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Against All Odds por Charlie Cook

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Notas del fanfic:

Esta es la versión ChenMin de mi fic “Angels Cry”. Se entiende sin haber leído Angels Cry, pero les recomiendo que lo lean sí quieren saber que sucedió  con el SuLay y otras cosas.

 

                                 

 

Disclaimer: EXO no me pertenece, son personas y se pertenecen a sí mismas. Lo único de mi propiedad es la historia.

 

 

JongDae se removió suavemente en la cama en la que yacía, aún un poco adormilado una espantosa migraña se hizo presente haciéndolo fruncir el ceño. Agradeció que las cortinas de su habitación fueran oscuras y no permitieran los rayos del sol iluminar el cuarto. De golpe se sentó en la cama, maldiciéndose a sí mismo ya que la acción había provocado que la migraña aumentara y el estómago se le revolviera. Abrió los ojos y analizo la habitación, hallándola en penumbras.

 

¿Cortinas oscuras? MinSeok había cambiado las cortinas de su habitación la semana pasada por unas bonitas de color celeste cielo, JongDae recordaba que su abuela se las había regalado en su aniversario.

 

Cuando acostumbró sus ojos a la oscuridad, reconoció el lugar como una de las habitaciones de la casa de Wufan  y Zitao. Un poco más compuesto, JongDae levantó las sábanas de la cama y salió de esta. Llevaba una camiseta demasiado grande y unos pantalones de ejercicio que le tallaban igual, imaginó inmediatamente que era ropa de Wufan. Salió de la habitación y, llamado por el olor de la comida se dirigió a la cocina, donde estarían los dueños de la casa.

 

-Chicos…-Llamó JongDae dejándose caer en una de las sillas del comedor. La migraña volvía a momentos y ahora sentía la garganta extremadamente rasposa.

 

-¿Resaca?-Preguntó Wufan recostado en la encimera de la cocina.

 

-¿Bebí mucho anoche? No recuerdo.-Dijo descansando la cabeza sobre sus brazos.- ¿Y por qué me trajiste a tú casa y no me llevaste a la mía?-

 

-Bebiste y mucho, estabas más borracho que una cuba.-Resopló Wufan.-Te traje porque imagine que no querías que MinSeok te viera así, ¿O me equivoco?-Por única respuesta, JongDae asintió.

 

-Todo es culpa de ustedes, pedían y pedían más tragos raros y…-

 

-El desayuno.-Cortó Zitao poniendo un plato con huevos revueltos y tostadas francesas frente a JongDae.-Nadie más tiene la responsabilidad de tus actos, Hyung, tú decidiste tomar, nadie te obligó.-Respondió con ligera fiereza el menor, JongDae miró en silencio como el joven chino se dirigía a la estufa y continuaba preparando el desayuno, inmediatamente, Wufan se acercó a él y lo rodeó por la cintura, lo movió suavemente de un lado al otro y concluyó con un beso en el cuello de este.

 

-JongDae.-Habló Wufan acercándose a JongDae y tomando asiento en una de las sillas.- ¿No recuerdas nada de lo que pasó anoche?-

 

-No, Hyung.-Gimió el Kim.- ¿Tienes algo para la resaca? Siento que se me va a salir el cerebro.-

 

-Espera.-Wufan se levantó y sacó del refrigerador dos bebidas energéticas y le extendió una a JongDae, mientras que la otra la dejó en la mesa. JongDae la destapó y bebió con rapidez, bajándose casi la mitad de un trago.

 

-¿Por qué dos?-Inquirió JongDae con la mirada en la otra bebida.

 

-Yixing está aquí también.-JongDae enarcó una ceja esperando una explicación mejor, pero no llegó.

 

Cuando JongDae terminaba su desayuno y Wufan había empezado con el suyo, Yixing apareció en el comedor con la palabra “Resaca” pintada en la frente. Tomó asiento en la mesa y Wufan le señaló la bebida que había dejado ahí, el recién llegado la tomó y empezó a tomar de ella.

 

Ruidosamente, Zitao colocó, como había hecho previamente con JongDae, un plato con alimento frente a Yixing, JongDae se percató de que el menor seguía molesto por algo y, mientras se levantaba a dejar su plato en el fregadero se preguntaba: ¿Qué había hecho Wufan para molestar a Zitao?

 

Zitao había desaparecido para regresar unos minutos después con una chaqueta, y aparentemente dispuesto a salir. Wufan reaccionó y se levantó, la pareja se apartó un poco de los presentes, con delicadeza Wufan posó sus manos en la cintura del menor, ambos hablaron un par de líneas en susurros y por último, Wufan le besó y procedió a retirar sus manos.

 

-Te amo.-Prácticamente gritó el mayor una vez Zitao salió de la cocina.

 

-También te amo.-Se escuchó la respuesta inmediatamente.

 

-Hyung, te agradezco que me hayas traído, pero debo volver a mi casa. Min debe estar preocupado.-Resolvió JongDae después de unos quince minutos, encaminándose fuera de la cocina.

-Él te llamó ayer, yo le dije que te quedabas acá.-Contestó Wufan.

-Oh, bueno, tú lo conoces, igual debe estar esperándome. ¿Mi ropa?-Preguntó mirándose a sí mismo.

-En la lavandería.-

-Gracias por todo, Hyung.-Respondió el Kim saliendo de la cocina.

 

 

-Min, estoy en casa.-Llamó JongDae entrando al apartamento que compartía con MinSeok. JongDae avanzó hasta llegar a la sala y se encontró con Min envuelto en sábanas durmiendo en el sofá. Se acercó a él y tomó asiento en un pequeño espacio al lado del mayor. Se inclinó y susurró en su oído.-Min… Cariño…-El nombrado se revolvió un poco, pero no despertó. JongDae intentó otra táctica y empezó a hacerle cosquillas en el estómago, en respuesta MinSeok se revolvió mucho más y despertó entre carcajadas.

Al ver a JongDae, MinSeok sonrió dulcemente y el recién llegado se inclinó para capturar sus labios en un suave beso. Min aferró su nuca, profundizando el beso rápidamente, JongDae le siguió el ritmo, dejándose dominar por el mayor.  Al separarse, MinSeok sonrió otra vez y se incorporó, quedando sentado en el sofá, frente a frente con JongDae.

-¿Cuántas veces te he dicho que no te duermas en la sala? Te vas a resfriar.-JongDae riñó a su pareja.

