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The Lovely Bones por tsumi13

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Notas del fanfic:

Como saben, los personajes son de nuestro queridísimo Oda-sensei. Esta historia esta basada en una película que diré hasta el final, si alguien sabe cual es, no lo diga por favor xD. Además, cambie unos apellidos y actitudes de los personajes.

Notas del capitulo:

Los párrafos que comienzan y terminan con (") son narradas por Zoro. Pueden leerlas recorrido xD. 

También me disculpo de antemano por las posibles faltas de ortografía, pasen a leerlo y disfrútenlo n-n.

“Me recuerdo siendo muy pequeño, tan pequeño que no podía ver por encima de la mesa. Había un globo de nieve… y recuerdo al pingüino que vivía dentro del globo, estaba tan solo allí adentro y me preocupaba por él”

     Se ve a un pequeño peli verde de unos 2 años jugando con sus juguetes. Algo llama su atención y se dirige hacia ello. Al llegar ve a un pequeño pingüino dentro de un globo de cristal, su mirada se torna triste.

     Su padre, que hasta ese momento estaba en el sofá leyendo, se da cuenta de lo que hace su hijo. Se levanta y va hacia él.

-No te preocupes pequeño- le dice, mientras las lágrimas de su hijo caen y  se las limpia –él tiene una vida agradable…está atrapado en un mundo perfecto-  continua, mientras toma la bola y la agita, haciendo asi que las bolitas se dispersen por todos lados, simulando la caída de la nieve.

-Mira eso Zoro-

-Si- contesta el pequeño, ya un poco más feliz por las palabras de su padre.

     Olivia se encontraba recostada en su cama, mientras leía uno de sus libros. Ella era una hermosa mujer morena de pelo largo, y  la esposa de Monkey D. Dragon; Él se encontraba recostado a la par de ella mientras sostenía su mano y la besaba, le gustaba observarla. Ya algo molesto de que solo le pusiera atención al libro, se incorporó y comenzó a besarla, mientras ella le sonreía, sabía lo que tramaba, le causaba gracia. Dragon sonrió cuando Olivia dejo caer su libro y apagaba la luz de la lámpara, y asi ponía toda su atención sobre él.

-Doce años después-

     Se ve a Olivia leyendo recostada en la cama, mientras su esposo descansa a la par de ella. A pesar de los largos años que han pasado, ellos siguen teniéndose un amor inmenso, que solo es sobre pasado por el amor que sienten por sus hijos.

“Recuero que en mi cumpleaños me regalaron una cámara; me encantaba la forma en que una foto podía capturar un momento, antes de que se fuera.”

      Se ve a Zoro de 14 años, tomándose fotos y a todo lo que veía.

“Eso es lo que yo quería ser cuando creciera, un fotógrafo de la vida salvaje.”

     . Sale corriendo de su habitación y pasa aventando a su madre, para asomarse a la ventana y sonreír al ver a su objetivo. Sale corriendo aventando a su madre, nuevamente.

-Lo siento mamá- dice mientras se aleja, provocando en ella una leve sonrisa por la hiperactividad de su hijo.

“Me imaginaba cuando fuera agrande… siguiendo la pista de elefantes y rinocerontes…pero por ahora solo tenía que conformarme con Marshall  Teach ”

     El peli verde sale de su casa corriendo, atraviesa el jardín y se esconde entre unos arbustos…ve a Teach calentando y preparándose para su rutina de ejercicios. Zoro sonríe y comienza a tomarle fotos, mientras el otro se aleja y comienza una larga caminata.

“Son extraños los recuerdos que guardas. Recuerdo que iba con mi papá al basurero, afuera de la granja Gold. Es increíble como la tierra puede tragarse todo.”

     Dragon se encontraba cerca de un gran agujero con sus tres hijos, Zoro, Robin y el más pequeño Luffy. Estaban arrojando cosas que ya no les eran de utilidad.

