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Promise por faby nan

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Notas del fanfic:

Disclaimer: Ni SHINee ni ninguno de sus miembros me pertenece, sería un poquito bizarro que fuera así ¿no creen? 

Advertencia: Posible OoC, UA, angst, título poco original y la palabra para describir esto es raro, así que están avisados.

Notas del capitulo:

Me disculpo si encuentran algún error de tipeo o si está confuso o raro. Tenía mucho sin escribir en presente, así que estoy fuera de práctica ._.

Promise

Le duele la cabeza y extrañamente no puede recordar nada, ni siquiera su nombre, mucho menos el lugar en dónde se encuentra.

A su alrededor todo da vueltas y está tan adolorido. Con cuidado se reincorpora, hasta lograr sentarse, y observa a su alrededor. No sabe cuánto tiempo ha estado inconsciente, pero le inquieta en sitio en que se encuentra. El edificio, suponiendo que se encuentra realmente en uno, está destruido y aparentemente lleva algún tiempo abandonado. La habitación en la que se encuentra es amplia y tiene un montón de ventanas, o al menos eso alcanza a percibir, el techo de la misma es de vidrio, por lo que entra mucha luz por él. Deduce que era un centro comercial o algo parecido, por el carrito de supermercado que yace volcado cerca de sus pies. Aunque esté está lleno de productos en buen estado, o que al menos parecen estarlo.

Hay algunos vidrios tirados a su alrededor y las ventanas están destrozadas y sucias. Todas las luces están apagadas o descompuestas, realmente no sabe especificar; de no ser por la luz que se cuela desde el exterior estaría a oscuras. Un escalofrío lo recorre al imaginarse a oscuras.

Gracias a Dios es de día, porque de lo contrario…

Se estremece sin comprender muy bien el por qué. Una oleada de terror lo invade ante el pensamiento de quedarse ahí hasta anochecer.

Tiene que salir de ahí, tiene que salir, tiene que…

Aquel estrepitoso sonido lo saca de sus pensamientos, pensamientos que no llevan a ningún lado y que sólo consiguen aterrorizarlo.

La mata de cabello castaño le parece familiar, a unos pocos metros de él hay alguien inconsciente, o al menos así parece. Da un respingo en cuanto ve aquella figura moverse torpemente. Está ensangrentada.

El impulso de correr hacia esa persona y la de alejarse de ella se vuelven incontrolables y no sabe cuál de los dos debe obedecer.

Levántate, levántate.

Sus piernas no responden, por lo que sólo puede retroceder, sintiendo como algunos pedazos de cristal se le clavan en las palmas de las manos. Hay tanta sangre, y eso es malo.

— ¿Min Ho? ¿Minnie? ¿Jjong? ¡¿Alguien me escucha?! —Esa voz lo aturde y suelta un grito, uno que a pesar de apretar la mano fuertemente contra sus labios, no logra sofocar, es tarde.

El individuo frente a él parece reparar por fin en su presencia, y cada vez parece más dispuesto a levantarse e ir por él. Está tan jodido.

Está confundido, pero sabe que debe correr. Su cabeza le repite aquel comando una y otra vez, con voz gentil y firme, con una voz que sabe no es la suya, pero que lo hace sentir inusualmente seguro. Como si con sólo seguir sus instrucciones, pudiera saber que todo estará bien.

Se levanta, torpe y tambaleante, y corre, tan rápido como puede. Los pulmones le arden y algo cálido se desliza por su rostro. Le falta el aire, pero no debe detenerse.

No te detengas, no te detengas.

Lo están alcanzando, lo alcanzan. No sabe quién es, no saben quiénes son, pero le persiguen y debe correr.

No voy a dejar que te suceda nada.

Aquella voz en su cabeza, no sabe a quién pertenece, pero le da fuerzas. De todas las voces que escucha es la única a la que hace caso. Es la única que no parece lejana, es la única que parece prometer seguridad, sobrevivencia y algo más. Esa voz suave y gentil, que ahuyenta sus temores.

Vuelve a salvo.

Quiere hacerlo, quiere verlo a él, al dueño de aquella vocecilla. Quiere hacerlo, de verdad quiere hacerlo y lo hará, volverá a su lado y le dirá… ¿Qué diablos necesita decirle?

Te amo…

Se detiene de golpe, chocándose de frente con algo blando y cálido. Con los ojos como platos y temblando incontrolablemente analiza al sujeto frente a él, ese que le apunta sin dudar con aquella pistola que está peligrosamente cerca de su rostro.