-No me dormí toda la noche aquí, exagerado; me desperté en la madrugada porque me hacías falta y me vine a la sala a esperarte, pero aparentemente me quedé dormido.-Respondió un poco apenado.

-Lo siento, no volverá a pasar.-Dijo dándole un pequeño beso en la mejilla al mayor.

-Más te vale.-MinSeok le dio un pequeño golpecito a JongDae en el hombro.

-¿Y qué quiere hacer mi espectacular futuro esposo el día de hoy?-MinSeok le dio una sonrisa pícara y enredó sus brazos en el cuello de su pareja, tiró de él atrayéndolo a sí mismo.

-¿Qué te parece sí me recompensas por dejarme solo ayer en la noche?-

-Tus deseos son órdenes.-Contestó JongDae mordiéndole con suavidad el labio inferior al mayor y tirando con delicadeza de él. 

 

 

 

-Pase.-Concedió JongDae al escuchar unos golpes en la puerta de su oficina.

-Señor Kim, el señor Cho desea verlo en la sala de reuniones tres.-Se escuchó la voz de HyoYeon en la oficina de JongDae.

-Gracias, inmediatamente voy.-La chica hizo una reverencia y se retiró cerrando la puerta.

JongDae se puso en pie y abotonó su saco, se sacudió distintos lugares, tratando de quitar pelusas inexistentes. Salió de su oficina nervioso, se llevaba muy bien con su jefe, pero uno nunca sabía en este mundo, podía ser algo bueno o algo malo. Antes de entrar, llenó sus pulmones de aire y lo liberó, intentado quitarse los nervios y entró a la sala.

-Buenas tardes, caballeros.-Saludó JongDae al entrar.

-JongDae, hijo, toma asiento.-Antes de hacer lo indicado, JongDae hizo una pronunciada reverencia al notar a todos los socios de los firma presentes. JongDae tomó asiento y miró a su jefe, Cho KyuHyun. Cho KyuHyun era un hombre que pasaba de los treinta y cinco años fácilmente, un excelente jefe,  algo exigente pero por buenas razones.-JongDae, hemos estados observando tu trabajo y honestamente, estamos sumamente complacidos. Eres metódico, pero si es necesario improvisar lo haces bien. Y con tu último diseño, conseguiste el contrato del nuevo supermercado de la familia Choi.-JongDae estaba estático, lo estaba halagando, pero no quería acelerarse demasiado. Tal vez, el ascenso que había estado esperando desde hacía meses estaba a punto de suceder.- Hemos llegado a la conclusión de que esta firma necesita personal como tú, y no queremos perderte, queremos que continúes trabajando con nosotros, pero de ahora en adelante como nuestro socio.-

-¿Señor… está hablando en serio?-JongDae abrió los ojos, sorprendido y emocionado.

-Por supuesto, pero sólo sí tú quieres.-JongDae asintió con efusividad, este ascenso le caía como anillo al dedo. Los compromisos que tenía con MinSeok, la boda, la luna de miel y sobre todo conseguir un lugar dónde vivir al casarse, era fantástico, estaba tan emocionado que creía que lloraría. JongDae se puso en pie y KyuHyun con los otros socios hicieron lo mismo. El Kim realizo una reverencia y estrechó la mano que KyuHyun le extendía y luego realizó la misma acción con los otros socios.

-No los defraudaré, señores. Muchas gracias por esta oportunidad.-

-Tranquilo, y felicidades… socio.-Sonrió KyuHyun.-Bueno, debemos retirarnos.-JongDae volvió a realizar otra reverencia, acompañó a los hombres y salió con ellos de la sala, los vio retirarse a sus oficinas y con una sonrisa, mal disimula, volvió a su oficina.

-HyoYeon, HyoYeon…-Llamó a su secretaria con una sonrisa, HyoYeon se mostró algo sorprendida, pero inmediatamente comprendió la sonrisa de su jefe.

-¿Lo ascendieron?-Inquirió la mujer. JongDae asintió, HyoYeon saltó de su asiento y le dio un pequeño abrazo a su jefe. – ¡Felicidades! Oh, antes de que lo olvide, llamó Zhang Yixing pidiendo hablar con usted, me dejó el recado de que lo llamara inmediatamente, que era urgente.-JongDae soltó un suspiro.

-Ese chino le gusta preocupar a las personas.-Contestó JongDae entrando a su oficina.

JongDae se dejó caer en la silla de su oficina, aún con una sonrisa en su rostro. Satisfecho de sí mismo, sólo podía pensar cuando se lo dijera a Min; su imaginación voló y empezó a fantasear las cosas que haría con Min en la noche cuando recordó la llamada que le había hecho Yixing. Con reticencia, tomo su celular y marcó el número del chino, un par de timbrazos y le contestaron la llamada.

-¿Qué sucede?-Apresuró JongDae. La línea estuvo en silencio un momento.- ¿Hola?-

-JongDae, pasó algo y es serio. Mira, cuando salgas del trabajo ve a la casa de Wufan, es urgente que hablemos.-

-Está bien.-JongDae decidió callarse y acceder ya que la voz de su amigo sonaba afectada y seria.-Nos vemos allá, entonces.-Ni bien terminó la frase y Yixing le había cortado la llamada. JongDae permaneció un momento pensativo, pero rápidamente se puso manos a la obra a continuar con el trabajo que tenía inconcluso.

 

 

 

MinSeok revolvió la pasta que preparaba para la cena, luego de darle un par de vueltas más, apagó el quemador. Se dio la vuelta y miró la hora en el reloj ligeramente preocupado. JongDae salía del trabajo más o menos a las cinco y media, casi nunca llegaba demoraba tanto en llegar a casa y de ser así, siempre llamaría a MinSeok para decirle que estaba retrasado.

 

Tomó su celular de la mesa de la cocina y buscó el número de JongDae, dudó un momento entre llamarlo y no hacerlo, no quería que JongDae pensara que dudaba de él. Él confiaba en JongDae, y en lo que ambos tenían, su pareja nunca le había dado motivos para que desconfiara de él. Con esos pensamientos en la mente, dejó el teléfono en la mesa y volvió a la estufa a tapar la olla de la cena.  

