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APARTAMENTO DE SOLTERO por Butterflyblue

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Notas del fanfic:

Hola, primero que nada terminare mi proyecto anterior lo prometo, solo que ahora esta en stand by porque primero no recibió muy buena acogida y eso me desanimo y segundo la inspiración se ha disipado un poco con ese trabajo, pero aun así lo terminare.

 

Ahora si. bien primero que nada:

 

LOS PERSONAJES DE JUNJOU ROMANTOCA NO ME PERTENECEN, SON DE NAKAMURA SAN, YO SOLO LOS TOMO PRESTADOS A VECES PARA CREAR A MI MANERA LOCAS HISTORIAS.

 

Una vez aclarado esto les cuento, esta es una idea que se me vino a la mente gracias a un libro que me devore en dos días jejejejejeje, asi que espero les guste.

 

TIENE MPREG COMO CASI TODOS MIS TRABAJOS, ASI QUE AL QUE NO LE GUSTE EL MPREG PUES SIMPLEMENTE NO LO LEA, Y ASI ME EVITA UN DISGUSTO. TAMBIEN ACLARO QUE ES UN AU UNIVERSO ALTERNO, Y QUE ES UN OOC, LOS PERSONAJES NO ESTAN EN CANON, PUES PARA MI SON ACTORES ENCARNANDO EL PAPEL QUE LES DARE EN ESTA HISTORIA.

Importante aclarar lo anterior así que una vez aclarado, pues les cuento que es con las cuatro parejas y algunos agregados, actualizare semanalmente o si me es posible cada tres días. Hay romance, tragedia, lemon, humor, en fin de todo un poco, las espero por aquí y de nuevo le pediré encarecidamente, que me dejen saber sus opiniones a través de sus mensajes, les estaré muy agradecida.

 

Besitos

 

ButterflyBlue.

Notas del capitulo:

Hola pues aqui les dejo el primer capitulo, espero me acompañen y sea de su agrado. Y tambien espero me dejen sus mensajes.

Negación

 

—Bésame…

 

Los labios calientes que tomaron los suyos le hicieron tragarse sus siguientes palabras. Aunque no era como si el que le besaba no supiera lo que le iba a decir, quizás porque lo sabía había acallado sus labios. Aquella situación era complicada para ambos pero él se llevaba la peor parte.

 

—Desnudate… quiere comerte a besos.

 

Esa voz, cada vez que la escuchaba era como fuego corriendo por sus venas. Se desvistió con rapidez, las palabras de su amor eran órdenes para él. Las manos recorrieron su cuerpo dejándolo afiebrado y sudoroso, cada toque, cada caricia lo llevaba más allá del placer.

—Kaoru…Kaoru. —Susurraba entre gemidos, cuando la boca de su amante devoraba su pene con golosa pasión.

 

Estaba tan cerca, tan cerca de alcanzar la cima de la montaña más alta y con la punta de sus dedos tocar el cielo. Una pequeña sonrisa se extendía en sus labios húmedos y entreabiertos, Kaoru era el sol, y lo quemaría con  su  abrazadora pasión llevándoselo lejos y devolviéndolo en pedazos pero tan saciado y completo como jamás se sentiría en su vida.

 

De pronto se quedaron helados. La puerta de la casa se abrió y una voz conocida se escuchó.

 

—Kaoru, amor ya llegue. Me vine temprano porque me dolía la cabeza… ¡Kaoru!.

 

La excitación cayó hasta el nivel más bajo y  Ryu se encontró siendo empujado por la ventana de la habitación. Todo pasó tan rápido, él apenas se dio cuenta pero el tiempo se movió con una vertiginosa rapidez.

 

—Maldito. —Gruño en silencio mientras caminaba por el estrecho pasillo que lo llevaría a las escaleras de emergencia. Nada lo hizo inmutarse mientras caminaba sigilosamente, ni siquiera el hecho de que llevara las nalgas al aire y que sus ropas hubiesen sido lanzadas con tal rudeza,  que se encontraban lejos de su alcance en el oscuro callejón a donde ahora descendía.

 

Lo único que escuchó cuando por fin alcanzaba las escaleras, fue la hermosa voz del hombre que amaba.

 

—Hola querida… ¿te divertiste con tus amigas?

 

Rezongo todo el camino, cuatro pisos que bajó completamente desnudo y ofuscado. Recogió con molestia sus vestimentas regadas en el sucio suelo. Una mirada persistente lo hizo poner atención, en el fondo del callejón una pequeñísima bola de pelos lo miraba temeroso.

 

— ¿Qué?... ¿Nunca has visto un culo al aire antes?

 

Le preguntó a la pequeña criatura con desdén, como si el animalito tuviera la culpa de su actual situación.

 

Miau

 

Fue la respuesta de la coqueta bola de pelos y con pasitos inciertos se acercó. Ryu lo miró con curiosidad, estaba algo sucio y delgado, era realmente pequeño. Terminó de vestirse bajo la insistente mirada de su nuevo amigo, y se sentó en el borde de una caja de madera. Suspiró con tristeza, no hizo ni lo que había ido a hacer, ni terminó lo que no debía hacer. Ahora estaba sentado allí rumiando su rabia, insatisfecho y triste.

 

Miau

 

Algo calentito y suave se restregó en sus manos, sonrió al ver que el gatito lo miraba con coquetería, un implícito “llévame contigo” pintado en su dulce rostro.

 

—No puedo cuidarte bola de pelos… Ni siquiera puedo cuidarme yo…Mira como termine con las pelotas al aire en un sucio callejón.

 

El gatito se sentó y ladeo su cabecita mirándolo con dulzura. Ryu sintió tristeza por el animalito, de pronto había alguien que estaba peor que él. Lo cargo y se decidió a llevárselo, después de todo donde comían cuatro, cinco también podrían comer.

