Eun-Jung caminaba por la bella ciudad de Seoul en las calles de Daehangno, era de noche, una noche verdaderamente fresca, la bella doncella de arriba a la que los peregrinos llamaban luna, resplandecía con todo su fulgor, acompañándola en su recorrido. Caminaba lentamente a pasos tardíos con los ojos cerrados, deteniéndose a aspirar el suave aroma que desprendían los arboles con el paso del viento que pegaba en su cara y la acariciaba sutilmente dejándola impregnada con una pueril sonrisa dibujada en su rostro. Disfrutaba de oír, el canturrear de las cigarras, mientras ella se ponía en contacto con el ambiente, formando uno solo por efímeros y escasos momentos.
-Me encanta verte sintiendo tu entorno cuando caminas de noche.- Eun-jung abrió los ojos parsimoniosamente, y ahí estaba Ji-Yeon, parada frente a ella con las piernas abiertas y las manos sudadas. Eun-Jung meneo la cabeza y camino hacia ella, pasándola de largo, invitándola con la mirada a que la siguiera. -¿A dónde vamos?
-Solo camina.-Asintio Eun-Jung gentilmente, mientras le extendía la mano para tomar la suya.-Me gustaría ver los fuegos artificiales contigo.
-¿Fuegos artificiales? ¿Hay alguna razón para que los haya?
-Así es, la mía.- Ji-Yeon frunció el ceño azorada con la poca información que le brindo su compañera la cual resultaba poco relevante. Ambas continuaron su travesía, hasta el final de la calle en el lado norte. Eun-Jung se detuvo y miro a los ojos a su acompañante.-Mira el cielo esta despejado.
-Ya veo…-Contesto buscando algo en especifico que tuviera sentido en todo el asunto.-¿No crees que es algo tarde?
-¿Tarde para que?-Pregunto Eun-Jung-¿Para la realidad tal ves? En ese caso, es cierto, esta estipulado que a estas horas de la noche lo es.
-¿Por qué hablas así? –Una sonrisa burlona se hiso presente en su rostro.
-¿Así como?- Eun-Jung sonrió de lado, mientras Ji-Yeon la miraba de lo mas confusa posible, posteriormente cambio su mirada por una preocupación al recibir un mensaje por su celular, el cual reviso inmediatamente.-¿Qué ocurre?
-Yo… el… me termino por mensaje.-Contesto Ji-Yeon cabizbaja, mientras dejaba escapar una lagrima por su ojo derecho, muriendo en sus pómulos, pues Eun-Jung la había tomado del mentón y se la había limpiado con un pañuelo.
-¿Lo quieres?-Pregunto Eun-Jung haciendo referencia al muchacho.
-No lo se…-Contestó con la voz quebrada.-Pero me duele que ni siquiera haya sido importante para el. Ya sabia que no era para mi, me lo han dicho antes.
-No dejes que nadie nunca te diga que no mereces lo que quieres.- Eun-Jung le acaricio la mejilla, mientras a Ji-Yeon le brillaban los ojos, cuya mirada triste se iba borrando a causa de la inminente sonrisa provocada por su compañía.-¿El te ha dicho que tienes una linda sonrisa?
-No, creo que nunca lo hiso.-Contesto mordiéndose el labio, mientras Eun-Jung se lo acariciaba sutilmente.-Pues es perfecta esa sonrisa infinita que tienes, mezclada con esos ojos de caramelo que me encantan, tan brillantes como la luna.
* ¿Te encantan? *
Ji-Yeon abrió un poco mas los ojos, se sintió alarmada y relajada en un leve choque de emociones con esas simples palabras que se escapaban de la boca de esa mujer.
¿Por qué ahora me pongo tan feliz, si hace algunos instantes estaba triste?
-Además de que solo puedo ver detrás de ellos a una persona verdaderamente increíble, como para que un hombre no la haya notado antes.
-Tal ves por que no había amor…
-El amor es un misterio con aderezo secreto, y con magia verdadera.- Eun-Jung adopto una pose seria pero, serena.
-En mi caso yo no fui suficiente…
-A veces lo peor que puedes hacer es esforzarte demasiado.
-Es un triste comentario en si mismo.-Comento Ji-Yeon mientras miraba al suelo con la mirada perdida.
-Lo es, según tu perspectiva.- Eun-Jung tomo con su otra mano la otra mejilla de Ji-Yeon. Alguien en la esquina las estaba espiando, atenta a cada movimiento que surgiera de improvisto de acuerdo a su parecer, dispuesta a activar el mecanismo que haría que se consumara el momento.
Eun-Jung acerco su rostro al de Ji-Yeon con demasía sutileza, a la par que cerraba poco a poco los ojos. Ji-Yeon temblaba, pero sus reacciones estaban aparentemente anestesiadas y opto por dejarse llevar.Eun-Jung junto sus labios con los de ella, percibiendo la suave textura aterciopelada que siempre añoro probar. Logro abrirse paso en ellos para aprisionarlos y probar el dulce sabor que imagino que tenían. Ji-Yeon correspondió dejando que Eun-Jung la sorprendiera mas, y lo que faltaba. Por momentos Eun-Jung sintió que estaba flotando junto a ella, que el tiempo se detenía, que nada mas importaba, ni si quiera que cualquier extraño pudiera verlas ahí, en la calle, ni que las juzgara. En ese momento comenzaron a emerger del suelo los fuegos artificiales.
Se separaron lentamente, mientras Eun-Jung bajaba ambas manos pegándolas a sus costados. Ambas sonrieron, contemplando los diferentes colores que se presentaban arriba de ellas.
-Ahora…-Gimoteo Ji-Yeon sin dejar de mirarla a los ojos. Eun-Jung por su parte, le levanto un mechón hacia atrás, y señalaba al cielo.
-¿No te gustan?
-En verdad, es asombroso.-Volvió su vista hacia ella, y prosiguió.-Déjame pensar, ahora todo es incierto.
-Los valientes no acusan que nada sea incierto, tu me enseñaste eso, ¿Lo olvidas?
-Esa fue una parte de mi que ahora solo es una sombra que apenas toca su esencia.
-Bueno, seria un delito pedirte que nunca cambies, si permanecemos en constante cambio, solo te pediría que continuaras cambiando junto a mi.-Ambas sonrieron mirándose dulcemente la una a la otra.
Ahreum camino lentamente hacia ellas, saliendo de la nada. Las interrumpió para hacer acto de presencia y admitir que había cumplido con su parte.
-¿Son hermosos, no?-Pregunto, ambas asintieron. Tanto Ji-Yeon como Eun-Jung se miraron con complicidad, lo que acababa de ocurrir seria un hermoso secreto que guardarían y compartirían solo ellas dos.
“Esto quedara entre tu y yo”
Ahreum se despidió con un ademan, dejándolas nuevamente solas. Una vez que estaba fuera del alcance de ellas, se giro mirándolas de lejos, sonrió mientras las veía gozar el paisaje, y se decidió retirarse, los fuegos ya habían aparecido, no quedaba mas por hacer ahí.
“Este final parece un hermoso comienzo…”