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El precio del amor por Shamita

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Notas del fanfic:

Este es mi primer fic, a mi me encanta leer los fic que aqui publican asi que un dia me anime a escribir y despues que minimo tenia como dos capitulos los publique la verdad yo no tenia muchas esperanzas de que alguien fuera a leer este fic habiendo tantos pero me he dado cuenta de que siempre ahi espacio para uno mas y me a llenado de alegria que a muchos de ustedes les ha gustado esta historia, yo espero terminarla este 2014 pero sino pues ahi muchos años por delante, eso si de que la TERMINO LA TERMINO!!! 

 

 

 

 

Notas del capitulo:

Los personajes no me pertenecen sino a Masami Kurumada

Caminando por las calles de la ciudad aun podía ver a los pocos transeúntes  observándolo como si de un dios se tratase, si era un dios pero no uno benévolo  sino todo lo contrario, le encantaba doblegar a las personas que lo viesen como un dios, lo hacía sentirse orgulloso, arrogante e invencible, lo hacía ser quien era.  


Ahora se dirigía a una de sus más gratas diversiones, el lugar donde comenzará su harem, el lugar que le daría sus ya tres juguetes más importantes, detuvo su andar elegante y orgulloso, enfrente de él se erguía el Salón “Sanctuary”, se adentro a este encontrándose con uno de los dueños del lugar.


─ Buenas Noches Señor Géminis un placer contar con su asistencia el día de hoy ─dijo extendiéndole la mano a modo de saludo.


─Buenas Noches, sólo Saga ─contesto correspondiendo el saludo ─. Hades, ¿Cuándo comienza la diversión?


─ En unos minutos mi estimado, no desesperes ─río Hades ─. Apenas has llegado y ya quieres jugar, hay que ser un poco más pacientes.


─ Sabes que me gusta jugar y divertirme ─dijo Saga con una sonrisa de medio lado ─. Dime ¿tienes buenos juguetes hoy?


─ No lo dudes, mi amigo, no lo dudes ─expreso Hades ─. Ahora si me permites iré a ultimar detalles para comenzar con esto, ya quiero ver volar el dinero ─dijo despidiéndose del peliazul.


Hades se fue dejando a Saga solo en espera a que la diversión comenzara. A los diez minutos todas las luces del lugar se enfocaron en el escenario, donde se encontraba Hades en compañía de Julián Soto su socio, un hombre muy atractivo pero también muy calculador.


─ Buenas Noches, mis queridos invitados sean bienvenidos al Salón Santhuary, el mejor lugar donde encontrara los más hermosos juguetes que han podido ver en sus vidas ─dijo Julián sonriendo a su selecta clientela.


─Tienes razón Julián, por eso comenzaremos la subasta con este jovencito ─dijo Hades, mientras que por las escaleras se veía subir al escenario a un hombre que escoltaba a un joven de unos 20 años de cabello castaño y ojos esmeralda, de piel bronceada  solo le tapaba  una pequeña túnica que cubría lo necesario.


─ Miren nada más que hermoso jovencito ─expreso Julián ─. Se puede ver que servirá para realizar diversas tareas en el hogar y para jugar cualquier juego que ustedes gusten.


─ Además señores y señoras como ya saben todos nuestros juguetes son nuevos, nunca han sido usados ─ dijo Hades mostrando al joven que estaba a su lado.


Todos los asistentes observaban la belleza del pelicastaño, unos lo observaban con miradas lujuriosas y otras como un simple objeto inanimado que les serviría como trofeo.


─ Bien comenzaremos con 40,000.00 ─dijo Hades─. ¿Quién ofrece?                       


─ 40,000.00, aquí ─dijo un cliente pelirrubio


─ 50,000.00, por aquí ─dijo otro cliente pelioscuro


─ 50,500.00 aquí ─dijo el cliente pelirrubio


─ 80,500.00 aquí, en efectivo ─dijo un cliente robusto, de cabello oscuro y piel morena.


─ ¿Nadie ofrece más? ─pregunto Julián ─ Bien, vendido al Señor Taurus por 80,500.00


Las subastas continuaron con diversos “juguetes”, que podían ser hombres o mujeres, de diversas edades, morenos o blancos, de peli oscuros hasta pelirrojos, etc., una gran variedad pero a Saga Géminis no le convencían.


Serán muy bellos pero les falta eso que quiero, es que estoy buscando, no tienen lo necesario para estar con alguien como yo, no tienen eso que más me excita pensó Saga, cuando anunciaban la última subasta de la noche.


─ Señores y Señoras nuestro último juguete por el día de hoy, es el mejor de todos ─comentó Hades sonriendo desde el centro del escenario.


─ Si este último no es lo que estoy buscando, habrá sido una total pérdida de tiempo el haber venido esta noche ─se dijo Saga desde su lugar.


Justo en ese momento se escucho como alguien peleaba abajo del escenario y todos los asistentes voltearon a ver, el lugar de donde provenía el alboroto y solo pudieron notar unos hombres vestidos de trajes negros que forcejeaban con alguien mucho más pequeño que ellos, después de unos minutos en los cuales los dueños del lugar se acercaron a solucionar el problema continuaron con la subasta.


