Cuando su padre fallece, Stiles se encuentra a merced de su madrastra, Lady Tremaine, y sus hijas Lydia y Allison: acaba siendo un sirviente cubierto de cenizas a lo que llaman despectivamente, Cara de Ceniza. Pero en un encuentro fortuito en el bosque, se encuentra con el que cree que es un empleado más de Palacio, aunque en realidad es un príncipe; de lo que está seguro es que ha encontrado a su alma gemela. Parece que su destino podría cambiar cuando el príncipe invita a todas las personas a un gran baile donde Stiles abriga la esperanza de volver a encontrarse con él. Por desgracia, su madrastra le prohíbe asistir al baile y hace jirones el traje de su padre. Pero una mano amiga en forma de una amable mendiga, armada con una calabaza, ratones y lagartiijas cambiará para siempre la vida de Stiles.

Un joven llamado Stiles acepta alojarse en un castillo con una bestia a cambio de la libertad de su padre. La bestia es, en realidad, un príncipe encantado llamado Derek. Para romper el hechizo, deberá ganarse el amor de una buena persona antes de que caiga el último pétalo de una rosa encantada.