-shishishishi, esto es divertido- dijo el menor.

     Cerca de ellos se encontraba un pecoso casi de la misma edad de Zoro, se dirigía hacia una pequeña cabaña cerca del lugar. Volteo al escuchar el escándalo que era producido por el menor de los Monkey, los observo…

“Y recuerdo al chico que vivía allí, Ace… Gold Ace.”

     El peli verde se voltea y ve al pecoso que los observa, se miran por un rato. Ace voltea y sigue su camino, adentrándose en la cabaña.

“Los chicos de la escuela decían que era raro, pero ahora sé que podía ver cosas que otros no podían. Y recuerdo lo peor que nos pasó como familia…el día en que mi hermanito dejo de respirar.”

     Un pequeño niño moreno y de nariz larga gritaba por ayuda, mientras su amigo Luffy yacía en el sueño intentando respirar. Zoro, desesperado, buscaba a sus padres.

-¡¿Mamá?¡- grito mientras bajaba las escaleras -¿Dónde estás?- corría de un lado para otro, mientras Ussop pedía ayuda –rayos… ¿Papá?- salió corriendo al encuentro de su hermano y su amigo.

-¡Luffy…Luffy!- gritaba desesperado -¿Qué fue lo que pasó?- le pregunto al otro.

-Se tragó un dulce- fue lo único que dijo, pues el peli verde cargo al pequeño y lo llevo hasta la cochera. Lo coloco en el asiento trasero y tomo una de las masetas que se encontraba cerca, estrellándolo contra el suelo y cogía las llaves que se encontraban escondidas allí.

     Arranco el auto y salió a toda velocidad, llevándose a quien estuviera en el camino. Recibiendo insulto  de otros conductores, a los que casi chocaba o hacia chocar.  Conducía sin importarle los demás, solo le importaba su hermanito; estuvo a punto de chocar con un carro, pero lo evito y continúo su camino.

-¿Pero qué?- dijeron los que iban en el carro que Zoro acababa de dejar atrás. Se miraron el uno al otro, ese carro era el de ellos y el que conducía era su hijo mayor.

     Zoro llego al hospital con el auto casi desecho, le faltaban varias partes y el tocaba el claxon para que llegaran a ayudarlo. Varias personas salieron a su encuentro, encargándose asi  del pequeño que ya estaba algo azulado por la falta de oxígeno.

     Poco a poco y con pesadez, Luffy abría los ojos. Lo primero que vio a su madre.

-Luffy- dijo feliz, recibiendo una sonrisa como respuesta. Zoro y Robin se abrazaron alegres de ver como su hermano despertaba, mientras Dragon sentía como un peso le era quitado de encima. Alguien más estaba con ellos, el abuelo de los chicos, Garp. Este se levantó de su asiento y se alegraba al ver a su nieto.

“Y recuerdo la luz en los ojos de mis papas, el descanso. Allí estaba esa gente, gente sin suerte a la que le sucede cosas malas sin razón”.

     Mientras Dragon y Olivia hablaban con el Doctor, y Robin jugaba con Luffy; Zoro se encontraba afuera, en el pasillo. Garp estaba con él y con un ademan llamo a su nieto. Le dijo un proverbio que escucho de los budistas.

 “Mi abuelo Garp me dijo que tendría una larga y feliz vida por haber salvado a Luffy… como siempre, el abuelo se equivocó. Me apellido Monkey, como el mono, nombre Zoro. Tenía 14 años cuando fui asesinado, el 6 de diciembre de 1973”.

     Después de lo ocurrido, toda la familia se dirigió al Centro Comercial del Lugar; necesitaban despejarse y olvidarse de lo ocurrido.

“Esto paso antes de que los anuncios de niños perdidos se publicaran en los envases de leche, o de que fuera la noticia principal; esto paso cuando la gente creía que cosas como estas no sucedían.”