─ Disculpen por el inconveniente es que nuestro último juguetito no está muy convencido de cuál es su lugar, pero no se preocupen que cuando sea suyo podrán “educarlo” como ustedes quieran  ─dijo Julián a todos los presentes que se encontraban en el salón, los cuales rieron ante lo dicho por este.


─ Contemplen a nuestro último juguete, es realmente una belleza única e incluso se podría decir que tiene un encanto místico ─dijo Hades haciendo que el joven subiera las escaleras y caminara al centro del escenario.


En cuanto el joven piso en el escenario todas las miradas cayeron sobre de él, ya que era realmente hermoso, con cabellos dorados que caían lacios hasta sus caderas, alto, su piel blanca, ojos color turquesa, de complexión delgada, y un punto en su frente que rebelaba su religión, caminaba con un aire orgulloso que hizo que todos quedasen sin habla.


─ Como pueden observar al lado de este juguetito, los anteriores son nada en comparación a esta belleza pero no se dejen engañar, tiene un carácter un poco fuerte como ya lo demostró ─rio Julián ante su comentario.


Mientras Julián hablaba Hades prácticamente peleaba con el joven pelirrubio que no dejaba que lo tocase para darle vueltas, mucho menos dejo que mostrarán sus partes intimas como lo habían hecho con los demás jóvenes, en el público Saga observaba divertido la escena, le parecía algo muy gracioso como evitaba a cualquier costa que los dueños del lugar lo mostrasen como uno más de sus juguetes.


─ Bien comencemos con esta última subasta con 100,000.00 ─dijo Julián ─ ¿Quién ofrece?


Inmediatamente comenzaron a ofrecer algunos clientes que habían sido cautivados por la belleza enigmática que veían frente a sus ojos en el centro del escenario del Salón Santhuary.


─ Aquí 100,000.00 ─dijo una señora


─ 190,000.00 por aquí ─dijo un señor albino


─ Yo ofrezco 250,000.00 ─dijo la señora


─ 300,000.00 aquí ─dijo el Señor Taurus


─ 600,000.00 ─dijo Saga sonriendo de lado


─ Nadie ofrece más ─dijo Julián al ver que todo había quedado en silencio después de la oferta de Saga.


─ Bien, vendió al Señor Géminis por 600,000.00 ─dijo Hades para después bajar al joven que miraba incrédulo al público.


─ A nuestros asistentes que han adquirido algún nuevo “juguete”, recuerden que pueden pasar a partir de este momento a pagar y recoger la mercancía que han adquirido ─dijo Julián aun en el escenario.


Los compradores se encaminaron a recoger sus respectivas compras no sin antes pasar por el área de cobro, Saga espero un momento y después se encamino a la parte trasera del escenario, ya que hay era donde se hacia la transacción final y la entrega de los juguetes a sus nuevos dueños.


Mientras caminaba Saga pensaba… parece que encontré un joya no solo por su belleza sino también porque parece ser una fiera que hay que domar y para eso estoy yo, para domar y doblegar  ese aire orgulloso que presume ese rubiecito, te hare servirme como muchos otros.


Después de pagar fue a recoger al rubio, para entonces ya había hablado para que le llevasen su auto a las puertas del lugar, no tenía ni ganas ni tiempo de pelear con el jovencito que se veía no tenía ni las más mínimas intenciones de irse de manera pasiva de ese lugar


─ Vamos niño no tengo tiempo para estar aquí peleando ─dijo Saga al ver que el pelirrubio se le escurría de las manos, al quererlo agarrar para salir del salón.


─ Usted no es nadie para decirme que hacer ni a donde ir ─dijo el rubio evidentemente molesto pero orgulloso, no se iría de ahí sin dar pelea.


─ ¿Que yo no soy nadie?, dices ─dijo visiblemente molesto por el comportamiento de su juguete ─. Bien, te diré que ¡yo soy tu nuevo dueño!, ¡tú harás lo que te mande y ordene si quieres seguir con vida! ─grito Saga dejando asombrado al rubio, que de inmediato se sobrepuso a la impresión.


─ Bien, máteme será mejor que estar cerca de alguien como usted ─dijo orgulloso el más joven ─. Nunca iré ni haré nada de lo que diga, es un hombre miserable, un imbécil, un loco, un… ─no pudo terminar, debido a que Saga lo había golpeado en el estomago sacándole el aire.


─ Espero con esto aprendas a no insultarme. ─siseo Saga al tomar al rubio de la cintura y cargarlo como si de un saco de papas se tratase, el menor al verse en tan deplorable situación quiso sacudirse pero al hacerlo recibió una tunda por parte del mayor ─ Síguete moviendo y te daré una tunda que nunca olvidaras.


El pelirrubio dejo de moverse, si de todas maneras lo iba a sacar cargando tan siquiera no se comportaría como un niño y mantendría el orgullo que le quedaba enfrente de ese hombre y de las personas que aun se encontraban dentro del salón, no le daría el gusto de estarle dando una tunda ni de pedirle que le bajará. 


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