Alejandro nunca imaginó como de complicada podría ponerse su vida. Todo iba estupendamente, tenía una buena casa, un trabajo que todavía no hacía aguas, una hermosa novia… entonces… ¿cómo terminó enamorado de su mejor amigo? ¡Y nada más y nada menos que de “ese” amigo!
Ricky es alguien que no necesita mucho para vivir, camina por la vida con una afilada lengua y un maldito sentido del humor, sin importarle aparentemente nada ni nadie. Lo último que hubiera esperado, es que tras una noche consolando a su amigo, terminaran juntos en la cama y… en una posición muy diferente a la que estaba acostumbrado.
¿Pueden dos amigos después de haber permanecido juntos durante muchos años, transformar una relación fraternal en algo más… íntimo? ¿Podrán dejar de lado el orgullo, los estereotipos y luchar por ese sentimiento al que por fin le han puesto nombre? 
Alex parece dispuesto a intentarlo, pero… ¿conseguirá Ricky vencer a todos sus demonios y aceptarlo?