 

Un par de minutos después, se oyó un ruido en la entrada, sin perder tiempo MinSeok se dirigió a la entrada, encontrándose con JongDae quitándose los zapatos. Al verlo, JongDae se acercó a él y le rodeó la cintura en un abrazo flojo, MinSeok pasó los brazos por el cuello de su pareja, acercó su rostro y le dio un suave beso, JongDae correspondió con lentitud. Al separarse MinSeok examinó el rostro de su prometido, una expresión de tristeza se dibujada en el rostro del menor.

 

-¿Estás bien?-Inquirió MinSeok en un murmullo. JongDae asintió lentamente, su mirada estaba perdida.- ¿Mucho estrés en el trabajo?- Preguntó MinSeok acariciando las mejillas de JongDae, el cual sintió las lágrimas agolparse en sus ojos, tragó y como pudo asintió.- ¿Quieres que nos acurruquemos? Siempre te hace sentir mejor.-El menor negó y con delicadeza retiró las manos de MinSeok de su rostro.-Está bien, ya sé, quítate la ropa y ve al baño, te prepararé un té, ¿Quieres que te lave la espalda?-JongDae miró a los ojos de su prometido leyendo fácilmente la preocupación de este, lo cual sólo lo hizo sentir peor, sin embargo necesitaba de él. Su  corazón no podía negar lo mucho que amaba a MinSeok.

 

-Sí.-Respondió el menor, MinSeok le sonrió y se separó de él caminando hacia la cocina. JongDae suspiró caminando desganado hacia su habitación, una vez allí se quitó toda la ropa dejándola en el cesto de la ropa sucia y entró en el baño. Abrió la llave del agua, cuando estuvo a un buen nivel, cerró la llave. Entró en la bañera, sintiendo escalofríos recorrer su cuerpo, no pasó mucho tiempo cuando MinSeok entró al baño. Le sonrió levemente y tomando una esponja, se colocó tras JongDae, le dio un besito en el cuello, y lo alentó a que se incorporara para empezar su labor.

 

-Estuve pensando en contactar a Wuxin, la planificadora de JoonMyeon, ya que como ambos vamos a estar ocupados trabajando nos sería de gran ayuda alguien con experiencia en todo esto, mi mamá también me dijo que nos puede ayudar, está muy emocionada.-MinSeok hizo una pequeña pausa para tomar el jabón y untarle más a la esponja.- ¿Sabes? El otro día que salí de la panadería pasé con KyungSoo por un puesto publicitario de unos apartamentos que están terminando de construir, una joven me mostró el esquema interno de los apartamentos, me habló sobre los costos y el sistema de pago. Me gustó mucho el diseño, tiene cuatro habitaciones, tres baños, la cocina es amplia y tiene un pequeño depósito.-Explicó bastante sonrojado MinSeok.-Una habitación sería para nosotros y sí más adelante decidimos… tú sabes… agrandar la familia, tendríamos la capacidad… Pero no es necesario pensar en eso ahora, digo, la joven me dijo que podríamos abonar la mitad y mudarnos allá. Alquilaríamos este apartamento y pagaríamos la diferencia poco a poco… Pero no pasa nada si no quieres, yo sé que la boda es un gasto grande, pero…-

 

-Me hicieron socio.-

 

-¿Qué?-

 

-El señor Cho y los demás socios hablaron conmigo en la tarde y me hicieron socio.-Una lágrima se deslizo por su mejilla pero era prácticamente invisible debido a que piel estaba mojada.

 

-¡Oh, por Dios! ¡Es fantástico, JongDae! Estoy tan orgulloso de ti.-MinSeok se levantó de su lugar y se arrodilló al lado de JongDae, abrazándolo fuertemente. Con brazos temblorosos, JongDae correspondió el abrazo, y sin poder controlar más las lágrimas, simplemente las dejó salir. Al notar que su prometido lloraba, MinSeok se apartó de él para verle el rostro claramente.- Cariño… ¿Qué sucede? Háblame…-Pidió el mayor observando a JongDae llorar.-No llores, por favor, no llores… ¿Lo siento, sí? Luego pensaremos en un lugar para vivir, no me importa que nos quedemos aquí… Mientras este contigo no me importa nada…-

 

-No es eso, Min. Te amo tanto, eres la razón por la que  vivo.-

 

-Yo también te amo, no hay una cantidad con la cual pueda describir cuánto lo  hago.-El mayor le besó el cabello a JongDae, mientras este poco a poco iba calmando su llanto.-Siempre te voy a amar.-

 

 

 

 

MinSeok abrió los ojos, sintiendo raro. Sintiéndose por alguna razón, incompleto; se incorporó en la cama e inmediatamente se dio cuenta de que era lo que le faltaba, o más bien quién faltaba. Bajó de la cama y se dirigió a sala, donde se escuchaba el ruido del televisor encendido. Al llegar se encontró con JongDae acostado en el sillón dormido, se acercó silenciosamente a él y se arrodilló a su lado. Admiró las facciones del menor, fascinándose ante lo guapo que es JongDae.

 

Llevó una de sus manos al rostro del durmiente y con sutileza, acarició con la punta de sus dedos una de sus mejillas. Lentamente, JongDae empezó a despertar por el toque, removiéndose y abriendo los ojos con pereza. MinSeok sonrió al momento que sus miradas se conectaron y se inclinó dejando un sutil beso en la punta de la nariz de JongDae.

 

-¿Te desperté?-Preguntó el menor con una pequeña sonrisa algo forzada. MinSeok negó con la cabeza.

 

-Sabes que no duermo bien si tú no estás conmigo.-El mayor hizo un puchero demasiado tierno que le derritió el corazón a JongDae.- ¿Te molestó lo que te dije sobre el apartamento? No sé, lo siento, estaba emocionado y  no pensé que te podría molestar…-JongDae se sentó en el sillón y tomó el rostro de MinSeok en sus manos.

 

-Min, no me molesta, en serio…-Dijo con sinceridad mirándolo a los ojos.-De hecho, es una excelente idea. Me gusta que pienses así de nosotros.-MinSeok sonrió.-Min… Pase lo que pase, quiero que sepas que eres lo mejor que me ha pasado en la vida, eres lo que más amo.-MinSeok miró a JongDae ligeramente confundido.

 

-Yo también te amo JongDae, tú lo sabes. Eres lo más importante para mí.-El menor se inclinó y abrazó a MinSeok, hundiendo su rostro en el cuello del mayor.-Sabes que me puedes contar lo que sea, cuentas conmigo para cualquier cosa.-Susurró en su oído mientras le acariciaba el cabello.

