Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Crónicas de un amor no correspondido por Kimie Uchiha

[Reviews - 13]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

A pesar de que planeaba que fuese un oneshot creo que la historia se desarrollo mas de lo que debia por lo que quisiera escribir mas, sin embargo, no puedo prometer que lo hare ya que mi inspiracion llega ya por temporadas en realidad...

Notas del capitulo:

Bueno, este es la historia o tal vez el comienzo de la historia...

Crónicas de un amor no correspondido

 

Esa parte de mi vida que creí atrás volvió a mí, asustándome. Cada vez que te veía, cada vez que me veía a mí mismo. Eso era.

Entiendo tu inconformidad hacia mí, incluso cuando yo mismo me dije que no me afectaría  tu rechazo me afecto n una forma más allá de los sentimientos. No me duele, es la verdad. ¿Entonces porque no podía dejar de pensar en ello?

Cada vez que te veo con él. Sé que solo son amigos, pero ¿Y si hay algo más? Hay algo en la forma que lo miras, ¿Alguna vez alguien me ha mirado así?

 

[Adoración]

 

Tus ojos brillan y tu expresión ruda de absoluta perfección e indiferencia desaparece.

 

[Encantado]

 

Como si fuera la persona más bella del mundo, le admiras. Como si fuera la persona más valiosa del mundo, le cuidas. En tus bazos; con ternura, le veo apresado mientras juguetean. El, amigablemente; risueño. Jugando con uno de sus mejores amigos. Tu, como si fuera la respuesta que estabas esperando.

Y yo soy un espectador.

 

[Apacible]

 

Si te veo a lo lejos, tu rostro siempre refleja calma, inmune e indiferente a la realidad. Pensé que eras como yo, pero… tú tienes corazón.

Puedo verlo en tus ojos no importa cuánto trates de ocultarlo y engañar a todos, no eres rudo, no asustas a nadie – al menos a mi no – solo eres un cachorro que no se da cuenta de su tamaño “Que metáfora más ridícula, pero es lo mejor que puedo hacer”

Eres una persona sensible y llena de emociones a flor de piel, siento que, si te toco, romperás en lágrimas. Que pensaras, en esos momentos de soledad en los que te encuentro en la lejanía. Este tipo de pensamientos se asomaban por mi mente espontáneamente y sin darme cuenta me encuentro lleno de pensamientos de ti.

“Pensara él en mi” me preguntaba ingenuamente; sabia claramente que no era así. Que teníamos vidas separadas y mis acciones no intrigaban tu mente así como mi apariencia no influenciaba tus instintos. Me enamore de mis pensamientos; saber perfectamente la respuesta y aun así jugar a “tal vez”. Sé que no pensabas en mi pero ¿Y si lo hacías? Que pensaras de mí. Si te gustara algo de mí… ¿Qué sería?

De pronto todo eran fantasías, egoístamente ignorando al verdadero tu, forme un “tu” a mi antojo. Uno al que le gustara yo, por sobre los demás, uno que me entendiera a pesar de que pareciera imposible, uno que viera bondad y dulzura en mi aunque no la hubiera. Un tú, con el que podría ser yo.

Una parte de mi aun cree eso, que eres esa persona única y especial que he estado esperando desde mi dulce infancia.

Dicen que leer enriquece tu mente, pero también ilusiona tu corazón; historias tan maravillosas, llenas de aventuras alucinantes y momentos llenos de comedia que aun tiempo después te arrancan una sonrisa corta cada vez que regresa a tu mente espontáneamente, llenas de detalles adorables que conmueven el más duro ser a las lagrimas.

Creí encontrarlo en ti, ahora te veo y pienso en antologías. Historias separadas con personajes en común que componen un gran libro lleno de escritos por personas que nunca se habían visto.

Alguna vez pensé en hablarte, mas –  traicioneramente –  eras la única persona que aceleraba mi pulso lo suficiente para hacerme sonrojar como una colegiala declarándosele a su superior en una especie de manga japonés. Asco, pensaba cada vez que hacia esa comparación insultándome a mí mismo.

Todas esas veces que creí que me mirabas, me ponía nervioso, trataba de aparentar normalidad pero queriendo impresionarte. Miles de ideas contradictorias inundaban mi mente hasta el instante que apartabas tu mirada, dejándome con el temor de que notaras la mía.

Ahora me doy cuenta de la realidad y dudo que estuvieras mirándome a mí. Una persona que pasa más tiempo en su imaginación que en la vida real fue quien siempre fui. Y probablemente seré.

Mas incluso mi imaginación me rechazaba; recuerdo esa vez en la que en nuestra maravillosa relación inexistente yo soñé que me dejabas ¿Cuándo idiota puedo ser? Tal vez, mucho más de lo que puedo explicar.

