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In The End por Hellcye

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Notas del fanfic:

Es un resúmen corto pero no creo que necesite más.

STONY

Notas del capitulo:

¡¡¡Hola a todos!!! ¿Cómo están? Pues yo estoy aquí dejando un pequeño regalito principalmente a dos personas:

Primero, quiero dedicar este fic a Miss Stark quien me inspiró a escribirlo con una foto y sus maravillosos comentarios, siempre me hace sonreír, espero sea de tu agrado.

Y

También a Kitana Millenium quien me ha abierto su corazón en estos últimos días y me ha hecho sentir especial para alguien al dejarme ser su amiga ¡gracias por todo! 

No crean que me he olvidado de ustedes, mis amigos, que siempre están siguiendo mis historias incondicionalmente, esto es para todos los que escriben y no escriben, para los que conozco y no conozco, para todos ustedes compañeros de mis desvelos, para ustedes es esto.

Les dejo aquí dos links:

El primero es la imagen que me inspieró a escribir esta historia:

http://www.facebook.com/photo.php?fbid=581643728546687&set=a.472885389422522.121062.472882399422821&type=1&relevant_count=1&ref=nf

Y el segundo es la maravillosa canción en la que me basé para escribirla, escuchenla, de verdad es maravillosa:

 

http://www.youtube.com/watch?v=nyF1T_2epzg

¡Espero les guste! 

 

“Supongo que es el precio 

por las mentiras que he contado

que, la verdad, ya no me estremece.”

 

Él estaba molesto, “muy” molesto y con justa razón. Lo habían hablado infinidad de veces y sabían que mantener su relación en secreto era lo mejor para los dos, que debían aparentar tener una vida que no involucrara al otro, tener pareja, salir con gente y esas cosas.

Pero esta vez sí se había excedido, ¿en qué? En no haber tenido el valor de defender su relación.

Steve estaba acostumbrado a verle en las noticias con infinidad de mujeres hermosas y nunca le había reclamado nada, ese era el acuerdo pero, esta ocasión fue diferente, lo que apareció en las noticias no era una fotografía de Tony con “Miss Septiembre”  sino una de ellos besándose en la entrada de la torre Stark.

Como siempre, intentó resolver esta “situación” en una conferencia de prensa, la cual fue un total desastre.

Lo único que en realidad consiguió fue que la prensa le considerara un mentiroso, que sus amigos y la gente que le conocía pensara que era un cobarde y que el hombre que amaba le dejara de hablar.

 

“Y ¿por qué no podemos reírnos?

Cuando es todo lo que nos queda”

 

Al volver a la torre buscó a Steve por todo el lugar y le encontró sacando sus pertenencias de la habitación del millonario.

-¿Qué estás haciendo?

-“Lo mejor para nosotros” – respondió el rubio citando las palabras que Tony había usado meses atrás. – Me voy.

-Espera un minuto…

Suplicó pero fue inútil, Steve caminaba de un lado al otro sin detenerse ¿en qué momento se le ocurrió que arreglar las cosas sería fácil?

El Capitán estaba decidido, y cuando una idea se aferraba a su cabeza no la soltaba jamás.

-Vamos Capi-paleta, ¿acaso no tienes sentido del humor?

-Espero que tú lo tengas cuando duermas solo esta noche.

Después de ese comentario la habitación se llenó de silencio; Steve se había encerrado en el baño para tener un momento a solas y no mostrarle al moreno lo mucho que le dolían sus decisiones.

 

“¿Nos hemos librado de todas esas niñerías?

¿Hemos perdido la magia que una vez tuvimos?”

 

Tony caminó hasta la puerta y permaneció escuchando atento los sonidos tras ella, suaves gemidos se escurrían bajo la madera, el hombre en ese cuarto sufría como nunca y todo era su culpa.

-Steve… por favor, abre la puerta.

Pero no obtuvo respuesta y el sonido de la regadera le dijo el “no quiero” que Steve no pudo pronunciar.

Ahora mientras se recargaba pesadamente en la puerta del baño pensaba en el delgado hilo del que había pendido su relación, pensaba en lo difícil que había sido comenzarla y en lo fácil que estaba siendo acabar con ella.

Mientras sus ojos vagaban por todo el lugar  un objeto se apoderó de su atención: la cámara que había comprado para que Steve  descansaba junto a la cabecera de la cama.

 ¿Por qué razón se la había dado? ¡Ah, si! Se la había dado para que pudiera fotografiar todas esas cosas “nuevas y sorprendentes” que tenía la nueva era en la que había despertado pero, aunque tenía tres meses con ella, jamás la había usado. ¿Acaso no era de su agrado? ¿Acaso era un regalo idiota o simple?

Pero no era ese el verdadero motivo de su indignación, no, era algo más. Esa indignación era causada por el dolor de ser rechazado, por la idea de no ser amado.

 

“Al final, al final,

No hay nada más en la vida que el amor, ¿cierto?

Al final, al final,

Es hora de perder nuestra mente cansada”.

