Sentado en un sillón se encontraba un joven de ojos y cabellos azabaches y tez blanca que fácilmente llega a ser pálida, viendo un álbum de fotografías mientras le acariciaba el cabello a un pequeño pelirrojo que yacía dormido plácidamente en su regazo. El moreno observaba cada fotografía atentamente mientras recordaba el día que las tomaron. Pasó unas cuantas páginas cuando encontró una en donde aparecía él junto con otro azabache muy parecido a él con la excepción de que este en su cabello tenía reflejos azulados, y eran abrazados por un moreno de larga cabellera atada en una cola baja y de ojos igualmente oscuros; Sonrió al ver a su familia, era el menor de tres hermanos del matrimonio entre Fugaku y Mikoto Uchiha, seguido por su hermano gemelo Sasuke y el mayor Itachi Uchiha. Esa foto fue tomada en el cumpleaños número 17 de los gemelos y estaban a punto de soplar las velas de su pastel, ese día pasó como siempre en la familia Uchiha, con Itachi detrás de sus hermanos haciéndoles bromas, Sasuke con su cara de amargado y Sai ayudando a Itachi a molestar al bloque de hielo Uchiha.
Pasó a la siguiente fotografía, en ella aparecían los gemelos con su toga y diploma en mano, claro signo de su reciente graduación de la preparatoria. Pasó varias imágenes más cuando se detuvo en una donde aparecían los tres Uchihas, junto a un chico de cabellos castaños y ojos perlados, un moreno de cejas muy pobladas y peinado extraño, un pelinaranja de ojos del mismo color, un albino de dientes afilados y ojos violetas y los tres hermanos Uzumaki, dos rubios de ojos azules y un pelirrojo de mirada aguamarina. Los conocieron cuando entraron a la universidad y se hicieron muy buenos amigos. Itachi se llevaba mejor con el mayor de los Uzumakis de nombre Deidara, y el ojiperla de nombre Neji Hyuuga. Mientras que Sasuke salía mucho con el albino que responde al nombre de Suigetsu Hozuki, el pelinaranja de nombre Juugo Igarashi y el segundo hijo de la familia Uzumaki Naruto, con el cual solía pelear mucho y la mayoría por cosas sin sentido; Mientras que yo formé una gran amistad Rock Lee el hijo de nuestro profesor de física Gai-Sensei, igual que mi hermano el rubio kitsune y con el menor de los tres Uzumakis, el hermoso pelirrojo que responde al nombre de Gaara.
Desde entonces fuimos buenos amigos, aunque, con el tiempo pude notar el cambio de sentimientos por parte de todos mis amigos y hermanos. Un ejemplo era los amigos de mi hermano Sasuke los cuales, de la nada, nos contaron que estaban saliendo y llevaban una semana desde entonces, aunque, no fue tan extraño ya que últimamente los dos se estaban comportando más extraños de lo normal; Se quedó viendo una fotografía donde aparecían los antes mencionados, Naruto se las había tomado cuando no se dieron cuenta, en ella se ve a Juugo sentado en la sombra de un árbol y a Suigetsu entre sus piernas mientras el primero lo abraza por la espalda y apoya su barbilla en el hombro del albino y este mantenía un leve sonrojo en las mejillas; Los que siguieron fueron el genio Hyuuga y el joven de la flor de la juventud, los cuales después de estar compitiendo siempre por ver quién era el mejor, terminaron enamorándose y saliendo juntos tan solo unos días después que nuestros amigos Juugo y Suigetsu. El moreno tomó una foto entre sus manos donde aparecía dicha pareja entrenando en el dojo del moreno de grandes cejas mientras se sonríen mutuamente.
Pero eso no terminó allí, su hermano Itachi al ver que todos sus amigos estaban confesándose a sus respectivas parejas, tomó valor y se le confesó al rubio amante del arte y las explosiones, viendo su oportunidad un día en el que se exhibieron las esculturas del blondo, pidiéndole que saliera con él en medio de dicho evento a lo cual el ojiazul aceptó emocionado mientras abrazaba al moreno y le daba un beso en la mejilla, momento que captó Sai con su cámara fotográfica y dicha prueba estaba colocada en el álbum que sostenía en sus manos en ese momento.
