Capítulo Único: Pasión Desenfrenada.
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Era un día soleado en la bonita Aldea de Konoha.
Lee se había levantado, preparado para un largo y fuerte día de duro entrenamiento.
Paseaba por laz zonas boscosas de la aldea buscando un buen lugar para entrenarse. Cuándo por fin encontró el lugar que buscaba se dió cuneta de que estaba ocupado por un chico de pelo rojo y ropa oscura, a su lado se posaba una calabaza.
LEE: ¿Gaara?
Se tapó la boca pensando que había sido un gran error haberle llamado. Por su cabeza pasaron todos los malos momentos que Gaara le hizo pasar, cuándo casi tuvo que renunciar a ser ninja por culpa del ataque que realizó para intentar vencerle.
Gaara giró la cabeza. Lee no tardó en darse cuenta de que por el rostro de Gaara resbalaban un sin fin de lagrimas. Gaara volvió a girar la cabeza como si no le hubiera visto. Lee pensó en seguir buscando otro lugar para entrenar, pero algo no le permitía moverse, las dudas después de haber visto a Gaara llorando le recorrían la cabeza, ¿que le ocurría?, ¿por qué lloraba?, ¿qué estaba haciendo en ese lugar solo? Esa no era la imágen que el tenía sobre Gaara. Quizás estaba planenado algo, ¡no! no podía ser, entonces ... ¿por qué llora?
El moreno de cejas gruesas caminó hacia el pelirrojo como si alguien le empujara a hacerlo, y seguidamente le puso una mano en el hombro intentando compadecerle, pero Gaara que no se lo esperaba rechazó su compasión apartando la mano del moreno de un golpe. Gaara que permanecía de pie no tardó en contestarle a la pregunta que se hacía Lee en ese preciso instante.
GAARA: No necesito la compasión de nadie. ¿Por qué no te vas y te ocupas de tus asuntos?
LEE: Lo siento, no quería molestarte.
Lee dió media vuelta dispuesto a marcharse, no esperaba más de un chico con el corazón frío como Gaara.
Se iba alejando, pero una voz le hizo pararse en seco:
GAARA: ¡Espera! U_U
LEE: ¿Mm?
Lee volvió a girarse ¿que quería ahora? Quizás se había enfadado y pensaba retarle a un combate. En ese caso estaba preparado para enfrentarse de nuevo a él, Lee apretó los puños esperando a su oponente, pero éste le dijo algo que no esperaba.
GAARA: Gracias por preocuparte por mi. Despues de lo que te hice ... no esperaba que me dirigieras la palabra.
Lee se quedó estupefacto, sin saber que decir ni como reaccionar. Pero no pudo pensar en nada porque a los pocos segundos se vió embuelto por dos brazos que le rodeaban cariñosamente. Lee estubo unos segundos sin saber que hacer hasta que él también le repondió con un abrazo.
Ambos, abrazados, Gaara volvió a llorar, Lee sentía como sus lagrimas, frías como el hielo, caían y mojaban su mono verde.
GAARA: Hacía mucho tiempo que nadie me abrazaba así.
Dijo con tono apagado.
Lee seguía sin saber que decir, él, ahí, abrazado a uno de sus peores rivales. Entonces comenzó a darse cuenta que, alomejor, Gaara no era tan frío y duro como aparentaba. La voz del pelirrojo volvió a resonar en los oídos del moreno.
GAARA: Te quiero.
Lee se asustó, ¿cómo?, ¿que queria decir con eso?, ¿que me quiere ... en que sentido? Su cara comenzó a tomar un color rojizo, y aunque quería apartarse de gaara, un sentimiento profundo se lo impedía.
GAARA: Eres la primera persona que me demuestra de verdad lo que es el amor.
Gaara apartó su cabeza, la cuál apollaba sobre el duro hombro de Lee, y le miró fijamente. El moreno agachaba la mirada intentando ocultar su sonrrojada cara y su nerviosismo, tenía un fuerte nudo en el estómago que no le dejaba gesticular ni una sola palabra.