Mi capacidad para crear historias nuestras era tan increíble que en un momento de estupidez pensé en escribirlas y venderlas; ¿Una televisora? No podrían encontrar actores parecidos a nosotros, así que quizá una editorial, ¡Pero yo quería música de fondo, paisajes brillantes acordes con cada momento y expresiones fantásticas que hicieran reír a todos! Una caricatura, fue mi resolución. Así sería más divertido y todos podrían ver “nuestra historia” imagine todas las canciones que usaría, como serian personajes, que ropa usarían, y como se iría desarrollando la historia a lo largo de los capítulos más temí que alguien se diera cuenta que era yo el protagonista. Todo esto sucedía mientras tú seguías normalmente tu vida sin reparar en mí, en mí y mi gran imaginación.

Pero vivir de ilusiones es ara los cobardes, me dije; era hora de tomar acción. Temí por mí, no por ser rechazado y que todas mis historias se quedaran en el olvido, sin testigos. Más fue que realmente necesitaba dejar esto atrás, aunque fuera aburrido después. No puedo ser como tú necesitas que sea, porque no soy la persona que te hace sonreír, no soy como él y aunque me esforzara no quería ser como él. Quería ser yo y gustarte, que cada vez que me vieras pasar, sonrieras sin razón, con una cara de imbécil de esa que tienen los que están profundamente enamorados. Quería mostrarte todo lo que realmente soy, más de pronto, temí que rechazaras la realidad sobre mí, como todos los demás hacían quedándose solo con lo superficial, lo que les entretenía. Desde entonces le temí a la verdad.

Increíblemente, quería que me rechazaras.

Cualquiera que conozco piensa que si no quieres estar con esa persona es porque no le quieres realmente. Pero que podía hacer, así era yo.

No podía quedarme a tu lado porque no sabía cómo hacerte feliz, si tomabas mi mano ¿Podría tomar la tuya? Pero, y si no querías… ¿Y si yo quería… si yo quería y lo intentaba... te molestaría?

No podía ser como él, cosas que son cotidianas para los demás son incomprensibles para mí.

Incluso yo se que la realidad y la fantasía, son cosas muy diferentes. No sabría que hacer en la realidad porque sé que tú no eres la persona que yo creía –quería – y eso me asustaba.

Me asustaba ser amado por ti y lastimarte con mi inexperiencia y mi inocente indiferencia que no comprende los sentimientos, me asustaba llegar a amarte y realizaras en mi ineptitud para ser amado y decidieras que estabas mejor sin mí.

Si me rechazabas, ahí se terminaría, lo dejaría ahí y seguiría con mi vida tal y como era antes de todo esto comenzara.

 

[Mentira]

 

Tal y como lo esperaba, una vez que el momento finalmente llego, nada  fue como yo lo había imaginado, no pude decir la mitad de lo que quise, te mostré esa parte torpe de mi tan diferente a la imagen que todos tienen de mi, mas esta vez, estaba siendo honesto; a diferencia de mi, tu pudiste hablar perfectamente. Me sentí insignificante. Al ver cómo te deshacías de mí tan fácilmente, sin pensarlo. Entonces me di cuenta que nunca habías pensado en esa posibilidad, para ti no había un futuro juntos.

Una parte de mi quiso preguntar por él. “¿Es porque lo quieres a el?”

No había punto de comparación, yo, una persona a la que solo veía unas horas al día, y con quien difícilmente compartías palabras. Y él, era parte de tu vida. Porque tú tenías toda una vida hecha. No estabas roto y solo como yo.

Pero seguiría roto y solo. Había una posibilidad – un cambio – me atreví y estaba orgulloso, pero me rechazaron.

Yo no podía imaginar nada porque ahora ya no había un tal vez. Solo un rotundo y absoluto “No” que me empujaba a la realidad.

Parecía que no eras tú, quien cambiaria mi vida.

Incluso si tu rechazo no me dolía como uno creería que debería doler, y que incluso sin oír tu respuesta ya la conocía. Ya lo sabía, que jamás podrían verme de esa manera  incluso si yo quise creer que tú eras diferente,  a pesar de todo esto… una parte de mi, estaba decepcionada.

 

[Débil]

 

Cada vez que te veo – no importa cuánto me reprenda por buscarte – no puedo alejar mi vista así como mis pensamientos esperando a que voltees, que te des cuenta y al instante que estamos frente a frente, te ignoro. Siempre me admiraron por mi indiferencia ante las emociones. Puede que no sea un sentimiento o una emoción. Pero cada vez que te veía cuando pasabas cerca y escuchaba tu voz o esa horrible risa tuya, me encogía por dentro; me sentía débil. Débil por dejarte influenciarme de esta forma sin que lo intentaras siquiera, es como si me hubiese obsequiado, un regalo que ni siquiera pedias. Me molestaba contigo y conmigo mismo a pesar de que sabía perfectamente que no era culpa de ninguno y si tal vez había un responsable, ese era yo.

