo parecido a risa y gemido por parte de los labios más jóvenes, bajando un poco más, hacia su virilidad, donde empezó a lamer desde la base hacia arriba, como si fuera uno de sus tan amados helados, con movimientos de lengua suaves pero firmes, sacando gemidos completamente guturales de su uke,  hasta que lo introdujo por completo a su boca, subiendo y bajando, escuchando los gemidos y jadeos de Len, algunas palabras inconexas que se le escapaban entre suspiros, observando su frente perlada en sudor, su notorio y fuerte rubor sobre sus mejillas.

-No… ahhhh…. No… no me mires as… ahhhhg, así –se quejó el joven uke entre jadeos- Me… ahhhh, me apenas…

-Me gusta verte así –replicó Kaito- Despeinado, y con las mejillas ardientes- Y siguió con su labor, cada vez con movimientos más frenéticos y acelerados, acrecentando los resuellos y suspiros de Len.

-Ka… Kaito… Onegai… yo… me…. Me…

-Déjalo –Murmuró éste, al tiempo que Len derramaba su semilla dentro de la boca del mayor, que empezó a beberla con avidez, haciendo que se le resbalara un poco con la barbilla, Len lo limpió con su mano, y Kaito lamió su dedo, de la manera más endiabladamente sensual que pueda imaginarse.

-Mi turno –Dijo Len tomando una de las manos de su seme y empezando a lamer lenta y tiernamente sus dedos, primero uno, después otro, y aún otro más, hasta que estuvieron enteramente cubiertos por la saliva del menor. Kaito giró a Len sobre la mesa, separó un poco sus piernas y dirigió un dedo a su entrada, presionando suavemente, para después introducirlo con una lentitud consoladora, al sentir la extraña intromisión, Len se estremeció un poco, pero fue tranquilizado por las caricias de Kaito, que comenzó a masturbarlo, despertando una nueva erección en él, al segundo dedo, el más joven soltó un gemido compuesto por dolor y por placer en partes iguales, y al tercero emitió un gritito agudo, que el peli azul acalló con un apasionado beso.

Empezó a mover sus dedos en el interior de su amado rubio, para que este se acostumbrara a esa extraña presencia, cuando sintió que estaba listo, los sacó, reemplazándolos por su miembro, introduciendo primero la punta, tenía planeado hacerlo lentamente para no lastimar a Len, pero la reacción de este fue proyectar su cadera hacia atrás, penetrándose por completo, al hacer eso, Kaito no puedo resistirse más y comenzó a embestirlo, primero con suavidad, pero cada vez con más desenfreno, todas dando en el punto exacto, donde Len jadeaba y gemía como si no hubiese un mañana. Len sentía la presencia de Kaito, tan dentro de sí, lo que lo excitó aún más que los roces de la mano de éste contra su miembro. Kaito, a su vez, sentía que Len por fin era suyo completa y absolutamente suyo, con sus respiraciones entrecortadas sofocándose entre sí, corazones latiendo al mismo ritmo, sensaciones sincronizadas en un solo punto de culminación. Así fue como estos dos amantes llegaron a su tan esperado orgasmo, fundiéndose en una última estocada, derramando su miel dentro de uno.

-¿Kaito? –preguntó el joven rubio, después de 5 minutos.

-¿Sí, mi Len? –Respondió el mayor con ternura.

-Sólo quería… decirte que te amo –contestó Len con una dulce voz.

-Yo te amo aún más –Finalizó Kaito.

Notas finales:

Rea: Lo acabé un poco... mal porque mi madre me presiona para dormir... y no quiero que lea esto >.<

Espero que les haya gustado!!

Si fueran tan kawwaii's como para dejarme un review... yo....

KuroNeko:Nadie te dejará nada, fea.

Rea: Ok, nadie me quiere, todos me odian y los gusanos me dan miedo!! *se va corriendo* Ah, se me olvidaba ^-^ :

¡¡Un saludo a Lenny & Kisa~chan!!

 

Atte. Sightly Reaper ♥


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