 

-Gracias Min, gracias por ser parte de mi vida.-

 

 

 

 

JongDae salió de la farmacia, sacó de la bolsita que le entregaron una aspirina, se la metió a la boca y tomó un sorbo de la botella de agua que llevaba.  

 

No sabía cuánto tiempo podría soportarlo. Cuánto tiempo sería necesario para reunir las fuerzas y decirle la verdad. Decirle lo que había sucedido el sábado.

 

En pocas palabras, romperle el corazón.

 

El día anterior había sido una verdadera tortura, que MinSeok lo recibiera con brazos abiertos, hablando sobre su futuro, lo feliz que estaba. E incluso pensando en tener hijos y él…

 

Sencillamente, lo había jodido absolutamente todo.

 

Maldita la hora en la decidió beber.

 

Llegó a la panadería y buscó con la mirada a su novio, sin embargo se topó con KyungSoo que le evitó la mirada y siguió con su camino hacia la cocina. Un par de chicas que trabajan con MinSeok y KyungSoo lo saludaron, el devolvió el saludó inclinando un poco la cabeza y se adentró en la cocina.

 

Encontró a MinSeok con el delantal blanco impecable, preparando masa para pastel. Se acercó a él y aprovechando que el mayor se encontraba de espalda, apoyó con suavidad sus manos en su cintura, e inmediatamente pudo sentir como su pareja se tensaba.

 

-Hola, ¿Listo para almorzar?-MinSeok se separó del abrazo y se dio la vuelta encarándolo.

 

-No, de hecho, debemos hablar.-JongDae trató de leer el semblante del mayor pero se le hizo complicado.-Vamos a la oficina.-Completó el mayor tapando la masa y lavándose las manos.

 

JongDae sintió un escalofrío recorrerle la espalda, junto a este un espantoso presentimiento lo atacó. Siguió a MinSeok hasta la oficina, cuando estaba por entrar en la oficina notó que KyungSoo estaba a un par de metros, pendiente de lo que sucedía. Una vez dentro, MinSeok se quitó el delantal y lo dejó sobre el escritorio de la habitación. JongDae no sabía que hacer exactamente así que permaneció en pie un par de metros lejos de MinSeok.

 

Observó al mayor sentarse al filo del escritorio y frotarse el rostro con las manos, terminando con un semblante agotado.

 

-Siempre he confiado en ti, nunca he tenido dudas acerca de esto que tenemos…-MinSeok tomó aire.-No sé, no sé cómo decirte esto JongDae, así que sólo lo voy a decir y, quiero que me respondas con sinceridad, con la sinceridad que yo creo que hemos tenido todos estos años… ¿Tú has estado viendo a alguien a mis espaldas?-JongDae se tensó inmediatamente, cosa que no pasó desapercibida por el mayor.

 

-Min… Yo jamás te engañaría, te amo, eres el único para mí y lo sabes.-

 

-Es curioso porque en la mañana que llegué aquí me encontré con JoonMyeon y no me dijo eso. Me dijo que el sábado tú me engañaste con Yixing. Dime JongDae, dime que JoonMyeon está mintiendo.-MinSeok miró esperanzado a su pareja, con los ojos un poco aguados.

 

-Min, puedo explicártelo…-

 

-¡¿Entonces es cierto?! –MinSeok alzó la voz, indignado.

 

-Escúchame, MinSeok, escúchame, estaba borracho y no recuerdo nada, ¡Te lo juro! No lo hice porque quise.-Explicó el menor acercándose a MinSeok.

 

-¿Por qué no me lo dijiste? ¿Acaso no soy suficiente para ti? -

 

-No, no, no, escúchame... Yo no sabía nada, ayer Yixing y yo hablamos con Wufan y él nos contó todo.-MinSeok frunció el ceño lo cual hizo a JongDae detenerse en su intento de acercarse más a él.

 

-Soy un auténtico idiota… MinSeok el imbécil, el que te prepara la comida, el que te lava la ropa, el que se preocupa por ti, el que te espera en casa.-Rompió en llanto el mayor.

 

-Min… por favor, no digas eso…-

 

- ¡¿Te das cuenta de lo que has hecho?! JoonMyeon iba a casarse, nosotros íbamos a casarnos… Ustedes dos destruyeron todo, espero que estén satisfechos.-A JongDae se le empezaron a resbalar las lágrimas.-Esto se acabó.-Sentenció el mayor.

 

-MinSeok, por favor, lo siento tanto, perdóname.-Rogó el menor y en un impulso rodeó al mayor con sus brazos.

 

-¿Qué se supone que hice mal?-Lloró contra el pecho de JongDae. MinSeok aferró las solapas del saco de JongDae y separándose, lo sacudió.- ¡¿Qué mierda hice mal?!-

 

-Eres perfecto, Min. Eres el hombre más increíble y espectacular que he conocido y conoceré. El error fue mío y no tengo palabras para disculparme lo suficiente, pero perdóname, te lo suplico.-Sin decir una palabra, MinSeok lo soltó y estableció nuevamente una distancia entre ambos.

 

-Es fácil JongDae, te vas tú o me voy yo.-JongDae bajó el rostro y controló la horrible necesidad de gritar y llorar hasta rasgar su garganta. Sabía que MinSeok se refería al apartamento.

 

Lo había jodido absolutamente todo.

 

-Quédate, yo me iré. Sacaré mis cosas hoy mismo.-JongDae se dio la vuelta, tomó la perilla de la puerta, pero permaneció estático.- Me moriré sin ti. Moriré si no te tengo conmigo, MinSeok, te amo demasiado.-MinSeok quiso contestarle, pero tenía un nudo en la garganta que poco a poco le robaba el aire.

 

JongDae no esperó nada y salió.

 

MinSeok se apoyó en el escritorio y permaneció así un breve momento, hasta que lentamente se dejó caer al suelo. Comenzó a sollozar y enredó sus dedos en su cabello, tirando con fuerza de él. Trató de secar sus lágrimas que seguían cayendo, sin conseguir resultados, en un punto  su vista se enfocó en el anillo de compromiso que JongDae le había regalado, por impulso se lo sacó y lo arrojó a una esquina.

