Insomnio
Llevaba varios días sin poder dormir y francamente, estaba desesperado. ¡Lo había intentado todo! Desde tomar leche tibia hasta agotarse tanto física como mentalmente que se sentía al borde del desmayo. Y nada funcionaba. Ni siquiera frotar su pancita.
La melodía relajante y lenta que pretendía ayudarlo a conciliar el sueño no lograba más que causarle jaqueca.
Abrió los ojos resignado, estaba cansado de dar vueltas en la cama, y clavó su vista en el techo. Comenzó a contar pingüinos, porque contar ovejas era aburrido y además había comprobado, ya varias veces, que no le servía de nada. Aunque aparentemente los pingüinos tampoco lo hacían.
Decidió optar por levantarse, quizá un poco de más leche tibia lo ayudaría, mas no fue así. Ésta sólo consiguió darle dolor de estómago.
Quizá revisar que los miembros estuvieran durmiendo no era mala idea. Y no lo era, aunque sí le daba un poco de envidia y de ternura verlos dormir tan placida y tranquilamente.
Casi pega un grito cuando, al querer entrar a una de las habitaciones, la puerta se abrió antes de que siquiera tocara la manija. A continuación, una figura despeinada y torpe quiso atropellarlo.
— ¿Hyung? —interrogó, con voz ronca y pudo reconocerlo como una versión despeinada y somnolienta del vocalista principal. Una risita fue todo lo que obtuvo como respuesta por parte del otro.
—Lo siento, ¿te desperté? —el menor sólo negó con la cabeza y se perdió, aún con los ojos cerrados, tras la puerta del baño.
Jin Ki esperó apenas unos segundos a que el cantante saliera a su encuentro, apenas un poco más despierto que antes.
—Hyung, ¿qué haces despierto?
El líder sólo suspiro.
—Jjong, no puedo dormir.
—Eso es obvio, pero…
—Sólo quiero dormir, en serio, estoy desesperado.
El menor pareció meditar un poco, para después tomar la mano del mayor y lo guiarlo a su habitación, luego lo obligó a meterse entre sus sábanas y se sentó junto a él.
—¿Estás cómodo, hyung?
El otro sólo lo miró confundido y expectante. ¿Qué sería lo que tendría planeado para hacerlo dormir?
Aquellas manos comenzaron a acariciar suavemente su cabello y casi grita al sentirlas, no porque no le gustará el gesto, sino por lo repentino del mismo. Su corazón latía muy rápido, pero seguía sin poder dormirse.
La voz preciosa y magnifica comenzó a llenar la habitación, apenas y era un susurro, uno relajante, pero eso no conseguiría hacerlo dormir. No ahora, que realmente no quería hacerlo.
Sentía sus párpados cerrarse, pero no se dormiría.
Jjong se iría si lo hacía ¿cierto?
Jong Hyun suspiró, recostándose a su lado y abrazándolo sin dejar de tararear aquella melodía.
Sus párpados se cerraban y la consciencia lo abandonaba. Y Onew se preguntaba dónde había quedado su insomnio. Definitivamente no quería dormir. No ahora ni nunca, si ésta iba a ser la manera en la que el menor lo ayudaría a descansar un poco.
Pero lo quisiera o no, no había mejor cura para el insomnio que esos brazos cálidos rodeándole y aquel susurro en su oído. No había mejor cura para el insomnio que Jjong a su lado.