Y pensar que imagine toda nuestra relación en un par de meses, puede que si tenga una gran imaginación  como todos dicen.

Yo solía estar muy seguro de mi apariencia, llamo la atención y lo sé, solo finjo no hacerlo, no quería estar tan lleno de mi mismo, e incluso así, dudaba. Aun esta esa parte de mi que no puede olvidar todas y cada una de esas palabras, ahora que ya no soy el mismo, dentro de mí, en un lugar de mi mente; esta ese niño al que nadie quería. Contradictorio como siempre, me he acostumbrado a ser así, mas esto sigue trayéndome problemas. Quisiera ser más simple, más sencillo, mas todas las voces dentro de mí, me lo impiden. Llegando a pensar que estoy auténticamente loco. E igualmente me gusta ser así y quisiera que todos fueran así.

Una parte de mi cree que, pude haber sido la mejor persona que tuvieses  a tu lado, que pude cambiar tu vida y darte alegrías que nunca supiste que existían, que, incluso si terminábamos lamentarías ese día por siempre, quizá ya nadie sería suficiente  víctima del pasado no me hallarías un par y te quedarías solo. Esa era la parte optimista que se tornaba cruel, en mi imaginación.

Algún día lo hare, seré la persona más maravillosa en el mundo de alguien, pero si no eres tú, no sé quien podría ser.

Pero ahora te veía con él, y todo mi concepto de mi mismo temblaba, me encontraba a mi mismo comparándome con él, en momentos de delirio inconsciente buscaba formas de ser como él; ridículo. “No puedo encogerme siquiera”, fui diseñado al nacer y moldeado al crecer, para ser su opuesto. Pero eso no impedía que –  nuevamente – imaginara como seria.

 

[Si fuera como él.]

 

Si fuera lo que quieres y necesitas, si pudiera ser como esa persona… ¿Me darías una oportunidad?

 

[Quiero ser como yo.]

 

Yo soy la persona que más quiero, aprendí y me costo, la persona más fascinante para mi soy yo. Y quiero que alguien más lo piense. Tal y como soy.

¿Y si ese día no llegaba?

Había días en los que pensaba que esa persona. La persona con la que debo estar. ¿Cómo estará? Qué clase de persona podría ser. Me atrevía a imaginar –  tentando al destino – nuestro encuentro, la forma en la que nos enamoraríamos, toda ventura y desventura por vivir juntos, lo que nos haría reír  y llorar. Pensaba en lo que mucho que lo querría y agradecería haberlo conocido, y de nuevo, me pregunto qué pensarías al conocerle.

¿Estarías celoso?

Si esa persona supiera que me rechazaste ¿Se molestaría? O quizás se alegraría, ya que si estuviera contigo no estaría con él. Preguntas sin sentido ni forma llegaban a mí con el silencio. Como siempre, no te enterabas de nada.

Los amores no correspondidos son maravillosos, esa fidelidad ciega alguien que vive felizmente sus días sin reparar en lo que piensas o sientes. Esos sueños y deseos sin recompensa que morían y revivían sin testigos en una noche de sueño. Con cada pequeña palabra podían ser llevados del cielo al infierno y viceversa. Creando sentimientos inexistentes de una sonrisa floja. Era tan bello y fascinante; el amor no correspondido.

Podría hacer una carrera como cantante, solo con canciones de amor no correspondido, cada una más desolada y bella que la anterior. Y todos las escucharían, porque todos las entenderían, mentiroso aquel que diga que nunca experimento la agonía de la indiferencia de un amado pues quien no ha amado sin regreso no ha vivido realmente.

Si me preguntan, no recuerdo las palabras exactas con las que despreciaste mis afectos, solo el vago sentimiento del rechazo que se colaba efímeramente cada que te pensaba o te oía nombrar, pareciera que desde ese día, todos encuentran un pretexto para hablar de ti. Gracioso.

En momentos de reflexión inesperados me preguntaba a mi mismo si valió la pena intentarlo, extraño las miradas furtivas que me emocionaban sin razón lógica. Por primera vez en mi vida experimente el tan temido arrepentimiento y lo odie.

Si no puedo encontrar una razón para que me gustes, significa entonces, que es un sentimiento sin trasfondo o intensiones dobles.

“Estoy bien sin el”

Me digo a mi mismo, cada vez que te veo cerca de mi sin que lo notes, te miro apacible por un instante, mas no puedo dejar la conciencia constante de tu presencia. Sin embargo, momentos después me pregunto cómo seria, si estuvieras sentado a mi lado. Sonriéndome.

 

En esos momentos temo.

 

Porque creo que me gustas, más de lo que creía.

“Kwon Ji Yong, de verdad, de verdad creo que me gustas”

 

 

 

 

Notas finales:

Oh gosh, juro que unas partes son tan raras y las otras tan estupidas...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).