 

KyungSoo apareció prácticamente enseguida, se acercó al mayor y lo rodeó con sus brazos. MinSeok lloró un largo rato en brazos del menor, la situación sobrepasaba a KyungSoo, el día anterior había sido JoonMyeon y hoy, MinSeok. Le rompía el corazón ver a MinSeok tan herido, sintió una lágrima escapar de sus ojos y se regañó a sí mismo, en ese momento debía ser fuerte para su Hyung.

 

El mayor se separó de KyungSoo e inmediatamente un semblante de preocupación se instaló en su rostro.

 

-Mi anillo… ¡KyungSoo, mi anillo!-Habló desesperado MinSeok.

 

-¿Qué?-

 

-¡Mi anillo de compromiso! ¡El anillo que me dio JongDae!-Explicó poniéndose de pie y rebuscando por el piso hasta encontrar el susodicho anillo.

 

-Hyung… ¿Ustedes… van  a casarse?-Inquirió KyungSoo mirando a MinSeok ponerse el anillo anular izquierdo. MinSeok volteó a mirarlo.

 

-Me lo propuso en nuestro aniversario.-El mayor hizo una pausa, su expresión decayó completamente.-Íbamos a casarnos, KyungSoo, íbamos. Vamos, tenemos trabajo por hacer.-Concluyó dirigiéndose a la puerta.

 

-Hyung, no estás bien, puedes tomarte el día…-

 

-Claro que no.-Contestó saliendo de la habitación.-Puedo con esto.-Se dijo a sí mismo mientras caminaba hacia la cocina.

 

 

 

Como JongDae le había dicho, MinSeok llegó esa tarde a su apartamento y no había ni una pertenencia del menor. Con desgano empezó a preparar la cena, encendió un pequeño radio que tenía en la cocina y se perdió cocinando. Cuando terminó empezó a servir los alimentos, luego, se dirigió a apagar el radio.

 

-JongDae.-Gritó.-La cena está lista…-MinSeok se paralizó.

 

JongDae…   

 

Apoyó sus manos en la mesa observando su estupidez, intentado entender lo que había hecho. Acaso… ¿Le había preparado inconscientemente la cena a JongDae? Enojado consigo mismo, empujó todos los platos al suelo, cayendo en este y rompiéndose, derramando su contenido en el suelo.

 

MinSeok liberó un pequeño grito, tratando de liberar su frustración y tiró de su cabello. Se dirigió a recoger la vajilla rota, agachándose tomó un pedazo grande, cortándose el dedo en el proceso, MinSeok miró en incredulidad su dedo, mientras la sangre resbalaba por el, poco a poco las lágrimas acudieron a su rostro, se dejó al suelo y se arrastró hasta el teléfono de la cocina. Digitó unos números y en dos timbrazos contestaron.

 

-Luhan…-Lloró MinSeok.

 

 

 

 

 

-¿Quién mierda se cree que es ese Kim JongDae? ¿Cree que puede engañarte? ¡Debiste haberlo golpeado o algo! No te preocupes Baozi, cuando termine con él se arrepentirá de haberte lastimado.-Rugió Luhan cuando MinSeok, entre llantos le contó a Zitao y a él lo que había sucedido con JongDae.

 

-¡Para Luhan, es suficiente, no quiero que le hagas nada!-Riñó el mayor mirándolo seriamente.

 

-¿Y eso es todo? ¿Se va a salir con la suya tan fácil?-Luhan frunció el ceño.-No me digas que todavía lo quieres…-

 

-¡Claro que lo quiero! ¡Lo amo! ¡¿Qué esperas de mí, Lu?! Me enteré en la mañana, ¿Cómo quieres que deje de amarlo en un par de horas? No lo hagas sonar como si fuera un pecado amarlo…-MinSeok bajó el rostro empezando a llorar nuevamente.

 

-Lo siento, Baozi, lo siento mucho.-Luhan se arrodilló frente al mayor y le tomó las manos.-Odio verte así…-Concluyó abrazándolo.

 

-JongDae Hyung estaba borracho, fue un error, Yixing Ge también lo estaba.-Susurró Zitao.

 

-Eso dicen ellos Tao, otra cosa es que tengamos pruebas.-

 

-Yo los vi.-Confesó Zitao mirando a sus mayores. Inmediatamente ambos se separaron del abrazo y observaron al menor.

 

-¿Qué?-Susurró MinSeok con los ojos rojos e hinchados de tanto llorar.

 

-El sábado en la noche, Yifan los llevó a ambos a nuestra casa, cuando llegaron Yifan hizo mucho ruido y me desperté. No sabían ni quién era yo, ni ellos y mucho menos dónde estaban. Entre Yifan y yo los tuvimos que llevar a la cama, ni siquiera podían ponerse en pie.-MinSeok se levantó del sillón y le dio la espalda a los chinos. Aunque JongDae hubiera estado borracho, MinSeok aún tenía esa espinita de que toco a otra persona que no era él.-Yo te lo iba a decir Hyung, te lo juro, pero  JongDae Hyung me dijo que él te lo iba a decir, que necesitaba un par de días solamente.-

 

-¿Y creíste en él?-Preguntó Luhan a Zitao.

 

-Yo le dije claramente que sí él no se lo decía yo lo iba a hacer, y él me dijo que estaba bien.-Zitao se levantó y se acercó a MinSeok.- Él estaba sufriendo, Hyung.-Zitao colocó sus manos en sus hombros.-Él te ama de verdad, sólo es un humano, cómo tú y yo, Hyung. Perdonarlo queda a tu discreción.-MinSeok se giró, y abrazó a Zitao, murmurando un ahogado “Gracias”.

 

-Iré por el botiquín, hay que vendarte bien ese dedo, Baozi.-Concluyó Luhan mirando el dedo del mayor mal envuelto en pañuelo.

 

 

 

 

 

MinSeok se hallaba tirado en el sillón de su apartamento. Solo. Hacía dos días se habían cumplido cuatro semanas de su ruptura con JongDae. Y cada día era más duro que el anterior. Luhan había tratado de llevarlo a ver un doctor una semana y media atrás, MinSeok estaba algo pálido y definitivamente había perdido peso.

 

No se había enterado de mucha cosa de JongDae, ya que sus amigos evitaban hablar de él frente a MinSeok. Habían días que MinSeok se devanaba el cerebro pensando que estaría haciendo JongDae, sí estaría bien, sí ya había pasado el capítulo y había dejado a MinSeok en el pasado.

 

Y la sola idea aterraba a MinSeok.

 

Por retorcido que sonara, no quería ni en un millón de años que JongDae lo olvidara, no quería que lo dejara de amar.