GAARA: Mírame ...
La grave voz del pelirrojo hizo estremecerse a Lee, pero no de miedo, sinó de excitación. Lee miró su rostro, esa sombra negra en el contorno de sus ojos ... y ese kanji que portaba el mensaje de lo que en ese momento el sentía "amor". Antes de que el moreno pudiera reaccionar, los labios de Gaara ya reposaban sobre los suyos. El color rojo de la cara de Lee se hizo más intenso todavía. Su corazón latía con fuerza. ¿Qué estaba ocurriendo? Ese sentimiento ..., esa excitación que recorria su cuerpo como una serpiente ... ¿era real o estába soñando? Fuera lo que fuera él deseaba que ese momento de placer durara para siempre.
El cuerpo de Gaara, apollado sobre el de Lee, fué empujandole hasta caer los dos sobre el césped.
Ahí permanecían ambos, Gaara encima de Lee, el cual todavía no había sido capaz de decir absolutamente nada. Gaara se apartó inclinandose hacia atrás y quedando con las piernas de Lee entre sus rodillas.
GAARA: Perdona, no te gusta ¿no?
Lee quería decirle que se sentía muy bien y que porsupuesto que le gustab sentir su cuerpo de esa manera tan intensa, pero no podía. Por ello reaccionó y su respuesta se dió a ver enseguida. Lee se incorporó y, poniendo sus manos sobre la cara de Gaara se abalanzó sobre él, cayendo en un profundo beso. Sus cuerpos, calientes y tan cercanos no tardaron en reconocer la excitación que ambos sentían. El moreno dejó de besar los labios de Gaara para besar y lamer su cuello, mientras sus manos recorrían sin rumbo fijo, el cuerpo del pelirrojo. Los cuerpos, jadeantes y vestidos, pronto quedaron al descubierto en medio del bosque. Gaara respondía con caricias y Lee seguía besando su cuerpo. No tardaron en cambiar de posición, pues sus cuerpos todavía pedían más. Esta vez Gaara permanecía arrodillado encima de Lee, como al principio, y éste estaba tumbado. Lee sentía que el pelirrojo también estaba nervioso, los dos respiraban fuertemente como si en un combate sus chakras estuvieran a punto de agotarse. Gaara cogió su miembro y lentamente fué introduciendoselo al moreno, el cual hacía gestos con la cara de dolor y de placer, eso hacía que el pelirrojo todavía se sintiera más excitado, un gran escalofrío recorrió su cuerpo y empezó a acelerar. Fuertes gemidos se repetían a causa del eco y eso les ponía más excitantes. Sus manos no podían frenar las caricias, era como si estuvieran en un mundo en el que existían ellos, nadie más, solo ellos.
Más de una hora de placer fué necesaria para que ambos viajaran al paraíso, el pelirrojo estaba cansado, su miembro erécto y mojado le pedía un descanso, el moreno respiraba bruscamente, también estaba cansado.
Sus cuerpos se separaron quedando el uno al lado del otro cogidos fuertemente de la mano, mientras observaban las nubes. Lee miró a Gaara, en él se dibujaba una pequeña sonrisa que jamás había visto.
LEE: Yo también te quiero.
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Bueno, esto fué una petición de una amiga, como estaba castigada me dijo que hiciera un fan fic de Lee y Gaara, su pareja preferida, para no aburrirme. Y es lo que hice, aunque no lo acabé, pero ahora ya está terminado. Espero que os haya gustado, no suelo narrar mucho porque mi vocabulario (siempre lo diré) no es muy amplio, pero esta vez lo he intentado. Espero que me dejeis algun review ^^U
(Por Lidia María, Ireth_Faelivrin) (Prohibida la copia o distribución de este fanfic sin el consentimiento de la autora)