La vida en altamar es cuestión de los más valientes, de quienes buscan aventuras en los lugares más insospechados del mundo y de quienes están dispuestos a darlo todo por sus propios intereses.

Pero también existe, aún si es en menor cantidad, un porcentaje del mundo que no pertenece a aquel mar que todo hombre ha deseado dominar, y esa pequeña extensión es la tierra. Vastos territorios que han sido conquistados por la humanidad se ven abandonados por los pies de quienes siempre la necesitarán, de quienes creen poder reclamar parte del amor que proclaman, olvidando, que tanto en tierra como en mar, existen misterios por desvelar.

El joven Chris no se daría enterado de ello si no hasta los comienzos de sus cortos 17 años, de los cuales siete de ellos le pertenecerían a los bravos del mar, los piratas.