 

Porque él no lo había dejado de amar. Ni un poco. De hecho, se había dado cuenta lo mucho que ama al menor.

Una semana después de la ruptura, MinSeok se hallaba de dos a tres veces al día mirando el número de su ex pareja, tentándose a llamarlo. Necesitaba a JongDae tanto que dolía. MinSeok imaginaba, mientras batía la crema para los pasteles, que en algún punto mandaría todo a la mierda y llamaría a JongDae, pidiéndole verse. Este aceptaría encantado, acordarían una cita esa misma noche y al momento de verse, se besarían y se reconciliarían. A MinSeok no le importaba perdonarlo, de hecho, lo había hecho hacía semanas.

 

Lo único en lo que él era capaz de pensar era en volver a los brazos de JongDae, nada más.

 

MinSeok salió de sus pensamientos al escuchar el timbre de su apartamento, con toda la calma del mundo, se enderezó y echó marcha hacia la puerta. Verificando por la mirilla al visitante, encontró a un Luhan evidentemente impaciente.

 

-Lu… ¿Tú por aquí?-Inquirió el mayor dejando pasar al chino que se dirigió a la sala y se dejó caer sobre uno de los sillones.

 

-Sí… Yo por aquí, es tu culpa Min, no confío en ti, no estás comiendo bien.-MinSeok miró a Luhan y se sentó en el sillón dónde había estado previamente.

 

-No lo sé, últimamente no tengo mucho apetito.-

 

-Oh, yo sí sé. Esa falta de apetito tiene nombre y es Kim JongDae.-Replicó Luhan.

 

-Sí lo sabes no necesitas decirlo y por favor, en este momento no estoy de humor para escuchar lo imperfecto que es JongDae y todos sus errores…-

 

-Yo no iba a decir nada.-Cortó Luhan, la sinceridad bailando en sus ojos.-Mira, lo admito. He sido algo duro con mis comentarios, pero te pido que entiendas, eres mi mejor amigo y me hierve la sangre que alguien te haga sufrir. También admito que JongDae cometió un error, no fue voluntario, lo entiendo.-

 

-Lu… ¿SeHun te ha dado de comer algo raro? ¿Te das cuentas que estás hablando bien de JongDae?-MinSeok levantó una ceja mirando como Luhan jugaba con sus dedos.

 

-Sí, Min, lo sé.-Luhan se levantó y se sacó un papel del bolsillo trasero del vaquero, verifico su contenido brevemente y lo dejó en la mesa del centro de la sala, volvió a tomar asiento conectando la mirada con el mayor.-No soy un gurú de las relaciones e incluso me siento perdido en ocasiones con SeHun, lo que tú tienes con JongDae es algo especial, sí, tienen porque estoy cien por ciento seguro de que ambos aún se aman.-MinSeok enrojeció curiosamente.-Ahí está la dirección donde JongDae está viviendo ahora.-MinSeok abrió los ojos y su boca formó una o.-Ni se te ocurra botarlo que me costó conseguirlo.-

 

-¿Qué pretendes? Pensé que no querías que volviéramos ni nada similar.-Luhan frunció levemente el ceño.

 

-¿No escuchaste todo lo que te dije? También me gustaría saber qué haces todavía aquí que no estás buscando a JongDae.-MinSeok lo miró impasible y Luhan chasqueó la lengua.-Mira, ¿Lo quieres?-Min desvío la mirada, pero asintió tímidamente.-Ve por él. Ve por él y sálvense ambos de este agujero dónde se están hundiendo.-

 

-Y… ¿Y sí ya no me quiere?-Susurró el mayor.

 

-¿Cómo no te va querer, ah? Ustedes… no creo que algún día dejen de quererse.-

 

MinSeok sonrió un poco para luego agrandar su sonrisa. Saltó de su asiento y abrazó fuertemente a Luhan, murmurando cosas como: “Gracias” o “Eres el mejor”. Salió corriendo a su habitación a cambiarse, Luhan lo miró mientras se perdía en el pasillo.

 

-Y dile a ese Kim JongDae que si te vuelve a lastimar, lo castro sin anestesia y con el método más medieval posible.-Oyó la risa de MinSeok, pura y alegre, haciéndolo sonreír al instante. MinSeok estaba de vuelta.

 

 

 

 

Kim MinSeok se bajó del taxi e ingresó al conjunto de departamentos que indicaba la dirección que Luhan le había dado. El portero le sonrió mientras le abría la puerta, MinSeok que se hallaba ligeramente eufórico, le devolvió la sonrisa con un suave, pero audible “Gracias”. Subió al ascensor e inmediatamente se percató de que el papel decía número de departamento pero no piso.

 

-Disculpe, ¿Tiene idea en que piso está el departamento doce B?-Preguntó MinSeok a un joven que iba a salir del ascensor.

 

-En el segundo piso, mano derecha.-

 

-Muchas gracias.-MinSeok apretó el botón y rápidamente llegó al segundo piso. Su corazón estaba latiendo desbocado, mientras caminaba hacia la puerta del departamento, colocó una de sus manos sobre su pecho para tratar de calmar los latidos de su corazón.

 

Una vez frente a la puerta, presionó el timbre y esperó. Nadie abrió. Volvió a tocar el timbre, pero nuevamente nadie abrió. MinSeok presionó el timbre un par de veces más y esperó, pero nada. Comenzó a desesperarse. ¿Estaría JongDae en casa?

 

-JongDae, soy yo, MinSeok.-Llamó golpeando la puerta. Nada, no se escuchaba nada, pero MinSeok no planeaba rendirse fácilmente.- ¡JongDae, es Min! ¿Puedes abrirme?-De repente, se oyó un golpe seco dentro del departamento, alertando al mayor.- ¿JongDae, estás bien?-

 

MinSeok no lo resistió más, corrió hacia el ascensor y presionó el botón de planta baja. Tenía un horrible presentimiento golpeando su pecho. Al momento que las puertas del ascensor se abrieron en planta baja, MinSeok salió disparado a la recepción.

 

-Joven…-Dijo casi sin aliento.-Necesito la llave del doce B. Es urgente, por favor.-

 

-Señor, tranquilícese. No puedo darles la llave de un departamento a cualquier persona, y menos alguien que no es el inquilino.-

 

-Mi… mi…-Dudó MinSeok, ¿Qué eran JongDae y él ahora?-Mi novio está allá adentro y he estado llamándolo durante quince o veinte minutos. Puede haberse lastimado o algo, por favor, sí no confía en mí venga conmigo.-El recepcionista lo miró un momento, dudando.