 

Cuando salió a la calle para tomar el autobús se dio cuenta que algo le faltaba en sus bolsillos.

 

—Maldita sea. —Gruño y se encaminó hasta una cabina telefónica.

 

[Hola… ¿una llamada por cobrar?... si operadora gracias… ¿Ryu que paso?... ¿Dónde?...Está bien iré por ti.]

 

—¿Que paso Hiroki?

 

El castaño volteo su mirada a quien le interpelaba. Sacudió su cabeza con desazón. Shinobu aun sangraba un poco por la nariz y el ojo comenzaba a amoratarse.

 

—Ryu tuvo problemas y me pidió que lo fuera a buscar.

 

Misaki venía con un botiquín de primeros auxilios y una cara intensa de preocupación.

 

—Él…¿está bien?...no le paso nada al…

 

—¡Auch!... Idiota ten cuidado. —El regaño de Shinobu interrumpió la pregunta, Misaki trataba de limpiar la herida en el labio del rubio, pero este huraño como siempre le estaba haciendo la tarea muy difícil.

 

Hiroki fue por las llaves del auto y respondió antes de salir.

 

—No me dijo nada Misaki, solo que lo fuera a buscar. Ya regreso.

 

Hiroki miró una vez más a sus amigos y negó con la cabeza antes de salir, pues Shinobu le daba un sonoro manotazo a Misaki, cuando este trataba de limpiarle la nariz y Misaki le gritaba lleno de molestia.

 

—Déjate limpiar la cara imbécil… Te dejaste poner como piñata.

 

Ryu caminó unas cuadras alejándose lo más que pudo del edificio que no volvería a pisar. Se sentó en un banco y esperó, dentro de su chaqueta el gatito se revolvía inquieto.

 

—Quédate tranquilo bola de pelos o te dejo aquí.

 

El animalito pareció entender, pues sus ojitos azules lo miraron con aprensión y se quedó quietecito. Ryu suspiró cuando el auto de Hiroki se estacionó frente a él. Sin decir nada se subió y en silencio rodaron unas cuadras.

 

Hiroki con miedo le preguntó unos  minutos después. —¿Le dijiste?

 

Ryu suspiró. —No. —Esperó que después de la escueta respuesta el castaño evitara preguntar más, pero no fue así.

 

—Pero Ryu…

 

—No hay peros Hiroki… no pude decírselo. No encontraba la forma de hacerlo, no era como si pudiera llegar y decirle “Hey tienes que divorciarte sabes, voy a tener un bebe, ¿nos tomamos un café?”.

 

Ryu respiró profundo, Hiroki no tenía la culpa y sus ojos se habían llenado de lágrimas. Ryu debió recordar lo frágil y emotivo que era el castaño.

 

—Lo siento, no quería gritarte. No le dije nada porque no tuve oportunidad, me beso en lo que entre. Una cosa llevo a la otra y cuando estábamos más entretenidos llegó su mujer y el me sacó por la ventana. No me lanzo la cartera, ni las llaves por eso te llame.

 

Hiroki suspiró y tomo la mano de Ryu con cariño. —Entre todos cuidaremos de él bebe Ryu. Todo estará bien.

 

Ryu no quería escuchar aquellas palabras, porque si las aceptaba se estaría dando por vencido, pero finalmente llegaría el momento en que tendría que aceptar y asumir su realidad. Kaoru lo amaba, él lo sabía, pero las responsabilidades con su familia y sobre todo con su padre lo habían llevado a casarse con aquella mujer. El poder y el dinero los habían separado, pero ellos se empeñaron en seguir juntos, aunque fuera en secreto. Ahora la situación se había complicado y un bebe venia en camino. Ryu ya no estaba tan seguro del amor que le profesaba Kaoru, temía que las circunstancias hubiesen terminado por alejarlos, y lo que había sucedido hace unos minutos atrás le confirmaba sus sospechas. ¿Cómo decirle a Kaoru que esperaba un hijo suyo?, mas después de que lo había sacado de su casa de aquella forma.

 

Ryu suspiró y se acurrucó en el asiento. —¿Shinobu ya está en casa?

 

Preguntó por su hermano para cambiar el tema y no pensar más en lo que lo atormentaba. Hiroki guardó silencio y sus manos se tensaron el volante. Ryu solo tuvo que notar la tensa postura para adivinar lo que pasaba.

 

—¿Con quién carajo se peleó esta vez?

 

Hiroki, no quería molestar a su amigo, menos en su estado, pero de todas formas se enteraría, una citación esperaba por él en la mesa del comedor.

 

—Unos chicos en la secundaria le dijeron, pequeño o enano, algo así, él se les fue encima y los golpeó con todo. Tiene la nariz rota, el labio partido y un ojo morado. Lo dejaron ir  a casa porque no lograron localizarte y yo lo fui a buscar, pero tienes que ir mañana a hablar con el director.

 

Ryu dio un puñetazo con furia sobre el tablero del auto. —Ese mocoso de mierda, solo le faltan unos meses para graduarse y va a buscar que lo expulsen… Maldición.

 

—Ryu cal…

 

Las palabras de Hiroki fueron cortadas, por una queja pequeñita que vino de la chaqueta de Ryu.

 

Miau

 

Ryu se había olvidado del nuevo inquilino que llevaba, lo saco de su escondite y lo puso en el asiento.

 

—Bola de pelos, él es Hiroki…Hiroki, este es bola de pelos.

 

El castaño sonrió y miro a la pequeña criatura que lo miraba con ternura. Ryu tenía el don para sorprenderlos siempre. El resto del camino no dijeron nada más, ya tendrían tiempo de hablar, pues se avecinaba un gran lio una vez que llegaran a casa.


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