Pasó a la siguiente imagen y no pudo reprimir una pequeña sonrisa al ver la imagen de su hermano gemelo y Naruto; En ella se puede apreciar a un rubio sonrojado y con la mirada gacha y a un moreno con el ceño fruncido clara muestra de enojo, estirando la mano como queriendo quitarle la cámara al que le tomaba una fotografía; Rápidamente recordó ese momento.
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Ese día, como de costumbre, se encontraba su hermano y Naruto discutiendo, esta vez por que Sasuke le había dicho a Naruto que los Tomates eran mejores que el Ramen a lo que el blondo se molestó y le dio la contra rápidamente comenzando así, su pelea del día. Mas sin embargo, ninguno de los presentes esperó que mi hermano dijera que lo único que podría ser mejor que el Ramen y los Tomates era Naruto mismo, tapando su boca inmediatamente y dejando a Naruto en shock y totalmente sonrojado, pero a los pocos minutos reaccionó y le contesto que el también creía que mi Nii-san era mejor que su preciado Ramen, haciendo que Sasuke se olvidara que estábamos todos reunidos en el parque ese día y se acercara a Naruto dándole un pequeño beso en los labios a lo que rápidamente saqué mi cámara y me preparé para tomar la foto, pero la parejita ya había reaccionado y mi aniki se dio cuenta de mis intenciones dirigiéndose hacia mí para arrebatarme la cámara justo cuando tómela foto donde se veía a un rubio apenado y a un azabache a punto de quitarme la cámara.
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Yo no quería ser el único que no estuviera con su persona amada, asique, armándome de valor comenzé a cortejar a mi lindo mapachito, lo que hice varias veces ya que no me resultó tan fácil como a los demás; Gaara era una muy difícil de conquistar pero al final lo logré utilizando una técnica que me aconsejaron sus hermanos, la cual consistía en dejar de ser tan meloso con él y distanciarme haciéndole creer que había aceptado la opción que él mismo me había propuesto, la de ser solo amigos; Confieso que funcionó ya que en menos de una semana fue él el que se me declaró un día en el que los dos nos encontrábamos dibujando un paisaje de un parque para nuestra clase de arte. Me sentí la persona más feliz del mundo cuando lo hizo aceptando inmediatamente y tomándolo de la cintura lo besé con todo el amor que sentía por él y que iba creciendo conforme pasaba el tiempo.
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Ese día no pude tomar mis preciadas fotografías, pero lo compensé con nuestras citas posteriores en las cuales no faltaba una para cerrarla con broche de oro.
Poco después de graduarnos en la universidad, le pedí que se casara conmigo, proposición que aceptó y en unos meses más unimos nuestras vidas para siempre frente a todos nuestros amigos y familiares; Sin embargo, nuestra felicidad no terminó ahí, sino que a unos meses de habernos casados recibimos la noticia de que mi Gaa-cha (como acostumbraba llamarle desde que éramos novios) estaba esperando un bebé, algo que se nos hizoimposible, pero que el doctor nos explicó que algunos hombres eran capaces de procrear a los cuales se les llamaba Donceles. En lo que duró el embarazo, consentí a mi pelirrojo todos los días a lo que él se quejaba diciendo que si lo acostumbraba, terminaría siendo totalmente dependiente de mí, cosa que a mí no me molestaba en absoluto.
Llegando el día del parto, recibí el apoyo de todos mis amigos y de mis hermanos los cuales esperaron conmigo en el hospital hasta que nació Yukio, mi pequeño pelirrojo de tez clara y ojos azabaches el cual, en este preciso momento, dormía profundamente en mi regazo después de acompañarme a ver el álbum que ahora sostengo en misa manos.
“Definitivamente mi pequeño Yuki-Chan fue lo mejor que nos ocurrió y lo que nos llena y llenará siempre de muchos recuerdos felices”.- pienso mientras lo llevo a su habitación para que descanse y regreso con mi Gaa-Chan el cual mira todas las fotos que tomamos este día tan especial y observa atentamente y con una sonrisa la foto donde aparecemos los dos junto a Yuki-Chan el día que nació, donde Gaara lo trae en brazos y está recostado en la camilla con una gran sonrisa en el rostro y mirando a nuestro hijo con todo el amor del mundo, y yo abrazándolo mientras que con una mano acaricio la mejilla de mi bebé.
Te amo.- le digo al oído mientras lo abrazo por la espalda y escucho un “Gracias Sai, también te amo” como contestación.