El semblante del otro se relaja al inspeccionarlo de cerca, el chico le parece familiar, aunque no logra ubicarlo, y aparentemente, también al otro. Al final baja el arma y sonríe, dulce. Oh tan dulcemente, que resulta absurdo creer que hace tan sólo unos segundos parecía dispuesto a asesinarlo. Sus facciones son preciosas y su cabello rubio le da un toque angelical, incluso la ropa negra ayuda a que luzca más pálido. Y es extraño encontrarlo en un contexto así, hablando para sí mismo, como si se tratará de un loco.

Pero no es nadie para juzgar, no cuando es él el que escucha voces.

— Hyung, ¿estás bien? —Y se siente al borde de un infarto, porque su corazón está tan acelerado—. Hyung, tranquilízate—. El rostro precioso parece preocupado de pronto—. ¿Hyung? ¿Jjong-hyung?

— ¿Qué sucede, Tae? —De nuevo esa voz lo aturde y está tan confundido. Su cabeza da tantas vueltas y siente que en cualquier momento podría vomitar.

El chico frente a él se ajusta algo en el oído y comienza a hablar, pero apenas y puede seguir el hilo de aquella conversación. Todo lo que logra entender es un “está confundido”.

Necesita correr, pero el cuerpo le pesa tanto.

Deberían correr. Tae Min y él deben correr. ¿Pero quién es Tae Min?

Está tan confundido.

Y no tardarán en llegar.

Se tambalea y…Oh. ¡Oh, Dios! ¡¿Hace cuánto que está sangrando?!

Un chillido escapa de su garganta. Un cuerpo pesado se aferra con fuerza a él, apoyándose y se tambalea, antes de conseguir equilibrarse.

¿Éste es…? ¿Acaso éste es su fin? ¿No volverá a verlo? ¿No será capaz de ver a Jin Ki otra vez? ¿No podrá cumplir su promesa?

Algo cálido y viscoso se le pega a la espalda y no puede evitar el escalofrío que lo recorre cuando aquella cabellera azabache roza su hombro.

Siente tanto miedo de volverse. Miedo que sólo consigue aumentar al escuchar ese suspiro cansado. Se gira lo más rápido que su cuerpo le permite y el otro se balancea. Lo sostiene como puede, y se topa con unos enormes y opacos ojos. El hombre frente a él tiene el rostro pálido y le sonríe débilmente. Se encuentra encorvado y su brazo derecho cuelga a su lado. Apenas y puede mantenerse en pie, la sangre le ha manchado gran parte de la ropa y ésta se encuentra pegada a su cuerpo.

Sólo ve al punto de reunión, Jjong. Todo estará bien.

¿Dónde está el maldito punto de reunión?

Las dos personas a su lado parecen tan familiares y a la vez tan irreconocibles. Pero no logra recordar, sólo recuerda a alguien diciéndole “no te hagas el héroe”.

— Tenemos que irnos, tenemos que…—su voz suena roca y tan extraña, pero no puede decir nada más. Aquel ruido ensordecedor lo atonta y por un  momento no encuentra la fuente de aquel sonido ni lo que estaba a punto de hacer.

Frente a él Tae Min no para de morderse el labio y de disparar. Choi está al borde del desmayo, por lo que le rodea la cintura y lo pega a su cuerpo, retroceden hasta chocar contra el muro, lejos de la zona de disparo.

Necesitan volver a salvo.

Necesitan salir de ahí.

No sabe cuántas balas le quedan a Minnie, ni cuánto más pueda mantener alejados a esos malditos.

—Key, sácalos de aquí.

Y el tiempo parece transcurrir más lento, a partir de que aquella voz lo llena todo, esa voz, la voz de su cabeza, tan gentil. El sonido de los disparos se vuelve lejano, insignificante. Sólo puede verlo a él, abriéndose paso entre el mar de miembros que se mueven torpe y desesperadamente. Y su cabeza duele cada vez menos, y los recuerdos comienzan a llegar de a poco.

Aquellos brazos delgados y pálidos lo jalan, conduciéndolo a quién sabe dónde, pero sabe que puede confiar en él, sabe que es Key, y que van a un lugar seguro.

La conversación con sus superiores, la orden de traer provisiones, las indicaciones de no “hacerse el héroe”, aquella promesa que hizo antes de partir, esa de mantenerle a salvo, la suya propia de volver ileso. Y el golpe en la cabeza.

Ki Bum lo llama, pero no quiere escuchar. Onew no debería estar ahí. Ni él ni Key, todo está mal, tan mal.

Las detonaciones no se detienen y el olor a pólvora le impregna la nariz.