-Está bien, está bien. Buscaré la llave.-Rápidamente revolvió un poco las cosas detrás del mostrador, salió de este con un llavero y le indicó a MinSeok que lo siguiera.

 

Ambos se apuntaron rápidamente al ascensor, al llegar a la planta indicada, MinSeok urgió al chico a que abriera la puerta del departamento rápido, y una vez abierta, MinSeok se adentró sin esperar a su acompañante. Fue directamente a la sala, luego a la cocina, y JongDae no estaba. Por último, una idea lo iluminó y fue hacia la habitación, entró a esta encontrándose con JongDae acostado en la cama. Se veía pálido, demacrado y estaba sudando a mares.

 

-¡JongDae!-MinSeok corrió a él, arrodillándose al lado de la cama. Llevó una mano a su frente, notando que el otro estaba ardiendo en fiebre.- ¡Estás hirviendo!-

 

-Min… ¿Eres tú? Escuché tu voz… Traté de ir hacia ti, pero no tengo fuerzas.-Señaló una lámpara rota en el suelo, MinSeok supuso que fue el ruido que él escucho anteriormente, cuando él estuvo llamando, JongDae la tiró en su intento de levantarse.-Dime que no es otro sueño, dime que de verdad estás aquí, conmigo.-Rogó JongDae dejando salir un par de lágrimas.

 

-Estoy aquí… Contigo…-MinSeok le dejó un pequeño beso cerca de los labios.- ¡Necesitamos una ambulancia!-Le pidió al recepcionista.- ¡Rápido!-Insistió al ver la chico estático, el cual espabiló y salió a cumplir con la petición del mayor.-Vas a estar bien, cariño. Todo va a estar bien.-Prometió entrelazando sus dedos con los de JongDae.

 

-No te merezco, Min.-JongDae tosió un poco, preocupando al mayor.

 

-Tranquilo, te vas a mejorar, te lo prometo.-Susurró MinSeok acariciando el rostro de JongDae.

 

-Te amo.-

 

-Yo también te amo.-

 

-Por aquí.-Escuchó al recepcionista entrar en la habitación, acompañado de tres paramédicos.

 

-Señor, necesito que nos de espacio para atender al joven.-MinSeok asintió y soltó reticente la mano de JongDae.

 

-Tiene una fiebre muy alta y está muy pálido.- MinSeok observó cómo los paramédicos tomaban los signos vitales de JongDae y para luego lo subirlo a una camilla.

 

-¿Su relación con el joven…?-Preguntó uno de los paramédicos a MinSeok mientras subían a JongDae a la ambulancia. MinSeok lo miró con ojos brillosos.

 

-Se llama JongDae, y él es el amor de mi vida.-

 

 

 

 

Lentamente JongDae abrió los ojos, se sentía extremadamente agotado. Pestañeó varias veces tratando de reconocer el lugar dónde se encontraba; finalmente se percató que estaba en un hospital, pero eso no era nada; MinSeok estaba ahí.

 

Recostado de la cama, el mayor se encontraba durmiendo sobre sus brazos. Todo había sucedido, nada había sido un sueño. MinSeok había ido a por él. JongDae sonrió levemente y acarició los cabellos del mayor, pero inmediatamente la culpabilidad lo atacó.

 

“No te lo mereces, JongDae, lo heriste demasiado.”

 

JongDae retiró la mano del cabello de MinSeok y se dedicó a contemplarlo. Luego de un rato, MinSeok empezó a despertar, JongDae se incorporó y se sentó en la cama, observando atentamente al mayor despertar. MinSeok se enderezó en la silla y se frotó los ojos con las manos, levantó la mirada y se conectó con la de JongDae.

 

-¿Estás bien?-Inquirió MinSeok dejando su mano sobre el muslo del menor en una suave caricia.

 

-Min… Yo… ¿Qué haces aquí?-El mayor ladeó su cabeza, mirándolo extrañado sin entender a lo que se refería.

 

-No te entiendo.-

 

-¿Cómo conseguiste la dirección de mi departamento?-

 

-Estaba preocupado, y llegué justo a tiempo. Tenías una fiebre altísima, estabas deshidratado y por lo que veo has bajado bastante de peso.-Explicó el mayor con una mirada afectiva.

 

-No te merezco Min, te hice mucho daño.-JongDae se cubrió el rostro con las manos.

 

-Perdónate.-Pidió MinSeok quitando las manos del menor de su rostro.-Perdónate, porque yo ya lo hice.-

 

-Min…-

 

-No te negaré que en un inicio estuve muy enojado, y muy dolido.-JongDae bajó el rostro.- Pero… luego pasaba horas pensando en ti, mis días eran a tu alrededor. Pero sí tú dices que fue un error, yo te creo. Porque te amo. Y puede que suene tonto pero, me aterraba el hecho de que tú me dejarás de amar…-

 

-Yo jamás, Min, jamás te dejaría de amar.-JongDae sostuvo una de las mejillas de MinSeok con su mano.-Quisiera volver en el tiempo y que nunca pasara nada de eso.-

 

-Olvida el pasado, vivamos el presente y continuemos juntos hacia el futuro.-MinSeok sonrió, posando su mano en la de JongDae.-Dime, JongDae… Sí yo saliera por esa puerta, ¿Cómo te sentirías?-JongDae adoptó una expresión de ligero horror.

 

-¡No!-MinSeok soltó una risita.

 

-Dime qué quieres.-Pidió el mayor con una sonrisa, levantando el rostro hacia JongDae, el cual tomo el rostro del mayor y acercó su boca a la suya.

-Esto.-Susurró JongDae, enganchando ambas bocas en un beso lento, suave pero adictivo. Ambos continuaron con el beso hasta que el aire les hizo falta, se había sentido cómo si hubieran estado en el desierto y recién encontraran agua. Cada uno era el elixir del otro.-Quiero esto, te quiero a ti, todo tú Min. Te amo sólo a ti.-Susurró en su oído abrazando al mayor.

 

-Entonces no permitas que vuelva a pasar algo así, porque sí estuvieras en mi posición no te gustaría, ¿Verdad?-Preguntó MinSeok sonriendo y alborotando el cabello del menor, el cual negó fervientemente a las declaraciones del mayor.

