Takashima era una persona normal, hasta que un día le tocó pagar culpas que no le correspondían, resultando contagiado con un infeccioso virus que le arrebataba la vida día a día de una forma violenta.

Por caprichos del destino queda al descubierto en una gran avenida, ganándose el repudio de la gente, los cuales solos querían matarlo, tal cual lo habían hecho con otros enfermos como él.

Fanfic de AoixUruha

Historia narrada a través de la persona de Uruha, el que aburrido de la monotonía de su vida, toma una decisión que lo lleva a convertirse en...

AoixUruha

La vida posee muchas vueltas, unas te acercan y otras te alejan de los que más quieres.

Dos vidas que se entrelazan a una sola, solo que en distinta dirección, una busca no perder aquel amor y la otra busca ganárselo.

Personajes:

Kyo, un respetado oncólogo a nivel nacional.

Yuu, un egresado de oncología, que solo busca encontrar el rumbo de su vida.

Takashima, un pequeño niño en busca de la felicidad.

A medida que avance la historia aparecerán otros personajes, pero su importancia no será tan transcendental.

Déjame mostrarte…

              …que esto es… una fantasía.

                           Déjame mostrarte…

                                        … la melancolía de… una fantasía.

El mismo infierno…

               … ante ti pongo mi dolor…

                                  …. ante tus pies…

OSCURIDAD

Fan Fic de the GazettE

Aoi&Uruha

Una historia narrada a través de la persona de Kyo.

Extracto:

Mis ojos buscaron la libertad y se posaron en la ventana que dejaba entrar los rayos de la luna a la habitación, un paisaje perfecto, dos amantes iluminados con la inmensidad de la luna que se mostraba majestuosa a través de la ventana, pero aquella escena digna de un cuadro se vio manchada por una pequeña mancha que no dejaba de moverse en la esquina superior derecha del marco, una mariposa revoloteando con sus alas cubiertas de oscuridad, revoloteando y flotando, como  riéndose de mi…

one-shot

Extracto:
Uno, dos, tres… fueron los golpecitos entre la baqueta y el platillo de la batería. A menos de un metro me encontraba yo, con un cigarrillo recién encendido comenzando a llenar mi cuerpo con nicotina, a modo de empezar el día. Me preguntaba ¿Desde cuándo se me había hecho rutina comenzar así cada mañana? ¿Una semana?, ¿dos?, ¿un mes? Ya había perdido la cuenta de mis actos.

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