Dos mese habían transcurrido desde que, el vigésimo séptimo Maou Yuuri Shibuya, había recuperado sus poderes.

Desde que el mal se dio por terminado, un periodo de calma inmediato se dio en Shin Makoku, habiendo derrotado a Shoushou, pero eso no significaba la paz absoluta.

Por que todo mito comienza con una realidad, un enemigo que solo existía en los más profundo de una leyenda, hará acto de presencia y no biene solo, caos, muerte y guerras invadiran de nuevo la tierra de los mazoku, solamente para cumplir con un propósito, destruir.

Un alma dividida en dos, una parte en la tierra y otra recidiendo en el mismísimo rey demonio y con ello, un cambio en la vida de Yuuri, donde porfin se dara cuenta de que el elemento faltante en su vida, lo tenía frente a él, el amor, al fin un negro intenso aceptara a un bello color esmeralda.