     Zoro intenta llevar a su madre a una tienda en donde vio algo que le gusto, Robin se pega al vidrio de una librería que le encanta y Luffy entro corriendo a la juguetería siendo perseguido por su padre. Después, el peli verde está divagando en sus pensamientos, observa a alguien sin disimulo; otra familia recorría el lugar, pero el miraba al chico alto y de piel blanca.  Su abuelo se dio cuenta.

-¿Quién es?- le pregunto -¿Le gustas tanto como el a ti?-

-Abuelo, él es mayor que yo- espeto el menor, mientras volteaba avergonzado –no sabe que existo- dijo tristemente.

-Es lindo- ignoro al chico.

-Abuelo, no me digas eso- esa conversación le parecía extraña.

-Estas a salvo- le sonrió – va la tienda de discos- dijo mientras dejaba a su nieto que observaba al otro embobado.

“No estaba a salvo, un vecino estaba viéndome. Si no hubiera estado tan distraído, me habría dado cuenta que algo estaba mal, porque ese tipo de cosas me dan cosquillas. Pero estaba demasiado ocupado observando los ojos de Dracule Mihawk, las había observado en la biblioteca, mientras leía Abelardo y Eloísa… la más trágica historia de amor  jamás escrita”.

     Zoro seguía observando a Mihawk, que  ni se percató que su abuelo se acercaba con unos batidos en mano, mientras sonreía divertido.

-Asi que…¿ya lo besaste?- dijo sacando al menor de sus pensamientos. Mientras el chico movía la cabeza negativamente -¿Por qué no? Él te gusta y tú a él ¿Por qué la demora?-

-Es que tengo miedo… no funcionaría-

-Mi primer beso fue con tu abuela- dijo captando la atención del peli verde.

-¿Cómo fue?- pregunto emocionado.

     Ninguno de los dos se daba cuenta que un rubio con bigote trenzado y raro los volteaba a ver cada cierto tiempo.

-¿El beso?... maravilloso, hermoso… me tomo mucho tiempo darme cuenta que algo asi, solo pasa una vez- esas palabras resonaron de nuevo en Zoro.

-Zoro- dijo el hombre al ver a su nieto pensar –solo diviértete-

     En ese momento el hombre rubio se levantaba de la mesita en la que estaba y se adentraba en la juguetería y salía con varias cosas.

“Por cierto, no fue el señor Zeff. Aunque parece sospechoso. El señor Zeff nunca lastimaría a nadie. El hijo del señor Zeff, Sanji, murió un año y medio después que yo, tenía leucemia… pero nunca lo vi en mi cielo”

     Zoro andaba en bicicleta tomando fotos y llamaba a sus padres, ellos se acercaron a unos rosales de uno de los vecinos. El vecino le regalo una rosa a Olivia, se pusieron a platicar mientras Zoro jugaba.

“Mi asesino era alguien del barrio, le tome una foto cuando platicaba con mis papas en su jardín de flores. Yo estaba enfocando los arbustos cuando él se cruzó, salió de la nada y hecho a perder mi foto. El arruino muchas cosas.”

     Los padres del peli verde regresaban a su casa, después de platicar con su vecino, y este hacia lo mismo.

     Esta persona se encontraba en su casa mientras daba unos retoques a sus casas a escala, viendo que cada cosa fuera perfecto. Pero solo podía pensar en una cosa, y era en el chico de esa tarde, Zoro. Cada movimiento, cada gesto que hacía, el tono de su voz al llamar a sus padres. Ya no podía ni concentrarse en lo que hacía, asi que lo decidió, cerro las cortinas de su casa y se puso a planificar lo que haría, preparo algunos materiales y dio comienzo con su pla

Notas finales:

Para la próxima semana les traeré el capítulo siguiente de “Nunca es tarde” y el segundo de este después. Si llegara a atrasarme, perdónenme T-T, estoy terminando el primer semestre de la U y mis encargados no se tientan la mano con los proyectos D:

Se cuidan :p


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