El mayor luce tan fuerte y sexy de alguna forma que no puede ni sabe cómo explicar, una que jamás imaginó. Tiene el cabello castaño pegado a la cara y su piel está perlada de sudor, su expresión es seria y tan determinada. Y si bien le gusta verlo así, porque es tan fascinante y nuevo, daría lo que fuera por verlo sonreír radiante e infantil, daría lo que fuera por correr hacia él y plantarle un beso en los labios, en esos mismos que ahora forman una línea recta y que están tan rotos y descuidados.

Sus miradas se cruzan entre el mar de caos y movimiento, y aquellos ojos pequeños parecen brillar tan hermosamente. Logra gesticular un “Te amo” y le hubiera gustado gritarlo, pero entre tanto ruido su voz habría se abría extinguido sin dudarlo.

Y sabe que Jin Ki lo ha entendido, porque sus labios se curvan y su mirada se suaviza para después convertirse en una sonrisa radiante, como aquella que estuvo rogando por ver desde que el otro apareció en su campo visual, sus ojos forman dos medias lunas y muestra todos los dientes. Su corazón salta de una manera dulce y no puede evitar devolverle la sonrisa. La sonrisa se desvanece suave y sutilmente, y aquella mirada parece gritarle un “yo te amo más”.

Es entonces cuando el hechizo termina y Key por fin consigue arrastrarlo hasta aquel pasaje. Todo sucede tan rápido, que apenas y logra parpadear. Pierde a sus compañeros de vista entre el mar de cuerpos en descomposición, entre esos que buscan un pedazo de ellos, literalmente. El muro blanco le impide indagar más sobre la ubicación de aquel par que dejaron atrás y también correr hacia ellos.

No puede evitar notarlo, Onew ha cumplido su promesa, está a salvo.  No le ha ocurrido nada, no dejo que le ocurriera nada. Está casi ileso, de no ser por la herida en su cabeza.

Tampoco ha podido evitar notar otra cosa, y eso es como en el muslo del otro había una herida, y en este momento es eso lo que lo preocupa.

A su lado Bummie rompe en llanto, abrazándose fuertemente a su espalda, porque ha dejado atrás a su bebé. El más alto sólo se deja caer en el suelo, resignado.

No puede evitar golpear el muro con fuerza, mientras suelta una que otra maldición.

¿Por qué demonios tenían que dar ese giro las cosas?

Abraza al rubio, el cual se ve tan pequeño y tan roto. Y tan dolorosamente parecido al maknae.

— Minnie…Jin Ki-hyung…

Los sollozos son cada vez más fuertes y desgarradores.

— Van a regresar—. Apenas y es consciente de que es él quien dice aquellas palabras, pero ve que causan una reacción en los menores, y realmente desearía haber sonado más seguro.

Desearía que aquello no le sonara a mentira.

Pero son sobrevivientes en un sitio donde la muerte es el enemigo y el pan de cada día. Son sobrevivientes escondidos entre las ruinas destrozadas de su propia (y asquerosa) civilización, asechados por su propia gente. Por esos a quienes una vez amaron, por monstruos espantosos. Víctimas de la tragedia, incapaces de soñar y luchando cada día por vivir.

Son sobrevivientes en una tierra de muertos.

Jjong suspira, han tenido que aplicarle un tranquilizante al rubio y están llevando al más alto en una camilla, necesita atención médica urgente.

— Es por eso  que no debes hacerte el héroe, Jong Hyun. Lo importante aquí es mantener viva a nuestra gente y no dejarse llevar por los sentimientos. Lee Jin Ki, realmente esperaba demasiado de él. Es una lástima que esta misión haya sido un fracaso —. La voz de su superior suena severa e irritada. Como si cada palabra que saliera de su boca fuera lógica y obvia. Como si no acabarán de perder a dos personas valiosas e importantes.

Sólo lo ignora, porque cada palabra duele.

— Ellos no volverán, será mejor que vayas a que curen tus heridas.

Sólo suspira y no se vuelve ni un instante para verlo. Aprieta los puños, está enojado y se siente tan jodidamente impotente.

Toma el comunicador y manda aquel mensaje.

— Lee Jin Ki, tienes que volver. Hyung, sé que traerás a Tae a salvo. Estaré esperándolos. Jin Ki, estaré esperándote, así que…—su voz se quiebra y duele tanto—. Por favor, no te conviertas en zombie.

Y lo sabe, son sobrevivientes en una tierra de muertos.

Son sobrevivientes y la esperanza es lo último que se pierde.

Notas finales:

¿Es muy bizarro?


No sé si lo notaron, pero traté de dejar el final abierto. Y eso es nuevo en mí. Así que pueden imaginar que Onew regreso y  Minnie también o que fueron devorados o que son zombies muy sexys. Quizá algún día escriba un final, pero por ahora es éste.


Espero lo hayan encontrado entretenido, porque esto de lindo no tiene nada .-.


¡Gracias por leer~!


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