Tenía que sacar a Steve del baño pero jamás lo haría con palabras dulces o con alegatos así que planeo algo más convincente: comenzó a gritar.

De inmediato se escucharon las fuertes pisadas del soldado en dirección a la puerta seguidas del crujido que hacía la madera al abrirse pero, sin duda, lo mejor de todo fue la expresión de terror que el rubio mantenía en su rostro. Eso era bueno, aún le amaba.

-¿Qué sucede?

Pero no hubo tiempo de más charla ya que, momentos después, Steve se hallaba tendido en el piso gracias un golpe propinado por el moreno quien de inmediato se montó en él.

Podía sentir el calor que emanaba su piel y se sentía extasiado por él, presenciar el cuerpo semidesnudo del Capitán siempre era todo un acontecimiento aunque no podía dejarse llevar, tenía una misión que cumplir.

-Tú no me amas – dijo el moreno dedicándole una mirada de fingida indignación.

-¿Qué yo no…?

-No – reafirmó – no me amas porque nunca me has fotografiado.

 

“¿Bailarás conmigo?

Como solíamos bailar

Y recordar cómo nos movíamos juntos”

 

-Nunca estás aquí – respondió el rubio aun en contra de su voluntad – nunca te veo.

Tony sonrió ante el comentario, ¿Qué no estaba ahí? Pasaba absolutamente todos los días ahí, esperando a que Steve terminara de entrenar o volviera de alguna misión e incluso cuando salía con alguna mujer jamás la llevaba a la torre y siempre volvía a dormir… con él.

-¿No será que no sabes usarla?

-No digas tonterías, se perfectamente cómo usar una cosa de “esas”.

 

“Tú eres la antorcha

Y todo toma sentido

He estado esperando aquí por siempre

He estado esperando aquí por siempre”

 

Era imposible seguir engañándose y había decidido dejar de fingir. No más mujeres, no más falsos testimonios, no más daños a su corazón. De ahora en adelante serían solo ellos dos, como siempre había sido pero sin la dosis de dolor y engaños con los que habían tenido que cargar.

-Levántate, Tony – dijo el rubio recordando ese pesado sentimiento que le acongojaba - se me hace tarde.

-No te irás de aquí hasta que me digas como se usa esto, vejestorio.

Era una medida sumamente desesperada pero era su última esperanza, no solo de retenerle sino de poder ser realmente feliz.

 

“Al final, al final,

No hay nada más en la vida que el amor, ¿cierto?

Al final, al final,                

Es hora de perder nuestra mente cansada”.

 

-Stark, estoy hablando en serio.

-Yo también –respondió el moreno mientras se colocaba las gafas oscuras que tanto le gustaban –Necesito una buena fotografía tuya, así que, sonríe.

Y apretó el botón dejando escapar un destello sobre el rostro del Capitán. Una y otra vez se repitió esta acción mientras el rubio forcejeaba debajo de su cuerpo; primero se molestó y gritó, después comenzó a reír frenéticamente hasta que esa risa le condujo a un amargo y profundo llanto que le permitió sacar todo el dolor que su corazón guardaba.

-¿Quieres dejarme de una maldita vez en paz? – dijo mientras las lágrimas aun escapaban de sus ojos cristalinos. - ¿Qué ganas con todo esto? Ya no tengo nada más que darte, Tony.

 

“Estamos perdidos hasta que aprendamos a preguntar”

 

 -Tú tienes algo más que quiero.

 

“Estamos perdidos hasta que aprendamos a preguntar”

 

-¿Qué cosa?

 

“Estamos perdidos hasta que aprendamos a preguntar”

 

-Algo que nadie más me podrá dar…

-¿Qué es, Tony?

 

“Así que por favor, por favor solo pregunta”

 

-¿Quieres casarte conmigo?

Steve le miró sorprendido tratado de encontrar vestigios de alguna broma en los ojos cafés que tanto amaba pero no hubo nada, Tony hablaba en serio. Nervioso, comenzó a frotar su rostro tratando de disimular el llanto que salía nuevamente pero era inevitable, ese tipo de cosas no llegaban a ti sin generar algún efecto.

Un camino de besos cubrió su brazo buscando poder apartarlo de su rostro.

-No juegues conmigo, Anthony.

-No lo hago – respondió el moreno con una enorme sonrisa en el rostro – pero ten por seguro que “tú” serás la novia.

 

“Al final, al final,

No hay nada más en la vida que el amor, ¿cierto?

Al final, al final,             

Es hora de perder nuestra mente cansada”.

 

Lo que creyó que jamás pasaría, pasó. Lo que pensó que jamás haría, lo hizo y cuando creyó que jamás entendería lo que era la felicidad, la obtuvo y no solo eso, le cambió la vida.

Ahora lo demás no importaba ya que lo único por lo que daría su vida entera acababa de decirle: “sí”.

Notas finales:

¿Qué les pareció? 

Por favor, si les es posible, me gustaría saber que piensan ¡NO OLVIDEN ESCRIBIR! 

Sus comentarios son lo que me llenan de felicidad y ganas de seguir escribiendo.

¡¡¡Gracias por estár aquí!!!


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