 

-No volverá a pasar, te lo juro.-JongDae dejó un pequeño beso en los labios de MinSeok el cual rió un poco y se puso en pie.- ¿A dónde vas?-

 

-Los chicos están afuera, iba a decirles que estás bien.-

 

-No… Quédate conmigo.-Pidió corriéndose haciéndole espacio en la cama de hospital a MinSeok.

 

-¿No crees que nos llamarán la atención por eso? –

 

-No… además…-En ese momento JongDae se percató que MinSeok aún llevaba el anillo de compromiso.-Aún llevas el anillo.-Comentó mirándolo a los ojos. MinSeok levantó la mano izquierda y sonrió, ruborizándose un poco.

 

-Sí… No me lo podía quitar, me sentía mal cuando lo hacía.-Contestó subiéndose a la cama e inmediatamente JongDae los cubrió a ambos con las cobijas.-Puede que no me creas, pero me lo quité dos veces y las dos veces lloré.-Concluyó escondiendo el rostro en el pecho de JongDae. El menor sonrió levemente y besó la cabeza del mayor.

 

-Gracias por darnos otra oportunidad, no te prometo que será perfecto, pero sí te prometo que te haré realmente feliz. Te amo.-Susurró JongDae. MinSeok asintió y levantó su cabeza, JongDae aprovechó y capturó los labios del mayor en otro beso.-Esta vez, será eterno.-El mayor asintió una vez más, se dieron otro pequeño beso y ambos se acomodaron en los brazos del otro para descansar.   

 

 

 

 

 

 

-Todavía no te quites la venda.-Susurró JongDae al oído del mayor. MinSeok llevó sus manos al frente y alcanzó a distinguir que se encontraba frente a una cerca. Lentamente sintió como le era retirada la venda de los ojos.

 

Delante de ellos, se erguía una casa de un estilo bastante original y moderno. MinSeok se hallaba anonadado. Miró a su alrededor y habían casas de diferentes tamaños, estilos y estructuras, para completar una vista que estaba a punto de enamorar al mayor, habían cerezos. Cantidades y cantidades de árboles con bellísimas flores de cerezo.

 

-¿Qué significa esto?-Inquirió MinSeok con voz baja.

 

-Es nuestro nuevo hogar.-Dijo con JongDae con las llaves en mano, y empezando a abrir el pequeño portón que tenían enfrente. Ambos entraron y MinSeok sólo se maravilló aún más. El jardín delantero era un auténtico jardín japonés, plantas de las cuales él nunca había visto, pero que poseían una gran belleza.- ¿Te gusta?- Cuestionó el menor con una sonrisa, MinSeok se giró a él devolviéndole una sonrisa aún más grande y lanzándose a sus brazos.

 

-La amo.-Contestó antes de sellar sus labios en un beso profundo.- ¿Cómo hiciste para conseguir una casa tan atinada para nosotros?-

 

-Yo la diseñé.-MinSeok no se sorprendió demasiado, siendo JongDae arquitecto sería lo lógico.-Pensé en las cosas que te gustarían, y de las cosas que ya habíamos hablado. No demoré mucho en los planos, la construcción empezó de lleno cuando retomamos los planes de la boda.-Explicó acariciando suavemente el anillo de bodas de oro blanco que se encontraba en el dedo anular de MinSeok, idéntico al mismo que el portaba.- ¿Recuerdas a Kim KiBum?-El mayor asintió.-Bueno, le pedí que fuera nuestro contratista; se entusiasmó mucho cuando supo que era nuestra casa.-Sé lo mucho que te gustaron los apartamentos del nuevo condominio, pero me pareció más adecuado, ya sabes… tener un patio dónde los niños puedan jugar…-MinSeok se sonrojó y dio una sonrisa de medio lado. Enganchando los brazos en el cuello de JongDae lo atrajo a sí mismo para besarlo con todos los sentimientos que tenía agolpados en el pecho.

 

-Me encanta, JongDae. ¿Qué puedo hacer para recompensarte?-Comentó el mayor una vez concluido el beso.

 

-Ser feliz, Min. Eso, de ahora en adelante quiero cumplir nuestros sueños. Y hacerte tremenda e inmensamente feliz.-Ambos sonrieron y se besaron una vez.-Te amo.-

 

-Eres lo que más amo, Min. ¿Qué te parece sí estrenamos la casa?-JongDae mordió seductoramente el lóbulo del mayor y condujo sus manos al trasero de este, apretando suavemente, haciéndolo suspirar. Sin darle tiempo a contestar, liberó al mayor de su agarre y lo levantó en brazos, robándole un corto beso.-Sí estamos juntos podemos con todo Min, contra viento y marea. Quédate conmigo para siempre.-MinSeok sonrió dándole la razón y dejando un beso en los labios de su pareja.

 

-Oye, JongDae… ¿Hay alguna cama ahí adentro?-Preguntó el mayor mientras entraban en la casa, aún en brazos de JongDae, mientras cerraba la puerta delantera.

 

-No, pero tenemos una ducha y una bañera.-Sonrió socarronamente el menor.

 

-Aigoo…-Exclamó MinSeok con una sonrisa y las mejillas de un bonito color melocotón, mientras JongDae lo llevaba con rapidez al dormitorio principal.

 

Definitivamente no sería perfecto, pero MinSeok estaba seguro que sería absurdamente feliz. Juntos podrían vencer viento y marea. Su amor estaba por encima de todo eso.

 

 

Notas finales:

Un par de puntos a aclarar:

 

En la última parte cuando están viendo la casa y todo, ellos ya están casados y todo eso, sólo para aclarar que no se casaron enseguida que se reconciliaron ni empezaron los planes de boda en ese momento.

 

En este fic no existe el MPREG, cuando se refieren a tener hijos hablamos ya sea de alquilar un vientre o adopción, pueden pensar en la  opción que más les guste.

 

Había mencionado que Angels Cry era mi oneshot más largo, ahora ese lugar le pertenece a Against All Odds. Errores ortográficos van por mi cuenta, he perdido la cuenta de veces que lo he leído pero bueno, se me puede haber pasado algo.

 

¿Qué les pareció? ¿Les gustó o no fue lo que esperaban? Déjenme sus opiniones en los reviews.

 

Gracias por leer.

 

P.D. ¿He dicho lo mucho que amo el ChenMin? Estos dos son amor.    


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