secuela de un corazon congelado

“… tengo razones, razones de sobra, para pedirle al viento que vuelvas, aunque sea como una sombra… tengo razones, para no quererte olvidar, porque el trocito de felicitad fuiste tu quien me lo dio a probar, el aire huele a ti, mi casa se cae por que no estás aquí, mis sabanas, mi pelo, mi ropa, te buscan a ti…”

La mañana era fría y la lluvia azotaba el ventanal a la espalda de Tony llenándolo de múltiples goteras que muy pronto emprendía una carrera por el vidrio, él le sonreía sin abrir los ojos por algo que había dicho, pero en esos momentos no recordaba mientras rotaba un poco en la cama para quedar sobre su estómago asiendo que las sanabas se corrieran y lo descubrieran hasta un poco más abajo de la cintura, dejando que Steve viera los hermosos húyelos que indicaban el final de su espalda.

Levanto su brazo y comenzó a hacer figuras con sus dedos en la espalda de Tony quien solo volvió a sonreír y hundió más su rostro en la almohada mientras Steve veía como la piel bajo su tacto se erizaba con ferocidad, algo que la fría mañana no había logrado hacer

-lo amabas --- dice Tony en un suspiro y ve como Steve vuelve su mira a él, pero no niega nada, una punzada de dolor atraviesa su pecho --- aun lo amas.

- ahora estoy contigo --- sabía que era un idiota al sentirse aliviado por esas palabras y más cuando el rubio no había negado seguir amándolo, pero era justo lo que quería escuchar, justo lo que necesitaba escuchar, no podría decir en qué momento Steve se había vuelvo tan necesario para su paz, como hacía para solo con unas palabras hacerle vibrar no solo el cuerpo, sino también el alma, si es que tal cosa existía. Sin querer darle más vueltas al asunto se acercó al rubio y tiro del cuello de su uniforme para que sus labios quedaran a la misma altura que los suyos y poder unirlos. ¿Qué más daba? el aguantarse las ganas de demostrarle a Steve todo lo que sentía era una idiotez.

-yo te amo Steve.

Despues de tomar aire y soltarlo con fuerza él también se pone de pie y camina atravesando la playa hasta llegar a la orilla del mar  y deja que sus zapatos se mojen con el vaivén del agua fría, cierra los ojos, siente el aire salado golpear su rostro con fuerza y ruega para que el nudo en su garganta desaparezca no puede dejarse llorar, mete las manos en los bolsillos de su pantalón y aprieta los puños con fuerza, tantas cosas pasan por su cabeza en esos momentos que lo que menos le importa es que la noche comenzaba a enfriarse y el nivel de agua comenzaba a mojar también su pantalón.

-si te vas a dar una zambullida nocturna de aconsejaría que te quitaras los zapatos, no te dejaran nadar bien --- dice una voz a su espalda que lo hace abrir los ojos y girar su rostro bruscamente, era un chico de cabello rubio corto, alto y fornido que le sonreía amablemente --- hace frio mejor porque no dejas el chapuzón para mañana, cuando haya sol --- Tony lo mira extrañado, pero poco después comprende la actitud del extraño, al parecer que alguien se acerque al mar a esas horas totalmente vestido y con cara de tragedia esa una fuerte razón para pensar lo peor.

-tranquilo no pienso hacer una estupidez --- dice Tony y vuelve su vista al mar.

-es una lástima porque pensaba proponerte una.

 Stony

Superfamily